El Banco Interamericano de Desarrollo , en colaboración con el Economist Intelligence Unit han desarrollado el Índice del Entorno Empresarial para Emprendedoras (Women’s Entrepreneurial Venture Scope, WEVentureScope). El objetivo de este índice conocer la situación y las condiciones a las que se enfrentan las mujeres emprendedoras en los países de América Latina, analizando las diferentes barreras e incentivos que existen en cada entorno: “El índice analiza la iniciativa empresarial de las mujeres en cinco esferas: riesgos de operación del negocio, ambiente de negocios para las empresas, acceso a financiamiento, capacidad y habilidades, y servicios sociales.”
La importancia de las mujeres emprendedoras en la economía es muy alta. Por un lado, permiten activar recursos que hasta ese momento no lo estaban o que lo hacían dentro del mercado informal, como es la mano de obra de todas estas mujeres, con todos los efectos de arrastre que implica sobre el resto de sectores de la economía. Como muchas de estas mujeres viven en entornos muy hostiles, el acceso al mercado de trabajo por la vía del emprendimiento, permite reducir la pobreza y mejorar su nivel de vida. Por otro lado, dado el papel tradicional de las mujeres en el entorno doméstico, permiten que muchos de estos efectos se puedan trasladar al resto de los miembros de la familia, especialmente a los hijos, mejorando su nivel medio de formación y su nivel de vida en el futuro (la movilidad social de la que hablabamos en otros posts).
Los resultados del primer análisis de este indice reflejan cuestiones muy interesantes: por un lado, parece haber una fuerte correlación entre el Indice de Competitividad Global (desarrollado por el WEF) y la puntuación en el Indice WEVentureScope (puede que sea porque los países que dan más apoyo a las mujeres empresarias se hacen mas competitivos, o quizá que los países con mayor nivel de competitividad ofrecen mejores opciones para estas empresarias). En cualquier caso, la principal barrera a la que se enfrentan estas mujeres es el acceso al crédito: “En la mayoría de los países analizados, menos de una tercera parte de las emprendedoras han ahorrado dinero en una entidad financiera durante el último año y los bancos financian sólo alrededor de 20% de sus necesidades empresariales”, lo que limita en gran medida la capacidad futura de crecimiento de estas empresas y por tanto, su aportación macroeconómica.
Chile, Peru y Colombia son los países que ofrecen mejores condiciones para las mujeres emprendedoras según este índice: “Chile obtuvo la puntuación más alta de la región en general, gracias a su bajo nivel de riesgo macroeconómico, sus iniciativas de diversidad de proveedores y los servicios sociales que ofrece. Perú, que cuenta con redes empresariales sólidas y programas de apoyo técnico para las PYME, ocupó el segundo lugar. Colombia alcanzó el tercer lugar por sus bien desarrollados programas de capacitación para PYME y por el acceso generalizado a la formación de nivel universitario para mujeres.”
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