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Jun

LA I+D COMO ASIGNATURA PENDIENTE

Escrito el 22 junio 2010 por en Economía española

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    [post_content] => El INE publicó hoy la estadística del año 2009 sobre actividades en I+D donde se muestra que, por un lado, el gasto español en I+D registró un descenso del 2,4%, con respecto a 2008 y por otro que mientras el gasto empresarial en I+D experimentó una disminución del 8,8% el gasto público en I+D creció un 5,4%. Lo que confirma que los incentivos fiscales del Gobierno a la I+D no han servido para que en España el sector privado gaste más en I+D.

Incentivos fiscales por cada dólar de I+D (2001, 2004, 2006 y 2008)
  2001 2004 2006 2008
España 0,44 0,44 0,44 0,35
Italia 0,21 0,21 0,2 0,12
Francia 0,06 0,13 0,19 0,42
Alemania -0,02 -0,02 -0,03 -0,02
Reino Unido 0,1 0,1 0,1 0,14
Estados Unidos 0,07 0,07 0,07 0,07
Fuente: OCDE, Main Technology Indicators, 2010.  Las cifras más recientes de la OCDE apuntan a que nuestro país invierte mucho menos que el resto de las principales economías de la Unión Europea y Estados Unidos en investigación y desarrollo. Aunque las diferencias de población son considerables (los franceses y los británicos son cerca de un 50% más que los españoles), éstas no explican que Francia o Reino Unido inviertan más del doble que España. Inversión en I+D de los principales países de la UE y EEUU (2008)
  En millones de dólares PPA % Inversión privada % Inversión pública
España 19.547 45,5 43,7
Italia 21.859 42,0 44,3
Francia 42.757 50,5 39,4
Alemania 71.789 67,9 27,7
Reino Unido 41.448 47,2 29,5
Estados Unidos 398.086 67,3 27,0
Fuente: Elaboración propia a partir de la base de datos de la OCDE.  La proporción que representa la inversión privada en I+D sobre el total también pone de relevancia el retraso del tejido productivo de nuestro país. Las empresas alemanas, francesas, británicas y estadounidenses son las verdaderas protagonistas del gasto en I+D. Sin embargo, las españolas y las italianas comparten esa responsabilidad casi a partes iguales con el Estado. Tal vez por eso, los incentivos fiscales a la innovación han sido mayores en España que en muchas de las grandes economías desarrolladas desde 2001 y en términos relativos. Sin embargo, con datos de 2009, publicados hoy, parece que la tendencia en España es que aumenta el gasto público y disminuye el gasto privado.  Gasto en I+D como % del PIB
  España (A) UE-27 (B) A/B (%)
1995 0,79 1,66 47,6
2004 1,06 1,73 61,3
2005 1,12 1,74 64,4
2006 1,2 1,76 68,2
2007 1,27 1,76 72,2
2008 1,35 - -
 Fuente: OCDE, Main Technology Indicators, 2010. [post_title] => LA I+D COMO ASIGNATURA PENDIENTE [post_excerpt] => [post_status] => publish [comment_status] => open [ping_status] => open [post_password] => [post_name] => la-id-como-asignatura-pendiente [to_ping] => [pinged] => [post_modified] => 2010-06-22 19:20:00 [post_modified_gmt] => 2010-06-22 17:20:00 [post_content_filtered] => [post_parent] => 0 [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=7195 [menu_order] => 0 [post_type] => post [post_mime_type] => [comment_count] => 2 [filter] => raw )

El INE publicó hoy la estadística del año 2009 sobre actividades en I+D donde se muestra que, por un lado, el gasto español en I+D registró un descenso del 2,4%, con respecto a 2008 y por otro que mientras el gasto empresarial en I+D experimentó una disminución del 8,8% el gasto público en I+D creció un 5,4%. Lo que confirma que los incentivos fiscales del Gobierno a la I+D no han servido para que en España el sector privado gaste más en I+D. Seguir leyendo…

9
May
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    [post_content] => Es sabido que el desarrollo tecnológico depende, en buena medida, de las inversiones en I+D. A través de incentivos al gasto en I+D y a otras políticas tecnológicas se puede influir directamente en el desarrollo tecnológico y la competitividad de un país. Por lo tanto, la política económica y la capacidad para innovar se encuentran estrechamente relacionadas. Un informe elaborado por Science-Metrix  (“30 years in Science. Secular Movements in Knowledge Creation”) demuestra que la producción científica mundial, de los últimos treinta años, es función, entre otras variables, del marco institucional y parte de ese marco es el mercado laboral. 

Flexibilidad en el mercado laboral

 Es decir, el marco institucional, antes citado, incide sobre los avances tecnológicos. Según el estudio un elemento  relevante que incentiva la innovación es la flexibilidad del mercado laboral. Gracias a ella los emprendedores tienen más facilidades a la hora de iniciar o terminar sus proyectos innovadores, los trabajadores se preocupan más de su formación continua y de adquirir nuevas destrezas porque saben que su empleo no es para toda la vida y, por último, la eficiencia de la economía nacional aumenta porque los trabajadores abandonan rápidamente los sectores en declive para incorporarse a aquellos otros con perspectivas de futuro más halagüeñas. Dicho de otra forma, los trabajadores se trasladan desde sectores o empresas de baja productividad hacia otros que poseen ventaja en los mercados internacionales. En definitiva, la flexibilidad y la innovación se retroalimentan y elevan la productividad y la competitividad de los países. 

El Cuadro 1 refleja el promedio de todos los datos comparables que existen en el Banco Mundial sobre el mercado de trabajo de las cinco principales economías europeas (Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, España) y los Estados Unidos. En el informe Doing Business, el Banco Mundial interpreta la “rigidez en el empleo” como un indicador sintético a partir del índice de la dificultad para contratar, el índice de flexibilidad en los horarios y el índice de la dificultad para despedir. Desde este punto de vista, resulta obvio que el mercado laboral estadounidense es mucho más flexible que el de sus principales rivales europeos. Desgraciadamente, España ocupa la última posición. 

   Cuadro 1: Flexibilidad laboral (promedio del período 2004-2010)
  Rigidez en el empleo (0-100) Clasificación dentro del grupo de estos seis países
Estados Unidos 0 1
Reino Unido 5,7 2
Alemania 43,7 3
Francia 52 4
Italia 40 5
España 49 6
Fuente: Elaboración propia a partir de la base de datos de Doing Business.  La rigidez en el empleo (ver cuadro 1) es un indicador sintético que el Banco Mundial construye a partir del índice de dificultad en la contratación, el índice de flexibilidad en los horarios y el índice de dificultad en el despido que publica todos los años en sus informes Doing Business. En el Cuadro 2 observamos la puntuación que recibió el capital tecnológico y el modo en el que éste y su entorno institucional favorecieron su capacidad innovadora: Los países que poseen unos mercados laborales más flexibles suelen disponer también de un entorno institucional y un capital tecnológico que potencian la innovación. No es casualidad que Estados Unidos y el Reino Unido al tener mercados laborales más flexibles (cuadro 1) sean también los más avanzados tecnológicamente (cuadro 2). A Italia y España les caracteriza la rigidez y la relativamente escasa capacidad de innovar. Los empleos franceses son más rígidos que los alemanes y, al mismo tiempo, parece que Francia es menos innovadora que Alemania.     Cuadro 2: Entorno innovador y capital tecnológico en 2009
  Puntuación (0-10) del  entorno que favorece la innovación Puntuación (0-10) del capital tecnológico Clasificación dentro del grupo de estos seis países
Reino Unido 9,06 9,10 1
Estados Unidos 9,02 9,02 2
Alemania 8,92 8,96 3
Francia 8,64 8,40 4
España 8,18 8,28 5
Italia 8,18 7,79 6
Fuente: Elaboración propia a partir de Banco Mundial, 2009.  No puede sorprendernos que en los últimos diez años, los países más flexibles e innovadores (Cuadros 1 y 2) aumentaron más su productividad (cuadro 3) que aquellos otros que aparecen como tecnológicamente menos avanzados y con mayores rigideces en su mercado laboral. Efectivamente según datos de productividad de la OCDE en el periodo 1998-2008 los países que más aumentan su productividad son los que disponen de mercados laborales más flexibles. Cuadro 3. Incremento de la productividad del trabajo (1998-2008). Media anual
Reino Unido 2,2
EEUU 2,1
Francia 1,7
Alemania 1,4
España 0,6
Italia 0,3
 Fuente: OCDE España necesita mejorar su productividad. Un camino es hacer reformas en el mercado laboral.   [post_title] => Si se hiciera la reforma laboral mejoraría la productividad, el crecimiento y el empleo. [post_excerpt] => [post_status] => publish [comment_status] => open [ping_status] => open [post_password] => [post_name] => mejora-de-la-productividad-y-reforma-laboral [to_ping] => [pinged] => [post_modified] => 2010-05-09 10:19:20 [post_modified_gmt] => 2010-05-09 08:19:20 [post_content_filtered] => [post_parent] => 0 [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=6924 [menu_order] => 0 [post_type] => post [post_mime_type] => [comment_count] => 4 [filter] => raw )

Es sabido que el desarrollo tecnológico depende, en buena medida, de las inversiones en I+D. A través de incentivos al gasto en I+D y a otras políticas tecnológicas se puede influir directamente en el desarrollo tecnológico y la competitividad de un país. Por lo tanto, la política económica y la capacidad para innovar se encuentran estrechamente relacionadas. Un informe elaborado por Science-Metrix  (“30 years in Science. Secular Movements in Knowledge Creation”) demuestra que la producción científica mundial, de los últimos treinta años, es función, entre otras variables, del marco institucional y parte de ese marco es el mercado laboral.  Seguir leyendo…

11
Dic

¿Cómo puede América Latina ser rica?

Escrito el 11 diciembre 2009 por en América Latina

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    [post_content] => Como complemento al post "¿Por qué América Latina es pobre?" me gustaría enfatizar que es pobre, como dice Oscar Arias en ese post, por la ausencia de universalidad en la educación, así como la incapacidad de transformar su estructura productiva hacia un sistema de mayor diversificación y complejidad. Un grupo de economistas iberoamericanos (Guillermo de la Dehesa, José Juan Ruiz, José Luis Machinea, Alicia Bárcena, Javier Santiso, etc.) reunidos en Barcelona el 13 y 14 de noviembre, señalaron que la productividad de las economías latinoamericanas puede aumentar en los próximos años si sus gobiernos apuestan decididamente por una educación pública de calidad. Aumentar los años de escolarización y avanzar en la calidad de la educación permitirán mejorar el stock de capital humano y, de este modo, fortalecer las capacidades con las que cuenta la región. 

La mejora tecnológica

Unido a la mejora educativa se necesita, además, aumentar los niveles tecnológicos para aumentar la productividad y modernizar el parque empresarial. En este sentido, la innovación es, junto a la educación, la llave maestra para el futuro de América Latina. Las políticas de fomento de la investigación y el desarrollo tienen que ser valoradas como una de las respuestas más efectivas para sentar las bases de una economía dinámica y diversificada. Para conseguirlo es cada vez más imprescindible establecer una gran alianza de los poderes públicos, los sectores privados y la ciudadanía en torno a esta prioridad.  

Las empresas deben ser las protagonistas de la innovación en América Latina. Los empresarios deben modernizar sus industrias aumentando el gasto en investigación y desarrollo para conseguir que la región se convierta en uno de los polos  innovadores del mundo. 

Por su parte, las administraciones públicas deben apoyar esta apuesta empresarial por la innovación a través de políticas públicas que dispongan de los recursos suficientes y que tengan continuidad en el tiempo. Es muy importante situar la innovación como prioridad de Estado. 

En resumen, la innovación y la educación son los principales motores para que una sociedad como la latinoamericana dé el salto a la prosperidad social y al desarrollo económico.
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Como complemento al post «¿Por qué América Latina es pobre?» me gustaría enfatizar que es pobre, como dice Oscar Arias en ese post, por la ausencia de universalidad en la educación, así como la incapacidad de transformar su estructura productiva hacia un sistema de mayor diversificación y complejidad. Un grupo de economistas iberoamericanos (Guillermo de la Dehesa, José Juan Ruiz, José Luis Machinea, Alicia Bárcena, Javier Santiso, etc.) reunidos en Barcelona el 13 y 14 de noviembre, señalaron que la productividad de las economías latinoamericanas puede aumentar en los próximos años si sus gobiernos apuestan decididamente por una educación pública de calidad. Aumentar los años de escolarización y avanzar en la calidad de la educación permitirán mejorar el stock de capital humano y, de este modo, fortalecer las capacidades con las que cuenta la región. Seguir leyendo…

3
Jul

Productividad, Investigación y Déficit Exterior

Escrito el 3 julio 2009 por Miguel Aguirre Uzquiano en Economía española

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    [post_content] => Hace un par de días se ha publicado el monto y causas del déficit exterior español. Una cuestión obvia y muy relevante es que las empresas extranjeras invierten cada vez menos por un incremento en costes de los gastos locales y las empresas nacionales cada vez compran más fuera por el diferencial de productividad. ¿Qué factor puede ser determinante para explicar la situación a alemana o británica (de cuenta corriente) frente a la española?.En mi opinión tenemos que ver el porcentaje de recursos que cada país destina a Investigación y Desarrollo y cómo esto influye en la producción y venta de las empresas. España ha crecido sólo un 0,7% en productividad cuando hace 15 años crecía un 1,7%, siendo la media europea en este periodo de un 1,4%. Un instrumento ligado a la productividad son las tecnologías de Información y Comunicación (TIC). En Estados Unidos , por ejemplo, el 40% de crecimiento del PIB se debe a las TIC .

La inversión española en I+D+i se increment en un 1,7%, media anual, siendo la media europea del 2% y en Estados Unidos del 3%. Se tardan años desde la inversión en investigación hasta su cristalización en aumentos de productividad, pero si queremos competir con paises con mano de obra más barata e igual o más cualificada, va siendo muy urgente el tomar medidas ya . No se puede crecer sine die basándote en que te presten otros. Una cuestión que nuestros dirigentes en ocasiones parecen olvidar es que el saldo de la balanza de pagos es cero, así que los déficit de cuenta corriente se deberán financiar con entradas de capital o financiacion exterior.. y no parece que los mercados de capitales estén hoy en día para muchas alegrías

 

 
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Hace un par de días se ha publicado el monto y causas del déficit exterior español. Una cuestión obvia y muy relevante es que las empresas extranjeras invierten cada vez menos por un incremento en costes de los gastos locales y las empresas nacionales cada vez compran más fuera por el diferencial de productividad. ¿Qué factor puede ser determinante para explicar la situación a alemana o británica (de cuenta corriente) frente a la española?. Seguir leyendo…

14
Mar

¿Se deben proteger las invenciones?

Escrito el 14 marzo 2009 por en Miscelánea

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    [post_content] => Como contrapunto al post de hace unos días ("¿Es importante proteger los derechos de propiedad industrial?), existe una corriente de pensamiento económico que pone en cuestión o al menos relativiza los beneficios de patentar, frente a sus costes.  En este contexto me gustaría discutir hoy si las patentes y otros derechos de propiedad sobre las innovaciones como pueden ser los copyrights benefician o perjudican a la economía en su conjunto. Como en el post anterior ¿Es importante proteger los derechos de propiedad industrial? optaba por una postura  claramente a favor hoy he decidido ponerme en contra.

Algunos economistas y tecnólogos piensan que las invenciones y creaciones se hubieran producido igual de no haber existido el derecho a patentar. Los estudios empíricos dirigidos por Edwin Mansfield en el ámbito de las patentes son muy ilustrativos. En una de sus investigaciones, a través de una muestra representativa, concluye que, con la excepción de los medicamentos, la ausencia de la protección de las innovaciones mediante patentes hubiera afectado solamente al 25% de las innovaciones de la muestra analizada. Por otro lado el 60% de las empresas indicaron que las patentes sólo representaron el 10% de sus invenciones. Incluso, algunos sectores señalaron que las patentes no fueron necesarias para el desarrollo de ninguna de sus innovaciones. Según el historiador Thomas Ashton, la Revolución Industrial se hubiese producido igualmente en ausencia de propiedad industrial. De hecho, el verdadero comienzo de la Revolución Industrial se produjo cuando expiró la patente de Watt sobre la máquina de vapor.

 Desde el punto de vista económico, las patentes y, en general, los derechos de propiedad industrial, generan diversos tipos de costes. 1º) están los gastos en materia de registros, trámites, asesoría, tribunales, abogados, etc. Este gasto no se produciría en un escenario sin patentes ni copyrights, por lo que el dinero desembolsado por este motivo se podría destinar a otros fines más productivos. 2º) El coste que supone para el conjuno de la economía las barreras de entrada (monopolios legales) que generan las patentes. Se trata de restricciones a la competencia, lo que impide posteriores desarrollos de esa patente, a la vez que que los competidores aumentan el gasto dedicado a buscar alternativas para inventar algo parecido a la inovación patentada a la vez que muy diferenciado. Esta búsqueda en la creación de una tecnología innovadora y diferencial es un gasto (en tiempo y coste). Además, esta producción de inventos, que tienen que ser distintos del original puede obtener resultados inferiores al original con el fin de no entrar en conflicto con la patente inicial. Esto también puede afectar a la compatibilidad entre bienes complementarios porque la diferenciación puede hacerlos incompatibles. En el campo de la aviación, los hermanos Wright patentaron un mecanismo especial para las alas del avión y demandaron a todos los que intentaron aplicar innovaciones parecidas.

A pesar de todas estas críticas hacia los sistemas de protección de la propiedad intelectual e industrial, parece existir un consenso sobre su eficacia para facilitar el éxito de la innovación. La legislación sobre patentes contribuye a la innovación, pero no es la única herramienta que favorece el proceso de innovación. Existen otros instrumentos de política tecnológica que tienen un papel fundamental en el desarrollo tecnológico y, por tanto, en la creación de riqueza.

Fuente: "El monopolio de las ideas: contra la propiedad intelectual"

 

 

 

 
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Como contrapunto al post de hace unos días («¿Es importante proteger los derechos de propiedad industrial?), existe una corriente de pensamiento económico que pone en cuestión o al menos relativiza los beneficios de patentar, frente a sus costes.  En este contexto me gustaría discutir hoy si las patentes y otros derechos de propiedad sobre las innovaciones como pueden ser los copyrights benefician o perjudican a la economía en su conjunto. Como en el post anterior ¿Es importante proteger los derechos de propiedad industrial? optaba por una postura  claramente a favor hoy he decidido ponerme en contra.

Algunos economistas y tecnólogos piensan que las invenciones y creaciones se hubieran producido igual de no haber existido el derecho a patentar. Los estudios empíricos dirigidos por Edwin Mansfield en el ámbito de las patentes son muy ilustrativos. En una de sus investigaciones, a través de una muestra representativa, concluye que, con la excepción de los medicamentos, la ausencia de la protección de las innovaciones mediante patentes hubiera afectado solamente al 25% de las innovaciones de la muestra analizada. Por otro lado el 60% de las empresas indicaron que las patentes sólo representaron el 10% de sus invenciones. Incluso, algunos sectores señalaron que las patentes no fueron necesarias para el desarrollo de ninguna de sus innovaciones. Según el historiador Thomas Ashton, la Revolución Industrial se hubiese producido igualmente en ausencia de propiedad industrial. De hecho, el verdadero comienzo de la Revolución Industrial se produjo cuando expiró la patente de Watt sobre la máquina de vapor.

 Desde el punto de vista económico, las patentes y, en general, los derechos de propiedad industrial, generan diversos tipos de costes. 1º) están los gastos en materia de registros, trámites, asesoría, tribunales, abogados, etc. Este gasto no se produciría en un escenario sin patentes ni copyrights, por lo que el dinero desembolsado por este motivo se podría destinar a otros fines más productivos. 2º) El coste que supone para el conjuno de la economía las barreras de entrada (monopolios legales) que generan las patentes. Se trata de restricciones a la competencia, lo que impide posteriores desarrollos de esa patente, a la vez que que los competidores aumentan el gasto dedicado a buscar alternativas para inventar algo parecido a la inovación patentada a la vez que muy diferenciado. Esta búsqueda en la creación de una tecnología innovadora y diferencial es un gasto (en tiempo y coste). Además, esta producción de inventos, que tienen que ser distintos del original puede obtener resultados inferiores al original con el fin de no entrar en conflicto con la patente inicial. Esto también puede afectar a la compatibilidad entre bienes complementarios porque la diferenciación puede hacerlos incompatibles. En el campo de la aviación, los hermanos Wright patentaron un mecanismo especial para las alas del avión y demandaron a todos los que intentaron aplicar innovaciones parecidas.

A pesar de todas estas críticas hacia los sistemas de protección de la propiedad intelectual e industrial, parece existir un consenso sobre su eficacia para facilitar el éxito de la innovación. La legislación sobre patentes contribuye a la innovación, pero no es la única herramienta que favorece el proceso de innovación. Existen otros instrumentos de política tecnológica que tienen un papel fundamental en el desarrollo tecnológico y, por tanto, en la creación de riqueza.

Fuente: «El monopolio de las ideas: contra la propiedad intelectual»

 

 

 

 

10
Mar
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    [post_content] => Ayer se publicó el libro "La propiedad Intelectual e Industrial, garantía de la economía del conocimiento" .  ¿Qué nos dice este libro? Qué para asegurar el desarrollo tecnológico, industrial y comercial de un país resulta esencial una adecuada y efectiva protección de las invenciones. En este sentido, la Propiedad Industrial (PI) como instrumento de fomento de la innovación se dirige a proteger los inventos y las creaciones. Es decir, garantiza al inventor o a la empresa innovadora la explotación monopolística de su invento. Para que las empresas puedan desarrollar su capacidad innovadora, existe en todos los países una oficina de patentes para solicitar ese derecho.  En definitiva que el proceso de innovación es un proceso empresarial vinculado al mercado que mejora la competitividad y que necesita de protección.

Es sabido que el desarrollo de nuevos productos es una ventaja competitiva de la empresa. La patente le ofrece a la empresa una posición única en el mercado porque la convierte en un monopolio legal. Esta explotación monopolística puede ser sobre cualquier tipo de tecnología: producto y/o Know-How. Con esta información y con la protección adecuada, la empresa tendrá la capacidad de comercializar el producto y continuar innovando la tecnología aplicada. También, las empresas pueden vender sus derechos en cuyo caso recibirá unos ingresos por compartir sus conocimientos.

También las pequeñas y medianas empresas se benefician del sistema de patentes. Son muchas las pequeñas empresas que comenzaron su negocio con una patente. La ventaja competitiva que les confiere la protección que otorga la patente durante 20 años hace que puedan alcanzar una cuota de mercado que les permita crecer y consolidarse.

Ayer Claudio Boada presentó el libro "La propiedad Intelectual e Industrial, garantía de la economía del conocimiento" publicado por el Círculo de Empresarios. El libro está prologado por el director general de la Oficina de Patentes y Marcas del Ministerio de Industria, Alberto Casado (Pontevedra, España).

Los autores de los distintos trabajos procedemos de ámbitos como la Universidad, la empresa y el mundo jurídico, ofreciendo, por lo tanto, enfoques diferentes del mismo problema. Antonio Castán y Javier Fernández Lasquetty, abogados y socios de Elzaburu, describen el panorama actual de la lucha contra la falsificación de marcas. Alberto de Elzaburu y Enrique Armijo, experto internacional en patentes y marcas y autor de varios libros, realizan un recorrido histórico por la protección de las invenciones por medio de los derechos de propiedad  industrial y detallan los diferentes tratados existentes en materia de patentes a nivel internacional.

El trabajo de Miquel Montañá socio responsable del departamento de Propiedad Industrial e Intelectual del bufete Clifford Chance en España, se dirige a la transferencia de tecnología y el acuerdo ADPIC de la Organización Mundial del Comercio. El libro termina con un capítulo mío, Rafael Pampillón, (Pontevedra, España) que lleva por título "Los derechos de propiedad intelectual e industrial (P.I.): importancia e implicaciones  en la competitividad de la economía española"

Te copio el índice del libro:

Capítulo 1: Panorama actual de la lucha internacional contra la falsificación de marcas. Antonio Castán y Javier Fernández-Lasquetty

Capítulo 2: La Armonización Internacional del Sistema de Patentes. Alberto de Elzaburu y Enrique Armijo

Capítulo 3: El acuerdo ADPIC de la Organización Mundial del Comercio y la transferencia de tecnología. Miquel Montañá Mora

Capítulo 4: Los derechos de propiedad intelectual e industrial (P.I.): importancia e implicaciones  en la competitividad de la economía española. Rafael Pampillón Olmedo

¿Te parece importante  proteger los derechos de propiedad industrial?

Fuente: CÍrculo de Empresarios (Madrid, 2009): "La propiedad Intelectual e Industrial, garantía de la economía del conocimiento"

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Ayer se publicó el libro «La propiedad Intelectual e Industrial, garantía de la economía del conocimiento» .  ¿Qué nos dice este libro? Qué para asegurar el desarrollo tecnológico, industrial y comercial de un país resulta esencial una adecuada y efectiva protección de las invenciones. En este sentido, la Propiedad Industrial (PI) como instrumento de fomento de la innovación se dirige a proteger los inventos y las creaciones. Es decir, garantiza al inventor o a la empresa innovadora la explotación monopolística de su invento. Para que las empresas puedan desarrollar su capacidad innovadora, existe en todos los países una oficina de patentes para solicitar ese derecho.  En definitiva que el proceso de innovación es un proceso empresarial vinculado al mercado que mejora la competitividad y que necesita de protección.

Es sabido que el desarrollo de nuevos productos es una ventaja competitiva de la empresa. La patente le ofrece a la empresa una posición única en el mercado porque la convierte en un monopolio legal. Esta explotación monopolística puede ser sobre cualquier tipo de tecnología: producto y/o Know-How. Con esta información y con la protección adecuada, la empresa tendrá la capacidad de comercializar el producto y continuar innovando la tecnología aplicada. También, las empresas pueden vender sus derechos en cuyo caso recibirá unos ingresos por compartir sus conocimientos.

También las pequeñas y medianas empresas se benefician del sistema de patentes. Son muchas las pequeñas empresas que comenzaron su negocio con una patente. La ventaja competitiva que les confiere la protección que otorga la patente durante 20 años hace que puedan alcanzar una cuota de mercado que les permita crecer y consolidarse.

Ayer Claudio Boada presentó el libro «La propiedad Intelectual e Industrial, garantía de la economía del conocimiento» publicado por el Círculo de Empresarios. El libro está prologado por el director general de la Oficina de Patentes y Marcas del Ministerio de Industria, Alberto Casado (Pontevedra, España).

Los autores de los distintos trabajos procedemos de ámbitos como la Universidad, la empresa y el mundo jurídico, ofreciendo, por lo tanto, enfoques diferentes del mismo problema. Antonio Castán y Javier Fernández Lasquetty, abogados y socios de Elzaburu, describen el panorama actual de la lucha contra la falsificación de marcas. Alberto de Elzaburu y Enrique Armijo, experto internacional en patentes y marcas y autor de varios libros, realizan un recorrido histórico por la protección de las invenciones por medio de los derechos de propiedad  industrial y detallan los diferentes tratados existentes en materia de patentes a nivel internacional.

El trabajo de Miquel Montañá socio responsable del departamento de Propiedad Industrial e Intelectual del bufete Clifford Chance en España, se dirige a la transferencia de tecnología y el acuerdo ADPIC de la Organización Mundial del Comercio. El libro termina con un capítulo mío, Rafael Pampillón, (Pontevedra, España) que lleva por título «Los derechos de propiedad intelectual e industrial (P.I.): importancia e implicaciones  en la competitividad de la economía española»

Te copio el índice del libro:

Capítulo 1: Panorama actual de la lucha internacional contra la falsificación de marcas. Antonio Castán y Javier Fernández-Lasquetty

Capítulo 2: La Armonización Internacional del Sistema de Patentes. Alberto de Elzaburu y Enrique Armijo

Capítulo 3: El acuerdo ADPIC de la Organización Mundial del Comercio y la transferencia de tecnología. Miquel Montañá Mora

Capítulo 4: Los derechos de propiedad intelectual e industrial (P.I.): importancia e implicaciones  en la competitividad de la economía española. Rafael Pampillón Olmedo

¿Te parece importante  proteger los derechos de propiedad industrial?

Fuente: CÍrculo de Empresarios (Madrid, 2009): «La propiedad Intelectual e Industrial, garantía de la economía del conocimiento»

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