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[post_content] => Este año parece que las Navidades han sido más alegres. Había incluso más luces y más música. Las tiendas estaban abarrotadas y la gente compraba más. Los datos estadísticos también son optimistas e indican que tanto la economía española como la europea y la mundial están cobrando fuerza. Razones no faltan: la caída del precio del petróleo, el espectacular crecimiento de EEUU y Gran Bretaña y, para los países de la zona del euro, la apreciación del dólar están teniendo un efecto balsámico. Aun así, Europa, y también Japón, seguirán siendo enfermos en la economía mundial.
Algunos analistas son pesimistas y opinan que la crisis de Rusia y las elecciones anticipadas en Grecia afectarán negativamente al conjunto de la economía europea. Incluso no descartan que, durante este año que empieza, la zona del euro pueda recaer en una tercera recesión que tendría efectos negativos sobre la economía española ya que supondría una reducción de la demanda de productos. Nosotros, en cambio, esperamos que en 2015 la zona euro tenga un crecimiento positivo como consecuencia de la apreciación del dólar, de la reducción de los costes energéticos y de la intensa recuperación estadounidense (5% en el tercer trimestre, gracias al consumo).
Pero aún en el caso hipotético de que la zona del euro sufriera los embates de una crisis, no se puede olvidar que las empresas exportadoras españolas llevan años haciendo un gran esfuerzo en competitividad y en diversificación geográfica que les está permitiendo desacoplar sus ventas de la evolución de la economía europea. De ahí que las previsiones para 2015 vuelvan a situar a nuestro país en la parte alta del crecimiento en Europa. Es más, en 2014 uno de cada dos empleos generados en la zona del euro ha sido creado por España.
Mayor crecimiento y empleo
Los buenos datos de empleo unidos a la información que nos proporcionan el resto de indicadores, llevan a concluir que el comportamiento de la economía durante el cuarto trimestre fue superior al del tercer trimestre y estuvo por encima de la media europea. De ahí que se pueda afirmar que nuestra economía ha dejado muy atrás la recesión y está atravesando una etapa de crecimiento acelerado. Según informó el Banco de España, la economía creció en el último trimestre a una tasa intertrimestral del 0,6% frente al 0,5% del tercer trimestre. Esperamos que esta tendencia se mantenga y que la economía crezca por encima del 2,5% frente al 1,4% de 2014.
Los factores que permitirán este mayor crecimiento son:
1) El mundo en su conjunto tendrá más crecimiento económico en 2015 (3,5%) que en 2014 (2,6%) lo que unido a una mayor depreciación del euro favorecerá el aumento de las exportaciones españolas.
2) La política más expansiva del BCE durante el próximo año permitirá una inyección de liquidez al sistema financiero de la zona del euro y, por tanto, también al de España.
3) Se producirá una mejora de las condiciones financieras para las familias y las empresas gracias en primer lugar, al proceso de desendeudamiento que han ido realizando en los últimos años, segundo, al aumento del crédito nuevo que están concediendo las entidades financieras y tercero a la reforma fiscal que se aplicará durante este año.
4) La evolución favorable del mercado laboral.
En 2015, como consecuencia del mayor crecimiento económico de España, también continuará aumentando el nivel de empleo. Para el cuarto trimestre de 2014 estimamos un avance de la creación de empleo en términos de la Encuesta de Población Activa, similar al del período de julio-septiembre, alrededor de 150.000 nuevos empleos, con una contribución cada vez mayor de la industria y de la construcción. De confirmarse esta previsión (lo sabremos el día 22) en 2014 habría aumentado el empleo en 425.000 trabajadores frente al descenso de 240.000 del año 2013. Para 2015, el crecimiento de la ocupación podría superar las 500.000 personas, lo que ayudaría a aumentar el consumo.
Aumenta el consumo
Junto con el crecimiento del empleo existen otros factores que pueden favorecer el consumo en 2015:
1) La caída de los tipos de interés, propiciada por una política monetaria más expansiva del BCE, podría desincentivar el ahorro y estimular el consumo.
2) La fuerte reducción del precio del crudo, que se ha intensificado en el cuarto trimestre, está permitiendo liberar parte de la renta disponible de las familias dedicada a la electricidad y a los carburantes.
3) El aumento de los salarios reales como consecuencia tanto de un ligero aumento de los salarios nominales en 2015 como de la caída de los precios de los bienes de consumo: en el año 2014 el IPC ha caído un 1,1%.
4) La reducción de impuestos a partir de enero que incrementará la renta disponible de las familias (9.000 millones de euros en dos años).
Durante 2015 esperamos un aumento del consumo provocado por el mayor poder adquisitivo de los ciudadanos. Un adelanto de cómo va a evolucionar el consumo se refleja en el comportamiento de esta campaña de Navidad y en el Índice del Comercio Minorista del mes de noviembre. Las primeras observaciones muestran que el volumen de ventas en las grandes superficies y en los pequeños y medianos comercios ha aumentado durante la Navidad respecto a 2013 y parece probable que las rebajas de enero eleven el gasto más que el año pasado. La misma tendencia se observa en el comportamiento el Índice del Comercio Minorista. En noviembre, con respecto a octubre, su variación a precios constantes fue del 1,8% si se eliminan los efectos estacionales.
Mejoran las empresas
El menor precio del petróleo no solo es “un regalo” para los bolsillos de los ciudadanos, sino también para las empresas. Está teniendo un impacto saludable sobre las cuentas de resultados al disminuir los costes de fabricación. Los efectos de esta reducción son claros: a) aumentan los beneficios empresariales lo que permite mayores dosis de autofinanciación y b) pueden reducir los precios de los bienes que venden al consumidor final. En este sentido, el abaratamiento de los hidrocarburos está teniendo un efecto sobre los consumidores y las empresas similar a una reducción generalizada de los impuestos.
Además, el descenso del IPC en España en 2014 ha sido más intenso que en la zona del euro de modo que el diferencial de inflación es cada vez más favorable y, por tanto, mejora la competitividad de España. Esta mejora se constata también en la tendencia del Índice de Precios de Exportación de Productos Industriales. El INE informó que en noviembre y en tasa anual esos precios cayeron el 0,9% y ya van 21 meses de caídas.
También hay indicios de que en el cuarto trimestre se ha producido una aceleración más profunda en el gasto empresarial en nuevos equipos. Según el Banco de España la inversión empresarial estuvo creciendo más rápidamente en el cuarto trimestre que en el tercero. En concreto la inversión en bienes de equipo avanzó en el cuarto trimestre a una tasa próxima al 3% intertrimestral, frente al 1,7% anterior.
Así las cosas, las perspectivas económicas para 2015 combinan un crecimiento económico más robusto de lo esperado, una mejora sostenida del empleo, una mayor fortaleza de las exportaciones y más demanda interna gracias a los aumentos del gasto de los hogares y de la inversión privada. Una situación que generará más optimismo en el nuevo patrón de expansión económica. Existe la posibilidad de que el crecimiento sea todavía más rápido si repunta el mercado la vivienda, que es, junto al elevado número de parados, uno de los puntos más débiles de nuestra economía. En todo caso parece que cuando termine este año alrededor de un millón de personas habrán encontrado empleo durante el bienio 2014-15, es decir, habrán notado los beneficios de la recuperación.
Fuente: Rafael Pampillón. "Motivos para ser optimista este año". Expansión del 5 de nero de 2015. Páginas 14 y 15.
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Algunos analistas son pesimistas y opinan que la crisis de Rusia y las elecciones anticipadas en Grecia afectarán negativamente al conjunto de la economía europea. Incluso no descartan que, durante este año que empieza, la zona del euro pueda recaer en una tercera recesión que tendría efectos negativos sobre la economía española ya que supondría una reducción de la demanda de productos. Nosotros, en cambio, esperamos que en 2015 la zona euro tenga un crecimiento positivo como consecuencia de la apreciación del dólar, de la reducción de los costes energéticos y de la intensa recuperación estadounidense (5% en el tercer trimestre, gracias al consumo).
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