Archivo de 2016

16
Oct

Esta semana nos han llegado dos buenas noticias sobre el proceso de paz de Colombia. En primer lugar, que el presidente Juan Manuel Santos ha prorrogado hasta el 31 de diciembre de este año el alto el fuego con el grupo guerrillero de las FARC, que había expirado el pasado 2 de octubre. Segundo, que el otro grupo guerrillero colombiano el Ejército de Liberación Nacional (ELN) anunció, también esta semana, que iniciaba diálogos de paz con el gobierno, algo asombroso después de haber fracasado el plebiscito para aprobar los acuerdos de paz con las FARC.Farc 2

Un plazo más largo y todos los actores discutiendo en la mesa de negociación van a ser un aliciente para que el gobierno de Colombia siga trabajando, sin precipitaciones, en las diferentes propuestas de paz. No obstante, tanto las FARC como el ELN así como las tendencias políticas que se oponen al presidente Santos (encabezadas por el expresidente Uribe) tendrán que tomar una posición un poco más abierta con el fin de lograr un acuerdo que logre un efecto positivo para la economía y los ciudadanos colombianos.

Colombia es el segundo país con mayor biodiversidad del Planeta, el segundo exportador más grande de flores, el que tiene el café más suave y aromático y la cuarta economía más grande de América Latina. Sin embargo, por desgracia cuando pensamos en Colombia lo primero que se viene a la cabeza es el cultivo de cocaína, el narcotráfico, la guerra  y la inseguridad.

Ello se debe a que desde su independencia de España en 1819, ha sufrido diversos conflictos internos que se prolongaron hasta nuestros días, el último de ellos con los grupos guerrilleros que se conformaron en 1962, lo que representa medio siglo de conflicto y más de 7 millones de víctimas en todo el país.

El proceso de paz

Durante las últimas décadas ha habido un cierto interés político por parte de los distintos presidentes de la República para desarrollar diálogos de paz, pero muchos de ellos han sido infructuosos tal como ocurrió entre el gobierno de Andrés Pastrana y las FARC en el período 1998-2002. Otros en cambio como, por ejemplo, durante el gobierno de Virgilio Barco se llegaron a acuerdos con el grupo M19 (Movimiento 19 de abril) para su desmovilización en 1990.

Desde el año 2010, representantes del gobierno colombiano han estado dialogando, en La Habana, con el grupo guerrillero de las FARC, para llegar a un acuerdo de paz que se firmó el 26 de septiembre de 2016 en la ciudad de Cartagena (Colombia) donde asistieron personalidades políticas de los dos hemisferios. Sin embargo, este acuerdo, un documento de 297 páginas, no ha sido del agrado de muchos colombianos por lo que poco a poco han ido apareciendo en el país corrientes de opinión que consideraban que ese pacto daba demasiadas concesiones a las FARC.

Como la opinión entre los que estaban a favor del documento y los que estaban en contra se iba polarizando el presidente Santos llamó a las urnas a toda la población en edad de votar para que el 2 de Octubre contestaran SI o NO a una única pregunta que decía: “¿Apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?”. El resultado de la votación fue una ligera mayoría por el NO (una diferencia de menos de 100.000 votos) y una abstención de un 60%. Los resultados mostraron las grandes diferencias existentes entre los partidarios del Acuerdo de Paz que se firmó y los que estaban en contra de dicho acuerdo. A estos dos grupos hay que unir una parte importante de la población que tiene sentimientos encontrados entre esas dos facciones.

Como consecuencia de este resultado a favor del NO el panorama político y económico de Colombia se ha vuelto muy incierto, el pueblo está dividido y desmoralizado sin saber a quién seguir. Los partidarios del NO esperan que sus representantes (liderados por el expresidente Uribe) logren que las FARC y el Gobierno cedan, en algunos de sus puntos, mientras tanto los partidarios del SI solo quieren que las conversaciones tripartitas entre el Gobierno, los “uribistas” y la guerrilla logren alcanzar un acuerdo que libere al país del permanente conflicto y la inseguridad. Al mismo tiempo muchos colombianos están realizando marchas pacíficas para presionar a la mesa de dialogo  a pactar esa  paz tan anhelada.

Incertidumbre económica

Una paz va a permitir un cambio radical en el aumento de la inversión extranjera, de la productividad en la agricultura (un sector clave para la economía) y del crecimiento del PIB. Por tanto, el fin del conflicto que sufre Colombia desde hace 54 años supondría un nuevo impulso en el crecimiento económico del país, por la mejora de la seguridad y la llegada de inversores extranjeros.

Pero mientras la paz definitiva no llega el país avanza poco y los mercados están consternados lo que ha derivado en una devaluación del peso colombiano y en un mercado de valores inquieto. El FMI ha previsto que la economía colombiana registrará un crecimiento del 2,7% este año, un ajuste a la baja de 0,3 puntos respecto a sus estimaciones del mes de julio.

La reforma fiscal

El gobierno tiene además una fuerte presión de los organismos multilaterales y las agencias de rating, quienes anticipan un descenso en la calificación del riesgo-país de no aprobarse la reforma tributaria y la regla fiscal que obligaría al gobierno a mantener un déficit del 1.9% del PIB para 2018, por debajo del actual 3.5%.

Desgraciadamente, como el presidente Juan Manuel Santos ha perdido mucho apoyo político tiene muchas dificultades para aprobar la reforma tributaria que ha elaborado su ministro de hacienda Mauricio Cárdenas. Esperaba la aprobación de esa reforma en el Congreso de la República, tras un supuesto éxito en el plebiscito, pero al no triunfar el SI la aprobación parece que será bastante más difícil y turbulenta. Esta reforma fue pensada como una nueva fuente de ingresos fiscales para poder reducir así el déficit público. Efectivamente, pese a que Colombia en los últimos diez años ha crecido a un promedio de 3,9% anual, el desplome del precio del petróleo y de otras materias primas está perjudicando su crecimiento económico y el equilibrio de sus finanzas públicas.

El economista J. M. Keynes, demostró y predicó que por medio de castigos severos a los perdedores de una guerra no se llegaría a la paz sino que se generarían más odios y más guerras. De ahí la importancia de que cuanto antes los grupos armados, los opositores, el gobierno y la población colombiana, cierren sus heridas y busquen, a través del diálogo, acuerdos que lleven a la paz y, por tanto, a un futuro más próspero para este rico y hermoso país.

Fuente: Rafael Pampillón (Universidad CEU San Pablo e IE Business School) y Carolina Ramírez (Master en Economía por University College London). «Colombia: las consecuencias económicas de la paz». Expansión,  15 de octubre de 2016. Página 43.

8
Oct

¿Hacia dónde se dirige el Reino Unido?

Escrito el 8 octubre 2016 por Miguel Aguirre Uzquiano en Economía Global

El pasado mes de Julio escribía en este blog sobre la esperanza que, tras el brexit, la relación del Reino Unido con la Unión Europea  fuese como la que mantiene Noruega.  El pasado viernes la Libra Esterlina cotizo en su nivel más bajo de  31 años frente al USD, o el JPY.

¿El motivo?  La palabras de la primera ministra inglesa Theresa May que parecen señalar que, en primer lugar, la salida de la UE será más rápida de lo esperado y que el nuevo estatus no será en absoluto como el de Noruega, ni siquiera como Suiza.  Es decir se limitará, por ejemplo, la libre circulación de trabajadores, considerándose, extranjeros a los ciudadanos comunitarios.  El político conservador Jeremy Hunt ha indicado que se asegurarán que el Servicio Nacional de Salud sea autosuficiente.  El Reino Unido, obviamente es una isla pero tratar, en pleno siglo XXI de aislarse del exterior,  no sólo por una cuestión geográfica, sino buscando la autosuficiente en cualquier actividad económica y social, como es la medicina, puede  derivar en futuro impredecible y no muy positivo para el Reino Unido y los que han sido sus socios durante décadas.  La semana ha estado poblada de declaraciones a cuál más polémica, como por ejemplo, cuando la Ministra del Interior, Amber Rudd ha pedido que las firmas británicas elaboren un listado de los trabajadores no nacionales, sugiriendo que estos quitan el trabajo a los británicos.  Hay que señalar que en la actualidad la tasa de desempleo está en torno al 5% mejorando incluso el buen dato de Estados Unidos.  Decir que en un país de 65M de ciudadanos, con una renta per cápita que supera los USD 45.000 y una tasa de ocupación cercana al pleno empleo , uno de los principales problema del país son los extranjeros (incluyendo ciudadanos de la UE) que quitan el trabajo a los nacionales, es cuando menos poco riguroso.UKIP_recorte1

Otra cuestión importante criticada por la primera ministra, ha sido la laxa política monetaria llevada en el Reino Unido en los últimos años: Los bajos tipos de interés y el quantitative easing fueron definidos como “medidas de emergencia”, que se ha convertido en la dieta habitual en el viejo continente, dañando principalmente a los ahorradores  (y pensionistas) a quienes este tipo de actuar de los bancos centrales les ha convertido, desde el inicio de la crisis del 2008 , en más pobres.  Además de nuevamente, tratarse de una afirmación discutible, si las políticas económicos que pretende implementar el Reino Unido a partir del 2017, conllevan menos crecimiento económico, pérdida de valor de los mercados de los activos en libras, depreciación de la moneda o el incremento de la prima de riesgo, ciertamente es difícil ver cómo estas medidas van a ayudar a los ahorradores británicos.  Hay una creencia extendida en que el impacto, hasta la fecha, del Brexit en la economía británica había sido limitado, principalmente por las políticas implementadas por el Banco Central.  Añadir incertidumbre sobre este importante actor, vuelve a ser una medida de inciertos resultados.

El Partido de la Independencia del Reino Unido, Ukip, fundado en 1993 con el único objetivo de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, representa a poco más del 12% de los votantes británicos, pero parece que el partido conservador ha iniciado una urgente carrera para atraer a sus votantes con declaraciones demagogas, que aumentan la incertidumbre y actúan negativamente sobre una economía que se estaba comportado muy positivamente

3
Oct
La economía mantiene su pujanza durante este año, pero el parón gubernamental le provocará un duro golpe los próximos ejercicios. Ya se notan algunos de los síntomas de desaceleración, como el deterioro fiscal, la caída de inversiones o la menor presencia internacional del país.

El Banco de España, la Comisión Europea, diferentes servicios de estudios, calificadoras de riesgo como Standard & Poor’s, inversores y empresarios han manifestado en los últimos días su preocupación por el futuro de la economía española.

La mayoría de estas instituciones están a la espera de que se concrete un acuerdo entre los distintos partidos políticos, para que España tenga un Gobierno estable que defina una hoja de ruta capaz de mantener un nivel alto de crecimiento económico y de generación de empleo. Es importante recalcar que, a pesar de la situación de interinidad y gracias a las reformas estructurales emprendidas en los últimos ejercicios, durante 2016 la economía seguirá comportándose bastante bien con un crecimiento del 3,2%.

Sin embargo, para mantener esa senda de crecimiento durante los próximos años, es fundamental contar con un Ejecutivo que siga acometiendo reformas.

Un programa que debe contemplar la inmediata reducción de los niveles de déficit fiscal y de deuda pública (la semana pasada se conoció que la deuda volvió a crecer en agosto en 2.831 millones, un 0,3%, más que la registrada en julio).

La publicación, también la semana pasada, de las cuentas trimestrales no financieras de la economía española del segundo trimestre va por el mismo camino. La necesidad de financiación del sector público (déficit) creció un 9,2% en tasa interanual, hasta 26.051 millones de euros, de modo que, en términos acumulados de cuatro trimestres, alcanza los 58.176 millones, cantidad equivalente al 5,3% del PIB, cuando en 2015 era del 5%. Un persistente aumento del déficit público que al generar aumentos constantes de la deuda podría provocar desconfianza en los mercados sobre si el Estado español será capaz de devolver lo que debe. Una situación que ha provocado que las autoridades de Bruselas hayan amenazado con aplicar varias sanciones que, de materializarse, infligirían mucho daño a la economía española.

Para reducir el déficit público el Círculo de Empresarios propone entre otras medidas: a) diseñar un sistema fiscal que incremente la recaudación ensanchando las bases imponibles; b) aumentar la productividad del sector público a través, por ejemplo, de fomentar la colaboración público privada, y c) reformar estructuralmente el sistema de pensiones para hacerlo más sostenible.

En este mismo sentido Standard & Poor’s ha señalado esta semana la necesidad de una reforma estructural del sistema de financiación de las Comunidades Autónomas, ya que observa que existe una diferencia importante entre sus ingresos y gastos fiscales, así como poca transparencia en su funcionamiento económico.

Una situación de deterioro fiscal que se agrava por la ausencia de un Gobierno estable que impide aprobar los presupuestos de las diferentes administraciones públicas, los cuales son esenciales para la reducción del déficit.

También por esta situación de falta de Gobierno, España no ha podido opinar, ni adherirse, ni votar sobre acuerdos importantes de la UE, como por ejemplo el del Brexit, ni firmar tratados internacionales como el del cambio climático o el de disminución de aranceles con países como México.

Además, Standard & Poor’s también advierte de que la incertidumbre política derivada de los resultados inconclusos de las segundas elecciones generales ha ralentizado las inversiones” inmobiliarias en propiedades comerciales en los dos últimos trimestres. Y ello, “a pesar de que la mejora macroeconómica del país apoya una creciente demanda de alquiler para la mayor parte de las propiedades comerciales”.

Menos crecimiento económico

Todo esto nos muestra que el país está dejando pasar muchas oportunidades, que se ven reflejadas en pérdidas económicas y en previsiones a la baja de las tasas de crecimiento del PIB para los años 2017 y 2018. Por tanto, aunque la economía española crezca un 3,2 % en 2016, los principales organismos nacionales e internacionales y el consenso de los economistas apuntan a que en los próximos años se crecerá bastante menos por los riesgos geopolíticos, las incógnitas sobre la evolución de la economía global y por los efectos de la incertidumbre política nacional sobre las decisiones de inversión y contratación.

Una situación que entorpece la generación de nuevos empleos, tal como señaló la semana pasada la Organización para la Cooperación y Desarrollo (OCDE). Por este motivo la OCDE ha revisado a la baja el crecimiento futuro de nuestra economía, y ha puntualizado que las bancarrotas empresariales continúan en niveles muy elevados si se comparan con otros países de nuestro entorno.

También advirtió sobre el riesgo de un menor crecimiento económico por la caída de las exportaciones españolas debido a la alta dependencia que exhiben respecto a los mercados de la eurozona. Esta alerta no puede tomarse a la ligera, ya que, a pesar de los intentos por diversificar geográficamente las ventas españolas en el exterior, todavía se dirigen hacia Europa un 72% de nuestras exportaciones.

A pesar de los achaques descritos, hay que mencionar los buenos resultados del sector del turismo. Según informa el INE, en los ocho primeros meses de 2016 el número de turistas que visitaron España aumentó un 10%, llegando a los 52,5 millones. Los datos de agosto del sector hotelero son también muy alentadores, con una subida del 3,8% respecto al mismo mes de 2015, y una ocupación del 79% de las plazas ofertadas, que es la más alta de la historia. Sin embargo, cabe puntualizar que este sector es cíclico y tiene una elevada dependencia de la coyuntura mundial, lo cual lo hace más vulnerable en períodos de crisis o enfriamiento económico, tal y como sucede hoy día.

En resumen, la situación económica de España se deteriora, en parte porque muchas empresas se encuentran a la espera de saber por dónde transitarán las políticas del nuevo Gobierno. De ahí que para mantener en el futuro la buena marcha que, desde hace tres años, lleva nuestra economía, es fundamental contar con un Ejecutivo que reduzca el déficit público y siga acometiendo otras reformas.

En este sentido, el Barómetro del año 2016 del Círculo de Empresarios propone un programa exhaustivo de medidas que van desde el desarrollo de la formación profesional dual hasta aumentar la colaboración de las universidades con las empresas, pasando por vincular el crecimiento de los salarios a los aumentos de productividad, simplificar los modelos de contratos laborales, reformular las políticas activas de empleo, favorecer el crecimiento del tamaño de las empresas, e insistir en la necesidad de seguir con prácticas de buen gobierno y de lucha contra la economía sumergida, fraude y corrupción.

Además, mientras nuestros partidos políticos deciden si van a formar un Ejecutivo estable, aumentan los desequilibrios de la economía española a la vez que la economía mundial también se debilita. Por eso mismo, deberían olvidar sus diferencias y unirse en torno a un propósito común, que es tener un Gobierno cuya principal misión sea mejorar nuestra economía y aumentar así el bienestar de los ciudadanos.

Fuente: «País sin gobierno, economía renqueante». Rafael Pampillón y Carolina Ramírez. Expansión. 3 de Octubre de 2016.

26
Sep

El comienzo del curso académico ha coincidido con la publicación de abundante información que confirma que la economía mundial no termina de despegar. El crecimiento global lleva cinco años, incluyendo 2016, por debajo de la media de su tendencia a largo plazo. Además, el FMI ha avisado de que en otoño podría revisar a la baja sus previsiones. Sería un síntoma de que los problemas de fondo de la economía mundial no sólo no se resuelven, sino que se agravan, por lo que podemos entrar en un estancamiento durante un largo periodo de tiempo.

populismoLos motivos de esta parálisis en el crecimiento son bien conocidos: a) bajo crecimiento de la productividad, b) dificultad de mantener los sistemas de pensiones de reparto, debido al envejecimiento de la población, c) excesiva carga de la deuda pública y d) la existencia de barreras crecientes en el comercio internacional.

A ello hay que unir el progreso de movimientos políticos populistas, aislacionistas y xenófobos que también puede paralizar el crecimiento. Se trata de un aumento en el sentimiento de insatisfacción de una parte importante de la población de los países desarrollados que ha derivado en una grave crisis de legitimidad política, es decir, un divorcio entre los representantes y los representados. Una frustración que procede de la mayor inseguridad económica y laboral de aquellos ciudadanos de baja cualificación profesional; también de la creciente desigualdad en la distribución de la renta causada por la grave crisis económica mundial que ha tenido como consecuencia el aumento del paro y la reducción de los salarios en los colectivos menos privilegiados. La consecuencia es la emergencia, con más rapidez de lo que se imaginaba, de partidos políticos que se oponen a la apertura económica con la esperanza de preservar así la identidad y el bienestar material de sus ciudadanos.

Ejemplos no faltan: a) el adiós británico a la Unión Europea (UE) bajo el eslogan “Inglaterra para los ingleses”, b) el avance del partido populista Alternativa para Alemania frente a la política migratoria adoptada por la canciller Angela Merkel, c) el candidato republicano a la presidencia de EEUU, Donald Trump, apelando a los intereses de los americanos frente a la apertura a los inmigrantes y a las importaciones baratas de China y América Latina, d) los gobiernos del Grupo de Visegrado (Polonia, Hungría, la República de Chequia y Eslovaquia), que están utilizando la xenofobia y el populismo para reiterar su total oposición a las políticas de la UE, especialmente en materia de refugiados, e) el triunfo en Austria del Partido por la Libertad, que, además de ultraderechista, es muy influyente y carismático frente a los partidos clásicos, que van para abajo y actúan como dinosaurios, sin identificarse con los problemas de los ciudadanos y, por tanto, sin aportar soluciones, f) la posibilidad de que Marine Le Pen gane las elecciones francesas del año que viene enarbolando la bandera de que hay que reducir la desigualdad y ofreciendo un referéndum para que Francia abandone la UE. En resumen,  movimientos políticos abiertamente xenófobos y proteccionistas que avanzan hacia la descomposición del orden económico internacional.

Menor comercio de China

A ello hay que unir la transformación económica de China, dirigida a favorecer su consumo interior frente a las exportaciones. Durante los primeros ocho meses de este año, el comercio internacional del gigante asiático se redujo un 6,7%. La política que han adoptado es la de dedicar más recursos a aumentar la producción de bienes de consumo y al sector servicios dirigida a satisfacer más adecuadamente las necesidades de sus ciudadanos, lo que reduce sus exportaciones. Va, por tanto, en la misma dirección que señalábamos más arriba de un menor comercio exterior.

El resultado ha sido un menor crecimiento económico de China, que está arrastrando al resto de los países emergentes, sobre todo a los productores de materias primas. El precio del petróleo vuelve a estar por debajo de los 50 dólares, y se espera que se mantenga alrededor de dichos niveles debido a la baja demanda que causa el enfriamiento económico del mundo. Al mismo tiempo, se han incrementado los stocks de crudo por la alta producción de EEUU y Rusia, así como por la entrada en escena de países productores-exportadores como Irán e Irak.

Estos bajos precios del petróleo están motivando un desequilibrio fiscal en los países productores, por lo que han debido aplicar ajustes tributarios, cancelar proyectos de inversión y sufrir la quiebra de diversas empresas que, directa o indirectamente, prestan servicios en el sector de los hidrocarburos. Una situación que está conduciendo a un menor crecimiento de sus economías y a un aumento en el número de parados.

Como consecuencia, los mercados emergentes se enfrían y se están enfrentando a una dura y nueva realidad. Así, Brasil, Rusia y las dos mayores economías de África (Nigeria y Sudáfrica) se hallan en recesión. Otro caso importante es el de Venezuela, cuyo gobierno viene mostrando un inmenso desajuste fiscal, junto con una descomunal devaluación del bolívar y una muy elevada inflación. Además, se enfrenta al impago de los préstamos recibidos por China y a una reducción de la calificación de riesgo de su petrolera PDVSA.

En definitiva, nos encontramos con un mundo muy inestable e incierto, lo que  limita la toma de decisiones de inversión de los empresarios en un futuro cercano. Esperemos que para finales de este año las perspectivas económicas y políticas se clarifiquen y que, poco a poco, vayan disminuyendo las probabilidades de un mayor enfriamiento mundial.

En definitiva, parece que el péndulo político está oscilando desde la defensa del comercio internacional, la asignación eficiente de recursos y la globalización hacia el proteccionismo en los mercados y la limitación a la libre circulación de personas. No es casualidad que, en la primera mitad de este año, el comercio mundial registrara, en términos reales, tasas negativas de crecimiento del 5,2%.

Las exportaciones españolas crecen

En este contexto, la economía española es una excepción, ya que las exportaciones siguen creciendo. Algo que afortunadamente viene sucediendo desde el inicio de la crisis, en 2008, cuando nuestras empresas salieron en mayor medida al exterior, fortaleciendo las ventas y la inversión directa en el extranjero. Esta estrategia ha sido vital para la continua y ardua recuperación que ha vivido la economía española en los últimos años. Los datos publicados ayer por el Ministerio de Economía y Competitividad muestran que en los primeros siete meses del año España exportó un 0,5% más de mercancías que en el mismo periodo de 2015. En términos reales el aumento fue todavía mayor del 2,9%. Estos aumentos contrastan con las caídas en las exportaciones de las grandes economías de Europa: Alemania (-0,3%), Italia (-1,2%) Francia (-2,2%) y Reino Unido (-5%) y también del conjunto de la UE (-2%).

Sin embargo, las exportaciones españolas podrían sufrir en un entorno económico mundial donde está aumentando el proteccionismo. Si a ello se une un aumento de la incertidumbre sobre el futuro político de nuestro país, corremos el riesgo de que junto a las exportaciones se reduzcan también las inversiones y los planes de expansión de las empresas, poniendo fin al elevado crecimiento que actualmente goza la economía de nuestro país.

Fuente: Rafael Pampillón. «Las consecuencias económicas del populismo». Expansión 24 de septiembre de 2016.

1
Ago

velaEl Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó la semana pasada la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre de este año, donde se muestra una clara mejora en el bienestar social, en la calidad del empleo y un aumento de la productividad de la economía española.

El paro se reduce

En el segundo trimestre de este año, se contabilizaron 217.000 desempleados menos que en el trimestre anterior. Este descenso ha hecho que la tasa de desempleo de nuestra economía se situara en el 20% de la población activa, frente al 21% del trimestre anterior. Supone una mejora del mercado laboral y una vuelta a los niveles de tasa de paro que teníamos hace seis años. Conviene recordar que hace tres años, en el primer trimestre de 2013, esta tasa estaba en el 27%.

Aumenta el empleo en los servicios

En lo que se refiere a la ocupación, entre abril y junio se crearon 271.400 empleos netos fundamentalmente en el sector de los servicios (227.000 empleos más en el trimestre) y que está en línea con la significativa mejora del turismo y de otros servicios de mercado (seguros, transporte, royalties, ingeniería, comercio minorista, financieros, telecomunicaciones, etc.).

Un indicador de que esto es así es que las exportaciones de servicios no turísticos están creciendo a impresionantes ritmos anuales del 8%. Otro es el aumento del comercio minorista que, en junio y en tasa interanual, se situó en el 5,6% (a precios constantes en la serie corregida de efectos estacionales y de calendario). Un crecimiento espectacular debido a la venta de coches; actividades de consultoría,  informática y científicas; cursos de formación y de colocación relacionadas con la mejora del empleo; y al turismo. Efectivamente, los datos publicados sobre turismo para el mes de junio anticipan una muy buena temporada de verano en España. Este año llegarán a nuestro país 70 millones de turistas internacionales, un 3% más que en 2015, sobrepasando el mejor registro de la serie histórica.

Fortalezas

En definitiva, aunque pierde un poco de fuelle, el mercado laboral español sigue mejorando. La mayor parte de los indicadores del segundo trimestre sugieren una mejora en la calidad:

1) La ocupación a tiempo completo aumentó en 300.000 trabajadores, mientras que la de tiempo parcial disminuye (-30.000).

2) Todo el empleo creado en el segundo trimestre fue generado en el sector privado (+295.000); mientras el sector público destruyó puestos de trabajo (-23.000), una reducción que se debería mantener en el futuro si se quiere reducir el déficit.

3) Desde una perspectiva más amplia, en el último año mejoró notablemente el nivel profesional de los ocupados. Aumentó el número de los que trabajan como técnicos, profesionales y científicos (+6%) y también los cualificados de las industrias manufactureras y de la construcción (+3.8). En cambio crece muy poco el empleo de los ciudadanos que no tienen estudios o que sólo han alcanzado los estudios primarios (+1,2%).

4) Como consecuencia de la mayor calidad está aumentando la productividad. Así, si consideramos los últimos doce meses, el empleo aumentó en 435.000 personas, es decir un 2,4% más que en los doce meses anteriores mientras que el PIB lo hace al 3%. Lo que supone un crecimiento de la productividad del 0,6% anual.

5) Creció el empleo por cuenta propia. En el segundo trimestre se dieron de alta 15.700 autónomos que a su vez dieron empleo a otros trabajadores.

6) Aumentó en el trimestre el número de hogares en que todos sus miembros activos están ocupados (+9.660). Por el contrario, se redujeron en 1.500 los hogares en los que todos están parados; sigue siendo una cifra elevada, 1,5 millones, pero es la más baja desde el año 2010.

7) Aunque durante el segundo trimestre, los contratos temporales aumentaron más que los indefinidos, sin embargo en el conjunto de los últimos doce meses los indefinidos (+223.000) crecieron más que los temporales (+202.000).

Esta mejora del mercado laboral es un reflejo del buen comportamiento de la economía española. Con la información del mercado laboral y de otros datos estadísticos que se vienen conociendo, parece posible que durante el segundo trimestre la economía haya tenido un crecimiento del PIB del 0,7% con respecto al primero. En términos anualizados (multiplicando el dato trimestral por cuatro, tal como se hace en EEUU) el PIB aumentó un 2,8%. Por lo que prevemos que para el conjunto del año 2016, la economía crecerá cerca del 2,8%.

En definitiva, aunque los segundos trimestres del año suelen ser siempre los mejores para el mercado laboral español, el de 2016 ha sido especialmente positivo en términos de calidad. Es el resultado de la reforma laboral, la moderación salarial y el repunte económico. Mientras tanto, los analistas siguen manteniendo elevados sus pronósticos de crecimiento económico para este año y el que viene.

No parece, por tanto, que la economía esté siendo penalizada por la espera de un nuevo Gobierno. La hipótesis de que la incertidumbre política frena el crecimiento no se está cumpliendo. Hay una ligera desaceleración, pero está más justificada por el marasmo de la situación económica mundial que por los problemas internos de España.

Así las cosas, y para poder mantener esta buena evolución del mercado laboral y consolidar el crecimiento económico español, el nuevo gobierno deberá seguir aplicando políticas que contribuyan a flexibilizar y dinamizar el mercado de trabajo: aumentar la formación del capital humano para adecuarlo a las necesidades del mercado; aumentar el IVA para poder reducir las cotizaciones sociales; continuar con la moderación salarial; establecer condiciones laborales diferentes para jóvenes en función de su cualificación y, por último, reformar todavía más la legislación laboral para disminuir la temporalidad.

Que tengáis buen verano. Nosotros nos vamos de vacaciones hasta septiembre.

Fuente: Rafael Pampillón. «El mercado laboral se afianza». Expansión; 27 de agosto de 2016.

 

26
Jul

Hoy, 26 de julio, el petróleo tipo Brent cotizaba a 44,5 dólares/barril, cuando hace un mes lo hacía a 53. Esto supone una caída de 8,5 dólares. Los precios del petróleo llevan  bajando más de dos años como consecuencia de la mayor oferta y la menor demanda. La primera se debe a un crecimiento de la producción gracias a las nuevas tecnologías de fracking (“fractura hidráulica”) y a la entrada de nuevos productores en el mercado de la exportación.

energía

En el otro lado, la reducción de la demanda mundial está provocada por la desaceleración económica global que, a su vez, es consecuencia de la incertidumbre generada por los conflictos políticos, el problema de los refugiados, el protagonismo de los movimientos populistas que se están presentando en diferentes latitudes, y el menor crecimiento de China.

Estos bajos precios del crudo afectan negativamente a los países que lo producen. Por el contrario, benefician a los importadores, a los cuales se les abarata la producción de energía. En el caso de los primeros, la situación ha sido tan dramática que muchos pequeños productores han tenido que cerrar sus pozos, dado que el precio de venta no llegaba para cubrir sus costes.

Históricamente, el precio del crudo sufre de una enorme volatilidad. A principios de este año, llegó a cotizar a 27 dólares/barril,  frente a los 115 de junio de 2014. Para evitar estas variaciones tan bruscas (y problemáticas), desde hace muchos años se están buscando y utilizando fuentes alternativas de energía. Otro de los objetivos es que la producción y el consumo de esa energía causen el menor impacto ambiental posible. De hecho, éste se ha convertido en un tema prioritario de la agenda política de casi todos los países del mundo.

La importancia de la energía proviene de ser uno de los engranajes más fuertes de la economía, tratándose de una de las variables que tiene una correlación más alta con el crecimiento económico, hasta el punto de que el grado de su utilización permite explicar la evolución del PIB mundial. Además, es una excelente medida para visualizar el progreso de un país. Por eso, entre las metas que persigue el Banco Mundial para reducir la pobreza extrema y lograr un desarrollo de las economías emergentes, está el lograr que 1.1 billones de personas que no tienen acceso a la energía eléctrica puedan hacerlo de forma eficiente y limpia. De ahí la necesidad de saber qué tipo de energía debemos utilizar para que el crecimiento económico sea sostenible a nivel mundial y ambiental.  

Otras fuentes de energía

British Petroleum acaba de publicar su informe “BP Energy Outlook” correspondiente a 2015: el consumo mundial de energía creció un 1%, el más bajo de la última década. El lado positivo es que el uso del carbón, tan contaminante, experimentó una caída en la demanda del 1,8% (1 millón de toneladas) y de un 4% en su producción. Esto es consecuencia del desarrollo de nuevas tecnologías de mezclas, que se están empleando en EEUU y China. Adicionalmente, se observa un efecto de sustitución muy marcado, debido a las políticas de incentivo de producción de energías más limpias, y a la caída del precio del petróleo. Esto es positivo, ya que la producción de energía con gas y petróleo emite al ambiente una menor cantidad de CO2 que la generada con carbón. Por lo anterior, economías como las de Australia y Colombia, en las que el carbón tiene un peso importante en sus exportaciones y en la recaudación fiscal, se están viendo muy golpeadas, tanto por la reducción de la demanda como por el bajo precio de este mineral.

Afortunadamente, el año pasado, las energías limpias (no provenientes de productos fósiles) presentaron un crecimiento del 3,6%. Fue debido a las mejoras tecnológicas, la mayor eficiencia, la reducción de costes, y a las políticas energéticas que se están aplicando en la Unión Europea (UE) y China. Por ejemplo, el gigante asiático se acaba de convertir en el cuarto productor más grande del mundo de energía nuclear.

Por último, la producción de energía por centrales hidroeléctricas sigue teniendo un crecimiento muy bajo, aunque constante. En los casos de las energías renovables, la eólica continúa siendo la predominante a nivel mundial. Asimismo, en 2015 la producción de la solar se vio mucho más diversificada geográficamente, debido a que, en años anteriores, el único país que se encontraba a la vanguardia en la producción de energía por medio de esta fuente era EEUU.  

El futuro de la energía

Las proyecciones a largo plazo de las diversas agencias y empresas del sector muestran que la demanda seguirá creciendo. Sin embargo, lo que parece que está cambiando es cómo se va a distribuir. Los países emergentes, como crecen más que los desarrollados, serán en el futuro mucho más relevantes en la demanda mundial de energía. Un gran ejemplo es el de India, la cual se espera que se convierta en el primer demandante, sobrepasando a China. Y eso que esta última continuará exhibiendo un crecimiento estable del PIB, del 6% anual, pero con un aumento en la demanda mucho menor, como consecuencia de sus nuevas políticas e investigaciones para hacer más eficiente el consumo energético.

En cuanto a la fuente de producción, se espera que el 60% de la energía siga proviniendo de fuentes fósiles. El gas tendrá un mayor crecimiento y participación, seguido por el petróleo. Por su parte, el carbón tendrá una demanda menor, a pesar de que se espera que India lo siga utilizando a medio plazo como su principal fuente de producción.

En lo que respecta a las energías renovables, cobrarán una mayor fuerza, debido a que cada día se vuelven más competitivas en el mercado gracias a la reducción de sus costos. Donde más extendido estará su uso será en la UE, seguida de EEUU. El crecimiento va estar impulsado por la solar y la eólica, ya que se espera que el de la hídrica y nuclear se produzca a una tasa constante.  

Panorama mundial

Así las cosas, durante este 2016, no son previsibles aumentos significativos en el consumo de energía. Esta semana, el Fondo Monetario Internacional volvió a revisar a la baja las proyecciones de crecimiento de la economía mundial para el 2016 y 2017 y, en especial, rebajó las previsiones para los países desarrollados. En este mismo sentido, este jueves, el Banco Central Europeo señaló que la recuperación en la Zona Euro se está produciendo a un ritmo muy moderado. En el futuro, continuará proliferando los riesgos de un bajo crecimiento en la zona por la incertidumbre sobre el crecimiento global.

La desaceleración de la economía mundial y los efectos negativos que tiene la volatilidad del precio del petróleo exige que las economías dependientes de las exportaciones de materias primas se replanteen una vez más su modelo productivo. Deberían avanzar hacia uno nuevo, en el que tengan más relevancia la diversificación, la productividad y el valor añadido.

Rafael Pampillón (Universidad CEU San Pablo e Instituto de Empresa) y Carolina Ramírez (Master en Economía por University College London). «El mapa de la energía». Expansión. 23 de julio.

23
Jul

Historia de dos Ciudades:Oslo y Londres

Escrito el 23 julio 2016 por Miguel Aguirre Uzquiano en Economía Global

Una buena lectura para el verano sería la gran novela de Dickens, Historia de dos Ciudades donde en los años previos a la Revolución Francesa se desarrollaba una gran trama paralelamente entre Londres y París. La primera era símbolo del orden y la tranquilidad mientras que la segunda representaba la incertidumbre y la agitación.

Desde el referéndum del Brexit, el pasado 23 de Junio, la pregunta que nos hacemos todos es ¿Y ahora qué? Entre los muchos vaticinios sobre lo que pasará dentro de dos años aparece recurrentemente la comparación con Noruega.

.-Primera similitud, la fecha de petición de ingreso.

Un primer dato, quizás no muy conocido, es que aunque Noruega no pertenece a la Unión Europea, en 1963 fueron dos los países que solicitaron su ingreso en el mercado común del viejo continente: El país escandinavo y el Reino Unido. Cuando Francia rechazó la solicitud del Reino Unido, se suspendieron las negociaciones de adhesión con Noruega, Dinamarca, Irlanda y el Reino Unido, repitiéndose este punto en dos ocasiones.

.-Segunda similitud, divergencia entre los deseos del partido gobernante y los ciudadanos.

En 1972 y 1994, a pesar del gran interés de los gobiernos que hubo en cada momento en Noruega para entrar en la UE, la ciudadanía rechazó por dos veces la integración en sendos referéndums. Los resultados no fueron abrumadores sino que mostraron una ciudadanía dividida (53,5%/52,5% en contra- 46,5%/47,8% a favor). El resultado en la consulta del Brexit fue de 51,9% Vs 48,1%.

.-Tercera similitud, la economíaOslo London.

Hasta el final de la primera guerra mundial, Noruega era uno de los países con menor renta de Europa, en el que la agricultura, la ganadería y la pesca eran la fuente principal de ingresos. El descubrimiento de los yacimientos de petróleo en el Mar del Norte en 1969 transformo a Noruega en uno de los países más ricos del mundo, con un PIB por habitante de USD 76.930 (5,2Millones de habitantes). El Reino Unido produce petróleo y gas para cubrir tres cuartas partes de sus necesidades y ha mantenido en las últimas décadas una política de bajos impuestos sobre los beneficios empresariales que ha disparado la Inversión Extranjera Directa en el país, principalmente en el sector servicios. La renta per cápita del país está entre las 25 primeras del mundo con un importe cercano a los USD 45.000 (64,5Millones de habitantes).

.-Cuarta Similitud, la moneda.

Ambos países han contado con una moneda propia históricamente apreciada respecto al Euro.

Finalmente señalar que una posible quinta similitud se podría basar en la actual relación de Noruega con la Unión Europea, si se replica el modelo para los británicos: Actualmente, el fundamento de las relaciones de Noruega con la Unión Europea se establece en su pertenencia al Espacio Económico Europeo (EEE). Desde su entrada en vigor en 1994, este acuerdo une a los Estados miembros de la Unión Europea con los que forman la Asociación Europea de Libre Cambio (AELC o EFTA) excepto Suiza, formando un mercado interior común que permite la libertad de personas, bienes, servicios y capitales.

Están fuera del acuerdo la política agrícola común y las políticas de pesca, la unión aduanera, la política comercial común, la unión económica y monetaria, la política exterior y de seguridad común, y los asuntos de justicia e interior (aunque los países AELC son parte del Espacio Schengen). Por tanto, las leyes en relación con el mercado europeo son de aplicación también en Noruega.

Además de formar parte del Acuerdo Schengen, así como de Europol y Eurojust, Noruega coopera con la UE en misiones policiales. El país nórdico también colabora con Frontex en la gestión de las fronteras exteriores de la UE, siendo la frontera de Noruega de gran importancia para la UE, ya que el acuerdo de la Unión Nórdica de Pasaportes suprimió los controles fronterizos entre Noruega y Suecia, por lo que la frontera exterior noruega representa la frontera europea.

Es decir una adhesión en el 2018 del Reino Unido a la Unión Europea en los mismos términos actuales de Noruega supondría una situación confortable para los británicos y no excesivamente alarmante para el resto de los países que configuran la Unión.

Feliz Verano

17
Jul

Los datos publicados el viernes de esta semana sobre la economía española confirman que la actividad económica se desacelera. Así, el INE informó de que las ventas del sector servicios de abril y mayo cayeron en tasa mensual (-0,1% y -0,2% respectivamente, si se eliminan los efectos estacionales y de calendario). La industria, por su parte, siguió en el progresivo deterioro que se inició a finales del año pasado; así, la variación anual del Índice General de Cifras de Negocios en la Industria fue en mayo de este año del –4%, hay que retroceder casi tres años para encontrar una caída mayor. Con estos datos y el resto de la información disponible parece que la economía española mantuvo en el segundo trimestre un crecimiento menor que en el primero.

También se ha publicado esta semana el Índice de Confianza Empresarial elaborado por el INE y los datos de deuda pública. En cuanto a la confianza, en este tercer trimestre del año, el 20,3% de los establecimientos empresariales se muestran positivos sobre la marcha de su negocio, mientras que el 21,4% prevé un trimestre desfavorable. Por tanto el balance de expectativas (diferencia entre los porcentajes de empresarios optimistas y pesimistas) se pone en negativo (–1,1 puntos) en el tercer trimestre, frente al saldo positivo del segundo (+1,9). Por lo que se refiere a la deuda pública subió en mayo tras el descenso de abril y vuelve a rozar el 100% del PIB.

Afortunadamente, las exportaciones de bienes y servicios siguen aumentando y compensan el menor crecimiento de la demanda interna. Algo que viene sucediendo desde el inicio de la crisis, en 2008. Esto llevó a nuestras empresas a salir al exterior mediante el fortalecimiento de las exportaciones y de la inversión directa en el extranjero. Esta estrategia generó un importante incremento de nuestras ventas en otros países, lo cual ha sido vital para la continua y ardua recuperación que ha vivido la economía española en los últimos años.

Así, las exportaciones de bienes y servicios en España han ido ganando peso, pasando de representar el 22% de todo lo que se produjo (PIB) en 2009 al 33% en 2015. Esto se explica por el aumento en el número de empresas que exportan desde España, y también por la búsqueda y hallazgo de nuevos mercados que no pertenecen a la zona del euro, como es el caso de EEUU. 

La importancia del TTIP

Precisamente, esta semana estuvo de visita en España el presidente de EEUU, Barack Obama, con el fin de reforzar los lazos tanto políticos como económicos entre ambos países. Afortunadamente, la relación comercial se ha venido fortaleciendo en los últimos años, dando lugar a un incremento significativo de las exportaciones entre las dos naciones, hasta el punto de que, para España, EEUU se ha constituido en el segundo socio más importante después de la Unión Europea (UE).

banderas eeeuu y ue

En este sentido, el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP por sus siglas en inglés), que se lleva negociando desde hace tres años, se podría convertir en una oportunidad más, tanto para España como para el conjunto de la UE de aumentar las exportaciones hacia el Norte de América.

Un Tratado que beneficiará a la economía española, no sólo por la reducción de los procedimientos y trámites para poder exportar, sino también por la facilidad para invertir al otro lado del Atlántico.

De aprobarse, reportaría mayor crecimiento y empleo a todos los firmantes. Según la Comisión Europea, la puesta en marcha del Tratado podría generar 335.000 nuevos puestos de trabajo en Europa en los primeros cinco años. Sin embargo, todavía existen trabas para su firma. Por el lado europeo, porque parte de la ciudadanía, contagiada por los movimientos populistas, lo ve como algo negativo. Por el lado americano, debido a las dificultades que reviste el reducir las regulaciones del sector de la salud (en contraparte están los productos alimenticios) o la legislación Buy American, que favorece la adjudicación de contratos a empresas de EEUU.

No se debe olvidar que los Tratados de Libre Comercio como el TTIP consiguen un mayor intercambio comercial entre los países ayudando a lidiar con diferentes imperfecciones del mercado. En ese sentido, contribuyen a reducir las restricciones sobre algunos productos; consiguen una mayor eficiencia en la asignación de los recursos; eliminan los aranceles, para que los productos sean más competitivos; y ensanchan los mercados manteniendo el andamiaje industrial en altos niveles de producción.

En el Consenso Económico del segundo trimestre, que acaba de publicar la consultora PWC, se preguntó a 355 ejecutivos de empresa y expertos económicos sobre los tratados de libre comercio. La mayoría de los consultados manifestó estar de acuerdo con el libre comercio, afirmación que sustentan en el mayor bienestar y calidad de vida que genera en el pueblo español. A su vez, los resultados de la encuesta muestran que estos tratados deben estar enfocados a la reducción de aranceles, al comercio de servicios, a la resolución de conflictos y a la formulación de normas transparentes en los intercambios comerciales.

Uno de los ejemplos más destacados de libre comercio, y que nos atañe de forma directa, lo constituye la UE la cual demuestra cómo entre países vecinos y cercanos se pueden transferir productos y servicios sin aranceles, ni otro tipo de barreras, logrando que las empresas amplíen sus mercados a la vez que se tornan más competitivas. No es casualidad que en esta nueva etapa de la historia económica de Gran Bretaña uno de los objetivos fundamentales de su nuevo gobierno sea mantener el libre comercio con la UE.

Desaceleración y aumento de la deuda pública

En definitiva, a mediados de este año, se está produciendo una pérdida de impulso en el crecimiento económico de España que desgraciadamente, si no se le pone remedio, podría continuar el resto del año. Y eso a pesar de los bajos precios del petróleo, que están volviendo a disminuir, de la política monetaria relajada del Banco Central Europeo y del tono de la política fiscal que debería ser más disciplinada. No se puede olvidar que el incumplimiento de los objetivos de déficit público puede generar un incremento de la deuda pública que podría resultar insostenible.

Así, la deuda del conjunto de las administraciones públicas subió en mayo en 9.932 millones de euros y se situó en 1,088 billones de euros, nuevo máximo histórico, por lo que vuelve a rozar el 100% del PIB (99,94%), según los últimos datos del Banco de España.

En este sentido, se debe de poner coto al gasto público y aumentar los ingresos fiscales para no originar otra crisis económica.

La necesidad de un gobierno estable

Esta necesidad de una política fiscal más ortodoxa y los datos de coyuntura que vienen apareciendo en los últimos meses señalan la conveniencia de aplicar reformas de fondo, que permitan impulsar el crecimiento económico y cambiar la estructura económica de España.

Para ello, España necesita, cuanto antes, un gobierno estable que dé confianza a los inversores nacionales y extranjeros y que aplique medidas que equilibren las cuentas públicas y aumenten la apertura al exterior de nuestra economía, el nivel industrial, el tamaño de las empresas, el gasto en I+D (que genere una mayor innovación y productividad) y la sostenibilidad del sistema de pensiones.

A la espera de ese gobierno, los empresarios y los consumidores podrían estar retrasando sus decisiones económicas, y la espera política se convierte en una de índole económica: una parálisis que no es saludable. Tampoco conviene que las negociaciones de los tratados comerciales internacionales se queden dormidas. Estos tratados son una vía muy importante de oxígeno para la economía mundial y para la española en particular. 

Fuente: Rafael Pampillón. “El motor del libre comercio”. Expansión (página 51). 16 de julio de 2016.

10
Jul

Pensiones: mirando a largo plazo

Escrito el 10 julio 2016 por en Economía española

El próximo gobierno tendrá que resolver varios problemas que aquejan a la economía española, entre ellos los relacionados con las finanzas públicas como son la reducción del déficit de las Administraciones Públicas, la financiación de las Comunidades Autónomas y la sostenibilidad del sistema de pensiones. Una de las claves para resolver estos tres problemas es incrementar el conjunto de los ingresos fiscales. De ahí que la publicación, esta semana, del número de afiliados a la Seguridad Social, en el mes de junio, haya sido recibida con entusiasmo por parte de los agentes económicos. Efectivamente, el volumen de afiliaciones no sólo siguió aumentando en junio, sino que registró el récord de dicho mes en la última década (98.432 afiliados más frente a los 35.085 de junio de 2015). En el último año, la afiliación se incrementó en 503.876 personas. Se alcanzan así los niveles de hace seis años (+17,76 millones). Estas cifras muestran que, cada mes que pasa, hay un mayor número de personas cotizando, lo cual debería incrementar los ingresos y, por consiguiente, facilitar el pago de las pensiones. Sin embargo, no ha sido así.

viejoEl Gobierno en funciones está teniendo dificultades para afrontar el abono de las pensiones de los próximos meses después de pagar la extraordinaria de verano. Es decir,  hay un déficit en la Seguridad Social: un desfase entre los ingresos y los gastos. Por eso para poder cumplir, el Gobierno sacó este mes 8.700 millones de euros del Fondo de Reserva de la Seguridad Social, es decir, de los ahorros generados durante la época de bonanza. Una práctica que ha venido repitiendo desde el año 2012, por lo que este fondo se ha reducido en un 62%. Por tanto, tenemos un problema: el déficit de la Seguridad Social sigue creciendo, a pesar de la recuperación económica, el aumento del empleo y la fuerte reducción del paro (353.250 parados menos en el último año).

El problema demográfico

El origen del problema de las pensiones es puramente demográfico. Por un lado aumenta la esperanza de vida o lo que es lo mismo crece de forma imparable el periodo que va desde la fecha de jubilación hasta que la gente fallece. Por otro, existe una muy baja tasa de natalidad. El resultado es un proceso alarmante de envejecimiento de la población. España se ha convertido en uno de los países más envejecidos del mundo, algo que confirmó el INE en su último informe. Por primera vez en 41 años de registros, la tasa vegetativa (nacimientos menos defunciones) se ha tornado negativa. El 2015 dejó una diferencia de 2.753 personas menos. Asimismo, el informe nos muestra que, por cada mil habitantes, nacieron apenas nueve niños, por lo que la pirámide poblacional está adoptando una forma invertida cada vez más rápido.

Causas del envejecimiento

1º) La baja tasa de fertilidad. España se encuentra entre los 10 países del mundo y los tres de la Unión Europea en los que esta tasa es menor: 1,3 hijos por mujer, cuando la media mundial es de 2,5. Lo que ponen de manifiesto estas cifras es que la población española no está hallando relevo generacional (harían falta 2,1 hijos por mujer). Esto significa que, en unas décadas, no habrá suficiente número de personas para sostener el sistema pensional, lo que causaría no solamente su desequilibrio, sino su colapso. Muchas son las razones que explican la baja natalidad y por qué la población en condición reproductiva ha venido retrasando la edad de tener hijos o incluso se ha abstenido de hacerlo. En los últimos años, han influido también los bajos salarios, las altas tasas de desempleo, las escasas oportunidades laborales para la mano de obra de baja cualificación, y la elevada temporalidad del mercado de trabajo.

2º) La alta esperanza de vida, que, en las dos últimas décadas, pasó de 78 a 83 años, lo cual representa un crecimiento del 5.7%. Por eso España figura entre los 10 países del mundo cuyos habitantes son más longevos.

3º) La tasa de migración, que, desde hace cinco años, es negativa. En 2015, se registró una inmigración de 50.000 personas, tanto nacionales como extranjeras. Esta cifra es la mitad de la de los residentes españoles que emigraron a otros países. En términos netos, esta diferencia representa una fuga de población joven o en edad laboral, en especial de aquélla con edades comprendidas entre los 25 y los 44 años.

Las políticas económicas

Todo esto lleva a pensar que, de no lograrse un aumento en la tasa de natalidad, España tendrá que realizar una política migratoria similar a la aplicada en países como Canadá y Australia, basada en atraer gente joven que logre mantener el sistema de pensiones para los años venideros. Esto favorecería la consecución de una pirámide poblacional que permitiera la sostenibilidad del sistema de pensiones.

De lo contario, España corre el grave riesgo de envejecer rápidamente, con el consiguiente desequilibrio presupuestario que ocasionaría un mayor gasto sanitario y de pensiones. De ahí que diversos organismos internacionales, en sus informes sobre la economía española, suelan insistir en la necesidad de reformar el sistema de pensiones, incluyendo aspectos como alargar la edad de jubilación, eliminar la jubilación temprana, introducir elementos de capitalización o favorecer el incremento de los fondos de pensiones privados. Subir los impuestos y rebajar las prestaciones son otras propuestas, pero éstas resultan más impopulares e ineficientes. Adicionalmente, se deberían implementar políticas de incentivos para estimular el número de nacimientos, con miras a equilibrar la tasa vegetativa.

Como la Comisión del Congreso para el tema de las pensiones lleva años sin tomar las medidas necesarias para resolver el problema de las pensiones, debería ser el nuevo Gobierno que se forme el que tomase la iniciativa. Como hemos señalado más arriba hay mucho camino por recorrer el cual requerirá múltiples esfuerzos, acuerdos y reformas, con el fin de evitar que el pago de éstas siga consumiendo la parte más importante del presupuesto del Estado. Hacer esas reformas es la única manera de garantizar la sostenibilidad económica del sistema de pensiones y de blindarlas frente a un posible colapso futuro. Desde una perspectiva más amplia, pero que incluye también los gastos por pensiones, en este año 2016, las Administraciones Públicas y los partidos políticos deberían ponerse de acuerdo para reducir de forma sensible el déficit público. Ayudas no les faltan: crecen los cotizantes a la Seguridad Social y los ingresos por impuestos y hay menores gastos por prestaciones de desempleo y financieros (por los menores tipos de interés).

Esos vientos propicios han de aprovecharse para que el país navegue hacia puertos más seguros, una travesía que deberá ser larga, trascendiendo la inmediatez acuciante de los cambios coyunturales de cada momento. Más que nunca es necesario un gran alcance de miras, para que seamos capaces de arreglar la sostenibilidad del sistema de pensiones mirando, acordando, planificando e invirtiendo en el largo plazo. Para que, en vez de a las cigarras estivales, nos parezcamos más a la hormiga del cuento, que fue lo suficientemente previsora para no dilapidar su riqueza en verano y, así, poder sobrevivir al invierno.

Rafael Pampillón (IE Business School y Universidad CEU San Pablo) y Carolina Ramírez (Master en Economía por University College of London). «Pensiones: mirando a largo plazo». Expansión, página 43. 9 de julio de 2016.

9
Jul

El mes decisivo de Brasil

Escrito el 9 julio 2016 por Miguel Aguirre Uzquiano en América Latina

Brasil se encuentra en pleno proceso de moción de censura contra su presidenta Dilma Rousseff (Ahora mismo el país tiene dos presidentes, la Sra Rousseff y el interino Michel Temer), que ha sido apartada de su cargo 6 meses a contar desde el inicio del proceso de destitución el pasado 12 de Mayo. Del 5 al 21 de Agosto se celebran los Juegos Olímpicos en el país pero el mes decisivo para el país no será ese sino el próximo mes de Noviembre
¿Por qué? Dilma Rousseff obtuvo su segunda victoria presidencial el pasado mes de octubre del 2014 con un estrecho margen al obtener el 51,6% de los votos frente al 48,3% del otro candidato Aécio Neves. Su primer mandato se caracterizó por el populismo con medidas como la congelación del precio del coste de los servicios básicos como la electricidad o el agua, el incremento de un número importante de trabajadores públicos y la total falta de reformas. Nada más ser relegida ya se dio cuenta que la situación era insostenible y nombre Ministro de Economía a Joaquim Levy, un economista ortodoxo y con gran experiencia en la Banca Privada, aunque sólo duró hasta diciembre del 2015. Los brasileños han visto como el año pasado al luz les subió más de un 70%, el desempleo ha subido del 9,9% al 12,5% en un año y la inflación creciendo a dos dígitosbetrayal
¿Cuál es la encrucijada de Brasil?
Existe una amplia preocupación que la continuidad de la presidenta, independientemente de los casos de corrupción, traería más populismo y profundizaría en la crisis del país. El cambio de Temer traería quizás la necesidad de realizar las reformas que el país necesita: Atajar el déficit de cuenta corriente, la regulación de los precios de los servicios básicos y el gran endeudamiento de las empresas y el gobierno debido al excesivo crédito de los últimos años . Es fundamental también el papel del Banco Central reduciendo los tipos de interés en cuanto la inflación se controle Sólo así se podría volver a datos de crecimiento en el 2017. Michel Temer no tiene ningún tipo de experiencia empresarial, pero en este caso sus casi 40 años de parlamentario pueden ser fundamentales para lograr la cohesión del fragmentado parlamento brasileño a la hora de tomar medidas no muy populares a corto plazo: La mitad del presupuesto gubernamental se utiliza para el gasto de la Seguridad Social en un país donde la edad de jubilación ronda los 55 años o los gastos de Salud y Educación están actualmente indexados a la inflación
Brasil estaba creciendo al 7,5% en el 2010 y lleva dos años en recesión, si las reformas necesarias son realizadas la deuda se estabilizará y la senda del crecimiento se retomará
Feliz Verano

8
Jul

La oportunidad de España ante el Brexit.

Escrito el 8 julio 2016 por Jose Maria O´kean Alonso en Economía española

El Brexit ha desequilibrado al estructura institucional y financiera europea. Y, con los desequilibrios, surgen las oportunidades. Instituciones europeas establecidas en Londres tendrán que ser reubicabas. Bancos internacionales, agencias de inversión, aseguradoras, delegaciones de multinacionales, plantas industriales tendrán que buscar ubicación dentro del entorno de la zona euro. Algunos de nuestros políticos han visto ya esta oportunidad y han comenzado a posicionarse.

Aun así, este desequilibrio tiene un calado diferente. Algunos países y buena parte de los funcionarios europeos han visto el Brexit como una manera de soltar el lastre que ha impedido a la UE y a la Unión Monetaria seguir avanzando en el sueño europeo. Y, ahora, se proponen intentar dar un salto más hacia la unión bancaria, la armonización fiscal y la unión política, entre una serie de países elegidos.

Es la hora de España. Hemos encontrado nuevamente lo que nos une. Un proyecto de país suficientemente sugerente para unir voluntades y disolver todas aquellas divisiones que hemos estado construyendo en los últimos años.

Si miramos atrás, en los dos ciclos de crecimiento anteriores siempre tuvimos un reto internacional que nos unía y nos ayudaba a dejar de lado nuestras históricas diferencias. Entre 1982 y 1992, España entro en la CEE, en la OTAN y se posicionó en el entorno internacional, entre los grandes países occidentales, organizando en el mismo año una Exposición Universal y una Olimpíada. En el segundo ciclo, entre 1994 y 2007, cumplió el sueño de entrar entre los socios fundadores de la Unión Monetaria Europea y utilizar la misma moneda de esos mismos países que, unos años atrás, nos originaban tantos complejos. Siempre un proyecto de país que nos unía. Siempre un proyecto que miraba al horizonte internacional. A partir de 2009 fue diferente. Sin proyecto de país, hemos ahondado en todo lo que nos divide: que es mucho. Y hemos dejado de lado todo lo que nos une: que es mucho más. Era la primera vez en estas décadas democráticas en que teníamos que enfrentarnos a nosotros mismos. Y, por lo visto en estos últimos años, no somos capaces de hacerlo con espíritu comprensivo, constructivo y tolerante. Algo que estamos demostrando cada día aunque nos duela reconocerlo.

Sin embargo, el Brexit nos ha brindado una oportunidad única para encontrar un nuevo proyecto de país. Lejos de pedir aplazamientos para no cumplir con los principios de reequilibrio presupuestario, debemos hacer un esfuerzo común para alcanzar este reequilibrio rápidamente y poder aspirar así a entrar en los países que van a conformar el nuevo gran país europeo. Tenemos que jugar a que Madrid y Barcelona se conviertan en dos grandes ciudades financieras e institucionales que atraigan inversiones, empleo, ideas y talento. Es el momento de España. Un momento en que debemos poner sobre la mesa de las negociaciones del nuevo Gobierno estos objetivos y enviar una señal nítida y clara a los dos grandes países europeístas, de que queremos avanzar con ellos. Que sea evidente que no vamos a ser un problema para ellos, que no queremos rendirnos ni protegernos, que no queremos asaltar el poder, sino asaltar el futuro.

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