Archivo de abril/2017

30
Abr
El jueves conocimos la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre de este año: aunque aumenta el número de parados en 17.200 personas, cuando se corrigen los efectos estacionales y de calendario, el paro se reduce en 127.000 personas. Además, el Gobierno aprobó el viernes el Programa de Estabilidad que se enviará a la Comisión Europea donde se recoge una caída importante del desempleo para los próximos años.
El mercado laboral se encoge
 
Según la EPA, en el primer trimestre de este año se ha vuelto a reducir la población activa (-53.000). Desde 2012, se han perdido 668.000 activos. Esta tendencia al abandono del mercado de trabajo se puede deber a que los españoles están invirtiendo más tiempo en formarse para adecuarse a las necesidades de las empresas, en un contexto de cambio tecnológico profundo y rápido o bien se están yendo a otros países. Precisamente, el INE acaba de informar de que el número de personas con nacionalidad española que residen en el extranjero alcanzó los 2.406.611 a 1 de enero de 2017. Esta cifra supone un incremento del 4,4% (+101.581) respecto a los datos a 1 de enero de 2016.
 
Los servicios lideran la ocupación anual
 
Desde una perspectiva más amplia el mercado laboral español muestra que desde abril del año pasado a marzo de éste se ha producido un aumento de la ocupación de 409.000 empleos. Se han verificado incrementos en todos los sectores económicos: servicios (+199.000), industria (+90.000), construcción (+50.000) y agricultura (+70.000). Por ejemplo, gracias a los sistemas que incorporan la digitalización y las nuevas técnicas logísticas, la producción agraria se ha vuelto más competitiva por lo que aumenta cada vez más. En el primer trimestre de este año trabajaban en este sector 848.000 personas. Hay que remontarse nueve años atrás, al primer trimestre de 2008, para encontrar un nivel de empleo mayor en la agricultura. Es una prueba de que el avance tecnológico no destruye puestos de trabajo, sino que genera nuevas oportunidades laborales.
 
Sin embargo, la mayor parte de los nuevos ocupados del último año han encontrado empleo en el sector servicios. Un fortalecimiento que también se ha podido comprobar en el Índice de Actividad del Sector Servicios, publicado esta semana por el INE, que ha aumentado en febrero un 7,7% anual. Es la tasa más alta desde el año 2007. Este impresionante crecimiento ha sido consecuencia del avance de todos los tipos de comercio y de las actividades profesionales, científicas y técnicas.
 
Por su parte, los servicios turísticos continúan creciendo con rapidez. El último informe de movimientos en fronteras que publicó el viernes Frontur indica que, en marzo, siguió aumentando de forma espectacular el número de turistas extranjeros que visitan España, un buen ritmo que comenzó a acelerarse en el último trimestre de 2015 y que desde entonces no ha dejado de aumentar.
 
Aumenta el bienestar de los ciudadanos
 
Según la EPA, cuando se eliminan los efectos estacionales y de calendario, en el primer trimestre la ocupación creció en 120.000 personas. Esto significaría que, en los cuatro últimos años (desde el primer trimestre de 2013 hasta el primero de 2017), más de un millón y medio de personas han encontrado un empleo y beneficiado de la recuperación. Por si esto fuera poco este segundo trimestre viene acompañado de un fuerte impulso del turismo debido a la  Semana Santa, un puente largo en mayo y el inicio del verano que traerá consigo excelentes noticias para el mercado laboral.
 
Estos buenos resultados que muestra la EPA, permiten afirmar que, durante 2017, se pueden crear 400.000 nuevos puestos de trabajo. Además, después de muchos años, la economía española habrá conseguido, durante tres consecutivos (2015, 2016 y 2017), aumentar el empleo en todos los sectores productivos.  Este incremento de la ocupación, junto con otros indicadores que se han ido publicando y las estimaciones de los principales servicios de estudios, viene a confirmar que, en 2017, el PIB puede crecer al 3%.
 
Por su parte, el cuadro macroeconómico que aprobó este viernes el Gobierno, y que remitirá a Bruselas, recoge un crecimiento medio del PIB español del 2,5% para los próximos cuatro años. Para que se cumplan estas previsiones el Gobierno necesita mantener el programa de reformas estructurales que permita dar mayor solidez a nuestra economía. Es decir, la política económica debe realizar más cambios en la legislación laboral, la formación profesional, en el sistema de pensiones, en la competencia del sector servicios, en el sector energético, en el tamaño de las Administraciones Públicas y en la reducción del déficit público.
Esto significaría que, en los próximos cuatro años, otro millón y medio de personas se beneficiará de la prolongación de la recuperación económica. Que se haga realidad o no va a depender de que la mayoría de los diputados permita que el Gobierno pueda aplicar la política económica que necesita España.

Fuente: Rafael Pampillón Olmedo. «Fuerte avance de la economía y el empleo». Expansión de 28 de abril de 2017.

22
Abr

TAKE IT TO THE LIMIT: LOS PRIMEROS 100 DÍAS DE TRUMP

Escrito el 22 abril 2017 por Miguel Aguirre Uzquiano en Economía de EEUU

El pasado 21 de Enero fue la toma de posesión del 45 presidente de los Estados Unidos.    Un acontecimiento plagado de frialdad  y eslóganes defensivos en una  fecha similar  pero con un ambiente muy diferente a la del 20 de Enero del 2009 (juramento de Obama), en la que quienes asistieron hablan de mucha ilusión y expectativas, que al no cumplirse han provocado la frustración de millones de ciudadanos norteamericanos.

Dejamos atrás los primeros 100 días del Gobierno de Donald Trump.

¿Qué conclusiones podemos extraer?   En el mismo fin de semana que la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas, parece claro que Trump no es una causa en sí, sino  el último de los factores de inestabilidad globales en una serie de concatenación de sucesos, en los últimos 12 meses, en los que parece que cualquier referéndum organizado desde el poder, tiene muchos visos de arrojar una derrota como la votación en Colombia, Brexit, los nacionalismos en Europa…

En el plano doméstico  el nuevo presidente norteamericano ha descubierto como el sistema institucional norteamericano está muy rodado y a pesar de sus deseos, no  ha podido cambiar el Obamacare  y ni siquiera se ha puesto todavía la reforma fiscal encima de la mesa.  Se ha encontrado con que muchos políticos de su propio partido no tienen ninguna prisa en implementar políticas de estímulo fiscal  Hemos oscilado entre ataques personales a Janet Yellen a una subida de los tipos de interés de un cuarto de punto , en sintonía con las medidas anunciadas ya con la presidencia anterior.

Hemos pasado de indicar que la Organización Mundial de Comercio  no interesa, en la primera versión de los presupuestos al parlamento a una segunda versión en la que esta actitud se ha atemperado claramente; de reforzar el muro frontera con México a un análisis más pausado causado quizás por los USD 230 billones que vende Estados Unidos a su vecino del sur cada año; de tratar de negociar bilateralmente con Alemania a (re) descubrir que en política comercial hay algo que se llama Unión Europea.

Trump llegó a la presidencia sin un anclaje político claro y con una biografía en la que desde su juventud parece acostumbrado a tomar decisiones exclusivamente por su intuición y parece que rompiendo las reglas pre establecidas.  Su  forma de gobernar cosiste en convertir la impredecible en un arte.  Al final de los 60, la administración Nixon ya fue capaz de crear la llamada “Madman Theory”, aunque la gran diferencia es que entonces parecía que había una teoría política a seguir, ahora no.

Como la memoria es frágil conviene recordar que un presidente enfrentado al congreso no es nuevo en Estados Unidos  sino que podíamos recordad simplemente el periodo 2009-2012 y que si pensamos en un presidente que cree que su oficio  no debe pertenecer a ningún partido sino al pueblo que le ha elegido, que representa al hombre común y su bandera económica es el proteccionismo no hablamos de Donald Trump sino del séptimo presidente del país, Andrew Jackson (que por cierto fue reelegido).

Dicen que cuando se preguntó al padre de las reformas económicas de la liberalización económica en China, Deng Xiaoping sobre la revolución francesa, respondió que era muy pronto para opinar. Para hacerlo sobre Donald Trump y sus medidas económicas y comerciales tendremos que esperar por lo tanto un poco más.

9
Abr

EL RIESGO POLITICO. DIAS EXTRAÑOS

Escrito el 9 abril 2017 por Miguel Aguirre Uzquiano en Economía Global

En 1982, el presidente López Portillo  de la decimoquinta economía del mundo, México, anunció el impago de la deuda exterior del país.  Es un momento clave de la historia económica moderna ya que hasta ese momento se presuponía que la solvencia de los países era poco menos que ilimitado.

Sólo un año antes, en Enero de 1981, Irán había liberado a 66 ciudadanos norteamericanos retenidos en su embajada de Teherán durante 444 días.  Los conflictos bélicos mundiales  o la guerra de Vietnam se habían dejado atrás pero un nuevo concepto de inestabilidad  surgía con el comienzo de la década: el riesgo político derivado de la mala relación entre dos economías que actuaba, no sobre grandes instituciones o corporaciones, sino sobre el ciudadano medio.

Han pasado casi cuatro décadas de estos acontecimientos, en las que el mundo ha contemplado, la caída del muro de Berlín y el desmembramiento de las economías comunistas; la guerra de los Balcanes en el corazón de Europa, y la suspensión de pagos de los Tigres asiáticos; dos guerras del Golfo y el corralito argentino; El 11-S y la crisis subprime para llegar al principio del siglo XXI en el que los actos terroristas suceden con demasiada frecuencia en las principales economías mundiales, donde la guerra en Siria se extiende desde el 2011 con ramificaciones que llegan hasta el Brexit  y con la presencia de outsiders de la política que llegan a la presidencia de importantes países por diversos motivos pero principalmente por el descontento de amplios sectores de la ciudadanía.

En el 2017 el riesgo político de la insolvencia no está circunscrito sólo a economías emergentes sino que sobrevuela países europeos o economías de renta per cápita elevada como Dubái en el 2010.  Los actos de terrorismos lamentablemente extienden su campo de actuación y el resultado de los últimos referéndums en Reino Unido, Colombia o Italia no hacen sino añadir incertidumbres nuevas sobre importantes países.

¿Qué es riesgo país en el 2017?  La palabra riesgo deriva del antiguo termino italiano risicare que quiere decir atreverse.  Como decía Peter Bernstein en la introducción de su best seller Against the Gods, el riesgo es una elección en vez de un destino impuesto con lo que la inestabilidad política en los próximos meses será el  resultado de las decisiones conjuntas e individuales que tomemos los ciudadanos en cada país y no el resultado de un destino inamovible al que estemos sometidos.

Riesgo Político es a finales de la primera década del siglo XXI una situación de la que, aparentemente,  no está exento ningún país.  No se trata de vivir con inquietud sino de atreverse a estar preparado.

3
Abr

Economistas frente a la crisis

Escrito el 3 abril 2017 por en Uncategorized

2
Abr

Son poco ambiciosos

Escrito el 2 abril 2017 por en Economía española, Política fiscal

El proyecto de Presupuestos Generales del Estado para este año que aprobó ayer el Gobierno se enmarca en una situación de mayor crecimiento de la economía mundial y de un crecimiento razonable para la economía española. Un presupuesto que debe calificarse como menos expansivo que el del año pasado, ya que el déficit público se reduce del 4,3% del PIB en 2016 al 3,1% para 2017. Pero aunque disminuye sigue siendo excesivo, ya que después de más de dos años de elevado crecimiento económico debería estar como máximo en el 2,5% del PIB. Una de las causas de que no se pueda ajustar más es la situación de minoría parlamentaria en la que se encuentra el Gobierno del Partido Popular que obliga a pactar aumentos en algunas partidas presupuestarias, lo que a la postre impide recortar el gasto público, que desgraciadamente seguirá aumentando.

Es un presupuesto cómodo de cumplir ya que la previsión de crecimiento de la economía española que hace el Gobierno para este año, del 2,5%, es algo más moderada a la que están dando los servicios de estudios de Bankia, BBVA y Ceprede (+2,7%). Y como los ingresos y los gastos públicos están íntimamente ligados al crecimiento económico, si el crecimiento de este año fuera algo mayor al 2,5% previsto en estos presupuestos se traduciría en mayores ingresos fiscales, menos gasto público y por tanto menos déficit público.

Crecimiento y empleo

También va a facilitar su cumplimiento el mayor crecimiento de la economía mundial durante este año: un 3,4% frente al 3,1% del ejercicio pasado. La Unión Económica y Monetaria, nuestro principal cliente –el 55% de nuestras exportaciones se dirigen a la eurozona– también tendrá un crecimiento cercano al potencial (+1,7%). Esta favorable evolución permitirá que las exportaciones españolas de bienes y servicios crezcan más durante este año que en 2016.

El Banco de España informó ayer de que las exportaciones de bienes y servicios en enero fueron un 17% mayores que en enero del año pasado. Un ejemplo de que, durante este año, la buena marcha de la economía nacional e internacional hará que las empresas aumenten su producción y contraten más mano de obra.

Por tanto, en 2017, la economía española mantendrá una senda de crecimiento parecida a la de los dos últimos años, lo que se traducirá en elevada creación de empleo –500.000 más durante este año–, menos paro y, por tanto, menores gastos en prestaciones por desempleo y más cotizantes a la Seguridad Social, lo que facilitará el pago de las pensiones.

Con estas coordenadas, la tasa de desempleo que prevé el Gobierno parece realista: se reduciría desde el 18,6% en 2016 al 16,6% en 2017. Y el número de parados descenderá en ese periodo de 4,2 millones a 3,8 millones. Si se cumpliera esta predicción la cifra total de parados bajará de los cuatro millones por primera vez en nueve años.

A diferencia del año pasado para alcanzar el objetivo de déficit no será necesario instrumentar, a lo largo de este año, medidas de ajuste no contempladas en los presupuestos del Estado.

De ahí que en un contexto de elevado crecimiento económico y del empleo, antes descrito, no estaría de más que el Gobierno se plantease reducir el déficit un poco más. Se conseguiría con ello aumentar la confianza de los mercados financieros, bajar los tipos de interés y reducir el porcentaje de deuda sobre PIB. En este sentido el Banco de España informó ayer de que la deuda pública se redujo al final del año pasado pasando del 101,2% del PIB en el tercer trimestre de 2016 al 99,4% en el cuarto trimestre. De seguir esta tendencia a disminuir mejoraría la percepción que los mercados tendrían sobre nuestra solvencia. No es casualidad que durante el último mes la prima de riesgo haya caído en 20 puntos (marcaba 150 a finales de febrero y bajó a 130 a finales de marzo).

Gasto productivo

Así las cosas, estos presupuestos aciertan al incrementar la dotación de algunas partidas como la educación (incluida la elevada contratación de profesorado) y la investigación y el desarrollo (I+D), cuyas continuas rebajas en años anteriores estaban poniendo en peligro el potencial de crecimiento de la economía a medio plazo. También se acierta aumentando el número de inspectores para perseguir el elevado nivel de fraude que campa libremente por el país, sobre todo en lo que se refiere al impago del IVA.

En resumen, el sexto presupuesto del Gobierno de Rajoy, el de 2017, se enmarca en un escenario político que complica una mayor y necesaria reducción del déficit. El Congreso, que recibirá los presupuestos el próximo martes para su aprobación, debería hacer un esfuerzo por reducirlo al 2,5% del PIB. Un objetivo que resulta mucho más necesario en un contexto internacional en el cual las negociaciones del Brexit, la presidencia de Trump y los movimientos populistas en la Europa continental podrían amenazar de forma significativa las exportaciones, lo cual ocasionaría una ralentización de nuestra economía.

A corto plazo, en el horizonte no se observan signos de debilidad pero una reducción sensible en el crecimiento a partir de 2018 puede conllevar un aumento en el número de parados, lo que generaría una disminución del número de contribuyentes, de cotizantes y un incremento del déficit y de la deuda pública lo que complicaría la situación económica de España.

Se está a tiempo de corregir. Porque de no reducir más el déficit en vez de tener buenas noticias las podríamos tener malas. España es un país muy endeudado, que necesita ganar credibilidad ante los acreedores que nos financian. Por tanto, la política fiscal debería hacerse más restrictiva. Desgraciadamente, no parece que vaya a ser así y la prima de riesgo que ahora está bajando podría empezar a subir.

Fuente: Rafael Pampillón Olmedo. «Son poco ambiciosos». Expansión de 1 de abril de 2017.

1
Abr

EL LARGO Y TORTUOSO CAMINO: VENEZUELA

Escrito el 1 abril 2017 por Miguel Aguirre Uzquiano en Economía Mundial

¿Puede haber en el mundo un país que estando entre los 10 con mayores reservas de petróleo del mundo, contraiga su economía un 3.9% en 2014, un 6.2% en 2015 y un 10% en 2016? ¿Y que las previsiones para el año en curso sean de una caída del 4.5%?  Evidentemente por el titular de este artículo el lector sabe que me refiero a uno de los tres países que surgieron del colapso de la república llamada Gran Colombia en 1830 (siendo los otros dos Ecuador y Nueva Granada que se convirtió en Colombia).  Este precioso país de poco más de 30M de ciudadanos está clasificado en el ranking de facilidad de hacer negocios del Banco Mundial de 2017 , en el puesto 187, de 190, quedando sólo por encima de Libia, Eritrea y Somalia

¿En qué momento dejo de ser Venezuela una de las principales economías del continente americano?  Una teoría interesante es el incorrecto manejo de la principal riqueza económica del país, el petróleo.

Hace 42 años, en 1975, el entonces presidente de la república, Carlos Andrés Pérez  anunció que había llegado la hora de nacionalizar el petróleo.  Indicar como  antecedente temporal que el precio de esta materia prima en los mercados  pasó, en Enero de 1974,   de 19 a USD 50(*), con datos ajustados de inflación,   debido al embargo que ejercieron los países árabes de la OPEP.

En Venezuela se decidió a principios de 1976 crear PDVSA para la gestión del nacionalizado recurso.   Fue un lustro de lo que se llamó la Venezuela Saudita ya que al comenzar la década de los 80 el barril de petróleo había llegado a USD 112, con lo que, con una visión muy cortoplacista, las autoridades del país decidieron el  abandono de casi toda la producción de bienes locales (entre las que había productos punteros como el cacao, el café –llego a ser el segundo productor mundial después de Brasil o el ganado vacuno), ya que era más barato importar que producir y el flujo de ingresos de divisas por la venta de petróleo parecía no tener fin: una situación de superávit comercial , de apreciación de la divisa debido a las ingentes reservas de USD y de un rating A para las agencias de calificación internacionales.  El principio de la década de los ochenta fueron años de una sensación de riqueza que llevaba a una vida social en el país, hoy inimaginable, y un consumo e inversión desmedido.  Años de  un enorme endeudamiento privado y público.    

Cuando el viento cambio, las autoridades del país no lo supieron o quisieron ver. De 1980 a 1983, debido a  un cambio en la tendencia de los precios del petróleo, los ingresos gubernamentales decrecieron un 30% mientras que el gasto crecía exponencialmente.  En 1982 y debido a una deuda, en USD de la época de 275.000 millones, México, Argentina y Brasil plantean la insolvencia de su deuda exterior.  Ante el estallido de una crisis global en el continente, billones de USD que estaban en Venezuela salieron del país buscando destinos más seguros. Con lo que llegamos al llamado Viernes Negro de 18 de febrero de 1983.  ¿Qué significó para la economía del país? Que la paridad del bolívar respecto al USD pasó de un estable 4.3 a un 14.  Todo un país endeudado en USD que ve con el valor de su moneda (la de sus nóminas, sus depósitos bancarios) pierde un 70 % de su valor con lo que el valor de la deuda de ciudadanos, empresas y Estado se multiplica por 3

De 1983 al 2017 el valor del crudo ha tenido sus oscilaciones pero la economía venezolana ha permanecido estancada en una espiral de devaluaciones constantes (en 2008 se creó el Bolívar Fuerte, quitando tres ceros al Bolívar Existente), una espiral inflacionaria sin fin (previsión para el año en curso del 1.660%) , una deuda exterior que no deja de crecer, fuga de capitales constante (no frenada con la creación del CADIVI en el 2003) y una caída sin fin de las reservas que merman la capacidad de importar.  Y si a esto le sumamos la ausencia de producción local, entonces llega la carestía y la escasez.

Parece que en el 2017 puede haber una estabilización de los precios petrolíferos pero también puede darse una menor demanda en volumen global.  Apostar la recuperación del país a la única carta de la demanda de crudo no augura un repunte en el corto plazo.  La diversificación productiva y el aumento de la confianza de la inversión extranjera son básicos para que sea posible revertir la situación actual.  Es importante recordar que a principios de los noventa  a Alemania se le llamaba the sick man of Europe y que hubo una época que Venezuela no era el ejemplo mundial de todos los desequilibrios económicos existentes.

 

(*)http://www.macrotrends.net/1369/crude-oil-price-history-chart

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