WP_Post Object ( [ID] => 4495 [post_author] => 13322 [post_date] => 2009-01-31 23:58:28 [post_date_gmt] => 2009-01-31 22:58:28 [post_content] => Esta semana me ha llamado la atención un político español, que ha comentado en los medios que hay que mejorar la formación de los alumnos para que cuando terminen los estudios salgan colocados. España es un país en el que quizás debido a que durante las décadas que Europa, EEUU o Latinoamérica disfrutaban de una forma de vida en la que las comodidades (electrodomésticos, automóviles) o una nueva forma de entender la vida (el turismo, los viajes) eran habituales, se encontraba viviendo una larga postguerra, tiene en la actualidad una obsesión desmedida por no tomar ningún tipo de riesgo. En un país donde las principales empresas exportadoras son de capital no nacional (automoción), siempre que se habla de las salidas profesionales de los universitarios, las principales elecciones son el funcionariado o el colocarse en una gran empresa. Realmente es poco frecuente el que haya programas que incentiven a emprendedores o que ese tipo de empresarios tengan un reconocimiento social. En España hay más de 50 Cámaras de Comercio, 17 comunidades autónomas, cada una de ellas con un centro de promoción de la internacionalización de las empresas; y varios a nivel nacional. Este despliegue de entes no ha producido en los años pasados una reducción del déficit comercial sino que se ha producido una total falta de sinergias (término que se utiliza para casi todo hoy en día) dentro del propio país. Cuando sales fuera es más habitual ver una promoción de un producto del extranjero que de productos españoles. Si los vinos australianos o neozelandeses han logrado ser un referente en las mesas de los mejores restaurantes de Londres, realmente ¿Puede un consumidor alemán distinguir entre el Rioja, el Rivera de Duero, el Somontano, el Alvariño o la amplia gama de excelentes vinos nacionales? Hay que tomar conciencia 1) que es muy difícil la internacionalización, con 17 ideas diferentes de origen y 2) de que hay que animar a los jóvenes a emprender. ¿Seguirá siendo más factible y posible que unos jóvenes chilenos pongan su vino en mesas francesas (a pesar de la distancia) que que lo hagan los españoles? ¿Es el objetivo de nuestras licenciados aspirar a trabajar en la administración? [post_title] => Mejora de la productividad y promoción exterior de los productos españoles. [post_excerpt] => [post_status] => publish [comment_status] => open [ping_status] => closed [post_password] => [post_name] => maneras_de_ente [to_ping] => [pinged] => [post_modified] => 2023-12-13 13:55:42 [post_modified_gmt] => 2023-12-13 12:55:42 [post_content_filtered] => [post_parent] => 0 [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/archives/2009/01/mejora-de-la-productividad-y-promocion-exterior-de-los-productos-espanoles.php [menu_order] => 0 [post_type] => post [post_mime_type] => [comment_count] => 0 [filter] => raw )
Esta semana me ha llamado la atención un político español, que ha comentado en los medios que hay que mejorar la formación de los alumnos para que cuando terminen los estudios salgan colocados.
España es un país en el que quizás debido a que durante las décadas que Europa, EEUU o Latinoamérica disfrutaban de una forma de vida en la que las comodidades (electrodomésticos, automóviles) o una nueva forma de entender la vida (el turismo, los viajes) eran habituales, se encontraba viviendo una larga postguerra, tiene en la actualidad una obsesión desmedida por no tomar ningún tipo de riesgo. En un país donde las principales empresas exportadoras son de capital no nacional (automoción), siempre que se habla de las salidas profesionales de los universitarios, las principales elecciones son el funcionariado o el colocarse en una gran empresa. Realmente es poco frecuente el que haya programas que incentiven a emprendedores o que ese tipo de empresarios tengan un reconocimiento social.
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