Hoy el Banco de España ha publicado los datos de las remesas que enviaron los inmigrantes desde España en 2010. 1) El año pasado se remesaron 7.186 millones de euros, prácticamente los mismo que en 2009 que fueron 7.213millones; una disminución imperceptible ya que es menos del 0,5%. 2) En el cuarto trimestre de 2010 se remesaron 2.010 millones de euros un aumento del 4%, con respecto al mismo trimestre de 2009. 3) También en el 4º trimestre y con respecto al trimestre anterior (3º de 2010) se produce un aumento: 2%. 4) La tendencia de los 2 últimos trimestres de 2010, parece indicar que las remesas irán en aumento en el año 2011. En definitiva, parece que el comportamiento de las remesas está cambiando.
¿Cuál es la causa de este cambio de tendencia?
La razón hay que encontrarla en el incremento de la economía sumergida.
Cuadro: Envíos de remesas desde España en millones de euros
Año |
Primer trimestre |
Segundo trimestre |
Tercer trimestre |
Cuarto trimestre |
Total año |
2006 |
1.473 |
1.712 |
1.808 |
2.066 |
7.059 |
2007 |
1.907 |
2.012 |
2.212 |
2.318* |
8.449** |
2008 |
2.011 |
1.941 |
2.090 |
1.906 |
7.948 |
2009 |
1.688 |
1.692 |
1.901 |
1.932 |
7.213 |
2010 |
1.582 |
1.629 |
1.965 |
2.010 |
7.186 |
*Máximo histórico trimestral. ** Máximo histórico anual. Fuente: Banco de España.
Parece que los inmigrantes se están adaptando bastante bien a la crisis trabajando en la economía subterránea para poder hacer frente a sus necesidades económicas y seguir enviando dinero (remesas) a sus países de origen. No se debe olvidar que el estancamiento que sufre la economía española está afectando gravemente al desempleo y de forma muy especial al de la población inmigrante. El paro inmigrante está aumentando y alcanzó, en el 4º trimestre de 2010 el 30,4% de la población activa extranjera.
En ese contexto las remesas enviadas deberían haberse reducido. Sin embargo, aumentaron porque está subiendo el empleo inmigrante en la economía informal. Ello se debe a que los inmigrantes son una población más flexible y más necesitada de recursos económicos que los españoles por lo que están dispuestos a cobrar menos salarios, cambiar de ciudad y de empleo, trabajar más horas y pasarse al “lado oscuro” de la economía, si fuera menester. Ahora bien si en la economía sumergida y también en la legal los inmigrantes cobran menos también se deberían enviar menos remesas. Por tanto, el aumento de las remesas, se explica por el espectacular crecimiento de la economía subterránea (se calcula que en España es del 20%). Parece que los extranjeros que trabajan en esa economía informal están aumentando su masa salarial lo que les permite enviar más remesas.
Reforma laboral
En este contexto es importante profundizar todavía más en la reforma laboral para que se favorezca la economía de superficie: una mayor simplificación de los contratos, aumento de la movilidad sectorial y geográfica, una mayor reducción de los costes laborales, incluidos los de despido, disminución de forma escalonada de las prestaciones por desempleo, políticas activas de empleo más eficaces y descentralización de la negociación colectiva. No se debe olvidar que los trabajadores se emplean en la economía sumergida para poder sobrevivir. Allí no rigen salarios mínimos, ni contratos escritos, ni protecciones sociales. En muchos casos se trata de una lamentable situación de explotación que se debe evitar.
Las remesas en los países de destino
La masa creciente de dinero que se envía desde España y desde otros países desarrollados, en forma de remesas, puede ser un gran estimulo para el crecimiento de los países que las reciben. Para canalizar de forma correcta este flujo de fondos será necesario ofrecer, en los países receptores, incentivos a las familias que lo reciben para que lo invierta de forma productiva y se promueva el desarrollo del país. De hecho, el dinero proveniente de las remesas, además de pagar el consumo (alimentos y ropa), suele destinarse también a educación, viviendas y sanidad o, lo que es lo mismo, a la inversión en viviendas y capital humano. Además, este dinero suele ir a las zonas más pobres de los países en desarrollo, ya que es de allí de donde proceden la mayoría de los inmigrantes. Los flujos de remesas son una de las formas más eficaces de lucha contra la pobreza, más importantes incluso que la Inversión Directa Exterior.
Es también necesario, para facilitar el ahorro y el movimiento de las remesas, mejorar el acceso a los bancos en los países de origen (especialmente en zonas rurales, donde no existen sucursales y mucha gente no tiene cuantas bancarias) y ampliar las vías por las que se pueda enviar el dinero, por ejemplo, a través de oficinas de correos, instituciones microfinancieras, Internet, teléfonos móviles… con el fin de reducir su coste.
Las remesas que se envían desde España representan una cantidad que es mayor que el 2% del PIB de los países receptores. Un porcentaje que supera el 5% del PIB en países como Marruecos, Rumania, Ecuador o Colombia. Las remesas son una ayuda indispensable para combatir la pobreza en estos países.
En por todo esto que se hace necesaria la colaboración de los países e instituciones financieras para facilitar estos movimientos y permitir que los flujos de remesas puedan ser enviados allí donde más se necesitan, para así colaborar con la reducción de la pobreza.
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