La crisis financiera global, que desde hace 2 años estamos sufriendo, ha reducido la demanda de coches, de restaurantes de precios altos, de ropa de lujo, de barcos deportivos, etc. Sin embargo, empresas como Coca Cola y McDonalds y también supermercados de precios bajos están registrando aumentos de sus ventas en 2009, con respecto a 2008. ¿Por qué se produce este fenómeno? Se debe a que algunos productos son más sensibles a la pérdida de renta, es decir, se compran menos cuando baja la renta y en cambio hay otros que aumentan sus ventas cuando la renta disminuye o se estanca. Se trata del concepto de elasticidad (sensibilidad) de la demanda con respecto a la renta.
Elasticidad precio
La elasticidad, en general, mide el grado de respuesta de una variable a las variaciones de otra. La elasticidad se puede medir con respecto a muchas variables. La más conocida es la elasticidad de la demanda (o de la oferta) de un bien con respecto al precio de ese bien. Así la elasticidad precio de la demanda mide las variaciones porcentuales de la cantidad demandada ante un cambio porcentual en el precio de la mercancía o servicio demandado. Por su parte la elasticidad de la oferta con respecto al precio registra los cambios porcentuales de la cantidad ofrecida de un bien ante una variación porcentual de los precios.
Elasticidad de la demanda con respecto al precio
En este post y para comprender más directamente el efecto de la crisis económica en los distintos sectores productivos, nos vamos a centrar en el concepto de la elasticidad-renta de la demanda. Precisamente, una medida de cómo la demanda de un producto reaccionará a caídas en los ingresos de sus clientes la proporciona la elasticidad-renta de la demanda. La elasticidad-renta de la demanda se define como la variación de la cantidad demandada de un bien o servicio ante una variación en la renta del consumidor, sin que se produzcan cambios en los precios ni en otras variables. O lo que es lo mismo la elasticidad-renta de la demanda mide el cambio porcentual en la demanda de un bien asociado a un cambio del 1% en la renta del consumidor.
La demanda de los llamados «bienes necesarios», cuya elasticidad-renta es inferior a 1, responde de manera moderada a cambios en la renta del consumidor. Los bienes necesarios se siguen demandando aunque disminuya la renta del consumidor. Se suele decir que en los bienes necesarios la elasticidad-renta es baja. Esto se debe a que el consumidor adquiere la cantidad que necesita de estos bienes sin que importe mucho que su renta suba o baje. Estos bienes necesarios están agrupados dentro de los sectores de la alimentación, ropa, zapatos, electricidad, agua, tabaco, entre otros.
Por el contrario, los bienes superiores o de lujo como son los productos de ocio, vacaciones, servicio doméstico, hoteles, lavandería, novelas, televisión, viajes de placer, restaurantes de lujo, barcos deportivos, coches y motos de alto standing, actividades deportivas, artísticas y espectáculos y otras actividades recreativas- reaccionan de forma más acentuada. Es decir, suelen tener una elevada elasticidad-renta. Esto se debe a la gran variación que tiene la demanda frente a la variación de la renta del consumidor. Entre estos bienes se encuentran los En un cuadro adjunto al artículo “Sectores de actividad ante el cambio de ciclo: la crisis irá por barrios” aparecen los distintos sectores económicos ordenados verticalmente de menor a mayor elasticidad-renta.
Dentro de un mismo sector existen los denominados bienes normales y los bienes inferiores. Los bienes normales poseen una elasticidad de renta positiva, lo que supone que un aumento o disminución de la renta conlleva un aumento o disminución proporcional de la demanda del bien o servicio. Por otro lado, los bienes inferiores tienen una elasticidad de renta negativa. Es decir, en un bien inferior un aumento de la renta origina una disminución de la demanda del bien o servicio. O lo que es lo mismo, los bienes inferiores son aquellos que cuando disminuye la renta aumenta su demanda. Un ejemplo de bien inferior es la comida rápida, también llamada comida basura. Si una persona tiene un aumento en la renta, compra menos comida rápida. Con la crisis, la renta de muchas familias se está reduciendo, por lo que la comida basura se demanda más.
Fuente: “Sectores de actividad ante el cambio de ciclo: la crisis irá por barrios” La Caixa. 2009.
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