La Comunidad de Madrid se plantea dar libertad total de horarios comerciales, entre los argumentos a favor, se esgrime que es una medida que reactivará el consumo, creará empleo e incrementará la competitividad del sector. Pero existen además dos argumentos menos mencionados que considero esenciales en esta decisión, que son la conciliación y el turismo. Los horarios actuales, aun con las tímidas flexibilizaciones de las últimas décadas, no están adaptados a la realidad española en la que hombres y mujeres profesionales tienen serias dificultades para conciliar la vida personal con la profesional y con el ocio (recordemos que para muchos y muchas comprar es una de las mejores diversiones).
Por otro lado, el turismo: España y Madrid aspiran a incrementar, no sólo el número de turistas, sino también la calidad de los mismos, atrayendo a aquellos que consumen más. En contra están los que dicen que se arruinará el pequeño comercio y que es una medida anti-conciliación. Nueva York, meca del consumo, muestra que no es cierto el argumento que la libertad de horarios acabará con el pequeño comercio. En esta ciudad conviven grandes y pequeñas tiendas abiertas a todas horas.
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