Archivo de la Categoría ‘Política Monetaria’

11
Jun

Desde marzo el precio del oro negro está repuntando, cotizando ayer miércoles a más de 71 dólares, más del doble del mínimo del año, (34$/barril). Como consecuencia están apareciendo opiniones sobre los efectos negativos que puede producir en la ya muy deteriorada economía mundial. Esta subida del precio del petróleo está siendo interpretada por algunos como una señal de que está gestándose una estanflación, ya que, por un lado, el aumento del precio de la energía y otras materias primas puede ahogar los pocos «brotes verdes» y dar al traste con las esperanzas de una recuperación, y por otro, puesto que la demanda está llamada a crecer, no podemos descartar nuevas subidas de las cotizaciones del crudo con consecuencias inflacionistas. Seguir leyendo…

10
Jun

Como complemento al post ¿Por qué no crece la cantidad de dinero en EEUU? voy a tratar de explicar porqué la política monetaria no nos puede sacar de esta crisis: Seguir leyendo…

4
Jun

Disensiones dentro del BCE

Escrito el 4 junio 2009 por José Ramón Diez Guijarro en Política Monetaria

En la reunión celebrada, el BCE ha decidido mantener el tipo repo en el 1%, como se esperaba mayoritariamente, reiterando que estos no son necesariamente los mínimos del ciclo. Sin embargo, para la próxima reunión de julio ha dejado entrever que no habrá bajada de tipos.

Lo más importante de la cita era el anuncio de los detalles del programa de compra de covered bonds (ej: cédulas hipotecarias). Tales detalles son: Seguir leyendo…

4
Jun

Esta tarde, después de la rueda de prensa de Jean Claude Trichet (Gobernador del Banco Central Europeo), mi colega José Ramón Díez escribirá (dará su opinión) en este blog sobre el tema. 

¿Qué podemos esperar que haga hoy el BCE? Antonio Zamora, que no ha conseguido colgar su post en el blog, me envía este artículo que os transcribo: Seguir leyendo…

28
May

La semana que viene, el primer jueves del mes de junio, el Banco Central Europeo (BCE) se reunirá para tomar medidas que reactiven la economía, se trata de seguir aplicando políticas monetarias expansivas para intentar aumentar la cantidad de dinero y crédito de la economía eurozónica. Para que esto ocurra la única vía que tiene es a través del aumento de la base monetaria. Seguir leyendo…

7
May

El BCE da su brazo a torcer

Escrito el 7 mayo 2009 por José Ramón Diez Guijarro en Política Monetaria

El BCE ha bajado el tipo repo hasta el 1%, tal y como estaba previsto. También ha estrechado el corredor de tipos: el de las facilidades de crédito se sitúa en el 1,75% (-50 pb) y el de las facilidades de depósito en el 0,25% (no cambia). Además, Trichet no ha asegurado que este vaya a ser un suelo definitivo para los tipos de interés, ni tampoco ha asegurado (al contrario que la FED) que los tipos vayan a permanecer en estos niveles durante un largo período de tiempo. Seguir leyendo…

26
Abr

Con motivo del décimo aniversario de la fundación del euro la Fundación Robert Schuman ha entrevistado a Jean-Claude Trichet, Presidente del Banco Central Europeo. De la entrevista extraigo 3 preguntas que he retocado y que pueden resultar útiles para aquellos lectores menos familiarizados con la moneda única:

1. ¿Cuál es el balance de la primera década de existencia del euro? 

Actualmente, 329 millones de europeos de dieciséis países comparten una moneda común que responde a la promesa formulada por los padres fundadores de la Unión Económica y Monetaria (UEM): una moneda que mantenga su valor, inspire confianza y goce de la misma estabilidad y credibilidad que las monedas más sólidas a las que sustituya. Hace diez años muchos creían que esta promesa no llegaría a realizarse y que la moneda única estaba avocada al fracaso. 

Desde la introducción del euro el 1 de enero de 1999 los ciudadanos europeos han disfrutado de un nivel de estabilidad de precios sólo comparable al logrado por unos pocos países. La estabilidad de precios favorece directamente a los ciudadanos europeos, pues protege sus rentas y ahorros y contribuye a reducir los costes de endeudamiento, lo que fomenta la inversión, la creación de empleo y el bienestar duradero. El euro ha sido un factor del dinamismo de la economía europea. Ha reforzado la transparencia de precios, ha intensificado el comercio, y ha promovido la integración económica y financiera en la zona de euro y en todo el mundo. 

En los últimos meses hemos observado otra de las ventajas del euro: la crisis financiera ha demostrado que en momentos de tempestad es mejor viajar en un buque grande, resistente y seguro, que en una pequeña embarcación. ¿Habría podido Europa actuar con tanta rapidez, firmeza y coherencia si no hubiéramos tenido una moneda única que nos uniese? ¿Habríamos podido proteger de los efectos de la crisis financiera tantas monedas nacionales distintas? Las autoridades europeas, los parlamentos, los gobiernos y los bancos centrales han demostrado que Europa tiene capacidad para adoptar decisiones, incluso en las circunstancias más difíciles. 

El euro ofrece ventajas a los países que decidieron adoptarlo. No obstante, no es tiempo para la complacencia. El momento actual presenta dificultades graves y en el futuro surgirán nuevos retos y perturbaciones. Ha de reforzarse y consolidarse el éxito de la UEM y los beneficios que el euro ha traído consigo. Los ciudadanos de la zona del euro pueden confiar en que el Eurosistema, formado por el BCE y los dieciséis bancos centrales nacionales de la zona del euro1, hará lo que sea necesario para garantizar la estabilidad financiera y monetaria.  

2. Suele decirse que el euro ha dado lugar a un aumento de los precios. ¿Está justificado este comentario? ¿Qué consecuencias ha tenido la introducción de la moneda única para el poder adquisitivo de los ciudadanos europeos? ¿Ha beneficiado el euro a los trabajadores?  

En general, los primeros diez años del euro han traído reducidos niveles de inflación en la zona del euro, inferiores a los que existían anteriormente en cada uno de los países. Durante estos diez años hemos logrado mantener la inflación estable en la zona del euro, situándose la inflación media anual en tasas próximas al 2%. Éste es un buen resultado, habida cuenta del rápido aumento de los precios de las materas primas y de la energía durante este período, y esta cifra es significativamente inferior a la tasa media de inflación de la década anterior a la introducción del euro. 

No obstante, es cierto que ciertos sectores de algunos países europeos trataron de aprovechar la puesta en circulación del efectivo en euros el 1 de enero de 2002 para elevar algunos precios. De acuerdo con un estudio de Eurostat, los efectos de la introducción del euro pueden haber dado lugar a un incremento medio del Índice Armonizado de Precios de Consumo de entre el 0,1% y el 0,3% entre diciembre del 2001 y enero del 2002. Puesto que se trató de un fenómeno aislado, no parece significativo si se consideran los diez años de existencia del euro. 

Desearía subrayar que el euro no ha sido un obstáculo para la creación de empleo, como en ocasiones se lee y se oye. Por el contrario, durante los diez primeros años del euro, la población ocupada ha aumentado en torno a dieciséis millones, mucho más que en Estados Unidos en el mismo período. En los últimos diez años se han creado muchos más empleos en la zona del euro que en la década anterior a la introducción de la moneda única.

3. El mundo atraviesa actualmente una crisis financiera muy importante ¿cuáles son las claves de la recuperación económica de la Unión?

 Sobre la base de nuestra información más reciente, nuestras previsiones continúan apuntando a una persistente debilidad de la actividad económica en la zona del euro en los próximos trimestres. De acuerdo con las proyecciones macroeconómicas del FMI, el crecimiento anual medio del PIB real en la zona del euro se situará en el -4,2% en el 2009, y en el -0,4% en el 2010.

La economía mundial atraviesa un período de fuerte desaceleración, debido a que los efectos adversos de las turbulencias financieras sobre la actividad económica real se han visto agravados por una fuerte contracción del comercio internacional. En este contexto, se espera que la zona del euro se enfrente a un período prolongado de debilidad económica severa: la disminución de la demanda exterior afectará negativamente a las exportaciones y a la inversión, y el deterioro de la situación de los mercados de trabajo y el reducido nivel de confianza posiblemente desanimen el consumo. Teniendo en cuenta estos elementos, la recuperación en el curso del 2010 será producirá probablemente de forma moderada en base a la mejora gradual del entorno internacional y a la atenuación de las tensiones de los mercados financieros. 

Desearía subrayar que la situación actual es también particularmente compleja debido al nivel excepcionalmente elevado de incertidumbre. No obstante, estoy convencido de que con el tiempo la zona del euro se beneficiará de distintos factores. En particular, no debemos olvidar que el considerable descenso de los precios de las materias primas desde mediados del 2008 continuará apoyando de forma no despreciable a la renta real disponible y, por ende, al consumo, durante los próximos meses. Asimismo, las importantes medidas que se han adoptado en los últimos meses para hacer frente a las turbulencias financieras deberían contribuir a restablecer la confianza en el sistema financiero y a suavizar las restricciones en la oferta de crédito a empresas y hogares. 

Por último, el fortalecimiento de la confianza es un elemento clave para superar la actual situación económica. Los gobiernos y los bancos centrales de la Unión Europea están haciendo todo lo posible para preservar, mejorar y reforzar la confianza. Por lo que al BCE respecta, nuestra institución debe, más que nunca, servir de ancla para la estabilidad y la confianza.

¿Se convertirá el euro en la moneda del futuro?

¿Será el euro la moneda más importante del mundo?

 

 

3
Abr

El BCE se modera aún más

Escrito el 3 abril 2009 por Antonio Zamora en Política Monetaria

El mismo día en que los países reunidos en el G-20 anunciaban a bombo y platillo unos acuerdos que, al menos en apariencia, significaban una sustancial inyección de fondos a una economía global que se encamina a la mayor recesión desde la Gran Depresión, el BCE despachaba su reunión de política monetaria con la decisión de rebajar su tipo de intervención en 25 exiguos puntos básicos, para situarlo en el 1,25%. Si bien empieza a ser ya una costumbre que en esta crisis el BCE destaque por su parsimonia, no deja de ser llamativo un movimiento tan modesto cuando los bancos centrales de nuestro entorno ya han agotado su margen de recortes, el sistema financiero está aún lejos de su recuperación y las previsiones económicas y de inflación no dejan de revisarse a la baja. Las más recientes, las de la OCDE, anticipan una contracción del crecimiento en la Zona Euro este año del 4,1% y del 0,3% en 2010, con una tasa de inflación -que en España ya es negativa- del 0,6% y del 0,7%. ¿Tiene explicación la «cicatería» del BCE?

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23
Mar

Ayer, en este blog de economía, Patricia Gabaldón volvía a la carga sobre las propuestas de Paul Krugman para que España salga de la crisis económica y su propueta estrella: la bajada de sueldos. Hoy vuelvo sobre el tema que comentaba ayer Patricia pero también sobre los problemas económicos de Europa. 

Europa

En un reciente artículo («A Continent Adrift»,  16 de marzo) publicado en New York Times  (tiene una traducción al castelano: ¿Qué le pasa a Europa?) Paul Krugman señalaba que el peligro claro y actual que amenaza a Europa es su  incapacidad para responder de forma eficaz a la crisis financiera. Europa se ha quedado corta en lo referente tanto a la política fiscal como a la monetaria. Europa se enfrenta a una depresión que es al menos tan grave como la de Estados Unidos y, sin embargo, está haciendo mucho menos para combatirla.

Lo único que está actuando a favor de Europa son los «estabilizadores automáticos». Sin embargo, Europa necesita, además de los estabilizadores automáticos, políticas discrecionales. Concretamente políticas fiscales y monetarias más expansivas. Por ejemplo, haría falta una  política monetaria más enérgica. Al fin y al cabo, aunque no haya un Gobierno europeo, sí que hay un Banco Central Europeo (BCE) que puede hacer una política monetaria para 16 países de la Unión Europea. Sin embargo, el BCE, está actuando con poca energía. En otras palabras, Europa está demostrando que es estructuralmente débil en tiempos de crisis.

España

La principal pregunta que se hace Krugman es qué pasará con las economías europeas que prosperaron durante la época de dinero fácil de hace unos años y, en concreto, con España. Durante gran parte de la década pasada, España fue la Florida de Europa, con una economía que se mantenía a flote gracias al enorme auge especulativo de la vivienda. Al igual que en Florida, la expansión se ha transformado en recesión. España necesita encontrar nuevas fuentes de ingresos y de empleo para sustituir los trabajos perdidos en la construcción.

En el pasado, España habría tratado de mejorar su competitividad devaluando su moneda. Pero ahora su moneda es el euro, y parece que la única forma de salir adelante es iniciar un demoledor proceso de recortes salariales. Esto habría sido difícil en la mejor de las épocas; y será casi inconcebiblemente doloroso si, como parece muy probable, la economía europea en su conjunto está en crisis y con tendencia a la deflación durante años.

Krugman se hace tres preguntas ¿Significa todo esto que Europa cometió un error al permitir una integración sin las instituciones necesarias para hacer una política económica conjunta? ¿Significa, en concreto, que la creación del euro fue un error? ¿Empezarán los  políticos europeos a dar muestras de una mayor capacidad de liderazgo?

 

6
Mar
5
Mar

Hacia un mundo con tipos de interés cero

Escrito el 5 marzo 2009 por José Ramón Diez Guijarro en Política Monetaria

El Banco de Inglaterra ha situado su tipo base en un nuevo mínimo histórico en el 0,50% y se une a los numerosos bancos centrales que ya tienen sus tipos de interés virtualmente en el 0% (Reserva Federal, Banco de Japón, Banco de Suiza, Banco de Suecia, Banco de Canadá y Banco de Hong Kong). Las perspectivas de moderación de la inflación por debajo del objetivo del 2% y la ausencia de señales que apunten a una mejora de la actividad durante la primera parte del año justifican la decisión adoptada por el BoE. Y ello a pesar del riesgo que podría entrañar unos tipos tan bajos para el funcionamiento de algunos mercados financieros y para la capacidad de préstamo del sistema bancario. Adicionalmente, han anunciado la puesta en marcha de un programa de compra de títulos por importe de 75.000 millones de libras, aplicable tanto a activos privados como a la deuda pública. La financiación del mismo se realizará a través de la emisión de efectivo. La reacción del bono británico a este anuncio ha sido de una caída de su tir cercana a los 30 pb. 

Por tanto, después de unas actuaciones dubitativas al inicio de la crisis en agosto de 2007 que se llevaron por delante al Northern Rock, el Banco de Inglaterra está actuando con celeridad y uniéndose al grupo de bancos centrales que van a utilizar no sólo las bajadas de tipos hasta casi el límite (0%), sino que además intervendrán directamente en el mercado comprando todo tipo de activos. Es decir, autoridades monetarias que están haciendo un «by-pass» a la economía, inyectando directamente el crédito, mientras se solucionan los graves problemas del sistema financiero. Evidentemente, eso sólo se puede hacer aumentando el balance del banco central, bien con préstamos del Tesoro (que salen de las emisiones de deuda), bien con un incremento de la base monetaria. 

En este contexto, el BCE ha decidido situar su tipo de intervención en el 1,5%, lo que supone un mínimo histórico. Sólo con repasar el giro anunciado esta mañana en las previsiones de crecimiento e inflación del BCE para 2009 y 2010, se pone de manifiesto como ha cambiado la coyuntura económica en los últimos tres meses. Para este año se anticipa un crecimiento en la banda del -2,2%/-3,2% (0%/-1% en diciembre) y una inflación del 0,1%/0,7% (1,1%/1,7% previsto en diciembre). Respecto a 2010, ahora las previsiones de crecimiento son del 0,7%/-0,7% (+0,5%/1,5% hace tres meses) y las de inflación 0,6%/1,4% (+1,5%/2,1%). Es decir, que el BCE piensa que la economía europea va a estar en recesión o estancada en los próximos 21 meses, lo que eliminará prácticamente todos los riesgos inflacionistas (amplio «output-gap»). Como además, el otro pilar de la política monetaria (agregados monetarios y crédito) también está dando síntomas claros de enfriamiento, la conclusión es que el BCE se unirá al grupo de bancos centrales con tipos próximos a cero antes del verano. Y, además, como ha reconocido en la rueda de prensa también se está valorando la posibilidad de poner en marcha una estrategia de expansión cuantitativa. Esto es más difícil de instrumentar en una unión monetaria, siendo la solución más factible las emisiones de bonos europeos. La consecuencia de todo lo anterior es que veremos un euribor a 12 meses cerca del 1,2% a lo largo del año, cuando sólo hace escasos meses estaba en el 5,5%. Desgraciadamente esto refleja que la coyuntura económica y financiera ha empeorado mucho en los últimos 6 meses. Sólo hay que mirar los datos publicados esta mañana de producción industrial en España (-20%) y de ventas de grandes empresas (-21%). Por tanto, tanto la política monetaria, como la fiscal, van a utilizar todos los grados de libertad, asumiendo riesgos. Es lo que toca en una situación como la actual.

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