26
Nov

Chart of the Day

En los cinco últimos meses el precio del petróleo se redujo en un 35% (en el cuadro se puede observar la evolución del precio del galón en Estados Unidos). Una buena noticia para todos los que tenemos que comprar gasolina o gasóleo para trasladarnos de un sitio a otro. A los ciudadanos nos queda ahora, gracias a la bajada del precio del petróleo, mas renta disponible para consumir en otras cosas. Lo que sin duda reanimara la economía.

Para países importadores de petróleo como España y casi todos los países de la Unión Europea la reducción del precio del petróleo supone además una rebaja de los costes energéticos para las empresas. En concreto para las empresas españolas supone una mejora de su competitividad y un aumento de los beneficios que facilitará la autofinanciación de las empresas en una época en que siguen relativamente endeudadas y que el crédito que dan los bancos sigue siendo relativamente escaso.

Para los países exportadores de crudo  esta reducción del precio va a suponer una caída importante en el valor de sus exportaciones y, por tanto, un aumento de su déficit exterior. Lo que sin duda puede generar una depreciación de sus monedas.

En América latina países como Colombia, México, Ecuador y Venezuela que son exportadores netos de petróleo van a sufrir además una caída de sus ingresos fiscales. En cambio, países como Brasil y Argentina que también son exportadores de petróleo pero tienen equilibrio en su balanza energética exterior les afectará mucho menos. Países de Centro América y Uruguay, Paraguay y Chile que son importadores de petróleo esta bajada del precio les beneficiará.

En general es una buena noticia ya que la inflación a nivel mundial se va a reducir lo que permitirá una mejora del poder adquisitivo de sus trabajadores y pensionistas.

Por último, la lección que se puede sacar de esta bajada del precio del crudo es que los países exportadores de petróleo, también los de América Latina, deben diversificar su cesta exportadora para no depender tanto de las exportaciones de materias primas que tienen un elevado componente de volatilidad en sus precios.

25
Nov

Los datos de las últimas semanas confirman que el ciclo económico internacional sigue comportándose de forma desigual, con dos importantes polos de debilidad: Europa y Japón. En el caso de la economía japonesa, la caída de la formación bruta de capital fijo explicaría, en gran parte, el retorno del país a la recesión, al decrecer la actividad por segundo trimestre consecutivo (-0,4% y -0,8% en términos nominales). Es la cuarta vez desde la quiebra de Lehman Brothers que Japón entra en recesión, así que tampoco el experimento de “las Abenomics” ha logrado sacar al país del estancamiento secular que sufre desde hace 25 años. Como consecuencia, el gobierno ha convocado elecciones anticipadas, retrasará casi dos años la nueva subida prevista de los impuestos indirectos (no importa que la deuda pública ya se encuentre situada en el 240% del PIB) y, seguramente, en caso de necesidad, el banco central volverá a dar una nueva vuelta de tuerca a la política monetaria.

lanzar billetesPor tanto, los experimentos monetarios de los últimos años van a tener su máxima expresión en las actuaciones del BOJ, al que ya sólo le queda lanzar billetes desde helicópteros. Eso sí, lo que todavía no se ha probado son las reformas estructurales que necesita el país. Además, veremos cómo se toman los vecinos de la región la depreciación adicional que va a experimentar el yen en el medio plazo. Y, por tanto, el efecto arrastre que pueda tener en otros bancos centrales.

El crecimiento del tercer trimestre en Europa (+0,2 trimestral/ 0,8% en términos interanuales) mantiene a la región cerca del estancamiento, dando argumentos a los que siguen asignando una elevada probabilidad al riesgo de recesión. En el lado positivo, a falta de información más desagregada, vuelve a estar la evolución de la demanda externa, mientras la inversión sigue comportándose de manera negativa. Por tanto, además de insuficiente, el crecimiento sigue estando desequilibrado por la preocupante debilidad de la demanda interna. La esperanza es que, probablemente, se está infravalorando el efecto positivo que tendrá el cambio favorable en dos variables clave para elaborar las previsiones del año que viene: precio de la energía y tipo de cambio.

Sin embargo, el efecto positivo de una mejora del contexto externo se puede diluir si, de una vez por todas, no se termina de cerrar el debate en Europa sobre el “timing” y la combinación de políticas económicas que necesita la región. Y, desde luego, no ha sido muy edificante ver como la pelea entre Francia y Alemania se trasladaba la semana pasada a las páginas de Financial Times: los franceses alertando, a través de su ministro de economía, que si no hay dinero nuevo en el Plan Juncker no servirá de mucho; y los germanos mostrando el viernes dudas sobre la voluntad reformista francesa, pues consideran que lo anunciado hasta ahora ni hace más sostenible al sistema de pensiones, ni reduce suficientemente los costes laborales. Lo cierto es que en este debate el tiempo se acaba, pues esta semana la Comisión deba dar el visto bueno al presupuesto francés que necesita una prórroga de dos años para cumplir el objetivo de reducir su déficit por debajo del 3%. En este contexto, la única opinión sensata fue la del economista jefe del BCE (Peter Praet), señalando que la mayor amenaza en el escenario europeo es el deterioro de las expectativas y, por tanto, el pesimismo que empieza a filtrarse sobre el futuro a corto y medio plazo de la región.

En este contexto, los últimos mensajes desde la Fed, BoE o BCE han sido muy moderados y el Banco de China rebajó los tipos de interés el viernes por la mañana. De hecho, aunque en el último G20 oficialmente no se habló de política monetaria, este foro desde el inicio de la crisis sólo ha tenido incidencia en las medidas de coordinación monetaria, especialmente tras las crisis de Lehman Brothers. Por tanto, probablemente, sí que se discutió sobre tipos de interés y tipos de cambio. Y, aunque el margen de sorpresas con los bancos centrales parece más que cubierto, no descartemos alguna adicional para el año que viene. Por cierto, el BCE cada vez parece más sensible al comportamiento de los mercados; veremos si la “Draghi put” ha llegado para quedarse, pero sus últimas declaraciones señalando que no se deben descartar las compras de deuda pública han provocado subidas en las bolsas y en los mercados de renta fija. Sin embargo, en Europa lo importante va a ser la política fiscal y, poco a poco, se están empezando a conocer más detalles del Plan Juncker (Fondo Europeo de Inversiones Estratégicas). Tendrá un importe de 315.000 millones de euros financiado con 20.000 millones aportados por los países y el BEI, 60.000 millones captados en emisiones de bonos y, el resto, lo aportará el sector privado. Los sectores que concentrarán la inversión serán energía, telecomunicaciones y nuevas tecnologías. De momento los países han mandado más de 1.800 proyectos viables y, España ha sido el tercer país con más proyectos enviados (con un valor de 51.000 millones de 2015 a 2017) centrados en conexiones ferroviarias, I+D e interconexiones energéticas con Francia. La anécdota es que de momento Alemania no ha mandado ni un proyecto, lo que pone de manifiesto su opinión sobre este tipo de políticas….

24
Nov

Desde el jueves ya podemos leer en español el famosísimo libro de Thomas Piketty “El capital en el siglo XXI” que aunque se publicó en francés el año pasado, no tuvo un éxito rotundo hasta que fue traducido al inglés en el mes de marzo. Precisamente pasada semana fue elegido “libro del año” por el Financial Times, una decisión controvertida ya que fue esta publicación una de las que más duramente criticó la metodología del autor francés calificándola de poco exacta y sesgada.

En su libro Piketty estudia la distribución de la riqueza y la renta en algunos países desarrollados (EEUU, Reino Unido, Alemania, Francia y Suecia) y afirma que si el crecimiento de la riqueza es superior al de la producción las desigualdades aumentan. Es decir, quienes tengan la capacidad de acumular capital serán cada vez más ricos y el resto serán relativamente más pobres. Y así continuará indefinidamente. Para limitar este efecto y conseguir que la desigualdad se suavice Piketty propone aumentar la imposición a los más ricos algo que, en su opinión, no afectaría al crecimiento económico.

Es preciso recordar que el crecimiento económico viene determinado por cuatro factores productivos: mano de obra, tecnología, capital (entendido como maquinaria, edificios e infraestructuras que se utilizan para producir bienes y servicios) y recursos naturales. Si los aumentos de la producción generasen un mayor crecimiento del factor capital que de la mano de obra empleada, entonces es probable que la riqueza de los ricos aumentase más rápidamente que la del resto de los ciudadanos.

Si fuera así, la tesis de Piketty podría parecer adecuada: gravemos el capital para que una parte de él se recaude y luego se distribuya para favorecer una mayor igualdad. Sin embargo, esta tesis plantea algunos puntos débiles:

1º) Mucha gente cree que el capital es aquel que está invertido en el sistema financiero (capital financiero). Sin embargo, el auténtico capital es el productivo: el que permite que las actividades económicas tengan lugar y generen crecimiento. Piketty no distingue entre capital financiero y capital físico. Y al no diferenciar entre estos dos tipos de capital los impuestos pueden tener importantes efectos negativos sobre el crecimiento económico y el empleo.

2º) Además, y lo que parece más importante al gravar el capital este se encarecería. Como consecuencia las empresas tendrían más complicado realizar inversiones en nuevas tecnologías que les permitiesen mejorar sus sistemas productivos o satisfacer las necesidades de los consumidores, es decir, tendrían mayores restricciones para generar bienestar. Algo que no es deseable en ningún caso.

3º) El aumento de los impuestos, que recomienda el autor francés, podría, desgraciadamente, ser un incentivo a la salida de capitales del país de forma que la economía perdería parte de los ingresos impositivos de los que capitales que se van, sean éstos muchos o pocos.

El Mundo está mejor

4º) Es bien sabido que los países desarrollados han alcanzado un nivel de vida mayor que los países en desarrollo, debido a que en las economías más avanzadas llevan muchos años aumentado su stock de capital. Lo importante es resaltar que el incremento de ese capital ha ido incorporando innovaciones tecnológicas que han permitido impulsar el crecimiento económico. Por su parte, los países emergentes se han beneficiado de esas innovaciones lo que les ha permitido obtener los beneficios del cambio tecnológico a mucha más velocidad que los países desarrollados. En definitiva, muchos países emergentes han podido aplicar las innovaciones sin necesidad del largo y costoso proceso de investigación. Como consecuencia gran parte de la población mundial (no olvidemos que únicamente China e India ya representan más de un tercio del total mundial) se encuentra ahora en una situación mejor que hace cuarenta años porque, entre otros motivos, han sabido aprovecharse de la Tercera Revolución Industrial. Algo que se ha visto reflejado en el aumento de su esperanza de vida, la menor mortalidad infantil y la reducción de su pobreza de muchos países en desarrollo. Un proceso de erradicación de la pobreza que no se había visto antes en la historia del mundo.

5º) Afortunadamente, la desigualdad a nivel mundial se ha ido reduciendo. La explicación es muy simple: como consecuencia del espectacular progreso económico de los países emergentes se ha producido un proceso de convergencia de las rentas personales en el mundo. Lo que significa que más de la mitad de la humanidad lleva décadas en un proceso de acercamiento (catch-up) a los niveles de bienestar de los países ricos.

La mejora de las instituciones

Por tanto, el crecimiento económico nos ha llevado a niveles de producción que son los mayores de la historia. Los valores de la producción de los países son cada vez más asombrosos y las rentas per cápita no dejan de aumentar. Este aumento del bienestar y de la igualdad a nivel mundial no se ha conseguido aumentando los impuestos sobre el capital como propone Piketty. Las causas de la mejora del bienestar hay que encontrarlas, una vez más, en la buena calidad de las instituciones; es decir, en la estabilidad política, los bajos niveles de corrupción, la igualdad de oportunidades, la seguridad jurídica, el buen funcionamiento de los mercados y las garantías a la propiedad industrial que son los mejores incentivos a la inversión nacional y extranjera y al desarrollo tecnológico.

En definitiva, el crecimiento económico y la reducción de la desigualdad a nivel mundial no se consiguen aumentando los impuestos como propone Piketty. Lo que hay que hacer es generar instituciones inclusivas e incentivos que favorezcan los aumentos de la productividad y de la actividad empresarial que son, al fin y al cabo, las que generan el crecimiento económico, el empleo y el bienestar de los ciudadanos.

Fuente: Rafael Pampillón y Cristina Mª de Haro. “La desigualdad mundial se reduce”. Expansión 22 de noviembre de 214. Página 50

 

22
Nov

España: Ganando productividad ¿De qué tipo?

Escrito el 22 noviembre 2014 por Miguel Aguirre Uzquiano en Economía española

Últimamente hay opiniones divergentes sobre el principal motivo del impulso de las exportaciones españolas desde el 2009.

Está claro que la exportación ha sido el principal motor de la Demanda Agregada con incrementos del 44% en los últimos cinco años.  Se indica, según datos de Eurostat que los costes laborales en la Industria Española han descendido un 5% en el mismo periodo, frente por ejemplo a un incremento del 12% en Francia, lo que ha hecho los bienes españoles más atractivos a los mercados exteriores.  Y  eso sin tocar la moneda.

Ahora que conocemos que las importaciones se han incrementado un 6% interanual, hasta septiembre 2014, lo que por otra parte era previsible cuando la situación económica fuera mejorando nos encontramos ante la pregunta de si este aumento en productividad es sostenible para el próximo ejercicio.

Quiero plantear en estas líneas que si tres millones de trabajadores han salido del mercado laboral está claro que se ha dado un incremento brutal a la productividad del tejido empresarial español.  Pero se ha realizado disminuyendo el denominador  del cociente de la productividad.  Para que las exportaciones sigan incrementándose, además de la situaciones de los mercados compradores (se espera un crecimiento de Francia del 0,8% en el 2015 o del 1,3% de la Eurozona) va a ser necesario un incremento de la inversión para la mejora del tejido productivo que produzca productos más atractivos y punteros.  Parece que los datos de inversión van en la buena dirección pero el endeudamiento privado y público sigue siendo alto y en esta situación el ahorro sigue siendo un deseo y las líneas de circulante se siguen utilizando para cancelar deuda y no para renovar el tejido productor.

Las exportaciones han tenido un buen dato de incremento hasta septiembre del 1,9%, pero la diferencia entre ventas y compras ha llevado al déficit comercial a incrementarse en el año a un déficit de 18.854 millones frente a 11.007 del 2013.

El gran reto de España en los próximos meses es mantener el incremento exportador vía productividad que vamos a llamar buena, frente a la obtenida del menor número de empleados en las empresas.  Los datos de incremento de exportaciones a destinos extracomunitarios como China (+41%) o Estados Unidos (+28%), en los primeros nueve meses del año o que el 19,9% de las exportaciones se sitúen en los sectores de tecnología media y alta (como los bienes de equipo) indican que la dirección es la correcta.

20
Nov

Corporate Restructuring

Escrito el 20 noviembre 2014 por en Miscelánea

Mesa redonda en torno a la presentación del nuevo libro de Francisco López Lubián.

Desde IE Publishing os invitamos a la mesa redonda que se celebrará en torno a la presentación del nuevo libro An Executive Guide to Corporate Restructuring de Francisco López Lubián, Director y Profesor del Área de Finanzas del IE.

La mesa redonda contará con la participación de Guillermo de la Dehesa, Presidente del Consejo Asesor Internacional IE Business School, Presidente CEPR (Centre for Economic Policy Research).

Durante la presentación se debatirá el tema de la reestructuración de empresas, tanto en España como a nivel internacional. Será una excelente oportunidad para debatir los aspectos legales, empresariales y económicos asociados a procesos de reestructuración, tanto en sus aspectos operativos como financieros. Participará además Carlos Mallo, CEO Permira Spain, que aportará experiencias reales en este tipo de procesos y comentará qué se puede aprender del pasado y qué se espera para el futuro. Por su parte, Rafael Pampillón, Catedrático de Economía y Profesor de Entorno Económico del IE que también intervendrá como ponente, aportará una visión macro de la situación actual en España y en las principales economías desarrolladas, y las expectativas de futuro.

Fecha: 25 de noviembre de 2014
Hora: 19,30 h.
Lugar: Pabellón de papel (Serrano, 99).

Inscripciones en: http://bit.ly/1xUKOph

17
Nov

I+D: España y Zona Euro

Escrito el 17 noviembre 2014 por en Economía española, Unión Europea

Por gentileza de perpe.es

I+D

16
Nov

I+D y crecimiento económico

Escrito el 16 noviembre 2014 por en Economía española

El Consejo de Ministros aprobó ayer el proyecto de una nueva Ley de Patentes con el fin de mejorar el nivel tecnológico de España. La capacidad del sistema científico y tecnológico español para investigar y generar innovaciones sigue siendo bajo. Precisamente este jueves el INE publicó los datos de gasto en Investigación y Desarrollo (I+D) del año 2013, que no fueron buenos. En el año 2013 el gasto en I+D fue de 13.052 millones de euros, lo que supuso una reducción del 2,5% respecto al año anterior. Descensos que lamentablemente se vienen repitiendo en los tres últimos años. La reducción del año 2013 se debió a una caída en el gasto en I+D del sector público del 3% y a un descenso del 2,1% en el del sector privado.

Dibujo de

Además, en la economía española el gasto en I+D se distribuye de forma extraña. Las administraciones públicas gastan el 47% del total, mientras que el sector que más impulsa la I+D es el empresarial con el 53% del gasto en el año 2013. Sin embargo, esta proporción es muy distinta a la del resto de los países desarrollados, en los que el gasto de las administraciones públicas representa un poco menos del 40% del gasto total en I+D y en cambio el gasto empresarial supone más del 60%.

Esta proporción diferente de España pone de manifiesto la mayor dificultad que, con respecto a otros países desarrollados, tiene el sector empresarial español para desarrollar innovaciones tecnológicas. Más innovación permitiría a las empresas situarse en una posición más competitiva en los mercados internacionales.

Además, el volumen del gasto en I+D en España es muy limitado: en el año 2013 representó el 1,24% del PIB, algo inferior al del año 2012 (1,27%) y también inferior al nivel de gasto realizado por otras economías de nuestro entorno, tal como ha puesto de manifiesto la OCDE, este miércoles, en su informe “Perspectivas de la OCDE sobre Ciencia, Tecnología e Industria 2014”. Así, por ejemplo, en los últimos años, Alemania y Francia han duplicado el gasto de España, medido en porcentaje del PIB.

Desgraciadamente, la contracción del gasto en I+D también se está reflejando en la competitividad de la economía española. El World Economic Forum (WEF) en su último informe sobre competitividad mundial sitúa a nuestro país en la posición número 35 del mundo, mientras que muchos de los socios de la UE se encuentran en posiciones más avanzadas. Finlandia es la cuarta economía más competitiva del mundo, Alemania la quinta, Holanda la octava y Reino Unido la novena. Todas ellas superan a España en inversión en I+D medida en porcentaje del PIB. La clasificación muestra claramente que los países más innovadores son también los más competitivos.

En el caso de España, las consecuencias de la crisis y los recortes presupuestarios en I+D se han dejado notar en la menor capacidad de innovación de nuestra economía. Parece que la política tecnológica no funciona bien. Sirva como ejemplo que el WEF ha clasificado de nuevo a España en la posición número 102 (de un total de 148 países) según las facilidades que el gobierno da a las familias y a las empresas para la adopción de nuevas tecnologías.

La necesidad de las patentes

El WEF también señala que el volumen de patentes que se generan en España no es suficiente (puesto 26). Es por este motivo por lo que ayer se aprobó el proyecto de una nueva Ley de Patentes, con el objetivo de facilitar su concesión y fomentar y proteger la innovación. No se debe olvidar que en los últimos años la probabilidad de que la investigación produzca patentes ha aumentado significativamente. En el caso de España la producción de patentes es manifiestamente mejorable, ya que tenemos un excelente plantel de científicos e ingenieros que el ranking del WEF lo sitúa en el puesto 11 del mundo.

Es más, parece que en 2014 las cosas van un poco mejor. Los últimos datos del INE sobre el comercio exterior de servicios muestran que en el primer semestre de este año las exportaciones de royalties (los ingresos generados por la utilización en el exterior de patentes españolas) aumentaron un 16% respecto al mismo periodo del año pasado, mientras que las importaciones cayeron un 1,7%. Estos ingresos corresponden en su mayoría a filiales de empresas nacionales que utilizan patentes españolas en su actividad en el extranjero.

Este mejor comportamiento de la balanza tecnológica puede estar reflejando que, dado que la situación económica del mundo en el primer semestre de este año fue mejor que la española, las filiales de nuestras empresas en el exterior aumentaron su actividad y, con ella, sus pagos por royalties a la sede central en España. En cambio, como la actividad económica en España fue más lenta disminuyó la utilización de patentes extranjeras y, por tanto, se redujeron los pagos por royalties. La balanza tecnológica señala que España está aumentando su capacidad para exportar tecnología y para utilizar tecnología propia. Suele ocurrir que cuanto mayores son los ingresos de la balanza tecnológica mayores son los esfuerzos en I+D.

Los últimos datos de la OCDE (que corresponden al año 2012) hacen hincapié en la necesidad de mejorar el desarrollo del sector de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en nuestro país. Del total de las patentes solicitadas en España en el año 2012 (1.559) el 26% correspondían al sector TIC, mientras que en otros países más desarrollados tecnológicamente como Finlandia o Estados Unidos este porcentaje se elevaba hasta el 53% y el 40% respectivamente.

Cambios en la política tecnológica

Es bien sabido que la política de innovación tiene como objetivo el que se desarrollen cambios tecnológicos que mejoren la productividad de la economía y aumenten su competitividad. Así las cosas, el gobierno tiene que actuar eficazmente para conseguir un mayor nivel de gasto en I+D tanto en los presupuestos del Estado como sobre todo en las empresas, generando incentivos para aumentar la financiación de las actividades innovadoras.

La política tecnológica debe tener en cuenta numerosos aspectos para que la I+D tenga el mayor efecto productivo sobre la economía. Señalaremos tres:

Primero, fortalecer las relaciones entre los investigadores del sector público y las necesidades de las empresas. Para competir en los mercados internacionales las empresas deben innovar, y dado que casi la mitad del gasto en I+D en España lo realiza el sector público, se deben estrechar los vínculos entre las universidades y el sector privado. Esto favorecería la innovación en las PYMES. No se debe olvidar que la mayor parte de las empresas españolas son PYMES sin departamentos de I+D.

Segundo, generar mayores incentivos fiscales a la I+D. En esta línea se encuentra la reforma tributaria que entrará en vigor en 2015 y que contempla un aumento de la deducción de los gastos por actividades de I+D. Siguiendo este planteamiento también podrían incentivarse fiscalmente las inversiones de capital riesgo en actividades emprendedoras, que son algunas de las más innovadoras y con las que, según el informe antes citado de la OCDE, España tiene una tarea pendiente. Nuestro país se encuentra dentro de la mitad de los países de la OCDE con menores facilidades para el emprendimiento, con menos patentes entre las empresas emprendedoras y con menor índice de inversión en capital riesgo. La política tecnológica debería facilitar en mayor medida la creación de estas empresas y todavía más si tienen un componente tecnológico.

Tercero, mejorar la formación de la mano de obra y atraer y retener a la más cualificada. Ya hemos comentado en otras ocasiones la urgente necesidad de mejorar formación del capital humano, especialmente al nivel de la formación profesional. En esta ocasión, con motivo de los datos del INE publicados el jueves, hay que resaltar también la situación de los trabajadores de alto nivel de cualificación. En el año 2010 España tenía 222.022 empleados en actividades de investigación y desarrollo (medidos en equivalencia a jornada completa): desde entonces se han perdido 18.411, (de ellos 5.220 corresponden al año pasado). Los que nos gobiernan deben desincentivar la llamada “fuga de cerebros” al impulsar, por ejemplo, programas de formación doctoral y postdoctoral de alta calidad o favorecer los intercambios con centros de investigación internacionales. Poner todos los medios a su alcance para retener y atraer investigadores y tecnólogos que aumenten la plantilla científica e innovadora española.

En definitiva, es necesaria una política tecnológica que impulse mucho más la I+D y que incentive el sector de las TIC, que está siendo clave para mejorar la productividad y la competitividad de las economías. Es de esperar que la aprobación, ayer, del proyecto de Ley de Patentes, permitirá aumentar el número de patentes y, por tanto, la cantidad de innovación. En definitiva, España necesita más I+D que genere más tecnología propia, y con ella obtener más crecimiento económico y empleo de forma duradera en el largo plazo.

Fuente: Rafael Pampillón. “I+D y crecimiento económico”. Expansión, 16 de noviembre de 2014. página 42.

 

10
Nov

China: primera economía del mundo

Escrito el 10 noviembre 2014 por en China

China es el país con mayor tamaño económico y poblacional del mundo. A finales de los años setenta del siglo pasado, China comenzó una política reformista que consistió en cambiar su modelo económico autárquico por otro más abierto a los mercados internacionales. Desde entonces (1978), la extraordinaria apertura comercial y la utilización de las exportaciones como motor del crecimiento han llevado a China a mantener tasas de crecimiento superiores al 10%. En el año 2007, justo antes de la crisis económica, la economía del país asiático estaba creciendo por encima del 14%.

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8
Nov

El coste económico del Ebola en Africa

Escrito el 8 noviembre 2014 por Miguel Aguirre Uzquiano en Economía Global

Lo que duran las noticias en Occidente: El Ebola

Tras darse de alta en España el primer contagiado por el virus en Europa ya han desaparecido todos los periodistas de la puerta del Hospital Carlos III de Madrid. Paso casi a diario por delante y se ha pasado de más de una docena de cámaras a ninguna.  El Banco Mundial ha publicado un informe fechado el 07.10 del año en curso: “The Economic Impact of the 2014 Ebola Epidemic”: cifra en 9.191 casos de contagio confirmados en el continente africano y 4.546 muertes, 3000 desde Enero 2014.  Calculan  que  el coste en pérdida del PIB será en el 2014 de -2.1 en Guinea Conakry, -3.4 en Liberia y -3.3 en Sierra Leona, los tres países más afectados de África del Oeste  En dinero se cifran en unos USD 890M el coste que tendrá para los tres en los próximos meses.Ebola

Y debemos tener en cuenta que aunque Guinea pueda tener medios humanos y materiales para combatir la epidemia, Liberia y Sierra Leona dependen completamente de la comunidad internacional, lo que provoca que la tasa de mortalidad en esos dos países llegue hasta el 90%.

Además de los tres países directamente afectados, algunos vecinos como Senegal, Ghana, Coste de Marfil o Mali sufren y sufrirán un impacto económico debido a cuestiones inmateriales, como el miedo que se ha producido, lo que limita los intercambios económicos y a la caída vertiginosa de inversión extranjera en industrias claves como son la minería y el agroalimentario.  Una vez pasados los sustos en Estados Unidos y España, la comunidad internacional vuelve a ver está situación como algo lejano y ajeno. Lamentablemente sólo si el mercado del oro o del coco se viese afectado por una expansión importante del contagio volvería el Ebola  a ser portada de los periódicos en Occidente

2
Nov

El reto de la productividad

Escrito el 2 noviembre 2014 por en Economía española

Esta semana hemos recibido abundante información económica sobre la situación de la economía española. El INE ha publicado el avance del PIB del tercer trimestre del año, la inflación adelantada del mes de octubre y los datos para el mes de septiembre del Índice de Comercio Minorista. Además, el Banco de España ha dado a conocer la balanza de pagos del mes de agosto y el Banco Mundial ha publicado su informe anual sobre la facilidad que tienen los países para hacer negocios (Doing Business).

El INE confirmó lo que ya había adelantado el Banco de España la semana pasada: en el tercer trimestre la economía española creció en tasa interanual un 1,6% frente al 1,3% anterior. En tasa intertrimestral el crecimiento fue del 0,5%, que se debió fundamentalmente al aumento de la inversión (1,5% trimestral) y el consumo (0,5%).

Desgraciadamente la evolución de la productividad de la economía española sigue siendo muy baja: 0,14% en el tercer trimestre. Sin embargo, fue mejor que la del segundo trimestre que presentó una tasa negativa (-0,43%).

Aumentar la productividad

Es importante que la economía crezca, pero también es fundamental que aumente la productividad para que pueda ser más competitiva. Para aumentar la productividad España debería contar, al igual que otros países, con un desarrollo tecnológico importante y con una mayor dotación de trabajadores con la formación necesaria para trabajar en las nuevas tecnologías de la información y el conocimiento. Ciertamente las empresas españolas se están modernizando e incorporando muchos de los cambios técnicos necesarios para posicionarse mejor en el exterior pero, a veces, no encuentran el capital humano necesario para mejorar su productividad. De ahí que el objetivo de la política laboral no debería ser sólo aumentar la ocupación, sino que los nuevos empleados produzcan más y mejor. También se necesitan mayores incentivos a la I+D, créditos baratos para la creación de nuevas empresas tecnológicas y sobre todo la mejora de la formación de la mano de obra, especialmente la de los trabajadores más jóvenes que tienen más flexibilidad y un mayor recorrido en el mercado laboral.

Este bajo crecimiento de la productividad hace que la economía pierda competitividad, lo que se está traduciendo en el escaso crecimiento de las exportaciones y en el aumento imparable de las importaciones. Ayer el Banco de España informó que de enero a agosto de este año las exportaciones de bienes y servicios sólo crecieron un 1,5% con respecto al mismo periodo del año pasado, mientras que las importaciones lo hicieron a un ritmo del 3,75%.

Afortunadamente, la economía española mantiene todavía un nivel de precios muy moderado que puede favorecer que se produzca en el futuro un mayor aumento de las exportaciones y una reducción del déficit comercial. Así, el INE ha publicado que la inflación del mes de septiembre continúa siendo negativa y se situó en el -0,1% anual. Esto también es una buena noticia para las familias, que ganan poder adquisitivo y pueden aumentar su consumo. Precisamente los datos del INE de comercio minorista del mes de septiembre publicados esta semana muestran un crecimiento internanual del consumo del 1,1% medido en términos desestacionalizados, el mayor aumento desde hace diez meses. Ha afectado especialmente al equipamiento del hogar (4,3%), un indicador de que está aumentando la actividad inmobiliaria.

La construcción se recupera

Efectivamente, el sector de la construcción muestra signos de recuperación. Los datos del Banco de España señalan un aumento de ese sector en el tercer trimestre y lo hace por segunda vez consecutiva, algo que no sucedía desde hacía más de cuatro años. También el número de trabajadores de la construcción afiliados a la Seguridad Social y el consumo de cemento siguen una tendencia positiva lo que es un indicador más de que el sector se está recuperando. Por si eso fuera poco, los datos hipotecarios de esta semana señalan que en el mes de agosto se constituyeron 15.040 hipotecas sobre viviendas, lo que supone un importante incremento anual del 24%. Además, quienes financiaron su casa lo hicieron al menor interés medio desde mayo de 2011, un 3,76%.

Una forma de mejorar la productividad y aumentar el tejido empresarial es la facilidad para hacer negocios. Esta semana hemos recibido una buena noticia: el informe “Doing Business” del Banco Mundial para el año 2015 muestra que España ha alcanzado la posición número 33 del mundo. Un avance de 19 puestos en un solo año que ha hecho que sea el país hispanohablante con mayores facilidades para hacer negocios y que se encuentre a un nivel semejante al de los países de la zona del euro. Ello se debe a que se están reduciendo los trámites para abrir nuevos negocios. Hemos progresado mucho pero no lo suficiente, de ahí que haya que seguir insistiendo en la necesidad de reforzar la estabilidad institucional y la seguridad jurídica. Se consigue así mejorar la competitividad de las empresas nacionales y dar incentivos a la inversión extranjera. Precisamente ayer el Banco de España publicó que la inversión extranjera directa en España aumentó un 33% en los ochos primeros meses del año con respecto al mismo periodo del año anterior.

Aumentar las exportaciones

Aunque, España crece, lo está haciendo mediante el fortalecimiento de su demanda interna: aumentando el consumo, la construcción y las importaciones. En cambio las exportaciones, que han sido el motor de la recuperación y que sería deseable que continuaran siéndolo, se debilitan. Las empresas españolas deberían aprovechar los menores precios de sus productos y la mejor situación de la economía internacional para continuar vendiendo al exterior. Aunque ahora el mercado de la zona del euro no está pasando por un buen momento, España podría dirigirse a satisfacer la demanda de los mercados de América Latina que se espera que continúen teniendo un importante crecimiento económico en el futuro.

Este aumento de la demanda externa favorecería que las empresas exportadoras aumentasen su plantilla y, por tanto, se redujera el desempleo. Para poder exportar no basta con producir sino también hay que aumentar la productividad y para ello la tecnología es una pieza clave. De ahí que España se tenga que adaptar definitivamente a la nueva situación tecnológica mundial.

La tendencia a proteger a los trabajadores y a refugiarlos en sectores de baja productividad, como la construcción o los servicios de baja cualificación, ha sido uno de los factores que provocaron la crisis económica y el elevado número de parados. Una reforma del mercado laboral que incentive la formación para aprovechar los nuevos empleos que brinda la Tercera Revolución Tecnológica es una herramienta básica para asegurar en el futuro un crecimiento económico de alta productividad y, por tanto, competitivo.

Así las cosas, esperemos que el año que viene la reforma fiscal con su reducción de impuestos aliente la actividad empresarial. Esto unido a los menores precios de la energía, especialmente del petróleo, disminuirá los costes y aumentará el margen empresarial: es un incentivo para conseguir una mayor producción. Además, el mayor dinamismo de la actividad empresarial junto con las iniciativas en el sistema financiero para agilizar el crédito podrá contribuir también a mejorar el crecimiento económico. España tiene ahora la oportunidad de elegir la vía de un crecimiento económico de alto contenido tecnológico. Es tarea de todos.

Fuente: Rafael Pampillón. “El reto de la productividad”. Expansión, 1 de noviembre de 2014. página 47.

27
Oct

Buenos datos de empleo

Escrito el 27 octubre 2014 por en Economía española

El jueves de la semana pasada conocimos la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre de este año y el Banco de España publicó sus estimaciones del crecimiento económico de España también para el tercer trimestre de este año. Además, el martes de la semana pasada el INE publicó el Índice de Cifra de Negocio Empresarial para el mes de agosto. Los resultados han sido muy buenos y señalan, una vez más, que la economía española se recupera.

Según los datos de la EPA, en el tercer trimestre se produjo una reducción en el número de parados de 195.200 personas, la mayor caída en un tercer trimestre de toda la serie histórica. Como consecuencia la tasa de paro entre julio y septiembre de este año fue del 23,7%. Una notable reducción ya que hace un año se situaba en el 25,7% y es, además, la menor tasa de desempleo desde el cuarto trimestre de 2011. España tiene ahora 5,4 millones de desempleados, que es el volumen de parados más bajo desde el cuarto trimestre de 2011. Además, durante el tercer trimestre de este año España aumentó la ocupación en 151.000 empleos más. El mercado laboral sigue dando signos de crecimiento en el empleo pero ¿se puede decir que también aumenta la calidad? Como en casi todo, la respuesta no es única. Durante el tercer trimestre se pueden observar aspectos más positivos y otros negativos. Seguir leyendo…

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