El consenso de los economistas señala que la economía española se recupera con tasas de crecimiento positivas y cada vez mayores (1,3% en 2014 y 2% en 2015). Es el reflejo de los importantes ajustes económicos que trabajadores y empresarios están llevando a cabo en nuestro país. También los datos publicados esta semana indican una continuación de la mejora del sector servicios y del sector industrial. Además, los costes laborales descienden ligeramente, lo que facilita la competitividad de nuestras exportaciones. Sin embargo, no todo está hecho, España todavía tiene que continuar desarrollando reformas que le permitan, entre otras cosas, reducir el déficit comercial y la deuda pública. Afortunadamente, la victoria del “no” en Escocia elimina la incertidumbre y los riesgos de su posible independencia. Una independencia que hubiera limitado mucho las opciones de política económica del gobierno escocés y que hubiera generado un pánico bancario y, por tanto, la salida masiva de depósitos de Escocia con consecuencias negativas para la economía europea.
La mejora de la industria
Mientras tanto, aquí en casa, el sector industrial continúa creciendo. Esta semana el INE ha publicado la cifra de negocios de la industria que ha aumentado en el mes de julio a una tasa interanual del 1% en términos desestacionalizados. Los principales apoyos han sido la industria metalúrgica (8,2%), el sector textil (17%) y el sector de la automoción (9,5%).
En el futuro el sector industrial seguirá expandiéndose, ya que su cifra de pedidos creció un 2,4% anual en términos desestacionalizados, continuando así una tendencia positiva que comenzó en el año 2013. En este caso el comportamiento de los bienes de equipo ha sido muy llamativo. En términos desestacionalizados los pedidos de bienes de equipo ha aumentado un 8,1% en los siete primeros meses del año con respecto al mismo periodo del año pasado. Este espectacular crecimiento en los pedidos tenderá a elevar en los próximos meses la cifra de negocios de la industria.
De entre las actividades industriales destaca el sector automovilístico español. Según la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), entre enero y agosto de este año las ventas han aumentado un 16,4%, frente al crecimiento del 2,6% de Alemania o el 10,1% de Reino Unido. Esta situación queda reflejada en el alza de la actividad de los servicios relacionados con la automoción que, según los datos publicados esta semana por el INE, han crecido en lo que va de año un 9,9% respecto al año pasado.
Aumentan las exportaciones de bienes y servicios
Por su parte, el índice general de la actividad de los servicios también aumentó, aunque lo hizo algo más lentamente en julio (+1,3%) de lo que lo estaba haciendo en el segundo trimestre (2,8%). Esta mejora del sector servicios viene de la mano del aumento de las exportaciones de servicios en el primer semestre del año. Y aunque los ingresos por servicios turísticos continuaron creciendo (4,7%), los servicios no turísticos (financieros, transportes, ingeniería, consultoría y royalties, entre otros) lo hicieron de forma espectacular: un 8% anual. Como resultado la balanza de servicios del primer semestre presentó un superávit de 18.300 millones de euros, un 9,5% más que en el mismo semestre del año pasado.
También esta semana hemos conocido los datos sobre costes del mercado de trabajo. El INE, en su Encuesta Trimestral de Coste Laboral, señala que en el segundo trimestre de este año el coste laboral por trabajador disminuyó un 0,1% respecto al segundo trimestre del año anterior.
Esta mejora de competitividad es un factor importante ya que facilita la actuación de nuestro sector exportador, al que hay que seguir cuidando para que pueda compensar el creciente déficit exterior provocado por la recuperación de la demanda interna (consumo e inversión) que está generando un espectacular aumento de las importaciones. Tal es el caso del sector automovilístico que, aunque esté desarrollando un buen comportamiento, ha aumentado sus importaciones en un 23%.
Efectivamente, el Ministerio de Economía advertía esta semana que aunque las exportaciones de mercancías han crecido en el mes de julio (8,7% anual) lo han hecho después de haber caído de forma continuada durante tres meses. Asimismo, la demanda interna está favoreciendo las importaciones (que crecieron un 13,4%) y deteriorando nuestro saldo comercial que tiene un déficit acumulado de 13.709 millones de euros entre enero y julio. Una situación de desequilibrio que se debe en parte también al bajísimo crecimiento de nuestros principales socios comerciales.
Aumenta la financiación
Por su parte el sistema financiero recibió el jueves el primer apoyo dentro de la línea de actuación del Banco Central Europeo (BCE) por la que se inyectarán más de 400 mil millones de euros en ocho subastas entre septiembre y junio de 2016. En esta primera actuación, de los 82.600 millones de euros que se han concedido al conjunto de la zona del euro los bancos españoles han recibido del BCE 14.500 millones. El plazo de devolución es de cuatro años a un tipo de interés del 0,15% y deberán ser destinados a la concesión de créditos. Este requisito será supervisado y las entidades que lo incumplan verán limitada su capacidad de continuar demandando préstamos al BCE y, en último término, deberán devolver en septiembre de 2016 todo el dinero recibido.
Esta herramienta de política monetaria y la caída en las primas de riesgo facilitará el necesario acceso al crédito de las empresas que podrán volver a retomar sus actividades de inversión. Esto, junto a la depreciación del euro frente al dólar, hace que la economía española tenga la oportunidad de reforzar su presencia en los mercados internacionales fuera de la zona del euro, facilitando la recuperación del sector exterior.
En cuanto al sector público, el Banco de España ha comunicado esta semana que la deuda de las Administraciones Públicas se redujo en julio en 6.929 millones de euros. Esta menor demanda de financiación del sector público favorece la reducción de los tipos de interés y libera fondos que se podrían dirigir a la financiación del sector privado. De ahí que resulte positivo para la economía española que en el primer semestre del año el ahorro público haya aumentado en 10.400 millones. No obstante, la caída de la deuda pública ha sido muy moderada y se situó en niveles del 98% del PIB, valor muy próximo al 99% que se estableció como referencia para este año 2014.
En definitiva, la economía española parece que progresa adecuadamente pero todavía quedan por hacer reformas que impulsen todavía más la recuperación. Entre ellas: reducir el déficit comercial aumentando todavía más la competitividad y recuperando unos niveles de inversión que permitan modernizar nuestro sistema productivo. Además, la reforma de las Administraciones Públicas, que está planteando el Gobierno, favorecerá el redimensionamiento del sector público, la eliminación de duplicidades y la tecnificación de los sistemas de gestión; son acciones que podrían actuar a favor de la reducción de los costes empresariales y del gasto público y de una muy necesaria agilización de los servicios públicos.
Así las cosas, el resultado negativo de la consulta del jueves sobre la independencia en Escocia es positivo para la economía mundial, europea y española, ya que elimina incertidumbres a la vez que genera estabilidad a nuestros socios comerciales, beneficiando nuestro comercio exterior. Beneficia también a las empresas españolas con intereses económicos en Escocia. Podemos felicitarnos por ello.
Fuente: Rafael Pampillón Olmedo. “Escocia vota no, la economía española mejora”. Expansión, 20 de septiembre, página 47.
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