Archivo de enero/2018

27
Ene

Down Under: Jacinda Ardern

Escrito el 27 enero 2018 por Miguel Aguirre Uzquiano en Economía Global

Hay un país con  una población parecida a la ciudad de Madrid, llamado Nueva Zelanda (siendo Zelanda una de las doce provincias que conforman los Países Bajos).  Se trata de un destino compuesto por una serie de islas al sureste de Australia, viviendo tres cuartas partes de la población en la que está más situada al norte,

Desde el 26 de Octubre del 2017 la primera ministra del país es Jacinda Ardern que en la actualidad tiene 37 años siendo además líder del Partido Laborista del país. El Jefe de Estado sigue siendo la reina Isabel II de Inglaterra de 91.  Forma parte de una generación de políticos como el francés Emmanuel Macron o el canadiense Justin Trudeau.  Se ha indicado como sus principales fortalezas además de su formación y experiencia, su optimismo, conciencia social y su interés en solucionar lo qué es una lacra en el país que es la población sin hogar.Economy Weblog

¿Cómo es posible que en una economía con una renta per cápita de más de USD 35.000 haya un problema serie de ciudadanos sin hogar?

En las últimas cuatro décadas el país ha realizado una transición económica desde una actividad casi exclusivamente agrícola totalmente dependiente de concesiones del Reino Unido a una economía mucho más industrial, abierta y presente en mercados globales.  La creación de zonas de libre comercio se ha mantenido como prioridad en los últimos años y los principales productos que hacen positiva la balanza comercial son los agrícolas y cárnicos siendo su principal socio comercial China.

La globalización y la relación con el gigante asiático han atraído cantidades ingentes de inversión que como sucede en muchas ocasiones se ha refugiado en los bienes inmuebles.   Los precios al alza de la vivienda – cerca de un millón y medio de ciudadanos viven en la ciudad de Auckland.  y de los alquiler de forma continuada en el último lustro han provocado , que según datos de la OCDE un 1% de la población neozelandesa vive en la calle o en casas o refugios de emergencia.

El Partido de Jacinda Ardern no gano las elecciones generales del pasado 23 de Septiembre (46 representantes frente a los 56 del Partido Nacional), pero con el apoyo de los 14 del Partido Verde y los 9 del partido nacionalista New Zeland First ha conseguido formar gobierno.

La situación que se ha dado en los últimos meses en Nueva Zelanda es un buen ejemplo de por un lado la rapidez en la que surgen figuras políticas en el mundo actual y por otro lado como no se puede dar por sentado que los datos macro globales alcanzan a todas las capas de la población en los países de renta per cápita más alta.

23
Ene
21
Ene
Desde 1986, la revista The Economist publica periódicamente el índice Big Mac, un indicador que toma como base el precio de una hamburguesa consumida en los establecimientos McDonald’s de diferentes países del mundo. El índice Big Mac sirve para saber si los tipos de cambio de las monedas están bien valorados o si, por el contrario, están infravalorados o sobrevalorados. Es decir, el índice ofrece una guía para saber si una divisa se encuentra en una paridad razonable.

Ayer, The Economist publicó este índice tal como lo viene haciendo de forma regular a comienzos de cada año. El enfoque teórico del índice Big-Mac se deriva de la teoría de la paridad del poder adquisitivo (PPA), que establece que productos iguales, situados en diferentes países, deben tener el mismo precio. La hamburguesa Big-Mac de los establecimientos McDonald’s es una cesta de bienes representativos, ya que mantiene unas características similares a nivel internacional; como es sabido, se compone de los siguientes ingredientes: dos piezas de carne vacuna, salsa especial, lechuga, queso, pepinillos, cebollas y un panecillo con semillas de ajonjolí. El índice Big Mac supone, por tanto, que esa hamburguesa es una cesta de bienes representativos, ya que mantiene unas características similares a nivel internacional.

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Además, el hecho de que se comercialice en 3.000 establecimientos de 120 países usando los mismos ingredientes, hace posible comparar los precios a nivel mundial. El índice toma como referencia el precio de la hamburguesa en Estados Unidos (EEUU) que se obtiene como promedio de cuatro ciudades americanas (Atlanta, Chicago, Nueva York y San Francisco).

Tipo de cambio correcto:
1,33 euros/dólar

Pero, aparte de comparar los niveles de precios entre países, quizá la función más importante que tiene este indicador es la de conocer si los tipos de cambio de las monedas están bien valorados. El indicador funciona razonablemente bien a largo plazo, pero, a veces, también acierta en el corto plazo. Así, desde la última revisión del índice Big Mac, en julio 2017, las monedas que estaban infravaloradas con respecto al dólar (que eran la mayoría) se han ido apreciando. Lo que confirma que, al menos en este periodo, los fundamentos económicos han tenido cierta influencia en el mercado de divisas. También porque la creciente globalización de la economía permite reducir las diferencias entre los tipos de cambios vigentes y los que se consideran correctos.

Un ejemplo es el cruce de paridad del euro con el dólar. El Índice publicado ayer muestra que el euro sigue infravalorado con respecto al dólar. Ayer, el tipo de cambio cotizaba a 1,23 dólares/euro cuando, según el índice la paridad razonable sería de 1,33. Efectivamente, en su última versión, nada más comenzar 2018, el precio medio de un Big Mac en EEUU era de 5,28 dólares y en la media de los países miembros de la zona del euro de 4,84 dólares (3,95 euros). Por lo tanto, el índice Big Mac indica que hoy el euro está depreciado en un 8,3%.

Hace dos años, al comenzar 2016, el precio medio de un Big Mac en EEUU era 4,93 dólares y en la zona del euro 4 dólares. Lo que significaba que el euro estaba infravalorado en un 19%. Desde entonces, el tipo de cambio del euro se ha ido apreciando poco a poco, tal como habían pronosticado el índice y los economistas (reconforta ver que alguna vez acertamos en nuestras predicciones). Un ejemplo, de esta progresiva apreciación es que en julio de 2017, el euro, según The Economist, estaba infravalorado en un 16% y ahora solo lo está en un 8%. Aunque sigue acortándose la distancia hasta el punto de equilibrio, el euro sigue depreciado, y un tipo cambio depreciado mejora la competitividad. No es casualidad que ayer, el Banco Central Europeo informara que el superávit en cuenta corriente de la zona del euro aumentase en noviembre gracias al superávit en el comercio de mercancías.

Algunos pueden pensar que este índice es una frivolidad pero, además de que se han escrito libros y se han hecho varias tesis doctorales sobre él, ha sabido predecir las tendencias de los tipos de cambio mejor que muchos modelos econométricos. Así, por ejemplo, cuando el 1 de enero de 1999 se lanzó el euro, pese a que la mayor parte de los expertos pronosticaban que se apreciaría frente al dólar, el índice indicaba que el euro estaba sobrevalorado en un 10% con relación al dólar y, por tanto se depreciaría, como así fue.

Sin embargo, el 17 de este mes, la sobrevaloración del franco suizo (moneda que continúa jugando el papel de moneda refugio) es del 28%. Lo mismo les sucede a las coronas noruega y sueca (18% y 16% de apreciación respectivamente). La hamburguesa más barata de las publicadas ayer por The Economist es la de Rusia (2,29 dólares) lo que quiere decir que el rublo está depreciado en un 57%, incluso después de la fuerte entrada de divisas provocada por la recuperación en el precio del petróleo. Polonia y la República Checa tienen fuertes vínculos con la zona del euro y un fuerte crecimiento del PIB. Sin embargo, el zloty polaco está infravalorado en un 44% frente al dólar, y la corona checa en un 28%.

Estos datos muestran que en los mercados emergentes, donde la renta per cápita es más baja que en los países avanzados, los costes en dólares, como pueden ser los de los alquileres o los de los salarios, también son más bajos. De ahí que muchas monedas de mercados emergentes estén depreciadas. En general, los indicadores de divisas basados en la PPA funcionan mejor cuando se comparan países con niveles de renta por habitantes similares.

Perspectivas para España

Para 2018 las perspectivas de las exportaciones españolas seguirán siendo muy favorables debido al esfuerzo que hacen los empresarios en reducir costes y precios y también por la depreciación del euro. El 17 de enero un Big Mac en España costaba 3,95 euros, el mismo precio que la media de la zona del euro. Lo que podría significar que nuestra economía tiene el mismo nivel de costes medios que la eurozona: somos tan competitivos como ellos y como ellos tenemos también una inflación muy baja. Esta estabilidad de los precios tiene efectos muy positivos, ya que al mantener el poder adquisitivo del dinero permite una mayor moderación salarial. De ahí que para 2018, las perspectivas de las exportaciones tanto de la zona del euro como las españolas sigan siendo muy favorables.

Este buen comportamiento de las exportaciones señala que las perspectivas para la economía española siguen siendo buenas. Una prueba de ello es que la OCDE a través de los indicadores adelantados, publicados esta semana, aprecia signos de aceleración para España. Este índice, diseñado para anticipar la tendencia de la actividad económica en un periodo de seis a nueve meses, pasó de un valor de 100,01 en el mes octubre a 100,1 en noviembre siendo el cuarto ascenso mensual consecutivo y la mejor lectura desde diciembre de 2016.

En definitiva, en 2018, el tipo de cambio del euro va a permitir un aumento de nuestras exportaciones lo que va suponer, según la OCDE, mantener también un crecimiento económico estable con el consiguiente aumento en el empleo.

Fuente: Rafael Pampillón Olmedo. “El índice Big Mac: el euro sigue depreciado”. Expansión. 20/01/2018. Página 43.

20
Ene

NO NEED TO ARGUE: Irlanda del Norte

Escrito el 20 enero 2018 por Miguel Aguirre Uzquiano en Economía Global

En muchas ocasiones identificamos al Ulster como  Irlanda del Norte pero no es tan simple: Es una de las comunidades históricas de la isla de Irlanda donde hay nueve condados. Seis, con una población cercana a los 2M de  habitantes, constituyen Irlanda del Norte y forman parte del Reino Unido.  Los otros tres con cerca de 300.000 habitantes están integrados en la República de Irlanda que declaró su independencia del Reino Unido el 06 de diciembre de 1921.

Dentro de la población norirlandesa se distinguen dos grupos religiosos: uno protestante, en un porcentaje elevado descendientes de los primeros colonos del Ulster y otro católico.  El censo sitúa a los dos con un porcentaje cercano al 40% con una pequeña diferencia a favor de los primeros.   Esto motiva que la población se divide  entre quienes apoyan la unión con el Reino Unido y quienes abogan por la integración en Irlanda.

Tras un largo periodo (1969-2007) de presencia militar inglesa en Irlanda del Norte, se restauró la autonomía en marzo de hace 11 años.  Las fuerzas políticas de ambos bandos, el republicano Sinn Fein y el Partido Democrático Unionista, tras años de complicadas negociaciones, formaron por fin un gobierno compartido en Mayo del 2007.Economy Weblog

En esta larga década el ejecutivo de Irlanda del Norte ha estado compuesto por un Ministro Principal o Jefe de Gobierno (First  Minister) y un Viceministro Principal (Deputy First Minister)  junto con el resto de ministros. Todos ellos son elegidos por la Asamblea por un sistema de poder compartido por el que usando el método d’Hondt se reparten las carteras proporcionalmente al resultado electoral de los diferentes partidos. Esto hace que en la práctica los dos cargos principales sean alternativamente ocupados uno por un político unionista y el otro por un republicano irlandés.

El crecimiento económico europeo en el 2018 va a depender de acuerdos políticos importantes  que den estabilidad al Continente y que la Gran Coalición no sea una política exclusivamente germánica.

Esta semana murió la cantante Dolores O´Riordan, del grupo The Cranberries que nació en Limerick , Irlanda . El título de este artículo es el de su segundo  disco.

El del primero fue Everybody Else Is Doing It, So Why Can’t We?.

18
Ene

Los datos que se van publicando sobre las perspectivas de la economía mundial son cada vez más positivos. Para este año, el crecimiento estimado por el consenso de los analistas se sitúa en el 3,8%; superior, por tanto, al de 2017, que fue del 3,6%. La razón de este rápido avance es la mayor solidez y convergencia de las diferentes economías del mundo. Eso significa que, en 2018, por segundo año consecutivo, se va a producir una expansión económica sincronizada de casi todos los países, cosa que no sucedía desde hace más de una década ¿Cuáles son las causas de este elevado crecimiento de la economía global?

Los países emergentes acelerarán su ritmo de crecimiento.

Esto ocurrirá gracias a que en estas economías se va a generar mayor producción industrial, un aumento de sus exportaciones y de las inversiones en infraestructuras, un crecimiento de su población y una mejora en la calidad de sus instituciones (buen gobierno). Así, la OCDE prevé que India pasará de crecer el 6,7% en 2017 al 7% en 2018. China lo hará, aproximadamente, en la misma medida que el año pasado: se pronostica un 6,7% frente al 6,8% de 2017. Por su parte, Brasil parece que sale de la crisis: crecerá el 2,7% frente al 1% del año pasado, según informó su Banco Central, en tanto que Rusia mantendrá el mismo crecimiento: el 2%. La OCDE prevé también mayores tasas de expansión en otros países emergentes como Turquía, México, Argentina o Colombia, y también crecerán más los situados en el Sudeste Asiático y el África Subsahariana.

Optimismo en la economía europea

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Asimismo, Europa, a pesar del Brexit, mantiene su economía en la fase expansiva del ciclo, con un ritmo de crecimiento en términos anualizados del 3%, el mejor en mucho tiempo; a la vez que las tasas de paro se reducen rápidamente. Así, en 2017, ésta cayó en la zona del Euro (UEM) del 9,8% al 8,7% de la población activa. Y en 2018, el desempleo seguirá disminuyendo hasta cerrar el año en el 7%. Un crecimiento que vendrá de la mano de la elevada actividad industrial que sorprendió, al crecer en noviembre de 2017 al 3,2% en tasa anual, gracias al notable dinamismo que registraron los bienes de capital (+6,2%).

Este comportamiento expansivo de la industria se encuentra en línea con los elevados niveles de los indicadores de la confianza de los empresarios, que, en la mayoría de los casos, rondan máximos históricos. Así, el Índice de Sentimiento Económico de la UEM, elaborado por la Comisión Europea, ha vuelto a crecer, pasando de los 114,6 puntos del mes de noviembre a los 116 de diciembre, impulsado por el sector manufacturero, que registró su máximo histórico.

También el Indicador de Clima de Negocio para la UEM alcanzó en diciembre los 1,66 puntos, una mejoría de 0,17 respecto al valor de un año atrás. Se trató del mejor dato desde 1985. Los gerentes de empresas de la región destacaron la mejora del volumen de pedidos y de la producción.

En definitiva, Europa está viviendo la mejor coyuntura económica desde hace muchos años lo que refuerza las tendencias positivas que se prevén para 2018.

EEUU se fortalece.

También Estados Unidos (EEUU) marcha bien. La Reserva Federal acaba de elevar las previsiones de crecimiento económico al 2,5, tanto para 2017 como para 2018. Como consecuencia, la tasa de paro se mantuvo en diciembre del año pasado en el 4,1%; la más baja en 17 años. Un crecimiento económico y del empleo que se verá reforzado este año por la reactivación fiscal promovida por el presidente Donald Trump, que incluye una rebaja de 14 puntos en el Impuesto de Sociedades.

Sin embargo, los estímulos fiscales de Trump y esta buena marcha de la economía y del empleo podrían quedar parcialmente neutralizados por el encarecimiento del crédito a las empresas y familias, como consecuencia de una política monetaria más restrictiva, que seguirá aplicando la Reserva Federal. La entidad ha señalado que, en 2018, tanto el crecimiento de la actividad como el mercado laboral continuarán fortaleciéndose, lo que anticipa tres subidas de los tipos de interés durante este año. Una situación que podría generar un proceso de desaceleración económica, favorecido también por la enorme madurez del actual ciclo expansivo de la economía americana, que ya dura 8 años (frente a la media histórica, que es de menos de 6).

La industria española va bien

La industria española, siguiendo la misma senda de crecimiento que EEUU (+3,4% anual) y la UEM (+3,2%), va a vivir un 2018 muy positivo. El Índice de Producción Industrial, publicado el jueves pasado por el INE, muestra que este sector está creciendo a ritmos anuales del 4,2%; por encima, por tanto, de EEUU y la UEM, y también del conjunto de la economía española. Este buen comportamiento de la industria se apoya, sobre todo, en la mayor producción de bienes de equipo (+6,1%). Un importante incremento que se mantendrá durante 2018 y que permitirá satisfacer la demanda externa y la interna, consolidando el cambio de modelo productivo que se está verificando en nuestra economía. Lo que demuestra que el país sigue invirtiendo en tecnología, a la vez que procura mejorar, no sólo su productividad, sino la calidad de sus productos.

Además, el significativo crecimiento de la fabricación, la importación y la exportación de bienes de equipo muestra que España se está integrado cada vez más en la cadena de producción mundial, es decir, un mismo bien es importado, reelaborado y exportado de nuevo. Lo que también favorece la renovación de las fábricas. El concepto de gran factoría que da trabajo a miles de personas se va poco a poco extinguiendo. Aparecen en cambio, y cada vez más, nuevas empresas digitales, de estructuras ligeras, que acabarán batiendo a las plantas antiguas, o, al menos, les enseñarán el camino para que se vuelvan más competitivas. Un proceso que implica la renovación integral de las instalaciones productivas para adaptarlas a la automatización.

Esta transición del sector industrial dependerá de la capacidad que tengan nuestras empresas manufactureras de adoptar las nuevas tecnologías, de acometer cambios profundos en la cadena de abastecimiento, producción, distribución y consumo. Un fenómeno que se está verificando en la industria y en cualquier otro sector a nivel mundial, y ante el que España no se puede quedar atrás.

Más crecimiento y empleo

Este aumento de la producción industrial, junto con el buen comportamiento de las exportaciones de bienes y servicios (incluido el turismo), está permitiendo revisar al alza las previsiones. Así, la economía española seguirá en 2018 en su fase expansiva, a pesar de que el crecimiento económico y la creación de empleo van a ser menos intensos que en 2017 y 2016. Sin embargo, el Gobierno y los Servicios de Estudios siguen elevando sus estimaciones de aumento del PIB para 2018, desde el 2,3% hasta el 2,8%; por encima, por tanto, del que tendrá la media de los países de la UEM (+2,3%).

Esta constante mejora de la actividad económica tendrá también efectos muy positivos en el mercado laboral. Habrá que esperar al día 25 de este mes para conocer la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre del año pasado pero es probable que la tasa de paro de final de año esté cerca del 16%, para situarse en el 14% a finales de este año 2018.

También resultará determinante para que se mantenga esta buena tendencia en 2018 el hecho de que los problemas relacionados con la situación política en Cataluña sean cada vez menos frecuentes y que la situación de las empresas en ese territorio tienda a estabilizarse.

El peligro del proteccionismo

En resumen, todos los indicadores macroeconómicos sugieren que en 2018 la economía mundial tendrá un crecimiento más amplio y sincronizado. También aumentarán los salarios, los niveles de inflación y el empleo. El mayor riesgo para la expansión global no serán ni los repuntes en los tipos de interés ni los de los precios del petróleo, sino el alza del proteccionismo comercial. Poner trabas a los intercambios mercantiles haría caer algunas décimas el crecimiento del PIB a nivel global, ya que reduciría la asignación eficiente de recursos en la cadena de valor de la producción mundial.

Mientras tanto, en España, para impulsar más el crecimiento y el empleo, hay que seguir insistiendo en la necesidad de un sistema educativo que premie la excelencia y que mejore la productividad de los trabajadores, en dotar a nuestras empresas de más innovación, aumentando, por ejemplo, la inversión en I+D, en favorecer la inversión directa extranjera, en reducir la deuda pública y en continuar con el programa de reformas. Si, como consecuencia de todo esto, la productividad sorprendiese al alza, se crecería incluso más de lo previsto, se generaría más empleo y mayores subidas salariales.

Fuente: Rafael Pampillón. “Un crecimiento mundial más sólido”. Expansión. 18 de Enero de 20118.

18
Ene
Hoy jueves, 17 de enero de 2018 el diario Expansión publica la . Se trata de un especial sobre los desafíos para este 2018, que incluye la opinión de reconocidos expertos, como Rafael Pampillón o Aurelio García del Barrio.

En él, si incluyen las claves y análisis sobre el devenir del desafío soberanista en Cataluña, la nueva financiación de las comunidades autónomas o la posible reforma de la Constitución.

Además, se abordan las principales cuestiones económicas, como el reto de seguir creciendo al 3%, el objetivo de alcanzar los 20 millones de empleos o la sostenibilidad de las pensiones,

Sin olvidar la necesaria transformación digital de las empresas.

13
Ene

El INE publicó ayer el comportamiento del Índice de Precios de Consumo (IPC) del año 2017, para España. En el conjunto del año natural, el IPC varió poco (+1,1%) y así los precios se mantienen en una senda de suave crecimiento iniciada hace un año y medio. Efectivamente, después de dos años de caída de precios (julio 2014-agosto 2016) se ha venido produciendo, a partir de mediados de 2016, una subida lenta de los precios de consumo. En cambio, la inflación subyacente, que es la que mide la variación de los precios de los bienes y servicios más estables (alimentos elaborados, bienes industriales no energéticos y servicios) se ha mantenido prácticamente estancada. Así, mientras en 2014 la inflación subyacente fue del 0,0%, en 2015 alcanzó el 0,9%, en 2016 el 1%, volviendo a bajar en 2017 al 0,8%.

¿Cómo se han comportado los diferentes componentes del IPC en 2017?

La subida de precios en 2017 fue un tira y afloja entre los precios de los productos de fabricación nacional y los importados. Los bienes importados, excepto el petróleo, han bajado sus precios. Es consecuencia de la apreciación del euro frente al dólar y otras divisas de muchos países emergentes a los que pudimos comprar a precios más bajos. Sin embargo, la subida del precio del petróleo no fue suficientemente compensada por la apreciación del euro. Por eso, en 2017, los precios de la calefacción, alumbrado y gasolina subieron un 2%.

También los alimentos, bebidas y tabaco volvieron a tener un componente inflacionista (+1,7%). Especialmente, en 2017, subieron los precios de la carne de ovino (+3,4%), el pescado (+3,2%), los huevos (+5,2), el aceite (+8,7%) y la fruta (+4,1%), se redujeron, en cambio, los precios de las patatas (-7,1%). También bajaron los precios de los bienes de consumo duradero para el hogar como los electrodomésticos (-2%).

La comparación con Europa

Si en vez de analizar el IPC se observa la variación del Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA), que es el indicador que se utiliza para comparar la inflación de los diferentes países de la Unión Económica y Monetaria (UEM), entonces los precios españoles en 2017 subieron un 1,2%. En cambio en el conjunto de la UEM, en 2017, la inflación fue del +1,4%. El dato de España es bueno porque el diferencial de inflación con la media de la UEM (nuestro principal competidor), fue negativo (-0,2%), lo que favorece las exportaciones de nuestras empresas a la zona del euro.

Políticas monetarias, precio de petróleo subiendo y el euro apreciándoseEconomy Weblog

La distancia entre los resultados de la inflación interanual de la UEM (+1,4%) y el objetivo del Banco Central Europeo (BCE), que es un crecimiento de precios cercano al 2%, es lo que está provocando que el BCE siga perseverando en una política monetaria muy expansiva. Estas medidas de relajación monetaria deberían tender a depreciar el euro, lo que aumentaría las exportaciones de la zona del euro al resto del Mundo. Como, además, parece muy probable que, en 2018, la Reserva Federal siga subiendo los tipos de interés, se podría esperar un fortalecimiento del dólar y una mayor depreciación del euro. Quizá una de las consecuencias más relevantes que debería tener la política monetaria expansiva del BCE fuese precisamente la de favorecer al sector exportador, que es especialmente importante para mantener la expansión económica de los países de la UEM.

Sin embargo, esto no está siendo así. En 2017, a pesar de las subidas de tipos adoptadas por la Reserva Federal y de la continuidad de los estímulos monetarios del BCE, el euro tuvo su mayor apreciación frente al dólar desde el año 2003, con una revalorización anual del 14%. Apreciación que es fruto del buen comportamiento de la economía europea, la mejora institucional que ha supuesto la derrota de los populismos y las perspectivas de realizar reformas que den pasos hacia los Estados Unidos de Europa y que a partir de ahora serán más fáciles de implementar gracias al acuerdo firmado para formar gobierno en Alemania.

Pero también hay que señalar que mientras el precio del barril sube, (ha pasado de 46 dólares en junio del año pasado a 69 ayer viernes) el dólar se deprecia. Los precios del crudo cada día que pasa alcanzan una cota más alta, mientras que el dólar sigue también una trayectoria bajista. No se trata de una mera coincidencia. Los productores de crudo están tratando de contrarrestar la pérdida de poder adquisitivo derivada de la mayor debilidad del dólar con niveles de precios más elevados. Estamos ante un círculo vicioso en el que el crudo se dispara y el dólar se deprecia y viceversa. Como consecuencia las exportaciones de EEUU, con un dólar débil, se están viendo más favorecidas que las de otros países que tienen monedas que se están fortaleciendo.

Perspectivas en 2018

Hay que insistir en que un euro apreciado, como el actual, aunque abarata los costes de las materias primas importadas para producir bienes y servicios, sin embargo, repercute negativamente en la competitividad de nuestras exportaciones y consecuentemente en el saldo exterior. De ahí que para 2018, las perspectivas de las exportaciones de la UEM pudieran ser menos favorables.

Así las cosas, también es preciso considerar que la estabilidad de los precios que tenemos en España tiene también efectos positivos ya que al mantener el poder adquisitivo del dinero permite una mayor moderación salarial y también una situación más halagüeña para los pensionistas.

La inflación española, que ha estado en un envidiable reposo durante los últimos años, puede seguir aletargada en 2018. Intentar prever el comportamiento futuro de los precios de consumo en España no resulta nada fácil. Hay demasiadas incertidumbres y de diferentes tipos, no sabemos, por ejemplo, cómo evolucionará el precio del petróleo ni el tipo de cambio del euro con respecto al dólar. Los analistas predicen una lenta y ligera subida de precios en España para 2018 pero sin llegar a alcanzar el 2% a final de año. Esta baja inflación permitirá mantener la competitividad y que la economía española siga avanzando. Desde una perspectiva más amplia, es preciso señalar que la economía española está cada vez más saneada (sistema financiero solvente) y equilibrada (estabilidad de precios, menor déficit público y superávit exterior). Un punto de partida que, de continuar con las reformas económicas, podrá situar a España en la vanguardia de los países industrializados.

Rafael Pampillón Olmedo. “La estabilidad de los precios”. Expansión 13 de enero de 2018, página 43.

Los analistas prevén una lenta y ligera subida de precios en España para 2018, que permitirá mantener la competitividad de la economía.

 

11
Ene

The Year of the Cat: 2018

Escrito el 11 enero 2018 por Miguel Aguirre Uzquiano en Economía Global

En 1992, 2000 y 2008 se produjeron crisis económicas globales.  Como los ciclos económicos existen- han sido estudiados y profusamente explicados-  hace dos años teníamos la incertidumbre si en el 2016 entraríamos en una nueva recesión.  La cuestión es que hemos dejado atrás 2017 con un crecimiento estimado según el FMI del 3,6%, empujado por el avance de las economías asiáticas emergentes, la zona euro,  Japón,  Europa del Este y Rusia  que se han comportado mejor de lo esperado y tenemos delante nuestro 12 meses en los que las cifras de crecimiento se cifran ya en el 4%, lo que podrían dar el mejor ejercicio global desde el 2011.

¿Quién o qué es responsable de la duración de un ciclo expansivo superior al vivido en las últimas décadas?  Estas Navidades todavía no he conseguido una bola de cristal pero lo que sí es posible es recoger una serie de indicadores en los que empieza a haber mucho consenso entre economistas, entidades e instituciones de prestigio: De forma general se puede señalar que un amplio número de gobiernos mantendrán políticas económicas con condiciones financiera blandas y accesibles para los prestatarios junto con políticas fiscales expansivas.  La situación actual de Arabia Saudí con una posición política más dura del nuevo príncipe heredero de 32 años, hacia Irán, mantendrá la volatilidad en el mercado del crudo, pero la falta de acuerdo de los productores mantendrá el precio del barril en torno a los USD60.Economy Weblog

Entre los grandes titulares podremos encontrar cómo en Estados Unidos,  los republicanos mantendrán la mayoría del Congreso en las elecciones de noviembre  aunque la popularidad del Presidente Trump se mantenga por debajo del 40% mientras los tipos de interés de la FED superarán el 2% por primera vez desde el 2008; la delicada situación del gobierno de Theresa May en el Reino Unido y el ascenso de los laboristas en la elecciones municipales de Mayo; la buena marcha económica  de la Unión Europea, con datos de crecimiento superiores al 2%,  mientras se mantienen tensiones internas como los  independentistas en Cataluña o euro escépticos en Italia con el Movimiento de las cinco estrellas.  Por el lado de los emergentes será el año de India, que verá como las políticas de desmonetización de noviembre del 2016 finalmente dan sus frutos impulsando la economía del país cerca del 7,5%, con un 1% superior al crecimiento esperado en China

La famosa canción Year of the Cat de Al Stewart  es una historia de amor que sucede en el año del gato de la astrología vietnamita (no en la china en la que este animal no está representado), un periodo relajado y tranquilo que se da cada doce primaveras.  2018 será el año del perro, en los horóscopos asiáticos, comenzando el próximo 16 de febrero.  Las personas que nazcan bajo ese signo serán principalmente fiables y se les da otro tipo de características asimiladas al llamado mejor amigo del hombre,  como el altruismo y el cumplimiento del deber.  Espero que dentro de 12 meses las predicciones de consenso se hayan cumplido y mantenido fiables. Tuvimos una crisis de 7-8 años pero lo que comenzó en el 2016 es un ciclo de expansión que todavía durará.

Feliz 2018

6
Ene

Esta semana hemos conocido una batería de indicadores que confirman que Estados Unidos (la mayor economía del mundo), la Eurozona (nuestro principal mercado) y España tuvieron un comportamiento económico excelente en el tramo final del año pasado. Eso significa que podrían estar aumentando, con respecto a las previsiones, los crecimientos del PIB para estas tres áreas, en este primer trimestre de 2018.

Estados Unidos se fortalece

La economía estadounidense se está fortaleciendo; esta semana hemos conocido que su sector industrial está creciendo a un ritmo anual del 3,4%. Efectivamente, el indicador ISM manufacturero (elaborado por el Institute for Supply Management) volvió a mejorar en el mes de diciembre: subió desde el 58,2% de noviembre hasta el 59,7% en diciembre (cuando el índice se mantiene por encima de 50 significa crecimiento del sector manufacturero, por debajo, contracción). Este aumento se debe a la mayor producción de bienes de capital: maquinaria, productos electrónicos y ordenadores; pero también a la inversión en el sector de los hidrocarburos, tanto de extracción como de refino, como consecuencia de la subida del precio del barril de petróleo y de la recuperación de los destrozos provocados por el huracán Harvey en el área de Houston.

A este crecimiento de la industria se pueden añadir otros dos factores determinantes en el citado fortalecimiento de la tendencia económica de EEUU: a) la ambiciosa reducción de impuestos de Donald Trump, que dará un fuerte impulso a la inversión privada y al consumo durante este año, y b) el aumento de las exportaciones americanas por la mejora de competitividad debida a la fuerte corrección del dólar frente al euro: de 1,06 dólares/euro en enero de 2017, a 1,21 ayer, viernes; es decir, una depreciación del 14%. No es casualidad que la bolsa americana esté en máximos históricos y que el índice Dow Jones, cruzara esta semana por primera vez en sus 121 años de existencia la barrera de los 25.000 puntos.

Economy Weblog

Europa, en máximos

También la economía europea, a pesar del Brexit, sigue en la fase expansiva del ciclo: los ritmos de crecimiento están por encima del potencial y las tasas de paro se están reduciendo rápidamente. El Índice de Confianza de los Consumidores de la zona del euro (UEM), elaborado por la Comisión Europea y publicado esta semana, subió en diciembre por quinto mes consecutivo, situándose medio punto por encima del de noviembre y en su nivel más alto desde enero de 2011.

La Comisión Europea publicará este lunes el indicador de Sentimiento Económico de diciembre y se espera que siga en su tendencia ascendente, lo que confirmaría la confianza de los agentes en la economía europea: la apreciación del euro es una clara señal de esa fortaleza.

Por su parte, la consultora Markit publicó esta semana el índice PMI (por sus siglas Purchasing Managers Index) de la UEM, un buen indicador de la actividad económica. En diciembre, el índice compuesto subió hasta el 58,1 desde el 57,5 de noviembre: es su mayor nivel desde febrero del 2011. El indicador del sector industrial pasó de 60,1 puntos del mes de noviembre hasta los 60,6 de diciembre: el nivel más alto para las manufacturas desde que comenzó la historia de este índice en 1997. Por su parte, el dato correspondiente al sector servicios de la UEM mejoró también en diciembre hasta los 56,6 puntos desde los 56,2 de noviembre. Los tres índices se situaron bastante por encima de la línea de los 50 que separa el crecimiento de la contracción.

En cuanto a los nuevos pedidos de las fábricas de la UEM, durante el mes de diciembre registraron los aumentos más pronunciados desde abril de 2000, mientras en el caso de las empresas de servicios, los pedidos tuvieron el aumento más fuerte en más de una década.

Son resultados excepcionalmente buenos de la economía de la zona euro que marcan tendencia y que aumentan la probabilidad de que el crecimiento del PIB para 2018 pueda superar la previsión del 2,3%.

La industria española también se acelera

Si bien la industria europea ha comenzado el nuevo año con la mayor fortaleza que se recuerda, en España también parece que las cosas van mejor de lo que se preveía. El PMI de la Industria alcanzó 55,8 puntos que es su valor máximo desde el año 2006. El sector industrial español crece cada vez más rápido. Especialmente significativo es el aumento de los nuevos pedidos (+7%) que no se aceleraban tanto desde antes del comienzo de la crisis económica. Así, la mejora de la producción manufacturera ha permitido que, a lo largo del año pasado, las empresas industriales aumentaran su nivel de empleo: 65.000 afiliados más a las Seguridad Social frente al aumento de 51.624 del año 2016.

También el PMI del sector servicios creció en España ligeramente más rápido en diciembre de 2017 que en el mes anterior. A ello ha contribuido el aumento de la creación de nuevas empresas y la disminución de la incertidumbre sobre la situación en Cataluña.

Como consecuencia, las previsiones de crecimiento de la economía española también se están revisando al alza. En 2018 seguirá en su fase expansiva a pesar de que el crecimiento económico y la creación de empleo van a ser menos intensos que en 2017 y 2016. Sin embargo, el Gobierno y los Servicios de Estudios siguen elevando sus estimaciones de crecimiento del PIB para 2018, desde el 2,3% hasta el 2,7%, por encima, por tanto, del que tendrá la media de los países de la UEM (+2,3%).

La constante mejora de la actividad económica española está teniendo efectos muy positivos en el mercado laboral. El Ministerio de Empleo y Seguridad Social informó que en el mes de diciembre de 2017 el paro registrado descendió en 61.500 personas. En cuanto a la afiliación, también en diciembre, se produjo un incremento de 42.444 personas con respecto a noviembre.

Crece la confianza de los consumidores

Estos buenos datos de crecimiento económico y de empleo de diciembre explican en parte la mejora del Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) que elabora el CIS y que mensualmente recoge la percepción de los consumidores españoles, tanto de la situación actual de la economía, como de su evolución futura. El jueves conocimos que en el mes de diciembre este indicador alcanzó los 102,5 puntos. Son 2 puntos más que en noviembre y es el mejor dato desde el pasado mes de septiembre. El ICC sigue una escala de 0 a 200 en la que valores por encima de 100 indican una percepción positiva de los consumidores y por debajo, negativa.

Los datos publicados esta semana sobre la excelente trayectoria de las economías de EEUU y Europa, permiten ver con optimismo el crecimiento futuro para España. Si a nuestros clientes les va bien les podremos vender una mayor cantidad y calidad de bienes y servicios. Los datos publicados esta semana para España también son más favorables de lo que se esperaba y señalan una clara mejoría en diciembre, después de que el crecimiento económico registrase una ralentización en octubre y noviembre. También resultará determinante para que se mantenga esta buena tendencia que en 2018 los problemas relacionados con la situación política en Cataluña sean cada vez menos frecuentes y que la situación de las empresas en ese territorio tienda a estabilizarse.

Rafael Pampillón Olmedo. “El año
empieza bien”. Expansión 6 de enero de 2018.

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La economía europea,
a pesar del Brexit, sigue en fase expansiva, con un crecimiento fortalecido
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