Los precios de buena parte de las materias primas están cayendo con fuerza desde hace más de tres años: el índice CRB[1] de materias primas han retrocedido más de un 40% desde abril de 2011. Esta pérdida de valor ha pasado factura, en términos de crecimiento y expectativas, a los países exportadores de commodities. El FMI considera que un país es “exportador de materias primas” cuando, en media del periodo 1962-2014, las exportaciones de materias primas son más del 35% del total y sus exportaciones netas de materias primas representan, al menos, el 5% de su comercio total (exportaciones más importaciones). Con estos parámetros, el FMI considera “exportadores de materias primas” a 52 países, 20 de los cuales son economías emergentes de renta baja (ver Tabla al final).
El FMI estima que la caída acumulada por las materias primas y el escenario de precios bajos que se maneja en el horizonte de previsión se traducirá en un ritmo de crecimiento para los países exportadores de materias primas en el 2015-2017 casi 1 punto inferior al alcanzado en 2012-2014. Este recorte sería de 2,25 puntos en el caso de los exportadores de petróleo.
Los países exportadores, no obstante, se encuentran a día de hoy en mejores condiciones para limitar el impacto sobre el crecimiento de la corrección de los precios de las commodities que en anteriores episodios. En concreto, la política fiscal ha sido menos pro-cíclica (permitiendo generar un “colchón fiscal” en los periodos de bonanza), se han generalizado los sistemas de tipo de cambio flexibles y se han desarrollado más los mercados financieros. En concreto, el FMI señala que los países con regímenes de tipo de cambio flexibles, con políticas fiscales menos pro-cíclica y con mayores ratios de crédito sobre el PIB (tomando como proxy del desarrollo del mercado financiero) son los que presentan las menores fluctuaciones en el crecimiento por el impacto de la variación de los precios de las materias primas.
Además, las autoridades deben ser realistas acerca del verdadero crecimiento potencial de sus economías. Esto quiere decir que, en los periodos en los que la caída de los precios de las materias primas provoque una fuerte desaceleración de la actividad, las autoridades no deben limitarse a aplicar medidas expansivas para lograr alcanzar el crecimiento observado en las fases de encarecimiento de las materias primas. De hecho, deberían centrarse en llevar a cabo reformas estructurales que eleven su crecimiento potencial y les haga menos vulnerables a las fluctuaciones en los precios de las commodities (dotar a sus economías de suficientes infraestructuras, mejorar el clima empresarial y aumentar la calidad de la educación, entre otros).
Fuente: Este post es un resumen del Capítulo 2 del World Economic Outlook (Octubre de 2015): “¿Hacia dónde se dirigen los exportadores de materias primas?” Elaborado por José Ramón Díez.
[1] It was first calculated by Commodity Research Bureau, Inc. in 1957 and made its inaugural appearance in the 1958 CRB Commodity Year Book. The Index was originally composed of 28 commodities, 26 of which were traded on exchanges in the U.S. and Canada, and two cash markets. It included barley and flaxseed from the Winnipeg exchange; cocoa, coffee “B”, copper, cotton, cottonseed oil, grease wool, hides, lead, potatoes, rubber, sugar #4, sugar #6, wool tops and zinc from New York exchanges; and corn, eggs, lard, oats, onions, rye, soybeans, soybean meal, soybean oil and wheat from Chicago exchanges.
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