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Feb

El Foro de Davos y China

Escrito el 1 febrero 2011 por Daniel Fernandez Kranz en China, Economía de EEUU

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    [post_content] => Artículo escrito por Daniel Fernández Kranz. Profesor del Departamento de Entorno Económico, IE Business School.

Si algún mensaje ha salido claro de la reunión de Davos que ha finalizado el pasado domingo, es que se confirma el gran peso político y económico de China (también de India) en el escenario global. Según algunas proyecciones, la economía China podría superar a la estadounidense en tamaño (PIB en paridad del poder adquisitivo) en uno o dos años. Muchos han interpretado este mensaje como la confirmación de la amenaza china hacia occidente. En Davos y en otros foros económicos normalmente se alude al gran tamaño de la economía China para afirmar que China está destinada a ostentar el poder económico global. Pero, ¿son tamaño económico y poder económico la misma cosa? En algunos deportes, el tamaño da a quien lo tiene una ventaja sobre sus rivales, pero en la competición económica las cosas son a veces distintas y tamaño económico no siempre va asociado a poder económico.

Attendees listen to a session at the World Economic Forum in Davos, Switzerland on Wednesday, Jan. 26, 2011. Buoyed by a burst of optimism about the global economy and mindful of the "new reality" that has framed it in the aftermath of the financial crisis some 2,500 business leaders, politicians and social activists will tackle an array of issues on the first day of the World Economic Forum. (AP Photo/Michel Euler)

En muchos aspectos, el debate sobre el papel económico de China para las próximas décadas se parece mucho al que inundó periódicos y revistas en los años ochenta sólo que entonces la amenaza económica era Japón, o el que estuvo presente en discusiones en los años cincuenta y sesenta y que apuntaba al amenazante poderío económico de la Unión Soviética. En el primer caso, el de Japón, la por entonces economía emergente acabó inmersa en una crisis que aunque se ha venido a llamar la crisis de la década perdida, lo cierto es que lleva lastrando el crecimiento económico del país durante más de 18 años. El segundo caso es todavía más extremo, ya que de ser una potencial amenaza económica mundial, la URSS pasó a ser un desastre económico de tal calibre que terminó con su propia disolución y pérdida definitiva de liderazgo como bloque económico.

¿Por qué asustaron tanto Japón y la URSS en su momento y sin embargo fracasaron en su intento de ostentar la hegemonía económica global? 

En ambos casos la respuesta se llama productividad. Japón y la URSS asustaban cuando su productividad crecía (más que la de EE.UU.) y dejaron de asustar cuando su productividad dejó de crecer. La crisis de Japón es fundamentalmente una crisis de productividad. Durante la década perdida de los años 90 la productividad media de los factores se estancó y no ha crecido a tasas importantes desde entonces. En el caso de la URSS, la productividad del factor trabajo creció mucho cuando después de la segunda guerra mundial se acometieron grandes inversiones en capital fijo, pero dejó de crecer cuando esas inversiones o el uso que se hacía de ellas pasó a ser ineficiente.

En ambos casos, la economía supuestamente amenazada, la de los EE.UU., consiguió sobrevivir y ganar la partida gracias a que su productividad crecía más y de forma más persistente que la de Japón y la URSS. Los productos norteamericanos han seguido siendo competitivos frente a los productos japoneses y de los países de la antigua URSS. Es cierto que varios sectores de la economía norteamericana han sufrido el embate de la competencia, sobretodo japonesa, pero también lo es que Estados Unidos ha conseguido desarrollar nuevos productos, nuevos sectores y empresas que son líderes mundiales. Como reflejo de todo ello, Estados Unidos sigue siendo la economía del planeta que atrae más inversión directa extranjera (UNCTAD), incluso por encima de China. Las razones por las cuales la productividad estadounidense es tan alta y crece tan deprisa siguen siendo motivo de debate entre economistas, pero lo cierto es que ese diferencial de crecimiento de la productividad estadounidense en comparación a la de otras regiones económicas avanzadas (incluida la Unión Europea) sigue siendo el mayor activo económico de ese país.

¿Y China? 

Efectivamente, una de las claves del espectacular crecimiento económico chino durante las últimas tres décadas ha sido su rápido aumento de la productividad, muy superior a las tasas de crecimiento estadounidenses. La pregunta, sin embargo, es hasta cuándo durará esta tendencia.  El peculiar régimen político del gigante asiático ha sido seguramente clave para poder adoptar de forma pacífica algunas de las reformas que le han llevado a mejorar su productividad. Pensemos por ejemplo en el ‘ordenado’ trasvase de población de las zonas rurales a las ciudades. Sin embargo, esa misma rigidez política se puede convertir en un obstáculo para futuros crecimientos de la productividad que no pueden ya estar basados en un mejor aprovechamiento de mano de obra ociosa en zonas rurales sino en aspectos como la innovación, la creatividad, la toma de riesgos y el alto valor añadido. Y no queda claro que un gran tamaño vaya a ser un factor determinante para ese desempeño. Puede ser que el tamaño de China asuste a muchos, pero no debe exagerarse su potencial para competir contra los productos de los países desarrollados.

¿Creen ustedes que los suizos están muy asustados de China? 

Probablemente no a pesar de ser un país diminuto comparado con China. Y es que Suiza, según Davos también, lleva años siendo la economía más productiva del mundo.

¿Es China una amenaza para EEUU o acabará como la URSS y Japón?
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Artículo escrito por Daniel Fernández Kranz. Profesor del Departamento de Entorno Económico, IE Business School.

Si algún mensaje ha salido claro de la reunión de Davos que ha finalizado el pasado domingo, es que se confirma el gran peso político y económico de China (también de India) en el escenario global. Según algunas proyecciones, la economía China podría superar a la estadounidense en tamaño (PIB en paridad del poder adquisitivo) en uno o dos años. Muchos han interpretado este mensaje como la confirmación de la amenaza china hacia occidente. En Davos y en otros foros económicos normalmente se alude al gran tamaño de la economía China para afirmar que China está destinada a ostentar el poder económico global. Pero, ¿son tamaño económico y poder económico la misma cosa? En algunos deportes, el tamaño da a quien lo tiene una ventaja sobre sus rivales, pero en la competición económica las cosas son a veces distintas y tamaño económico no siempre va asociado a poder económico.

Attendees listen to a session at the World Economic Forum in Davos, Switzerland on Wednesday, Jan. 26, 2011. Buoyed by a burst of optimism about the global economy and mindful of the "new reality" that has framed it in the aftermath of the financial crisis some 2,500 business leaders, politicians and social activists will tackle an array of issues on the first day of the World Economic Forum. (AP Photo/Michel Euler)

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29
Oct

Fin de la recesión en EEUU

Escrito el 29 octubre 2009 por José Ramón Diez Guijarro en Economía de EEUU, Previsiones económicas

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    [post_content] => La economía americana ha superado, al menos, técnicamente, la recesión más intensa de su historia moderna, gracias al efecto positivo de las ayudas públicas en la revitalización del consumo (a través de la compra de coches) y en la demanda de viviendas; al cambio de ciclo en los inventarios; y a los efectos de una política monetaria ultra expansiva. El PIB retorna a ritmos positivos de crecimiento, después de 4 trimestres en contracción: +3,5% anualizado en el tercer trimestre (-0,7% anterior), en la banda alta de las expectativas del mercado (3,2% según Bloomberg). El ritmo de caída interanual se modera hasta el -2,3% (-3,8% anterior). De manera, que la recesión se ha saldado con un descenso del PIB desde máximos del 3,7%, sólo comparable en intensidad con las crisis de 1957 (3,7%) y de mediados de los 70 (3,2%).

Especialmente importante ha sido la recuperación de la demanda interna tras casi 2 años en contracción, al crecer un 4,0% en términos anualizados. El consumo ha repuntado con fuerza: 3,4% anualizado en el 3T09, tras contraerse 0,9% en el anterior, impulsado por el gasto en bienes de consumo duradero (+22,4% vs -5,6%). Solamente las compras de coches aportaron hasta 1,6 p.p. al consumo y 1,1 p.p. al PIB. La inversión se recupera gracias a la mejora en el mercado de la vivienda y en el sector industrial. La inversión residencial aumenta por primera vez desde 2005 (23,3%), beneficiándose de las mejores condiciones de accesibilidad a la compra desde los años 70 y de las ayudas directas introducidas por el gobierno. La inversión en bienes de equipo aumentó por primera vez desde 2007 (1,1%) y confirma la mejora que han venido transmitiendo los datos mensuales de pedidos industriales.

No se debe tampoco perder de vista la importancia que tienen las existencias en los puntos de inflexión del ciclo americano.  El proceso de liquidación de "stocks" sigue su curso, aunque la moderación en el ritmo de desacumulación permitió la mayor aportación al crecimiento desde el cuarto trimestre de 2005. Los inventarios sumaron 0,9 p.p. anualizados al crecimiento del PIB, a pesar de que, por tercer trimestre consecutivo, se redujeron en más de 100.000 millones de dólares. El menor ritmo de liquidación se está produciendo en un contexto de mejora significativa en la demanda, de tal forma que sería un error menospreciar en los próximos trimestres el impacto sobre la actividad de una partida que apenas supone un 0,5% del PIB: el proceso de liquidación “engordó” la intensidad de la recesión (restó 1,4 p.p. desde finales de 2007) y el menor ritmo de desacumulación y, eventualmente, la acumulación de inventarios, actuará como acelerador en los próximos trimestres. La demanda externa se resiente de la recuperación del consumo y el aumento en la factura energética. A pesar de la debilidad del dólar, ha supuesto un lastre para el crecimiento en verano: restó 0,5 p.p. anualizados al PIB, después de haber venido sumando 2,2 p.p. en media el resto del año.

El dato del tercer trimestre ha estado distorsionado al alza por las medidas de estímulo al consumo (programa “cash for clunkers”, que finalizó en septiembre) y a la compra de viviendas –a punto de finalizar a la espera de que el Congreso decida prolongarlo–. El ritmo es dinámico, pero muy modesto para tratarse del inicio de una fase de recuperación. Además, no será sostenible (2,0%-2,5% estimado el próximo trimestre, al acusar la recaída del consumo) y el escenario a medio plazo es muy incierto. Por un lado, las existencias seguirán impulsando el crecimiento, probablemente, durante la mayor parte de 2010; y la inversión en bienes de equipo y el sector exterior deberían beneficiarse de la debilidad del dólar y de la mejora de la demanda externa. Por otro lado, preocupa cómo responderá la demanda cuando las ayudas fiscales desaparezcan, en un contexto de fuerte debilidad del mercado laboral (existe un riesgo elevado de jobless recovery) y con las familias recomponiendo su ahorro. Por tanto, también en EEUU la digestión de la última recesión será larga y reducirá la capacidad de crecimiento potencial a medio plazo, teniendo en cuenta los elevados niveles de endeudamiento de los agentes y los problemas en el sector financiero. En los dos próximos años será difícil ver ritmos de crecimiento superiores al 2%. En definitiva, EEUU ha salido de la recesión y eso es bueno para todos, pero el crecimiento de la economía y, especialmente, el comportamiento del consumo, será mucho más suave de a lo que hemos estado acostumbrados en las últimas recuperaciones.
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La economía americana ha superado, al menos, técnicamente, la recesión más intensa de su historia moderna, gracias al efecto positivo de las ayudas públicas en la revitalización del consumo (a través de la compra de coches) y en la demanda de viviendas; al cambio de ciclo en los inventarios; y a los efectos de una política monetaria ultra expansiva. El PIB retorna a ritmos positivos de crecimiento, después de 4 trimestres en contracción: +3,5% anualizado en el tercer trimestre (-0,7% anterior), en la banda alta de las expectativas del mercado (3,2% según Bloomberg). El ritmo de caída interanual se modera hasta el -2,3% (-3,8% anterior). De manera, que la recesión se ha saldado con un descenso del PIB desde máximos del 3,7%, sólo comparable en intensidad con las crisis de 1957 (3,7%) y de mediados de los 70 (3,2%). Seguir leyendo…

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