El día de hoy ha sido muy interesante en términos de noticias económicas. Por un lado se han hecho públicos los datos de paro registrado y afiliación a la Seguridad Social correspondientes al mes de noviembre y, por otra parte, hemos podido escuchar el debate en el Congreso sobre esto tan curioso de la Ley de la Economía Sostenible.
Hoy tocaré el primero de los temas, para lo que quiero recordar las palabras de nuestro presidente en una entrevista en El País Semanal el pasado 28 de junio, en la que afirmaba que: “Creemos que lo peor para el empleo ya ha pasado”. Pues bien, desde el momento de dichas declaraciones el paro registrado ha crecido en 304.000 personas, de las que 60.593 corresponden al mes de noviembre, el publicado hoy. Y, en paralelo, la cifra de afiliaciones a la Seguridad Social se ha reducido en el mismo período en 250.000 personas, de las que 61.276 se han perdido en noviembre. Sin duda son malas noticias, ya que, por ejemplo, el dato de paro registrado es el peor en un mes de noviembre, con la única excepción del de 2008, desde principios de los años 90.
Lo peor para el empleo no ha pasado, como ponen de manifiesto los datos y las previsiones para 2010. Un error es confundir un menor ritmo de caída con haber alcanzado el fondo de la crisis. Parece bastante obvio que mientras se siga cayendo no se ha llegado todavía al fondo, tanto en materia de PIB como en cuestión de empleo. Otra cuestión totalmente distinta es si el ritmo de caída se ha moderado, es decir, si hemos superado el punto de inflexión, y eso sí parece haber sucedido ya. La realidad es que todo apunta a que en el conjunto de 2010 la economía española seguirá en recesión y que de registrarse crecimientos positivos intertrimestrales del PIB eso sólo sucedería a partir de la segunda mitad del año. Y ojo, eso no garantiza en absoluto que se deje de destruir empleo. De hecho confluyen dos factores para pensar justamente lo contrario: el primero, que el empleo es una variable retrasada respecto al PIB, es decir, que el decrecimiento del PIB en el 2010 tendrá consecuencias negativas para el empleo con un cierto desfase de tiempo; y el segundo factor es que la economía española necesita un cierto nivel mínimo de crecimiento positivo para poder crear empleo de manera sostenible, un umbral de crecimiento que probablemente no está por debajo del 2%, y ese es un nivel de crecimiento que, con suerte, veremos en 2011.
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