Archivo de la Categoría ‘Economía de EEUU’

16
Mar
WP_Post Object
(
    [ID] => 21255
    [post_author] => 115
    [post_date] => 2015-03-16 08:31:51
    [post_date_gmt] => 2015-03-16 07:31:51
    [post_content] => Ayer, se mantuvo la tendencia de depreciación del euro. El tipo de cambio cayó hasta 1,06 dólares por euro, la cotización mínima desde el año 2003. Esto supone que en los últimos doce meses se ha producido una depreciación del 30% de la moneda única frente al dólar. Un tipo de cambio que abarata las exportaciones de la zona del euro y encarece las importaciones que recibe del resto del Mundo.

dólarEsta situación del tipo de cambio tendrá efectos positivos sobre la economía europea y negativos sobre la de Estados Unidos (EEUU). Efectivamente, parece que en algún momento EEUU podría notar cierta fatiga después de estar creciendo y generando mucho empleo desde hace cinco años.  Este cansancio podría comenzar pronto y parece que se está reflejando en el Índice del comercio minorista de EEUU. Este Índice se contrajo en febrero un 0,6% mensual, la tercera caída consecutiva y el peor comportamiento del consumo en EEUU desde el año 2009, cuando todavía no había salido de la crisis económica. Se ha reducido incluso la compra de automóviles (-2,6% entre enero y febrero), un sector al que se ha dirigido una parte importante de la demanda interna en los últimos años.

Aumenta el consumo en España

Sin embargo, mientras que los estadounidenses parece que disminuyen sus compras los hogares españoles continúan aumentando el consumo. Así, el Índice de Comercio Minorista de España publicado por el INE esta semana mostró en el mes de enero un aumento anual del 4,2% corregido de efectos estacionales y de calendario. Incluso si eliminamos las ventas de las estaciones de servicios (que han crecido un 8,6% anual y que se han visto muy favorecidas por la caída de los precios del petróleo) el aumento del consumo ha sido considerable: 3%. Este aumento del consumo es consecuencia del aumento del empleo, de la mejora de las expectativas económicas percibidas por los ciudadanos, de la reducción del IRPF y de la mayor renta disponible que les queda a las familias una vez pagados los combustibles.

Este aumento del consumo viene acompañado de caídas en los precios. El INE publicó el jueves que el Índice de Precios de Consumo cayó en febrero un 1,1% anual que unido a la continua depreciación del euro está favoreciendo la mejora de la competitividad y el mayor crecimiento económico y del empleo de la economía española. La depreciación del euro permite, en primer lugar, que se exporte más; efectivamente, con un euro cada vez más depreciado y con  unos precios cada vez más bajos aumentan nuestras exportaciones en los mercados internacionales. Y en segundo lugar a que se importa menos. El que las importaciones sean cada vez más caras contribuye a que la demanda interna tienda a comprar cada vez más productos españoles y menos extranjeros.

Así, un euro más depreciado está permitiendo que gran parte de las empresas de la zona del euro y también las españolas, que tenían mucha capacidad productiva sin utilizar, estén volviendo a poner en marcha parte de ese aparato productivo que estaba sin utilizar. Por ejemplo, en España, en el primer trimestre de este año, la utilización de la capacidad productiva existente se ha situado en 78,1% cuando en 2013 estaba en el 68,6%. Ahora se produce más en España porque los costes aquí son más bajos y, como consecuencia, se sustituyen las importaciones por una mayor producción nacional. Es por ese motivo, por el que el espectacular aumento de la demanda interna (un 3,4% en el 2014) no ha venido acompañado de un fuerte crecimiento de las importaciones. Más bien al contrario. Efectivamente, los datos de Contabilidad Nacional señalaron un descenso de las importaciones entre el tercer y el cuarto trimestre del año pasado.

Más crecimiento

Así las cosas, la depreciación del euro está permitiendo que las empresas de la Eurozona, incluidas las españolas, ganen mucha competitividad mientras que la de EEUU la estén perdiendo. No es casualidad que en el último año las exportaciones españolas a EEUU hayan aumentado un 39% y que en cambio las importaciones españolas procedentes de EEUU se redujeran un 26%.

Aunque la depreciación del euro está permitiendo que la economía europea se esté recuperando mucho más rápido de lo previsto, el crecimiento podría ser todavía mayor si los problemas de Grecia y Ucrania se resolvieran satisfactoriamente. Por su parte el Banco Central Europeo (BCE), está haciendo lo que por ahora parece que es mejor para la economía de la zona del euro: impulsar la inflación y el crecimiento económico.

Políticas monetarias divergentes

La Reserva Federal (Fed)  por su parte ha seguido manteniendo el tipo de interés de referencia en niveles excepcionalmente bajos. Ello se debe a que desde agosto del año pasado los precios de EEUU mantienen una tendencia negativa como consecuencia de que los precios de sus importaciones especialmente los del petróleo se reducen. Pero aún si se eliminasen los precios de los alimentos y de la energía, la inflación sigue estando baja: 1,6% lo que está retrasando aumentar el tipo de interés de intervención. En un futuro no muy lejano la economía estadounidense podría empezar a enfriarse y, al ser los tipos de interés tan reducidos, el arma que le quedaría a la Fed para luchar contra la deflación y la caída del crecimiento económico sería volver a abrir el programa de compra de deuda pública (QE) que cerró en octubre del año pasado.

Los inversores parece que están expectantes sobre lo que pueda suceder en EEUU. En lo que va de año la bolsa americana se ha mantenido plana (el Dow Jones ha subido un 0,4%) mientras que la bolsa europea ha crecido de forma considerable (el Eurostoxx ha aumentado un 15,7%).

En resumen, la situación del tipo de cambio del euro con el dólar es consecuencia de las diferentes políticas monetarias de sus bancos centrales. Mientras el BCE hace una política monetaria expansiva (comprando deuda a todo trapo) la Fed amenaza con recoger velas y hacer una política monetaria más restrictiva pero sin dejar claro cuándo lo hará en un futuro. Mientras tanto, se podría llegar a la paridad (un dólar igual a un euro). Goldman Sachs redujo ayer su pronóstico para el euro, estimando que la moneda europea se depreciará todavía más hasta desplomarse a un mínimo histórico de 0,80 dólares un euro en 2017. Una aventurada predicción. Parece más probable que la economía de EEUU con un dólar fuerte poco a poco se irá debilitando y en cambio la economía europea, con un euro débil, crecerá cada vez más. Esta convergencia  en el crecimiento entre EEUU y Europa tenderá a depreciar el dólar y a apreciar el euro. Al final lo probable es que a largo plazo las políticas monetarias de los dos bancos centrales tiendan a acompasarse y que el tipo de cambio se mueva en la zona de 1,20 dólares/euro.

Fuente: Rafael Pampillón y Cristina Mª de Haro. "La depreciación del euro anima la economía europea". Expansión, 28 de Marzo de 2015. Pagina 47.
    [post_title] => La depreciación del euro anima la economía europea
    [post_excerpt] => 
    [post_status] => publish
    [comment_status] => open
    [ping_status] => open
    [post_password] => 
    [post_name] => la-depreciacion-del-euro-anima-la-economia-europea
    [to_ping] => 
    [pinged] => 
    [post_modified] => 2015-03-30 10:08:48
    [post_modified_gmt] => 2015-03-30 08:08:48
    [post_content_filtered] => 
    [post_parent] => 0
    [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=21255
    [menu_order] => 0
    [post_type] => post
    [post_mime_type] => 
    [comment_count] => 1
    [filter] => raw
)

Ayer, se mantuvo la tendencia de depreciación del euro. El tipo de cambio cayó hasta 1,06 dólares por euro, la cotización mínima desde el año 2003. Esto supone que en los últimos doce meses se ha producido una depreciación del 30% de la moneda única frente al dólar. Un tipo de cambio que abarata las exportaciones de la zona del euro y encarece las importaciones que recibe del resto del Mundo.

dólar Seguir leyendo…

11
Ene
WP_Post Object
(
    [ID] => 21072
    [post_author] => 115
    [post_date] => 2015-01-11 12:58:29
    [post_date_gmt] => 2015-01-11 11:58:29
    [post_content] => El 4 de enero del año pasado el euro cotizaba a 1,39 dólares y desde entonces viene cayendo. Ayer lo hacía por debajo de los 1,18 dólares, una caída anual de más del 15% que le ha llevado a marcar su mínima cotización de los últimos nueve años. Esta fuerte depreciación del euro en 2014 y comienzos de 2015 está beneficiando a la economía de España y a la de los demás países de la zona del euro. Razones para esta depreciación no faltan:

1)    Política monetaria más expansiva. Cada día que pasa las expectativas de que el Banco Central Europeo (BCE) ponga en marcha un plan de expansión cuantitativa (QE) para la eurozona aumentan. En diciembre, la inflación fue negativa en la zona por primera vez desde 2009 y el BCE quiere evitar la deflación a toda costa. Como consecuencia, el BCE en su reunión del 22 de enero va a tomar medidas y entre ellas está la compra de deuda soberana. La zona del euro está sufriendo un estancamiento económico que mantiene excesivamente elevado el nivel de desempleo. Un desempleo que se produce por insuficiencia de demanda agregada. Por eso, para estimular la demanda, el BCE está dispuesto a comprar hasta medio billón de euros en deuda soberana (QE) expandiendo la base monetaria y bajar así aún más los tipos de interés. El mercado ya lo ha descontado motivo por el que el euro se ha venido depreciando.

Foto: Draghi (BCE) y Yellen (FED)

Draghi

2)    Elecciones griegas. La crisis política en Grecia, con elecciones anticipadas el 25 de enero, está socavando la confianza de los inversores mundiales en el euro y está provocando que se refugien en el dólar. Las encuestas dan a Syriza una probabilidad razonable de victoria electoral. Este partido quiere renegociar la deuda de 240.000 millones de euros que mantiene Grecia con  el sistema financiero, el FMI y el BCE y eliminar algunas dolorosas medidas de austeridad que le han impuesto los organismos acreedores. Alemania y Francia se oponen a las peticiones de Syriza: ceder terreno con Grecia podría hacer que otros países de la eurozona que están también muy endeudados exijan un tratamiento similar. Una situación borrascosa que ha generado desconfianza en la moneda única a pesar de que la salida de Grecia del euro no es un punto que Syriza lleve en su programa.

3)    Estancamiento de Alemania. Ahora los inversores están menos interesados que antes en títulos que emiten las empresas y el gobierno de Alemania debido a las señales de que la economía alemana se debilita, como consecuencia se demandan menos euros y este se debilita. Ayer, conocimos a) el retroceso de los pedidos industriales en Alemania durante el mes de noviembre debido principalmente a la caída de los pedidos domésticos, lo que ha reducido el entusiasmo por los títulos alemanes de renta variable; b) que las exportaciones alemanas no lograron crecer en los últimos meses del pasado año y que en noviembre retrocedieron un 2,1% (el doble de lo que se esperaba) y c) que la producción industrial se redujo en noviembre: una caída de 0,1%.

4)    El crecimiento de Estados Unidos (EEUU). La fortaleza del dólar (o la debilidad del euro) refleja que los inversores creen que la economía estadounidense va a seguir aumentando su crecimiento (5% en el tercer trimestre del año pasado) y su nivel de empleo. En consecuencia, se espera que la economía de EEUU evolucione relativamente bien en 2015 y que la Reserva Federal (FED) empiece a elevar los tipos de interés mucho antes de que lo haga el BCE. Una situación que aumentaría la demanda de dólares por la mayor rentabilidad de los títulos de renta variable y de renta fija de EEUU. La FED ha descartado que se vaya a producir una subida inmediata de los tipos de interés y que la normalización de su política monetaria sigue pendiente del objetivo de inflación. Por tanto, la FED, como cualquier otro banco central, vigilará la evolución del índice de precios. La mayor parte de los analistas esperan que Estados Unidos empiece a elevar sus tipos en junio de este año, por lo que se prevé que entre abril y mayo de 2015 se vuelva a apreciar el dólar hasta situarse alrededor de 1,10 dólares/euro. Sin embargo, no se debe olvidar que mientras la inflación se mantenga por debajo del objetivo del 2%, lo que puede resultar fácil debido a la caída del precio del petróleo, la FED no subirá los tipos. En cambio, la zona del euro está disfrutando, y va a disfrutar por mucho tiempo, de tipos de interés muy bajos. Esto significa que los intereses de los bonos denominados en euros se vuelven menos atractivos que los de bonos denominados en dólares.

¿Seguirá depreciándose el euro?

Es muy complicado hacer pronósticos sobre los mercados cambiarios pero algunos economistas argumentan que el euro puede estar cerca de tocar fondo. Uno de los argumentos es que una depreciación, como la actual, fomenta las exportaciones de la zona del euro. ¿Cuál sería el tipo de cambio correcto? El Índice Big Mac nos dijo hace seis meses que el tipo de cambio que igualaría el precio de las hamburguesas a ambos lados del Atlántico sería 1,2 dólares por euro. Un valor nada alejado de los obtenidos en modelos econométricos mucho más sofisticados o el que ofrece la OCDE. Lo que quiere decir que en estos momentos el euro está depreciado. Habrá que esperar a finales de este mes, cuando The Economist publique los nuevos datos, para conocer en qué cuantía, según el Índice Big Mac, el euro está depreciado con respecto al dólar.

La recuperación de Europa

Insistimos, la debilidad del euro puede beneficiar la capacidad exportadora de Europa (que se vuelve más competitiva) lo que puede generar una oportunidad para el crecimiento europeo. Si la zona del euro gana fuerza podría recobrar atractivo para los inversores extranjeros que demandarían más euros lo que podría detener su caída.

En la actualidad y desde hace muchas décadas el motor de la economía de EEUU sigue siendo el consumo y el de la zona del euro, de estar en algún sitio, estaría en las exportaciones. Sin embargo, para que este motor funcione hace falta que el resto del mundo responda comprando mayor cantidad de bienes y servicios de Europa ya que se están volviendo muy baratos. Como consecuencia los turistas de otras partes del Mundo están viniendo más a las playas españolas, a París, Italia y Grecia. La depreciación también afecta positivamente al sector inmobiliario español que gana más con un euro depreciado ya que muchos extranjeros querrán comprar casas y otros activos de la zona del euro por sus reducidos precios en dólares. Y también veremos aumentar otros tipos de inversión extranjera en la zona del euro ya que los extranjeros comprarán activos europeos (fábricas, inmuebles, bonos y acciones) ya que estamos de rebajas. Si esto ocurre es previsible que a lo largo de 2015 se produzca una recuperación de Europa lo que también facilitaría una aceleración más significativa de la economía mundial.

España

Afortunadamente la economía española tiene menos problemas que Francia e Italia y por supuesto que Grecia y nos encontramos lejos de Rusia que con la fuerte depreciación del rublo está afectando negativamente a la economía de Alemania. La recuperación económica de España se ha podido comprobar esta semana cuando se publicaron los datos de la Seguridad Social sobre paro registrado y afiliación del año pasado. En 2014, se produjo un aumento de la afiliación de 417.574 trabajadores. No sucedía desde el año 2007.

Este mayor empleo está favoreciendo el consumo de los españoles lo que se ha traducido en un aumento de las importaciones. Sin embargo, aunque, en términos reales, las importaciones siguen creciendo más rápido que las exportaciones, la caída del precio del petróleo ha reducido considerablemente su valor en euros; un factor que ha mejorado la balanza comercial y que ha contribuido a que en el mes de octubre el saldo por cuenta corriente haya vuelto a valores positivos, aunque muy moderados: 311 millones de euros.

Así las cosas, en 2015 el BCE seguirá aplicando una política monetaria expansiva por lo que el euro seguirá depreciado lo que podría favorecer el crecimiento económico y el empleo. También propiciará un aumento de los precios lo que alejaría al fantasma de la deflación. La apreciación del dólar (por expectativas de subidas moderadas de tipos de interés en EEUU) y la caída del precio del petróleo (50 dólares por barril) son claramente beneficiosas para el crecimiento económico mundial y especialmente, para Europa y Asia. Sin embargo, a lo largo de 2015, se puede esperar que los problemas de Rusia y de otros países productores de petróleo, junto con las elecciones griegas introducirán un componente de volatilidad en los mercados divisas. En España sigue acelerándose el crecimiento económico gracias al aumento del empleo, el consumo y la inversión. La mejora de la balanza de pagos en octubre muestra que se puede seguir creciendo sin necesidad de generar un déficit con el exterior y, por tanto sin necesidad de pedir más préstamos al resto del Mundo.

Fuente: Rafael Pampillón y Cristina Mª de Haro. "Causas y consecuencias de la caída del euro". Expansión 10 de enero de 2014, página 43

 

[post_title] => Causas y consecuencias de la caída del euro [post_excerpt] => [post_status] => publish [comment_status] => open [ping_status] => open [post_password] => [post_name] => causas-y-consecuencias-de-la-caida-del-euro [to_ping] => [pinged] => [post_modified] => 2015-01-11 12:59:44 [post_modified_gmt] => 2015-01-11 11:59:44 [post_content_filtered] => [post_parent] => 0 [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=21072 [menu_order] => 0 [post_type] => post [post_mime_type] => [comment_count] => 2 [filter] => raw )

El 4 de enero del año pasado el euro cotizaba a 1,39 dólares y desde entonces viene cayendo. Ayer lo hacía por debajo de los 1,18 dólares, una caída anual de más del 15% que le ha llevado a marcar su mínima cotización de los últimos nueve años. Esta fuerte depreciación del euro en 2014 y comienzos de 2015 está beneficiando a la economía de España y a la de los demás países de la zona del euro. Razones para esta depreciación no faltan:

1)    Política monetaria más expansiva. Cada día que pasa las expectativas de que el Banco Central Europeo (BCE) ponga en marcha un plan de expansión cuantitativa (QE) para la eurozona aumentan. En diciembre, la inflación fue negativa en la zona por primera vez desde 2009 y el BCE quiere evitar la deflación a toda costa. Como consecuencia, el BCE en su reunión del 22 de enero va a tomar medidas y entre ellas está la compra de deuda soberana. La zona del euro está sufriendo un estancamiento económico que mantiene excesivamente elevado el nivel de desempleo. Un desempleo que se produce por insuficiencia de demanda agregada. Por eso, para estimular la demanda, el BCE está dispuesto a comprar hasta medio billón de euros en deuda soberana (QE) expandiendo la base monetaria y bajar así aún más los tipos de interés. El mercado ya lo ha descontado motivo por el que el euro se ha venido depreciando.

Foto: Draghi (BCE) y Yellen (FED)

Draghi

2)    Elecciones griegas. La crisis política en Grecia, con elecciones anticipadas el 25 de enero, está socavando la confianza de los inversores mundiales en el euro y está provocando que se refugien en el dólar. Las encuestas dan a Syriza una probabilidad razonable de victoria electoral. Este partido quiere renegociar la deuda de 240.000 millones de euros que mantiene Grecia con  el sistema financiero, el FMI y el BCE y eliminar algunas dolorosas medidas de austeridad que le han impuesto los organismos acreedores. Alemania y Francia se oponen a las peticiones de Syriza: ceder terreno con Grecia podría hacer que otros países de la eurozona que están también muy endeudados exijan un tratamiento similar. Una situación borrascosa que ha generado desconfianza en la moneda única a pesar de que la salida de Grecia del euro no es un punto que Syriza lleve en su programa. Seguir leyendo…

19
Oct
WP_Post Object
(
    [ID] => 20865
    [post_author] => 115
    [post_date] => 2014-10-19 16:55:27
    [post_date_gmt] => 2014-10-19 14:55:27
    [post_content] => En los últimos días se han producido turbulencias importantes en los mercados financieros internacionales que presagiaban que la economía europea podría entrar de nuevo en una recesión. Sería la tercera desde que comenzó la crisis. De ahí que el martes de esta semana se reuniera el Consejo de Asuntos Económicos y Financieros de la Unión Europea (ECOFIN) para buscar soluciones que permitieran mejorar el crecimiento económico europeo. Además, los últimos datos de Alemania son inquietantes: la producción industrial cayó considerablemente en el mes de agosto y en octubre la confianza de los inversores se volvió a deteriorar.

Por su parte, Francia está reclamando a la Unión Europea (UE) una mayor flexibilidad para incrementar su gasto público, sobre todo en inversiones en infraestructuras, como medio para generar crecimiento económico. Algo que podría también aplicar la economía italiana que también tiene serias dificultades en su crecimiento. Efectivamente, en los últimos trimestres se observaba que la economía de la zona del euro seguía una tendencia de crecimiento positivo impulsado por sus cuatro grandes países Alemania, Francia, Italia y España. Ahora el problema es que en el segundo trimestre de este año Alemania va para atrás (-0,2% de crecimiento del PIB), Francia se ha estancado (0%) e Italia sigue cayendo (-0,2%, la segunda caída trimestral). Sólo España ha mejorado su producción con un crecimiento del PIB del 0,6%.

barco 3A pesar de los problemas que sufre Europa, la economía mundial sigue avanzando. Los países emergentes continúan teniendo previsiones de crecimiento cada vez mayores, como indicó la semana pasada el FMI, a la vez que Estados Unidos se está fortaleciendo con rapidez principalmente por el buen comportamiento del sector energético y manufacturero. Hay pocas dudas sobre la solidez de los cimientos de la recuperación económica global. Sin embargo, la UE, una vez más, se está quedando rezagada del resto del Mundo. Lo que viene certificado, por ejemplo, por los datos de producción industrial.

Efectivamente, esta semana hemos conocido los datos de producción industrial de la UE y de EEUU, que muestran como, desde 1980, la economía estadounidense no da síntomas de agotamiento y continúa liderando la industria mundial. La producción industrial de EEUU creció un 1% en septiembre lo que supone un crecimiento del 3,2% anual en el tercer trimestre. En cambio la producción de las fábricas de la zona del euro cayó en agosto un 1,8% desestacionalizado y acumula una caída anual del 1,9%. Estos datos, junto a otros indicadores de coyuntura, muestran que mientras Europa no es capaza de crear empleo, se desindustrializa y su sector industrial pierde peso en el PIB, EEUU se reindustrializa, genera empleo y su industria gana participación en su PIB.

El peligro de la deflación

Este enfriamiento de la economía europea procede en buena medida de la contracción de la demanda interna lo que está afectando negativamente a la evolución de los precios. En septiembre la inflación de la zona del euro continuó disminuyendo hasta alcanzar el 0,3% anual, el menor valor desde octubre de 2009 y una señal preocupante de estar muy cerca de la deflación. Las empresas europeas deberían aprovechar más este estancamiento de los precios para ganar en competitividad y aumentar su producción industrial, las exportaciones y el empleo. Los gobiernos, por su parte, deberían incrementar la inversión pública. De no seguir este camino la demanda interna seguirá sin recuperarse, las expectativas de crecimiento económico se deteriorarán y los precios seguirán sin aumentar, con el riesgo de que la deflación se materialice.

La deflación no sólo iría acompañada por la menor demanda interna, sino también por un aumento en el nivel de desempleo. Algo que a la zona del euro con un 11,5% de paro no le conviene y mucho menos a España con un desempleo 24,5%. En el caso de que la Eurozona entrase en deflación (se espera que la inflación sea inferior al 1% en el año 2015), se desencadenaría un círculo vicioso en el que se desplomarían los precios y se reduciría el beneficio empresarial mientras que los costes, que son más rígidos a la baja, no lo harían. La consecuencia es una caída de la inversión y del empleo. A su vez un menor empleo también contrae la masa salarial y la demanda de consumo, es decir, las ventas disminuyen más todavía y con ellas, las inversiones. Y el ciclo vuelve a empezar. Además, los consumidores posponen sus compras en espera de que los precios bajen más todavía y, por el mismo motivo, las empresas continúan reduciendo sus inversiones. Esto es lo que puede comenzar a suceder en la eurozona: menor demanda, menor inversión, elevado nivel de desempleo y una tendencia a la baja en el nivel de precios.

Alemania frente a Francia

Parece, por tanto, necesario dinamizar la economía; el ECOFIN ha recomendado aumentar la inversión pública (y también privada). Una iniciativa en la línea propuesta por el FMI sobre la renovación de infraestructuras europeas. Esta nueva orientación de la política fiscal es muy necesaria ya que favorece la necesaria modernización del capital social que es un paso fundamental para mejorar la competitividad de la zona del euro.

Sin embargo, la canciller alemana, Ángela Merkel, no ha tardado en manifestar su profundo descontento con esta medida expansiva de la demanda agregada. Durante los últimos años la economía alemana ha sido el motor de crecimiento de la zona del euro y un referente en las propuestas de austeridad durante la crisis. Pero ahora Alemania también está asustada. En agosto los datos de su industria no fueron buenos. La producción industrial del mes cayó un 4,3% y las previsiones futuras, es decir, los pedidos del sector industrial, disminuyeron  un 5,7%. Y el índice de confianza empresarial ZEW retrocedía hasta su nivel más bajo desde junio de 2010. Como consecuencia de estos síntomas de debilidada se ha hecho una revisión a la baja del crecimiento económico para el año 2015: un 1,3% (frente al estimado inicialmente de un 2%).

A pesar de estos  malos datos de coyuntura Alemania sigue siendo el líder y el motor de la economía europea. En julio su tasa de paro fue solo del 4,9%, las exportaciones alcanzaron en julio un nuevo máximo histórico, un incremento del 8,5% y se espera un crecimiento del consumo de las familias del 1% trimestral en el tercer trimestre

No obstante, Merkel, aún previendo un superávit por cuenta corriente del 7% para este año, se opone tajantemente a ningún tipo de flexibilidad para ampliar el gasto público. Algo que no sólo le permitiría renovar sus deterioradas infraestructuras, sino que también ayudaría a Francia y al resto de la zona del euro a salir del estancamiento.

Situación que vuelve a poner de manifiesto la necesidad de una mayor unidad de la política fiscal europea. De momento no todos estamos “remando” en la misma dirección sino que cada gobierno aplica su propia política fiscal, la que cree que le reportará mayores beneficios. Así, ante el planteamiento inflexible de Alemania, Francia ha decidido no cumplir el objetivo de déficit (el 3%) hasta el año 2017, dos años más tarde de lo pactado. Asimismo, Italia continuará aumentando el gasto público e incentivará su actividad económica recortando impuestos. El objetivo de Francia e Italia está claro, aumentar la demanda interna y evitar la deflación que como hemos visto podría desencadenar una nueva recesión en Europa. En este sentido, los anuncios de cambios en la política económica de Francia e Italia deberían abonar el terreno para un cambio de postura en Alemania.

Política monetaria

En medio de esta lucha a dos bandos entre la austeridad de Alemania y la mayor flexibilidad de Francia se encuentra el Banco Central Europeo (BCE) que, habiendo agotado las medidas clásicas de activación económica, sólo le queda aplicar políticas más heterodoxas, la expansión cuantitativa (QE por sus siglas en inglés) de su balance a través de la compra de deuda pública en el mercado secundario. El BCE, mientras piensa si dispara o no este último cartucho (QE), sigue tomando medidas para asegurar la liquidez, solidez y estabilidad del sistema financiero. Ha reducido sistemáticamente los tipos de interés y ha comenzado un ambicioso programa crédito al sistema bancario para que éste facilite el acceso a la financiación de las PYMES. Sin embargo, parece que estas medidas no son suficientes. Por tanto, la única opción que le queda es comenzar un proceso de flexibilización cuantitativa (QE) para inyectar todavía más liquidez al sistema también para elevar la inflación hasta situarle cerca del 2%. Incluso Alemania está de acuerdo en alcanzar ese objetivo.

Como afecta a España

Toda esta situación genera consecuencias negativas para la economía española. Nuestro país ha llevado a cabo importantes reformas y ahora se encuentra en el camino de la recuperación. La demanda interna se está consolidando y la subasta del Tesoro de esta semana ha hecho frente a la coyuntura europea con éxito. España ya ha cubierto el 83% de sus necesidades de financiación de este año y lo ha hecho a menores costes que el año pasado.

Seguimos adelante, pero nuestras exportaciones y la producción industrial acusan el debilitamiento de nuestros socios. Al fin y al cabo nuestro primer cliente comercial es Francia y el segundo Alemania. Durante el mes de agosto las exportaciones descendieron al mayor ritmo de los últimos cinco años (un 5,1% anual), mientras que las importaciones aumentaron muy poco (0,5%).

En definitiva, Europa y España necesitan “poner toda la carne en el asador” para seguir en el camino de la recuperación económica. El BCE está contribuyendo a ello y el mes que viene se pone en marcha el Mecanismo Único de Supervisión bancaria (MUS) por el que el BCE vigilará el buen funcionamiento del sistema financiero. En la medida en que este instrumento supervisor mejore la eficacia y la solvencia de las entidades de crédito aumentará la confianza de los inversores y de los ahorradores en la banca de Unión Económica y Monetaria.

La situación que hemos vivido esta semana nos recuerda a la que vivimos un poco antes de los años más graves de la crisis. De ahí que para que la “sangre no llegue al río” se precisa continuar realizando importantes reformas estructurales. Es decir, las medidas no sólo tienen que venir de fuera sino que los propios países del euro tienen que resolver con políticas propias los problemas de fondo. Probablemente el principal problema a solucionar sea el deterioro del mercado laboral. Aumentando la flexibilidad del mercado de trabajo, tal como ha hecho España, aumentaría el empleo, la demanda interna, el crecimiento económico y se dejaría atrás el riesgo de deflación.

Por su parte, los incentivos a la inversión en infraestructuras ayudarán a renovar el proceso productivo y mejorarán la competitividad de los productos europeos. Finalmente, el sector público debe continuar realizando ajustes para conseguir que su tamaño no exceda a las necesidades reales de los ciudadanos. Si se ponen en marcha las reformas estructurales pendientes y las políticas fiscales adecuadas podemos esperar que Europa supere este bache y continúe saliendo de una crisis que ya ha durado demasiado.

Fuente: Rafael Pampillón y Cristina Mª de Haro "Vientos de recesión en la vieja Europa". Expansión. 18 de octubre de 2014; páginas 30 y 31.
    [post_title] => Vientos de recesión en la vieja Europa
    [post_excerpt] => 
    [post_status] => publish
    [comment_status] => open
    [ping_status] => open
    [post_password] => 
    [post_name] => vientos-de-recesion-en-la-vieja-europa-en-la-vieja-europa
    [to_ping] => 
    [pinged] => 
    [post_modified] => 2014-11-02 16:52:46
    [post_modified_gmt] => 2014-11-02 15:52:46
    [post_content_filtered] => 
    [post_parent] => 0
    [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=20865
    [menu_order] => 0
    [post_type] => post
    [post_mime_type] => 
    [comment_count] => 0
    [filter] => raw
)

En los últimos días se han producido turbulencias importantes en los mercados financieros internacionales que presagiaban que la economía europea podría entrar de nuevo en una recesión. Sería la tercera desde que comenzó la crisis. De ahí que el martes de esta semana se reuniera el Consejo de Asuntos Económicos y Financieros de la Unión Europea (ECOFIN) para buscar soluciones que permitieran mejorar el crecimiento económico europeo. Además, los últimos datos de Alemania son inquietantes: la producción industrial cayó considerablemente en el mes de agosto y en octubre la confianza de los inversores se volvió a deteriorar.

Por su parte, Francia está reclamando a la Unión Europea (UE) una mayor flexibilidad para incrementar su gasto público, sobre todo en inversiones en infraestructuras, como medio para generar crecimiento económico. Algo que podría también aplicar la economía italiana que también tiene serias dificultades en su crecimiento. Efectivamente, en los últimos trimestres se observaba que la economía de la zona del euro seguía una tendencia de crecimiento positivo impulsado por sus cuatro grandes países Alemania, Francia, Italia y España. Ahora el problema es que en el segundo trimestre de este año Alemania va para atrás (-0,2% de crecimiento del PIB), Francia se ha estancado (0%) e Italia sigue cayendo (-0,2%, la segunda caída trimestral). Sólo España ha mejorado su producción con un crecimiento del PIB del 0,6%.

barco 3A pesar de los problemas que sufre Europa, la economía mundial sigue avanzando. Los países emergentes continúan teniendo previsiones de crecimiento cada vez mayores, como indicó la semana pasada el FMI, a la vez que Estados Unidos se está fortaleciendo con rapidez principalmente por el buen comportamiento del sector energético y manufacturero. Hay pocas dudas sobre la solidez de los cimientos de la recuperación económica global. Sin embargo, la UE, una vez más, se está quedando rezagada del resto del Mundo. Lo que viene certificado, por ejemplo, por los datos de producción industrial.

Seguir leyendo…

12
Oct
WP_Post Object
(
    [ID] => 20860
    [post_author] => 115
    [post_date] => 2014-10-12 09:13:06
    [post_date_gmt] => 2014-10-12 07:13:06
    [post_content] => Este fin de semana, como es habitual por estas fechas el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial están teniendo su reunión anual, esta vez en Washington, para estudiar el comportamiento de la economía mundial. Coincidiendo con la reunión, el FMI publicó esta semana la edición de octubre del informe “World Economic Outlook” en la que desgraciadamente ha revisado a la baja las previsiones de crecimiento económico mundial que hizo en el mes de julio. Para este año 2014 el crecimiento económico global se estima en un 3,3% anual, el mismo que el año pasado. Sin embargo, el crecimiento económico mundial aumentará y en el próximo año 2015 se espera un crecimiento del PIB mundial del 3,8%. Será el resultado del crecimiento del 2,3% de los países avanzados y del 5% en los países emergentes.

A pesar de este mayor crecimiento la directora del FMI, Christine Lagarde, ha señalado que Europa puede caer en una “era de la mediocridad”. Ello se debe a que el crecimiento europeo se está debilitando y tiene importantes amenazas como son el alto nivel de endeudamiento, el grave deterioro del mercado laboral y la falta de crédito para las empresas.

Por el contrario, otros países compensan la difícil situación europea. Este es el caso de Estados Unidos, donde se espera un aumento del PIB del 3,1% en el año 2015, o el de México (3,5%). Por regiones, Asia es la que más avanzará. Así, el grupo asiático ASEAN (Filipinas, Indonesia, Malasia, Tailandia y Vietnam) espera uno de los crecimientos económicos más destacados del mundo junto con India y China.

Los BRICS

Dentro del grupo de los países emergentes, los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) avanzan, aunque lo hacen de forma desigual. Así, Rusia y Brasil crecerán más moderadamente en 2015 (0,5% y 1,4% respectivamente), Sudáfrica superará a ambos (2,3%) y China continuará creciendo como lo lleva haciendo en los últimos años, aunque en esta ocasión disminuirá ligeramente su velocidad (7,1% previsto en 2015 frente al 7,4% de 2014). En esta ocasión la sorpresa es India, que crecerá más rápidamente y acelerará el proceso de convergencia con China: el FMI prevé que la economía india crezca un 6,4% en 2015.

América Latina

Para América Latina y el Caribe el FMI espera que se produzca un aumento del PIB del 2,2% en 2015, pero este crecimiento no será homogéneo. Algunos países tendrán importantes crecimientos económicos, como podrá suceder en Panamá (6,4%), Perú (5,1%), Colombia (4,5%), México (3,5%) o Chile (3,3%), mientras que otros continuarán con crecimientos económicos negativos: es el caso de Argentina (-1,5%) y Venezuela (-1%).

Esta dualidad de comportamiento en América Latina nos muestra, una vez más, que las economías se benefician cuando existe un buen nivel de seguridad jurídica y se siguen políticas económicas ortodoxas. No debemos olvidar que las buenas políticas y la mejora de las instituciones son factores diferenciales a la hora de atraer capital extranjero y alcanzar así tasas de crecimiento más altas. Además el aumento de la inversión, tanto extranjera como nacional, favorece el avance de la tecnología y aporta nuevas habilidades organizativas que impulsan una mayor eficiencia económica.

Por el contrario, en los países en los que los gobiernos hacen malas políticas y hay inseguridad jurídica la inversión empresarial se retrae y la competitividad sufre pérdidas significativas. No es casualidad que en el Informe de Competitividad Mundial para el año 2015 del World Economic Forum, Venezuela y Argentina ocupen las posiciones 131 y 104 respectivamente de un total de 144 países, es decir, su competitividad es muy baja. Otros países latinoamericanos con una gestión de las políticas públicas más adecuada han tenido mejores resultados en la clasificación como, por ejemplo, Chile en la posición 33, México en la 61 o Perú en el puesto 66.

Estados Unidos

Durante el próximo año la economía estadounidense volverá a ser uno de los motores del crecimiento económico mundial. Desde el año 2010 la economía de EEUU ha alcanzado tasas de crecimientos cada vez más altas. Y es, además, una de las pocas economías, junto con la española, en las que el FMI ha revisada al alza su tasa de crecimiento. El FMI, considera que EEUU crecerá un 2,2% este año (un 0,5% más que lo anunciado en verano) y un 3,1% en 2015. Este excelente comportamiento está permitiendo que el mercado laboral estadounidense sea en la actualidad uno los que tiene mejor comportamiento, con una tasa de paro del 5,9% en el mes de septiembre (frente al 11,5% de la zona del euro).

Europa

El FMI señala a la zona del euro como la única región del mundo con un 30% de probabilidad de entrar en deflación: lleva demasiado tiempo con un crecimiento de sus precios excesivamente bajo. Otro escenario que se está planteando es la posibilidad de que la salida de la crisis no haya llegado todavía. Ante esto el FMI expresa su preocupación sobre la entrada en una nueva recesión: le da una probabilidad del 38%. Si fuera así la zona del euro volvería a tener tasas de crecimiento del PIB negativas durante un periodo prolongado de tiempo. En definitiva, en esta ocasión las perspectivas para la zona del euro no son muy halagüeñas y la convierten en la región del mundo con un mayor riesgo de deflación y de recesión.

Esta situación vendría agravada porque las malas previsiones económicas tienen el riesgo de que se autocumplan. Como bien ha dicho Christine Lagarde, si las empresas esperan un crecimiento económico muy bajo tendrán menos incentivos para aumentar su actividad, especialmente las inversiones. Esto provocaría que las empresas no renovasen su aparato productivo y perdiesen competitividad.

Renovación de infraestructuras

La solución que da el FMI a este problema es el aumento de la inversión pública. Para el Fondo este es un buen momento para que Europa aumente el gasto en infraestructuras. La institución considera que el sector público debe aprovechar el momento para invertir, ya que 1) los tipos de interés son muy reducidos, por lo que la financiación es barata, 2) se fortalecería la demanda interna lo que impulsaría la producción y el empleo, y 3) se solucionarían los problemas de oferta causados por infraestructuras deficientes; es decir, el mayor gasto en carreteras, autopistas de peaje, infraestructuras hidráulicas y ferrocarriles mejoraría la productividad.

En Alemania, la primera economía europea y la cuarta del mundo, la producción industrial ha entrado en tasas de crecimiento negativas y, dado el mal estado de sus infraestructuras, necesitaría realizar obras públicas para mejorar su competitividad. Alemania no tiene problemas de financiación, tiene una deuda muy baja y los tipos de interés a los que se financia su sector público son prácticamente nulos. Esa política de mejora de las infraestructuras daría más confianza a los inversores y mostraría que se avanza en el camino de la construcción de una Europa más fuerte.

Este mayor gasto también dinamizaría el crecimiento económico por el efecto de los multiplicadores. El FMI ha estimado que un aumento del 1% del gasto público en inversión pública podría aumentar el PIB entre un 0,4% y un 1,5% en sólo cuatro años, siendo su impacto mayor en aquellas economías que se encuentren más lejos de su tasa de crecimiento potencial.

En conclusión, según las previsiones del FMI la economía mundial crecerá más el año que viene que este año, lo que puede favorecer y animar la actual fase de recuperación de la economía española. Existen, sin embargo, riesgos. El más importante es el enfriamiento de la economía europea: durante el segundo trimestre de este año el crecimiento económico de la zona del euro fue nulo. Los indicadores económicos de Europa para el tercer trimestre son también decepcionantes.

Para poder reactivar la economía europea harían falta, junto con políticas monetarias y fiscales acertadas, como podría ser la mejora de las infraestructuras, reformas estructurales (mercado laboral, pensiones y redimensionamiento del sector público) especialmente en Francia e Italia. Para poder crecer es preciso que la eurozona siga reduciendo los costes laborales, sociales, financieros y fiscales que soportan sus empresas y que las hace ser menos competitivas en los mercados internacionales. De ahí que Europa deba seguir promocionando la cultura de la competencia.Sin reformas estructurales la zona del euro puede seguir estancada durante años.

Fuente: Rafael Pampillón y Cristina Mª de Haro "PERSPECTIVAS ECONÓMICAS PARA EL AÑO 2015". Expansión. 11 de octubre de 2014; página 42.
    [post_title] => PERSPECTIVAS ECONÓMICAS PARA EL AÑO 2015
    [post_excerpt] => 
    [post_status] => publish
    [comment_status] => open
    [ping_status] => open
    [post_password] => 
    [post_name] => perspectivas-economicas-para-el-ano-2015
    [to_ping] => 
    [pinged] => 
    [post_modified] => 2014-10-12 10:12:35
    [post_modified_gmt] => 2014-10-12 08:12:35
    [post_content_filtered] => 
    [post_parent] => 0
    [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=20860
    [menu_order] => 0
    [post_type] => post
    [post_mime_type] => 
    [comment_count] => 2
    [filter] => raw
)

Este fin de semana, como es habitual por estas fechas el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial están teniendo su reunión anual, esta vez en Washington, para estudiar el comportamiento de la economía mundial. Coincidiendo con la reunión, el FMI publicó esta semana la edición de octubre del informe “World Economic Outlook” en la que desgraciadamente ha revisado a la baja las previsiones de crecimiento económico mundial que hizo en el mes de julio. Para este año 2014 el crecimiento económico global se estima en un 3,3% anual, el mismo que el año pasado. Sin embargo, el crecimiento económico mundial aumentará y en el próximo año 2015 se espera un crecimiento del PIB mundial del 3,8%. Será el resultado del crecimiento del 2,3% de los países avanzados y del 5% en los países emergentes.

A pesar de este mayor crecimiento la directora del FMI, Christine Lagarde, ha señalado que Europa puede caer en una “era de la mediocridad”. Ello se debe a que el crecimiento europeo se está debilitando y tiene importantes amenazas como son el alto nivel de endeudamiento, el grave deterioro del mercado laboral y la falta de crédito para las empresas.

Por el contrario, otros países compensan la difícil situación europea. Este es el caso de Estados Unidos, donde se espera un aumento del PIB del 3,1% en el año 2015, o el de México (3,5%). Por regiones, Asia es la que más avanzará. Así, el grupo asiático ASEAN (Filipinas, Indonesia, Malasia, Tailandia y Vietnam) espera uno de los crecimientos económicos más destacados del mundo junto con India y China.

Los BRICS

Dentro del grupo de los países emergentes, los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) avanzan, aunque lo hacen de forma desigual. Así, Rusia y Brasil crecerán más moderadamente en 2015 (0,5% y 1,4% respectivamente), Sudáfrica superará a ambos (2,3%) y China continuará creciendo como lo lleva haciendo en los últimos años, aunque en esta ocasión disminuirá ligeramente su velocidad (7,1% previsto en 2015 frente al 7,4% de 2014). En esta ocasión la sorpresa es India, que crecerá más rápidamente y acelerará el proceso de convergencia con China: el FMI prevé que la economía india crezca un 6,4% en 2015.

América Latina

Para América Latina y el Caribe el FMI espera que se produzca un aumento del PIB del 2,2% en 2015, pero este crecimiento no será homogéneo. Algunos países tendrán importantes crecimientos económicos, como podrá suceder en Panamá (6,4%), Perú (5,1%), Colombia (4,5%), México (3,5%) o Chile (3,3%), mientras que otros continuarán con crecimientos económicos negativos: es el caso de Argentina (-1,5%) y Venezuela (-1%).

Esta dualidad de comportamiento en América Latina nos muestra, una vez más, que las economías se benefician cuando existe un buen nivel de seguridad jurídica y se siguen políticas económicas ortodoxas. No debemos olvidar que las buenas políticas y la mejora de las instituciones son factores diferenciales a la hora de atraer capital extranjero y alcanzar así tasas de crecimiento más altas. Además el aumento de la inversión, tanto extranjera como nacional, favorece el avance de la tecnología y aporta nuevas habilidades organizativas que impulsan una mayor eficiencia económica.

Por el contrario, en los países en los que los gobiernos hacen malas políticas y hay inseguridad jurídica la inversión empresarial se retrae y la competitividad sufre pérdidas significativas. No es casualidad que en el Informe de Competitividad Mundial para el año 2015 del World Economic Forum, Venezuela y Argentina ocupen las posiciones 131 y 104 respectivamente de un total de 144 países, es decir, su competitividad es muy baja. Otros países latinoamericanos con una gestión de las políticas públicas más adecuada han tenido mejores resultados en la clasificación como, por ejemplo, Chile en la posición 33, México en la 61 o Perú en el puesto 66.

Estados Unidos

Durante el próximo año la economía estadounidense volverá a ser uno de los motores del crecimiento económico mundial. Desde el año 2010 la economía de EEUU ha alcanzado tasas de crecimientos cada vez más altas. Y es, además, una de las pocas economías, junto con la española, en las que el FMI ha revisada al alza su tasa de crecimiento. El FMI, considera que EEUU crecerá un 2,2% este año (un 0,5% más que lo anunciado en verano) y un 3,1% en 2015. Este excelente comportamiento está permitiendo que el mercado laboral estadounidense sea en la actualidad uno los que tiene mejor comportamiento, con una tasa de paro del 5,9% en el mes de septiembre (frente al 11,5% de la zona del euro).

Europa

El FMI señala a la zona del euro como la única región del mundo con un 30% de probabilidad de entrar en deflación: lleva demasiado tiempo con un crecimiento de sus precios excesivamente bajo. Otro escenario que se está planteando es la posibilidad de que la salida de la crisis no haya llegado todavía. Ante esto el FMI expresa su preocupación sobre la entrada en una nueva recesión: le da una probabilidad del 38%. Si fuera así la zona del euro volvería a tener tasas de crecimiento del PIB negativas durante un periodo prolongado de tiempo. En definitiva, en esta ocasión las perspectivas para la zona del euro no son muy halagüeñas y la convierten en la región del mundo con un mayor riesgo de deflación y de recesión.

Esta situación vendría agravada porque las malas previsiones económicas tienen el riesgo de que se autocumplan. Como bien ha dicho Christine Lagarde, si las empresas esperan un crecimiento económico muy bajo tendrán menos incentivos para aumentar su actividad, especialmente las inversiones. Esto provocaría que las empresas no renovasen su aparato productivo y perdiesen competitividad.

Renovación de infraestructuras

La solución que da el FMI a este problema es el aumento de la inversión pública. Para el Fondo este es un buen momento para que Europa aumente el gasto en infraestructuras. La institución considera que el sector público debe aprovechar el momento para invertir, ya que 1) los tipos de interés son muy reducidos, por lo que la financiación es barata, 2) se fortalecería la demanda interna lo que impulsaría la producción y el empleo, y 3) se solucionarían los problemas de oferta causados por infraestructuras deficientes; es decir, el mayor gasto en carreteras, autopistas de peaje, infraestructuras hidráulicas y ferrocarriles mejoraría la productividad.

En Alemania, la primera economía europea y la cuarta del mundo, la producción industrial ha entrado en tasas de crecimiento negativas y, dado el mal estado de sus infraestructuras, necesitaría realizar obras públicas para mejorar su competitividad. Alemania no tiene problemas de financiación, tiene una deuda muy baja y los tipos de interés a los que se financia su sector público son prácticamente nulos. Esa política de mejora de las infraestructuras daría más confianza a los inversores y mostraría que se avanza en el camino de la construcción de una Europa más fuerte.

Este mayor gasto también dinamizaría el crecimiento económico por el efecto de los multiplicadores. El FMI ha estimado que un aumento del 1% del gasto público en inversión pública podría aumentar el PIB entre un 0,4% y un 1,5% en sólo cuatro años, siendo su impacto mayor en aquellas economías que se encuentren más lejos de su tasa de crecimiento potencial.

En conclusión, según las previsiones del FMI la economía mundial crecerá más el año que viene que este año, lo que puede favorecer y animar la actual fase de recuperación de la economía española. Existen, sin embargo, riesgos. El más importante es el enfriamiento de la economía europea: durante el segundo trimestre de este año el crecimiento económico de la zona del euro fue nulo. Los indicadores económicos de Europa para el tercer trimestre son también decepcionantes.

Para poder reactivar la economía europea harían falta, junto con políticas monetarias y fiscales acertadas, como podría ser la mejora de las infraestructuras, reformas estructurales (mercado laboral, pensiones y redimensionamiento del sector público) especialmente en Francia e Italia. Para poder crecer es preciso que la eurozona siga reduciendo los costes laborales, sociales, financieros y fiscales que soportan sus empresas y que las hace ser menos competitivas en los mercados internacionales. De ahí que Europa deba seguir promocionando la cultura de la competencia.Sin reformas estructurales la zona del euro puede seguir estancada durante años.

Fuente: Rafael Pampillón y Cristina Mª de Haro «PERSPECTIVAS ECONÓMICAS PARA EL AÑO 2015″. Expansión. 11 de octubre de 2014; página 42.

2
Oct
WP_Post Object
(
    [ID] => 20821
    [post_author] => 1063
    [post_date] => 2014-10-02 16:43:49
    [post_date_gmt] => 2014-10-02 14:43:49
    [post_content] => One of the main goals of economic policy is to maintain a high level of economic growth, one that is sustainable over the long term, helping society to develop. The trigger for this process is productivity growth generated by technological change and improvements in human capital.

This connection has often been the object of study in economic theory. Although the focus of these studies may vary, most arrive at the same conclusion: innovation and rising educational levels have a positive impact on the economy and are the basic factors behind sustained economic growth.



In this article we seek to highlight the way in which technology is integrated into productive processes, given that - as the American economist Paul Romer has noted - research results are public property, and may be freely used simultaneously by two or more individuals. Moreover, increased knowledge can help to generate economies of scale that can lead to increasingly improved performance. The intensity of these improvements, however, is not always the same. The effects of innovation evolve in step with technological cycles.

For example, during the First Industrial Revolution (1750-1830), the railroad was a great invention that definitively altered business relations.  The first regions to enjoy rail service attained a significant comparative advantage, allowing them to grow at a much faster rate than their competitors. However, to the extent that the rail network expanded, this innovation became less important in terms of competitive advantage, eventually becoming a mature technology, i.e., it ceased to generate growing performance. This example can help us see how research is a continuous process, and how innovations move the frontiers of knowledge.

At the beginning of an industrial revolution, new ideas are rapidly generated, given the general lack of scientific knowledge. As science continues to develop, researchers must spend more time educating themselves before being able to produce new knowledge.

This is due to the fact that innovation is based on pre-existing technology. For example, internet would not have existed if scientists had not been able to support their work on electricity - a 19th century innovation.

It becomes more and more difficult to innovate. As technology improves, identifying the needs that have yet to be met calls for a level of expertise and sensitivity that were not necessary in the early stages of science. Nevertheless, this growing difficulty does not mean the end of possible innovation. Moreover, it is possible to produce knowledge beyond the current limits by widening the field of investigation.

These successive displacements of knowledge frontiers represent one of the basic aspects of economic growth: improved productivity.

Accordingly, we might confidently say that the continuation of scientific research assures productivity and future economic growth.

However, North American economist Robert J. Gordon offers an idea that dampens this optimism, claiming that we have arrived at a situation of long-term economic stagnation.

Gordon believes that the greatest advances occurred as the result of the Second Industrial Revolution (1870-1900). During that time,   animal-drawn transport was replaced by motor vehicles, coal gave way to oil and electricity, and sewage systems were developed along with water pipelines. All of these innovations boosted productivity, economic growth and social welfare. These changes, together with those resulting from the First Industrial Revolution, made it possible for per capita production in the United States to grow at a rate of 2% from 1981 until 2007. According to Gordon, the future at this point is not so promising, and we will not see a repeat of this growth rate. He states that from 2007 until 2032 - and even until 2047 - per capita production in the United States will grow by only 0.9% annually. Nor does he expect productivity to keep growing; he predicts a reduced annual rate of 1.3%.

Economy Weblog
From this perspective, the future would appear to be less favourable. However, can we really be sure that the above predictions are correct, and that there will be no new growth prospects? In our opinion, we cannot.
From this perspective, the future would appear to be less favourable. However, can we really be sure that the above predictions are correct, and that there will be no new growth prospects? In our opinion, we cannot. This statistic shows that innovation remains a factor in the so-called Third Industrial Revolution, which began in the nineteen seventies and continues today. The development of electronics, robotics, biotechnology and especially the globalisation of the internet have all contributed to ongoing productivity growth. As can be seen in the chart, North American industrial productivity grew at an annual rate 4.1% between 1990 and 2000,  a period of only ten years. Moreover, this productivity growth continued up until 2007 at a rate of 3.9%. While it is clear that productivity growth rates have fallen over recent years as a result of the economic crisis (an increase of only 1.8% in the United States between 2007 and 2013), we do not think there are enough reasons to affirm that growth has completely stopped. Fortunately, scientific research has continued, and we now have new advances in transportation, with unmanned flights; in medicine, with progress in genetics; in 3D printing; and in the comprehensive integration of the internet in daily life, with "the internet of things". The positive effects on the economy from these innovations will be seen when they are applied and extended throughout society. However, this transformation is not immediate. The life cycle of a technology requires a passage of time between the scientific discovery, the creation of the innovation and the spreading of the technology. Thus, the technical evolution of the First Industrial Revolution took a century and a half to run its course, and eighty years after the beginning of the Second Industrial Revolution its innovations were still boosting increases in productivity. This behaviour of technology cycles leads us to believe that the effects of the Third Industrial Revolution are probably not over, and that its innovations still have the capacity to generate future economic growth. Moreover, the recent crisis has slowed down the economic cycle, since companies cut down on investments in improving existing technologies and developing new knowledge via research and development (R&D) policies. Accordingly, we can expect that as the economy improves, the technology cycle will continue to evolve, allowing Third Industrial Revolution technological changes to complete their effects. In addition, researchers - who will be progressively more advanced and better educated - will continue to push ahead the frontiers of knowledge. This will lead to further increases in productivity, which will continue to act as the engine behind growth. In short, we expect that the future will continue to bring scientific advances that will open the door to greater levels of economic development and social welfare. Fuente: Rafael Pampillón y Cristina M. de Haro. "Technological advances will continue to spur World economic development".  Publicado en Forbes India. [post_title] => Technological advances will continue to spur World economic development [post_excerpt] => [post_status] => publish [comment_status] => open [ping_status] => open [post_password] => [post_name] => technological-advances-will-continue-to-spur-world-economic-development [to_ping] => [pinged] => [post_modified] => 2014-10-06 11:22:26 [post_modified_gmt] => 2014-10-06 09:22:26 [post_content_filtered] => [post_parent] => 0 [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=20821 [menu_order] => 0 [post_type] => post [post_mime_type] => [comment_count] => 0 [filter] => raw )

One of the main goals of economic policy is to maintain a high level of economic growth, one that is sustainable over the long term, helping society to develop. The trigger for this process is productivity growth generated by technological change and improvements in human capital.

This connection has often been the object of study in economic theory. Although the focus of these studies may vary, most arrive at the same conclusion: innovation and rising educational levels have a positive impact on the economy and are the basic factors behind sustained economic growth.

Seguir leyendo…

15
Sep
WP_Post Object
(
    [ID] => 20798
    [post_author] => 115
    [post_date] => 2014-09-15 18:35:56
    [post_date_gmt] => 2014-09-15 16:35:56
    [post_content] => Los Presupuestos Generales del Estado del año que viene se enmarcan en una situación de mayor crecimiento económico mundial. Según el Banco Mundial, el PIB global crecerá un 3,4% en 2015, frente al 2,8% en 2014, apoyado por políticas monetarias expansivas, un volumen de crédito más abundante y una menor restricción fiscal. EEUU seguirá siendo el motor de la economía mundial creciendo por encima del 3% gracias al aumento de la producción de bienes de equipo, a la autosuficiencia energética, a la recuperación del mercado inmobiliario tanto en precios como en actividad y a un mayor consumo provocado por el crecimiento del empleo.

regataaaPor su parte, los países emergentes aceleran su crecimiento y corrigen su desequilibrio exterior. Así los datos del Banco Mundial señalan un crecimiento económico de los países en desarrollo en 2015 del 5,4% (4,8% en 2014). América Latina parece que se recuperará del bajo crecimiento de este año (1,9%) y crecerá en 2015 un 2,9%. Brasil también podría conseguir elevar su producción de bienes y servicios el año que viene: un 2,7% (1,5% en 2014). En Asia, el PIB de China crecerá al 7,5% (una décima menos que en 2014) pero en cambio India crecerá más que este año lo que le permitirá acercarse a tasas de crecimiento económico cercanas a las de China. Así mismo, Nigeria y Angola, dos de los países africanos que tienen mejor comportamiento económico, llegarán a aumentar su producción en un 6,5%.

Asimismo, el Banco Central Europeo (BCE) ha estimado para la zona del euro, un mayor crecimiento en 2015 (1,6%) que en 2014 (0,9%).

Es en este entorno de mayor crecimiento mundial y europeo en 2015 en el que la economía española se está recuperando rápidamente. En el segundo trimestre de este año nuestra economía creció un 0,6% trimestral, el mayor ritmo desde hace siete años. Esto ha contribuido a que las previsiones de crecimiento para España para 2014 hayan mejorado hasta el 1,3%; en 2015 el crecimiento será todavía mayor: 2%.

La mejora de la competitividad

Por tanto, las reformas económicas que ha hecho España han tenido efecto y están permitiendo un crecimiento mayor que la media de la zona del euro. Además, este buen comportamiento de nuestra economía viene acompañado de una favorable política monetaria del BCE. Las bajadas de tipos de interés y la nueva inyección de liquidez al sistema bancario contribuirán positivamente no sólo a un mayor incremento en el crédito sino también a la depreciación del euro. Un euro depreciado unido a los bajos precios españoles permitirán un importante impulso a nuestras exportaciones durante el año 2015: un 6,1% según el Ministerio de Economía.

Sin embargo, si queremos conseguir un crecimiento equilibrado se debe seguir profundizando en la mejora de la competitividad interna y externa. Precisamente el jueves pasado la Comisión Europea recomendó a España que refuerce la aplicación de la Ley de Unidad de Mercado, que establece requisitos únicos en todo el territorio nacional y mejoras en la distribución de la producción, y que desarrolle también la Ley de Emprendedores, que otorga ventajas fiscales y financieras a los nuevos empresarios.

Precisamente el World Economic Forum (WEF) publicó este mes la edición anual del Global Competitiveness Report (Informe de Competitividad Mundial) que realiza desde 1979. En él se evalúa el potencial productivo de los países, es decir, se analiza su competitividad. Este año España se ha situado en la clasificación global como el país número 35 de los 144 estudiados, la misma posición que ocupó el año pasado. El WEF también nos avisa de que la actividad empresarial en nuestro país está limitada por una falta de acceso a la financiación, una regulación del mercado de trabajo demasiado estricta, un sistema burocrático ineficiente y un elevado nivel impositivo. Aspectos que perjudican la competitividad de las empresas españolas y que limitan su potencial de crecimiento.

Asimismo, la OCDE ha recomendado a España reducir las cotizaciones sociales y mejorar su sistema de innovación con el objetivo de conseguir aumentar la competitividad del sector industrial, para que se sitúe como un país exportador de referencia y se frene el deterioro del saldo comercial.

El aumento de la demanda interna

Se trata por tanto de seguir poniendo en marcha medidas que mejoren la competitividad de nuestra economía también para compensar el aumento de la demanda interna y evitar un mayor desequilibrio de la balanza de pagos. Efectivamente, en 2015 los agentes económicos tendrán una mayor renta disponible para consumir, debido al crecimiento del empleo y a la rebaja del IRPF, lo que hará que la contribución de la demanda nacional al PIB aumente el año que viene un 1,2% (frente al 0,7% de este año). Como consecuencia del aumento de la demanda interna las importaciones también acelerarán su ritmo de crecimiento: según el Ministerio de Economía, en 2015 España importará un 5% más de lo que lo hará este año. En este caso habrá que tener en cuenta sus efectos sobre el saldo comercial, que ya sufrió un importante deterioro en el primer semestre de este año (un déficit de 9.900 millones de euros). Otro indicador relevante de la mejora de la economía está siendo el incremento en la compraventa de viviendas que registró en julio un aumento del 11% anual, el más alto desde diciembre de 2013. Una tendencia que seguirá a lo largo del año 2015.

Este mayor crecimiento económico impulsado por las exportaciones y la mayor demanda interna permitirá seguir aumentando el nivel de empleo. Las últimas previsiones de FUNCAS muestran que en 2015 se producirá un aumento del empleo del 1,5%, lo que hará descender la tasa de paro desde el 24,5% (calculado para este año) hasta el 22,5% del año próximo.

Las reformas necesarias

Así las cosas, el año 2015 será positivo para la economía española, con un mayor crecimiento económico, una recuperación de la demanda interna y una mejora del mercado de trabajo. Para consolidar este buen comportamiento se necesita una adecuada reforma fiscal, un mercado laboral más flexible y una mejora de la competitividad. También es necesario contraer el gasto público para evitar que la deuda siga creciendo, aunque será una labor complicada teniendo en cuenta que 2015 es un año de elecciones municipales, autonómicas y generales.

Pese a que las reformas generan descontento, solo acometiéndolas será posible afrontar los grandes problemas que aún aquejan a nuestra sociedad (paro, déficit público, sostenibilidad del sistema de pensiones, calidad educativa…). Ojalá se pueda seguir avanzando en las reformas en 2015 y que el gobierno que salga de las urnas el año que viene lo siga haciendo en 2016.

Fuente: Rafael Pampillón Olmedo. "El reto de ganar competitividad". Expansión, 15 de septiembre. Suplemento: el presupuesto que España necesita; página 8.
    [post_title] => El reto de ganar competitividad
    [post_excerpt] => 
    [post_status] => publish
    [comment_status] => open
    [ping_status] => open
    [post_password] => 
    [post_name] => el-reto-de-ganar-competitividad
    [to_ping] => 
    [pinged] => 
    [post_modified] => 2014-09-15 18:36:26
    [post_modified_gmt] => 2014-09-15 16:36:26
    [post_content_filtered] => 
    [post_parent] => 0
    [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=20798
    [menu_order] => 0
    [post_type] => post
    [post_mime_type] => 
    [comment_count] => 1
    [filter] => raw
)

Los Presupuestos Generales del Estado del año que viene se enmarcan en una situación de mayor crecimiento económico mundial. Según el Banco Mundial, el PIB global crecerá un 3,4% en 2015, frente al 2,8% en 2014, apoyado por políticas monetarias expansivas, un volumen de crédito más abundante y una menor restricción fiscal. EEUU seguirá siendo el motor de la economía mundial creciendo por encima del 3% gracias al aumento de la producción de bienes de equipo, a la autosuficiencia energética, a la recuperación del mercado inmobiliario tanto en precios como en actividad y a un mayor consumo provocado por el crecimiento del empleo.

regataaaPor su parte, los países emergentes aceleran su crecimiento y corrigen su desequilibrio exterior. Así los datos del Banco Mundial señalan un crecimiento económico de los países en desarrollo en 2015 del 5,4% (4,8% en 2014). América Latina parece que se recuperará del bajo crecimiento de este año (1,9%) y crecerá en 2015 un 2,9%. Brasil también podría conseguir elevar su producción de bienes y servicios el año que viene: un 2,7% (1,5% en 2014). En Asia, el PIB de China crecerá al 7,5% (una décima menos que en 2014) pero en cambio India crecerá más que este año lo que le permitirá acercarse a tasas de crecimiento económico cercanas a las de China. Así mismo, Nigeria y Angola, dos de los países africanos que tienen mejor comportamiento económico, llegarán a aumentar su producción en un 6,5%.

Asimismo, el Banco Central Europeo (BCE) ha estimado para la zona del euro, un mayor crecimiento en 2015 (1,6%) que en 2014 (0,9%).

Es en este entorno de mayor crecimiento mundial y europeo en 2015 en el que la economía española se está recuperando rápidamente. En el segundo trimestre de este año nuestra economía creció un 0,6% trimestral, el mayor ritmo desde hace siete años. Esto ha contribuido a que las previsiones de crecimiento para España para 2014 hayan mejorado hasta el 1,3%; en 2015 el crecimiento será todavía mayor: 2%.

La mejora de la competitividad

Por tanto, las reformas económicas que ha hecho España han tenido efecto y están permitiendo un crecimiento mayor que la media de la zona del euro. Además, este buen comportamiento de nuestra economía viene acompañado de una favorable política monetaria del BCE. Las bajadas de tipos de interés y la nueva inyección de liquidez al sistema bancario contribuirán positivamente no sólo a un mayor incremento en el crédito sino también a la depreciación del euro. Un euro depreciado unido a los bajos precios españoles permitirán un importante impulso a nuestras exportaciones durante el año 2015: un 6,1% según el Ministerio de Economía.

Sin embargo, si queremos conseguir un crecimiento equilibrado se debe seguir profundizando en la mejora de la competitividad interna y externa. Precisamente el jueves pasado la Comisión Europea recomendó a España que refuerce la aplicación de la Ley de Unidad de Mercado, que establece requisitos únicos en todo el territorio nacional y mejoras en la distribución de la producción, y que desarrolle también la Ley de Emprendedores, que otorga ventajas fiscales y financieras a los nuevos empresarios.

Precisamente el World Economic Forum (WEF) publicó este mes la edición anual del Global Competitiveness Report (Informe de Competitividad Mundial) que realiza desde 1979. En él se evalúa el potencial productivo de los países, es decir, se analiza su competitividad. Este año España se ha situado en la clasificación global como el país número 35 de los 144 estudiados, la misma posición que ocupó el año pasado. El WEF también nos avisa de que la actividad empresarial en nuestro país está limitada por una falta de acceso a la financiación, una regulación del mercado de trabajo demasiado estricta, un sistema burocrático ineficiente y un elevado nivel impositivo. Aspectos que perjudican la competitividad de las empresas españolas y que limitan su potencial de crecimiento.

Asimismo, la OCDE ha recomendado a España reducir las cotizaciones sociales y mejorar su sistema de innovación con el objetivo de conseguir aumentar la competitividad del sector industrial, para que se sitúe como un país exportador de referencia y se frene el deterioro del saldo comercial.

El aumento de la demanda interna

Se trata por tanto de seguir poniendo en marcha medidas que mejoren la competitividad de nuestra economía también para compensar el aumento de la demanda interna y evitar un mayor desequilibrio de la balanza de pagos. Efectivamente, en 2015 los agentes económicos tendrán una mayor renta disponible para consumir, debido al crecimiento del empleo y a la rebaja del IRPF, lo que hará que la contribución de la demanda nacional al PIB aumente el año que viene un 1,2% (frente al 0,7% de este año). Como consecuencia del aumento de la demanda interna las importaciones también acelerarán su ritmo de crecimiento: según el Ministerio de Economía, en 2015 España importará un 5% más de lo que lo hará este año. En este caso habrá que tener en cuenta sus efectos sobre el saldo comercial, que ya sufrió un importante deterioro en el primer semestre de este año (un déficit de 9.900 millones de euros). Otro indicador relevante de la mejora de la economía está siendo el incremento en la compraventa de viviendas que registró en julio un aumento del 11% anual, el más alto desde diciembre de 2013. Una tendencia que seguirá a lo largo del año 2015.

Este mayor crecimiento económico impulsado por las exportaciones y la mayor demanda interna permitirá seguir aumentando el nivel de empleo. Las últimas previsiones de FUNCAS muestran que en 2015 se producirá un aumento del empleo del 1,5%, lo que hará descender la tasa de paro desde el 24,5% (calculado para este año) hasta el 22,5% del año próximo.

Las reformas necesarias

Así las cosas, el año 2015 será positivo para la economía española, con un mayor crecimiento económico, una recuperación de la demanda interna y una mejora del mercado de trabajo. Para consolidar este buen comportamiento se necesita una adecuada reforma fiscal, un mercado laboral más flexible y una mejora de la competitividad. También es necesario contraer el gasto público para evitar que la deuda siga creciendo, aunque será una labor complicada teniendo en cuenta que 2015 es un año de elecciones municipales, autonómicas y generales.

Pese a que las reformas generan descontento, solo acometiéndolas será posible afrontar los grandes problemas que aún aquejan a nuestra sociedad (paro, déficit público, sostenibilidad del sistema de pensiones, calidad educativa…). Ojalá se pueda seguir avanzando en las reformas en 2015 y que el gobierno que salga de las urnas el año que viene lo siga haciendo en 2016.

Fuente: Rafael Pampillón Olmedo. «El reto de ganar competitividad». Expansión, 15 de septiembre. Suplemento: el presupuesto que España necesita; página 8.

23
Jul

Atentos a la Reserva Federal

Escrito el 23 julio 2014 por José Ramón Diez Guijarro en Economía de EEUU, Economía Global, Política Monetaria

WP_Post Object
(
    [ID] => 20740
    [post_author] => 28817
    [post_date] => 2014-07-23 14:18:08
    [post_date_gmt] => 2014-07-23 12:18:08
    [post_content] => Los problemas del Banco Espirito Santo en Portugal y el aumento de la inestabilidad geopolítica han provocado en las últimas semanas un aumento de la volatilidad en los mercados financieros y una búsqueda de activos refugio que ha vuelto a beneficiar especialmente a los bonos de EEUU y de los países centrales de la zona euro.

En un mercado con baja volatilidad, valoraciones ajustadas e importantes plusvalías latentes es normal que, ante el mínimo shock, se produzcan correcciones en los precios, teniendo en cuenta además que los volúmenes en esta época del año son bajos. También es verdad que la mayoría de grandes cambios de tendencia en los mercados financieros suelen tener su origen en pequeños shocks que terminan creciendo y convirtiéndose en perturbaciones globales. Esto suele ocurrir (por ejemplo, en el caso de las subprimes en 2007) cuando el shock inicial es la punta del iceberg de un problema económico o financiero global. No parece este el caso, aunque siempre es difícil valorar las consecuencias económicas y financieras de un aumento del riesgo político.Yellen

De cara al siempre complicado período veraniego, quizás la atención habrá que centrarla más en EEUU que en Europa. Un par de datos más muy positivos en el mercado de trabajo americano van a hacer imposible que la FED impida un importante aumento en las expectativas de tipos de interés (el forward guidance tiene sus límites) y eso sí que puede tener una incidencia importante en el comportamiento de los mercados en los últimos meses del año. Un adelanto en las subidas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal de EEUU podría conllevar también una corrección más o menos severa en los mercados de riesgo (los emergentes serían potencialmente los más vulnerables, como quedó patente durante el pasado verano), al menos en el corto plazo.

Existen dos motivos por los que podría concretarse este escenario. En primer lugar, el más negativo sería por un aumento de la inflación hasta niveles significativamente superiores al objetivo. No obstante, para que la Fed reaccionase de esta forma, la mayor inflación tendría que venir acompañada de sólidos datos de crecimiento y de empleo. Por tanto, se trataría de un escenario no ideal, pero, en cualquier caso positivo, y lo más probable es que los ajustes potenciales en los mercados de riesgo fuesen temporales. En segundo lugar, la Fed podría subir los tipos antes de lo esperado si el crecimiento del PIB y del empleo superase las expectativas. Pero se trataría de un escenario benigno de medio plazo (de hecho, el escenario que se busca), difícilmente compatible con un deterioro en la tendencia positiva de medio plazo de las bolsas.

El perdedor en este contexto, cualquiera que sea la causa de las subidas de tipos, más inflación y/o más crecimiento, serían los bonos: se mire como se mire, si la expansión se afianza y recuperamos la normalidad, las tires deben entrar en una tendencia alcista, más o menos gradual. De esta forma, los activos financieros ganadores de las últimas semanas, podrían tener un final de año complicado. Por tanto, el principal condicionante para la evolución del escenario en las próximas semanas continuará siendo el devenir de la economía estadounidense y su política monetaria y, por tanto, hay que seguir muy de cerca el comportamiento del crecimiento, del mercado laboral y de la inflación de su economía.
    [post_title] => Atentos a la Reserva Federal
    [post_excerpt] => 
    [post_status] => publish
    [comment_status] => open
    [ping_status] => open
    [post_password] => 
    [post_name] => atentos-a-la-reserva-federal
    [to_ping] => 
    [pinged] => 
    [post_modified] => 2023-12-13 13:42:15
    [post_modified_gmt] => 2023-12-13 12:42:15
    [post_content_filtered] => 
    [post_parent] => 0
    [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=20740
    [menu_order] => 0
    [post_type] => post
    [post_mime_type] => 
    [comment_count] => 0
    [filter] => raw
)

Los problemas del Banco Espirito Santo en Portugal y el aumento de la inestabilidad geopolítica han provocado en las últimas semanas un aumento de la volatilidad en los mercados financieros y una búsqueda de activos refugio que ha vuelto a beneficiar especialmente a los bonos de EEUU y de los países centrales de la zona euro.

En un mercado con baja volatilidad, valoraciones ajustadas e importantes plusvalías latentes es normal que, ante el mínimo shock, se produzcan correcciones en los precios, teniendo en cuenta además que los volúmenes en esta época del año son bajos. También es verdad que la mayoría de grandes cambios de tendencia en los mercados financieros suelen tener su origen en pequeños shocks que terminan creciendo y convirtiéndose en perturbaciones globales. Esto suele ocurrir (por ejemplo, en el caso de las subprimes en 2007) cuando el shock inicial es la punta del iceberg de un problema económico o financiero global. No parece este el caso, aunque siempre es difícil valorar las consecuencias económicas y financieras de un aumento del riesgo político.Yellen

De cara al siempre complicado período veraniego, quizás la atención habrá que centrarla más en EEUU que en Europa. Un par de datos más muy positivos en el mercado de trabajo americano van a hacer imposible que la FED impida un importante aumento en las expectativas de tipos de interés (el forward guidance tiene sus límites) y eso sí que puede tener una incidencia importante en el comportamiento de los mercados en los últimos meses del año. Un adelanto en las subidas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal de EEUU podría conllevar también una corrección más o menos severa en los mercados de riesgo (los emergentes serían potencialmente los más vulnerables, como quedó patente durante el pasado verano), al menos en el corto plazo.

Existen dos motivos por los que podría concretarse este escenario. En primer lugar, el más negativo sería por un aumento de la inflación hasta niveles significativamente superiores al objetivo. No obstante, para que la Fed reaccionase de esta forma, la mayor inflación tendría que venir acompañada de sólidos datos de crecimiento y de empleo. Por tanto, se trataría de un escenario no ideal, pero, en cualquier caso positivo, y lo más probable es que los ajustes potenciales en los mercados de riesgo fuesen temporales. En segundo lugar, la Fed podría subir los tipos antes de lo esperado si el crecimiento del PIB y del empleo superase las expectativas. Pero se trataría de un escenario benigno de medio plazo (de hecho, el escenario que se busca), difícilmente compatible con un deterioro en la tendencia positiva de medio plazo de las bolsas.

El perdedor en este contexto, cualquiera que sea la causa de las subidas de tipos, más inflación y/o más crecimiento, serían los bonos: se mire como se mire, si la expansión se afianza y recuperamos la normalidad, las tires deben entrar en una tendencia alcista, más o menos gradual. De esta forma, los activos financieros ganadores de las últimas semanas, podrían tener un final de año complicado. Por tanto, el principal condicionante para la evolución del escenario en las próximas semanas continuará siendo el devenir de la economía estadounidense y su política monetaria y, por tanto, hay que seguir muy de cerca el comportamiento del crecimiento, del mercado laboral y de la inflación de su economía.

20
Feb
WP_Post Object
(
    [ID] => 20012
    [post_author] => 115
    [post_date] => 2014-02-20 16:16:02
    [post_date_gmt] => 2014-02-20 15:16:02
    [post_content] => Los bancos centrales (BC) llevan tiempo inyectando ingentes cantidades de liquidez - aumentos brutales de Base Monetaria (BM) – en sus economías. Como puedes ver en el gráfico 1 la BM de todos estos BC sigue creciendo. Los distintos BC están inyectando liquidez al sistema, es decir, aumentando la BM por todas las vías posibles: dando crédito a los bancos comerciales y comprando títulos públicos y privados en el mercado (operaciones de mercado abierto). Pero mientras la FED ha hinchado su balance comprando bonos del Tesoro estadounidense (ver gráfico 2),  el BCE, en cambio, ha optado por los créditos al sistema bancario.

Gráfico nº 1

Base mONETARIA

¿La política monetaria expansiva ha ayudado a salir de la crisis?

Vayamos por partes: en principio, una bajada de los tipos de interés del crédito de los BC al sistema bancario aumentará la Base Monetaria (BM). Ello se debe a que al ser más barato el crédito del BC los bancos solicitarán más. (Para entender mejor la terminología y los detalles de este post se aconseja la lectura de: El multiplicador monetario y los multiplicadores de los depósitos y del crédito.)

Gráfico nº 2

bASE MONETARIA 2La BM crece. 

1)    En los países, del gráfico 1, la BM ha estado creciendo muy rápidamente. Los BC están inyectando liquidez al sistema, es decir, aumentando la BM por todas las vías posibles: 1) dando crédito barato a los bancos, 2) comprando títulos de deuda pública, especialmente periféricos, en el mercado secundario (operaciones de mercado abierto) y 3) comprando dólares a otros Bancos Centrales.

El coeficiente de efectivo (e) y de caja aumentan.

2)  El coeficiente de efectivo (e), que se define como el porcentaje de billetes y monedas en manos del público (EMP) en proporción de los depósitos bancarios (D), e=EMP/D, también está aumentando. Ello se debe a que el público, a lo largo de esta crisis, y ante el temor de crisis bancarias, desconfía del valor futuro de sus depósitos por lo que, por un lado, reducen sus depósitos (D), que es el denominador del coeficiente  y, por otro, atesoran mayor cantidad de billetes y monedas que es el numerador (EMP), por tanto, el coeficiente de efectivo (e) aumenta.

El multiplicador monetario se reduce.

Gráfico nº3

Multiplicador del dinero3) Al aumentar el coeficiente de efectivo (e) el multiplicador del dinero (e + 1 / e+c) se reduce. También y por motivo de precaución los bancos están  aumentando sus activos de caja (reservas bancarias) por encima de la exigencia legal. Las reservas bancarias se componen de las reservas legales obligatorias + exceso de reservas. Como consecuencia el coeficiente de caja (c = Reservas bancarias/Depósitos), está aumentando lo que también reduce el multiplicador (ver gráfico 3).

La M3 crece menos que la BM

Cuadro 4: Evolución de la M3

M3

4) Por tanto, a pesar del fuerte aumento de la base monetaria (BM), la cantidad de dinero (M3) no crece en la misma proporción (gráfico nº 4) porque el multiplicador se reduce (ver gráfico 3). Es preciso recordar que la cantidad de dinero (M3) depende de la Base Monetaria (BM) y también del multiplicador monetario, de acuerdo con la siguiente formula M3 = BM (e + 1 / e + c).

La velocidad de circulación del dinero se reduce

5) La velocidad de circulación del dinero (V)  que tuvo una caída importante durante los primeros años de la crisis, sigue cayendo (línea amarilla del gráfico 1, escala de la derecha).

¿Qué es la velocidad de circulación del dinero (V)? Es el número de veces que una unidad monetaria (un euro) cambia de manos durante un año. El descenso de V no es otra cosa que la reducción del número de transacciones efectuadas en un periodo. Los primeros intentos de explicar la ligazón entre la cantidad de dinero y las variables reales de la economía fueron establecidos por la teoría cuantitativa del dinero. La expresión básica atribuida al economista I. Fisher se puede sintetizar en:

M x V = P x y   (a)

Siendo “M” la cantidad de dinero (M3), “V” la velocidad de circulación del dinero, es decir, el número de veces que una unidad monetaria se utiliza durante un año, “P” el índice de precios (medido por el IPC o por el deflactor del PIB) e “y” el producto o renta nacional en términos reales (medido por el PIB real).

Diferenciando la igualdad (a) y dividiendo el resultado obtenido por esa misma igualdad  (a) se llega a:

(ΔM/M) + (ΔV/V)  =  (ΔP/P)  + (Δy/y)

ΔM/M=  crecimiento porcentual de la cantidad de dinero (oferta monetaria o M3)

ΔV/V= crecimiento porcentual de la velocidad de circulación del dinero

ΔP/P = inflación

Δy/y = crecimiento del PIB real

La economía de la Eurozona también se estanca

7)  Por todo lo dicho más arriba parece que la suma de (ΔM/M) + (ΔV/V) es muy baja; por tanto la suma  (ΔP/P)  + (Δy/y) también será muy baja. Lo que parece coherente con un estancamiento económico en la Eurozona (crecimiento 0,3% en el 4º trimestre de 2013) y con una inflación de solo el 0,7%.

Conclusión

La transmisión de la política monetaria es compleja. Crecimientos en la base monetaria (BM) no aseguran el crecimiento de la cantidad de dinero (M). Pero es que además aumentos en la cantidad de dinero no aseguran la expansión de la demanda agregada. La política monetaria sirve bastante bien para controlar los precios y también para frenar la actividad económica, es decir, puede restringir la demanda agregada, pero, en épocas de crisis, no es seguro que sirva para expandir la economía.
    [post_title] => La transmisión de la política monetaria
    [post_excerpt] => 
    [post_status] => publish
    [comment_status] => open
    [ping_status] => open
    [post_password] => 
    [post_name] => la-transmision-de-la-politica-monetaria
    [to_ping] => 
    [pinged] => 
https://economy.blogs.ie.edu/archives/2011/12/el-multiplicador-monetario-y-los-multiplicadores-de-los-deposotos-y-del-credito.php
    [post_modified] => 2014-02-23 09:53:03
    [post_modified_gmt] => 2014-02-23 08:53:03
    [post_content_filtered] => 
    [post_parent] => 0
    [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=20012
    [menu_order] => 0
    [post_type] => post
    [post_mime_type] => 
    [comment_count] => 3
    [filter] => raw
)

Los bancos centrales (BC) llevan tiempo inyectando ingentes cantidades de liquidez – aumentos brutales de Base Monetaria (BM) – en sus economías. Como puedes ver en el gráfico 1 la BM de todos estos BC sigue creciendo. Los distintos BC están inyectando liquidez al sistema, es decir, aumentando la BM por todas las vías posibles: dando crédito a los bancos comerciales y comprando títulos públicos y privados en el mercado (operaciones de mercado abierto). Pero mientras la FED ha hinchado su balance comprando bonos del Tesoro estadounidense (ver gráfico 2),  el BCE, en cambio, ha optado por los créditos al sistema bancario. Seguir leyendo…

5
Feb
WP_Post Object
(
    [ID] => 19897
    [post_author] => 115
    [post_date] => 2014-02-05 10:08:41
    [post_date_gmt] => 2014-02-05 09:08:41
    [post_content] => 
Una serie de acontecimientos repentinos y adversos están cambiando en pocas semanas el ánimo de los inversores sobre las perspectivas de la economía global. Se esá pasado del optimismo a la duda.
Las señales de advertencia abundan: la caída de las bolsas en todo el mundo, los decepcionantes datos económicos de China y Estados Unidos, los problemas políticios de Ucrania, Tailandia e Indonesia y la brusca alza de los tipos de interés en algunas de las principales economías emergentes, como Turquía, India y Sudáfrica, además de resultados de empresas que han estado por debajo de las previsiones. Economy Weblog Tales cifras se están combinando para enviar el mensaje de que la economía global pisa un terreno menos firme de lo que se pensaba a comienzos del año. Un indicador importante se dará a conocer el viernes, cuando el Departamento de Trabajo de EEUU publique su estimación del crecimiento del empleo en enero. El informe, al igual que otros difundidos recientemente, podría ofrecer una orientación poco clara debido a peculiaridades relacionadas con el mal tiempo que ha imperado en las últimas semanas en EEUU. Los inversionistas han estado debatiendo durante días los motivos detrás de la repentina caída de las acciones en todo el mundo. Entre las posibles razones figuran las reducciones en las compras de bonos de la Reserva Federal, que apuntalaron los mercados en 2012 y 2013 y una crisis que se ha estado gestando en los mercados emergentes y que podría ser contagiosa. De todos modos, al parecer la principal explicación del mal comienzo de año de los mercados bursátiles es que las expectativas de crecimiento económico y de las ganancias de las empresas eran exageradas.
Muchos inversionistas empezaron el año pensando que la economía de EEUU se disponía a dejar finalmente atrás su trayectoria de crecimiento débil en torno al 2%. Pero una serie de informes decepcionantes sobre las ventas de automóviles, la producción manufacturera, las ventas de viviendas y la generación de empleo han suscitado dudas sobre si EE.UU. es capaz de alcanzar un crecimiento más acelerado durante este año.
La venta generalizada en los mercados bursátiles de EEUU tuvo una pausa el martes. El Promedio Industrial Dow Jones cerró con un alza de 72,44 puntos en 15.445,24 unidades. Pero buena parte del daño ya estaba hecho. El Dow acumula un descenso de 7% en lo que va de año. En el mismo lapso, el índice Nikkei de Japón ha bajado 14% y el Hang Seng de Hong Kong 8%. El índice Euro Stoxx 50 ha cedido 5% en lo que va del año. "Tal vez, Estados Unidos no tendrá el año sólido que todos esperaban", indicó Kenneth Rogoff, economista de la Universidad de Harvard. Esa duda, manifestó, contrasta con el ambiente que percibió mientras se codeaba hace unos días con ejecutivos y estrategas en Davos, Suiza. Allí, confesó, percibió "este increíble optimismo de que nada podía salir mal" en la economía global. "Hacia finales del año pasado, la economía mundial estaba en auge", señala Bruce Kasman, economista jefe de J.P. Morgan. Ahora, el panorama se ve más arriesgado, añade. Datos de crecimiento decepcionantes en China, la segunda mayor economía del mundo, también han afectado el ánimo de los mercados. Y a medida que los bancos centrales de economías emergentes como India, Sudáfrica y Turquía elevan las tasas de interés para combatir la inflación, disminuyen sus perspectivas de crecimiento. "Tal vez China tendrá un crecimiento mucho más lento. Tal vez los problemas en los mercados emergentes que parecían a 4 ó 5 años de distancia estaban a 4 o 5 meses de distancia", dijo Rogoff. La caída de las bolsas no es la única señal que refleja las dudas sobre el crecimiento global. Los rendimientos de los bonos del Tesoro de EEUU a 10 años, que tienden a caer cuando se ensombrecen las perspectivas de crecimiento e inflación, pasaron de 3,04% a principios de año a 2,62%. Los retornos de los bonos soberanos japoneses, alemanes y británicos también han bajado. Las expectativas del mercado sobre los próximos pasos de la FED también están cambiando. A mediados del año pasado, cuando el banco central estadounidense empezó a hablar de reducir su programa de compra de bonos, los inversionistas creyeron que se acercaba un aumento de las tasas a corto plazo, a medida que la economía se fortalecía. Ahora, están apostando a que la entidad responderá a una inflación baja y un crecimiento moderado manteniendo las tasas en cerca de cero durante más tiempo. Por su parte, algunas grandes multinacionales han informado de tensiones en algunas de sus operaciones internacionales de mayor crecimiento. "La demanda sigue perdiendo fuerza en América Latina, principalmente como resultado de la desaceleración en Brasil", dijo Keith McLoughlin, presidente ejecutivo del fabricante sueco de electrodomésticos. Después de crecer 7,5% en 2010, Brasil apenas se expandió 1% en 2012 y alrededor de 2,5% en 2013. El martes, el gobierno reveló que la producción industrial se contrajo 3,5% en diciembre respecto al mes anterior, su peor desempeño para el mes desde 2008. Al igual que otras economías emergentes, Brasil ha subido los tipos de interés a corto plazo para combatir la inflación. Fuente: Jon Hilsenrath. "Turnabout on Global Outlook Darkens Investor Mood". wsj. 4 de febrero de 2014.
[post_title] => Dudas sobre la recuperación económica del mundo. [post_excerpt] => [post_status] => publish [comment_status] => open [ping_status] => open [post_password] => [post_name] => dudas-sobre-la-recuperacion-economica-del-mundo [to_ping] => [pinged] => [post_modified] => 2014-02-05 10:10:21 [post_modified_gmt] => 2014-02-05 09:10:21 [post_content_filtered] => [post_parent] => 0 [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=19897 [menu_order] => 0 [post_type] => post [post_mime_type] => [comment_count] => 1 [filter] => raw )

Una serie de acontecimientos repentinos y adversos están cambiando en pocas semanas el ánimo de los inversores sobre las perspectivas de la economía global. Se esá pasado del optimismo a la duda.

Las señales de advertencia abundan: la caída de las bolsas en todo el mundo, los decepcionantes datos económicos de China y Estados Unidos, los problemas políticios de Ucrania, Tailandia e Indonesia y la brusca alza de los tipos de interés en algunas de las principales economías emergentes, como Turquía, India y Sudáfrica, además de resultados de empresas que han estado por debajo de las previsiones.

Economy Weblog

Seguir leyendo…

3
Feb
WP_Post Object
(
    [ID] => 19881
    [post_author] => 115
    [post_date] => 2014-02-03 21:43:36
    [post_date_gmt] => 2014-02-03 20:43:36
    [post_content] => En sus tres años como segunda de a bordo en la Reserva Federal de Estados Unidos, Janet Yellen se preocupó constantemente por el alto desempleo del país y defendió políticas para tratar de reducirlo. Después de que asuma hoy la presidencia del banco central (FED), una nueva pregunta acaparará su agenda casi de inmediato:

¿Por qué está cayendo el desempleo con tanta velocidad y qué debería hacer, o no hacer, la FED al respecto?Economy Weblog
La tasa de desempleo en EEUU fue de 6,7% en diciembre y el Departamento de Trabajo publicará el viernes las cifras de enero. La FED ha dicho desde diciembre de 2012 que no consideraría elevar las tasas de interés a corto plazo (que están cerca de cero) hasta que el desempleo caiga a por lo menos 6,5%. Recientemente, ha dicho que mantendrá las tasas bajas "mucho después" de alcanzar ese umbral, mientras evalúan otros indicadores que muestran que el mercado laboral sigue débil. Esto sugiere que no elevarán las tasas en el futuro cercano, incluso si el desempleo llegara a 6,5% en el informe del viernes. Entre las decisiones más cruciales que Yellen tendrá que tomar es la de elegir el momento adecuado para subir los tipos de interés. Si la presidenta y sus colegas esperan demasiado, podrían alimentar un alza en la inflación o una burbuja financiera; si actúan demasiado pronto, podrían ahogar una recuperación que apenas está ganando fuerza. La clave de esa decisión está en descifrar las razones de la caída de la tasa de desempleo en EEUU. A Yellen y a otros funcionarios de la FED les preocupa que la cifra esté ocultando grandes focos de presión que aún abruman al mercado laboral estadounidense, incluyendo millones de personas que desean trabajar pero que han abandonado la búsqueda de empleo y, por lo tanto, no son contabilizadas como desocupadas. El rápido descenso en la tasa de paró cogió al banco central por sorpresa. Un año antes no creían que llegaría a 6,5% sino hasta 2015. Incluso en junio de 2013 no la veían llegando a ese punto sino hasta finales de 2014.
Una regla económica de oro, conocida como la Ley de Okun, sugiere que la tasa de desempleo debería caer medio punto porcentual por cada punto que la economía crezca por encima de su tendencia a largo plazo. Según esa máxima, la tasa de desempleo no debería haber caído mucho en medio de una recuperación económica inusualmente anémica. En cambio, ha bajado más de tres puntos porcentuales desde su cúspide más reciente (año 2010). Una razón para esta caída se halla en el éxodo de millones de personas de la fuerza laboral. En junio de 2009, cuando comenzó la recuperación, 81 millones de estadounidenses dijeron que no se encontraban en la fuerza laboral, lo que significa que no estaban empleados o buscando trabajo activamente. En diciembre, esa cifra subió a 92 millones. La gente deja la fuerza laboral por razones diferentes: se jubilan, vuelven a la universidad, pasan a recibir asistencia por discapacidad, se desaniman y dejan de buscar empleo o hacen otras cosas, reduciendo así el número de personas consideradas como desocupadas. La tendencia genera preguntas difíciles de responder para la FED. ¿Regresarán algunas de estas personas al mercado laboral cuando la economía mejore o se han marchado permanentemente? ¿Estos cambios implican que hay una menor capacidad ociosa de lo que creían, es decir trabajadores disponibles para asumir empleos, o sigue ahí, escondida entre las cifras? Para Yellen y otros funcionarios de la FED la existencia de esta capacidad ociosa equivale a sueldos bajos y una inflación baja. Si esto está retrocediendo más rápido de lo que pensaban, los incrementos de tasas podrían ser necesarios antes de lo previsto. Pero ven muchas señales de que el mercado laboral aún es débil. Cerca de ocho millones de personas tienen trabajos de medio tiempo, pero desean encontrar uno de tiempo completo. Otros 2,4 millones dicen querer un empleo, pero no lo están buscando. Cuando se tiene en cuenta a estas personas y a otros trabajadores "marginales", la tasa de desempleo en EEUU es de 13,1%. Fuente: By JON HILSENRATH and VICTORIA MCGRANE. "Rate Decision to Drive Yellen's Early Agenda"; WSJ, 3 de febrero de 2014. [post_title] => Estados Unidos: desempleo y política monetaria [post_excerpt] => [post_status] => publish [comment_status] => open [ping_status] => open [post_password] => [post_name] => estados-unidos-desempleo-y-politica-monetaria [to_ping] => [pinged] => [post_modified] => 2014-02-05 10:10:51 [post_modified_gmt] => 2014-02-05 09:10:51 [post_content_filtered] => [post_parent] => 0 [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=19881 [menu_order] => 0 [post_type] => post [post_mime_type] => [comment_count] => 2 [filter] => raw )

En sus tres años como segunda de a bordo en la Reserva Federal de Estados Unidos, Janet Yellen se preocupó constantemente por el alto desempleo del país y defendió políticas para tratar de reducirlo. Después de que asuma hoy la presidencia del banco central (FED), una nueva pregunta acaparará su agenda casi de inmediato:

¿Por qué está cayendo el desempleo con tanta velocidad y qué debería hacer, o no hacer, la FED al respecto?Economy Weblog

La tasa de desempleo en EEUU fue de 6,7% en diciembre y el Departamento de Trabajo publicará el viernes las cifras de enero. La FED ha dicho desde diciembre de 2012 que no consideraría elevar las tasas de interés a corto plazo (que están cerca de cero) hasta que el desempleo caiga a por lo menos 6,5%.

Seguir leyendo…

17
Dic

La gran ocasión de la Fed

Escrito el 17 diciembre 2013 por Antonio Zamora en Economía de EEUU, Política Monetaria

WP_Post Object
(
    [ID] => 19568
    [post_author] => 28821
    [post_date] => 2013-12-17 19:01:04
    [post_date_gmt] => 2013-12-17 18:01:04
    [post_content] => La reunión de política monetaria de la Fed que ha comenzado hoy y que termina mañana puede ser la más importante del año, en especial si aprovecha la que parece una excelente oportunidad para iniciar una retirada de estímulos monetarios cuya anticipación ha marcado a los mercados financieros en 2013 y cuya puesta en marcha puede marcarlos también en 2014.

Bernanke

Las referencias económicas, políticas e incluso la evolución del mercado de las últimas semanas apoyan la posibilidad de que el tan esperado y temido QExit (progresiva reducción de las compras mensuales de títulos) sea anunciado mañana mismo.

Y es que las tres condiciones principales que debían darse, a tenor de lo expuesto por el propio Bernanke tras el "gatillazo" de septiembre (la Fed sorprendió a todos manteniendo el programa de compras), se cumplen:

1) datos económicos sólidos: los datos de empleo de noviembre superaron las expectativas, con una creación neta de más de 200.000 empleos y un descenso de la tasa de paro de tres décimas hasta el 7,0%, acumulándose así un recorte de 1,1 pp desde el inicio del programa expansivo en septiembre de 2012, lo que ha llevado a algunos miembros de la Fed a sugerir que ha llegado el momento de actuar;

2) política fiscal menos incierta: los líderes republicanos y demócratas han llegado a un acuerdo presupuestario para los próximos dos años, que ya ha sido refrendado por la Cámara de Representantes y que en los próximos días lo será previsiblemente por el Senado, queno sólo elimina el riesgo de un nuevo cierre federal en enero (aunque no resuelve la cuestión del techo de la deuda que se alcanzaría en febrero), sino que reduce el lastre fiscal previsto en 2014; y

3) las condiciones financieras no plantean ahora la amenaza económica que el 18 de septiembre asustaba a la Fed, pues se ha comprobado que los repuntes de la curva de rentabilidades desde mayo no han frenado a la economía, que incluso ha dado nuevas señales de fortaleza, y la evolución neta de la curva desde entonces, ayudada por el "forward guidance" de la Fed, ha sido en conjunto a la baja.

La reunión de Fed, además, ofrece la posibilidad de explicar bien la decisión (conferencia de prensa posterior de Bernanke) y de acompañarla por un refuerzo de la orientación sobre tipos (publicación de nuevas previsiones económicas y de tipos) que contribuya a minimizar el impacto sobre la curva. Además del alejamiento de las perspectivas de subidas de tipos, la Fed puede introducir refuerzos adicionales, como una tasa de inflación mínima por debajo de la cual no se plantee subir tipos.

Es también una excelente ocasión para que Bernanke se despida asumiendo la responsabilidad de iniciar la retirada del programa que el mismo impulsó y que tiene una relación rentabilidad-coste decreciente: el impacto estimulador sobre la economía es cada vez menor y los costes potenciales (distorsiones en los precios de los activos y riesgos de repuntes futuros excesivos de las curvas de tipos y/o de la inflación) crecientes.

Lo anterior no significa que no sea probable una reacción adversa de los mercados en caso de anunciarse el inicio del "tapering" (retirada de estímulos) o incluso en caso de sugerirse que podría iniciarse ya en enero. Los repuntes de rentabilidades continuarán y hasta es posible que los tramos cortos repunten también en alguna medida si las nuevas previsiones de tipos de la Fed no llegan a estar a la (baja) altura de las expectativas implícitas en las actuales cotizaciones (en torno a un 1% en diciembre de 2016, frente a la mediana del 2% de las previsiones de septiembre).

También es probable que los recientes retrocesos de la renta variable se prolonguen durante algún tiempo, que el dólar se aprecie y que sean los mercados emergentes (bonos, divisas y renta variable) los más vulnerables. Sin embargo, los argumentos precedentes y la escasa magnitud previsible de la retirada inicial de estímulos (hasta 10.000 M USD mensuales menos en compras de deuda pública, desde un total actual de 85.000 M USD entre deuda pública e hipotecaria) nos llevan a esperar un “impacto controlado”, compatible con que la TIR de EEUU a diez años pueda mantenerse por debajo del 3% en las próximas semanas.
    [post_title] => La gran ocasión de la Fed
    [post_excerpt] => 
    [post_status] => publish
    [comment_status] => open
    [ping_status] => open
    [post_password] => 
    [post_name] => la-gran-ocasion-de-la-fed
    [to_ping] => 
    [pinged] => 
    [post_modified] => 2023-12-13 13:42:53
    [post_modified_gmt] => 2023-12-13 12:42:53
    [post_content_filtered] => 
    [post_parent] => 0
    [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=19568
    [menu_order] => 0
    [post_type] => post
    [post_mime_type] => 
    [comment_count] => 0
    [filter] => raw
)

La reunión de política monetaria de la Fed que ha comenzado hoy y que termina mañana puede ser la más importante del año, en especial si aprovecha la que parece una excelente oportunidad para iniciar una retirada de estímulos monetarios cuya anticipación ha marcado a los mercados financieros en 2013 y cuya puesta en marcha puede marcarlos también en 2014.

Bernanke

Seguir leyendo…

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle contenido relacionado con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información aquí. Aceptar