Archivo de la Categoría ‘Uncategorized’

16
Abr

Irán :Las últimas décadas

Escrito el 16 abril 2016 por Miguel Aguirre Uzquiano en Economía Global, Uncategorized

WP_Post Object
(
    [ID] => 21642
    [post_author] => 13322
    [post_date] => 2016-04-16 23:59:06
    [post_date_gmt] => 2016-04-16 21:59:06
    [post_content] => Argo, ganó el Oscar a la mejor película del 2012. En ella se describía parte de la crisis de los 52 rehenes norteamericanos durante 444 días en Irán  (Esta situación real de hace 35 años sería bastante difícil de imaginar hoy en día)

Después del desenlace de los rehenes en Enero de 1981, hubo una larga década en el que el aliado de Occidente en aquella zona fue Irak e Irán fue el símbolo de todo lo negativo. En la larga guerra entre los dos países (entre 1980 y 1988), los países de la OCDE comerciaron y armaron a Irak.  Sin embargo en agosto de 1990, este país invadió su vecino Kuwait y  6 meses después se produciría la primera guerra del golfo pérsico con la victoria rápida de una coalición de 34 países, liderada por Estados Unidos.

La década de los noventa fue un periodo de dificultad para Irak, con un severo embargo de la ONU, mientras su vecino Irán retomaba el comercio y relaciones con las economías occidentales.  En la primavera del 2003 se produjo la guerra del Golfo II, esta vez con la caída de Saddam Hussein , que fue ahorcado en el 2006 , manteniéndose la presencia militar estadounidense hasta octubre del 2011

En el 2005 Irán inició un programa de enriquecimiento de uranio, que le puso nuevamente en el disparadero de las economías occidentales, iniciándose un año después un programa de sanciones económicas, impulsadas por el Consejo de Seguridad del ONU sobre el país. En el periodo 2005-2015 se mantuvieron tanto el programa como las correspondientes sanciones hasta enero del año en curso.mapa-iran

Este pequeño repaso de 35 años sirve para observar como la visión de Occidente sobre Irak e Irán ha cambiado cada década. En el caso de este último existe un gran interés en Europa sobre los próximos pasos que se den para el incremento del comercio y la liberalización comercial

Irán es la segunda economía más importante de la región de Oriente Medio y Norte de África (MENA). Según el FMI, su PIB se sitúa en 416.500 millones de dólares. Después de dos años de recesión, se espera que este año el crecimiento real del PIB alcance el 3,8%, gracias al levantamiento de las sanciones occidentales. Con la eliminación de estas sanciones, las autoridades iraníes esperan atraer un volumen de inversiones extranjeras de al menos 50.000 millones de dólares al año. Esta cifra supera ampliamente los 2.100 millones de dólares de inversión extranjera directa que Irán recibió en 2014.

Dentro de sectores como la construcción de viviendas, el transporte y el desarrollo urbano se esperan grandes oportunidades para contratistas extranjeros. Respecto a la obra pública y debida a la gran dependencia de Irán del petróleo se prevé una caída de los ingresos que limite la inversión

Atención especial se merece el sector de automoción que representa más del 10% del PIB. Hay un gran apetito del consumidor local sobre automóviles extranjeros.

Confiar en que los próximos meses sean de normalización de las relaciones comerciales entre Irán y Occidente y se aleje completamente otra década de relaciones difíciles.
    [post_title] => Irán :Las últimas décadas
    [post_excerpt] => 
    [post_status] => publish
    [comment_status] => open
    [ping_status] => open
    [post_password] => 
    [post_name] => iran-las-ultimas-decadas
    [to_ping] => 
    [pinged] => 
    [post_modified] => 2023-12-13 13:55:29
    [post_modified_gmt] => 2023-12-13 12:55:29
    [post_content_filtered] => 
    [post_parent] => 0
    [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=21642
    [menu_order] => 0
    [post_type] => post
    [post_mime_type] => 
    [comment_count] => 265
    [filter] => raw
)

Argo, ganó el Oscar a la mejor película del 2012. En ella se describía parte de la crisis de los 52 rehenes norteamericanos durante 444 días en Irán  (Esta situación real de hace 35 años sería bastante difícil de imaginar hoy en día)

Después del desenlace de los rehenes en Enero de 1981, hubo una larga década en el que el aliado de Occidente en aquella zona fue Irak e Irán fue el símbolo de todo lo negativo. En la larga guerra entre los dos países (entre 1980 y 1988), los países de la OCDE comerciaron y armaron a Irak.  Sin embargo en agosto de 1990, este país invadió su vecino Kuwait y  6 meses después se produciría la primera guerra del golfo pérsico con la victoria rápida de una coalición de 34 países, liderada por Estados Unidos.

La década de los noventa fue un periodo de dificultad para Irak, con un severo embargo de la ONU, mientras su vecino Irán retomaba el comercio y relaciones con las economías occidentales.  En la primavera del 2003 se produjo la guerra del Golfo II, esta vez con la caída de Saddam Hussein , que fue ahorcado en el 2006 , manteniéndose la presencia militar estadounidense hasta octubre del 2011

En el 2005 Irán inició un programa de enriquecimiento de uranio, que le puso nuevamente en el disparadero de las economías occidentales, iniciándose un año después un programa de sanciones económicas, impulsadas por el Consejo de Seguridad del ONU sobre el país. En el periodo 2005-2015 se mantuvieron tanto el programa como las correspondientes sanciones hasta enero del año en curso.mapa-iran

Este pequeño repaso de 35 años sirve para observar como la visión de Occidente sobre Irak e Irán ha cambiado cada década. En el caso de este último existe un gran interés en Europa sobre los próximos pasos que se den para el incremento del comercio y la liberalización comercial

Irán es la segunda economía más importante de la región de Oriente Medio y Norte de África (MENA). Según el FMI, su PIB se sitúa en 416.500 millones de dólares. Después de dos años de recesión, se espera que este año el crecimiento real del PIB alcance el 3,8%, gracias al levantamiento de las sanciones occidentales. Con la eliminación de estas sanciones, las autoridades iraníes esperan atraer un volumen de inversiones extranjeras de al menos 50.000 millones de dólares al año. Esta cifra supera ampliamente los 2.100 millones de dólares de inversión extranjera directa que Irán recibió en 2014.

Dentro de sectores como la construcción de viviendas, el transporte y el desarrollo urbano se esperan grandes oportunidades para contratistas extranjeros. Respecto a la obra pública y debida a la gran dependencia de Irán del petróleo se prevé una caída de los ingresos que limite la inversión

Atención especial se merece el sector de automoción que representa más del 10% del PIB. Hay un gran apetito del consumidor local sobre automóviles extranjeros.

Confiar en que los próximos meses sean de normalización de las relaciones comerciales entre Irán y Occidente y se aleje completamente otra década de relaciones difíciles.

2
Abr
WP_Post Object
(
    [ID] => 21628
    [post_author] => 115
    [post_date] => 2016-04-02 20:30:17
    [post_date_gmt] => 2016-04-02 18:30:17
    [post_content] => 

Uno de los desafíos que debe encarar el nuevo Gobierno de España son las necesarias reducciones en el gasto público. Casi todos los analistas están de acuerdo en que no se debe recortar el gasto productivo y que la reducción del gasto se debe hacer en los entes territoriales, sobre todo en las Comunidades Autónomas (CCAA).

En el año 2015, se volvió a incumplir el objetivo de déficit acordado con la CE y fijado en el Programa de Estabilidad. La desviación fue muy abultada y superó los 10.000 millones de euros. Un déficit de las Administraciones Públicas (AAPP) que representa el 5,16% del PIB, cuando el límite estaba situado en el 4,2%. Las Administraciones responsables de esta desviación fueron las CCAA con un desequilibrio (- 1,2% del PIB) que fue mas del doble que el objetivo que tenían pactado (-0,7%).

Ya hemos señalado en este blog que las televisiones autonómicas son parte del problema, otra parte está en el gasto suntuario, las plantillas sobredimensionadas, las duplicidades con el Estado Central, los sueldos astronómicos de los asesores autonómicos y municipales y la creación de todo tipo de entes públicos autonómicos.

Afortunadamente las Corporaciones Locales y las CCAA han ido reduciendo su parque empresarial. ¿Cuántas empresas públicas hay en España a mediados de 2016?. Según el cuadro adjunto 2.425 (233 menos de las que había en 2011; una reducción que como se ve en el gráfico procede de las Comunidades Autónomas).

El gráfico que aparece a continuación muestra: 1)  el número de empresas estatales y autonómicas que incluyen entidades públicas empresariales, entes públicos y sociedades mercantiles; lo que se podría denominar el sector público empresarial y 2) los datos de empresas municipales que incluyen las sociedades mercantiles y entidades públicas empresariales dependientes, únicamente, de los ayuntamientos. No se incluyen por tanto, las que dependen de consorcios locales, diputaciones, mancomunidades, etc.

Evolución del número de entes públicos (empresas públicas y sociedades mercantiles) por nivel de la Administración (no se incluyen Organismos Autónomos, Agencias, Consorcios y Fundaciones).

Sin título Como se puede constatar en el cuadro la tendencia hacia la reducción del sector público empresarial ha sido solo un fenómeno de las CCAA sino que ha sido seguido también por la Administración Local. A pesar de la reducción de empresas públicas, el gasto autonómico ha seguido creciendo. Únicamente tres regiones cumplieron el objetivo antes mencionado: País Vasco (déficit del 0,7% del PIB), Galicia (0,6%) y Canarias (0,5%). Galicia y Canarias, además, fueron las Comunidades que mayor ajuste efectuaron, al reducir su déficit cuatro décimas.

Entre las regiones que superaron el límite del 0,7%, algunas lograron reducir el déficit: La Rioja, Castilla La Mancha, Andalucía, Baleares, Cantabria y Murcia. El resto incrementaron sus desequilibrios, destacando Aragón y Navarra, con aumentos de tres y cuatro décimas. Cataluña volvió a ser la Comunidad con mayor déficit (2,7% de su PIB, idéntica cifra a la de 2014).

Fuentes de los datos del gráfico.

Hasta el año 2010 las tres series (Estado, CCAA y Admon. Local) se han obtenido del informe de IGAE (Intervención General de la Administración del Estado) en el que se incluyen datos comparables para los tres niveles de la administración hasta ese año.

Respecto a los datos de avance de 2015 para las CCAA, estos suelen diferir ligeramente de los definitivos que se publican al cierre del año, fundamentalmente porque los datos de avance no separan  aquellas empresas que están participadas por varias CCAA. Sin embargo, los datos del gráfico pueden servir para hacerse una idea de que hasta la fecha, a pesar de la reducción en el número de empresas pública el gasto público sigue descontrolado.

    [post_title] => Se reduce el número de empresas públicas que hay en España pero el déficit sigue descontrolado. [post_excerpt] => [post_status] => publish [comment_status] => open [ping_status] => open [post_password] => [post_name] => se-reduce-el-numero-de-empresas-publicas-que-hay-en-espana-pero-el-deficit-sigue-descontrolado [to_ping] => [pinged] => [post_modified] => 2016-04-02 20:33:31 [post_modified_gmt] => 2016-04-02 18:33:31 [post_content_filtered] => [post_parent] => 0 [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=21628 [menu_order] => 0 [post_type] => post [post_mime_type] => [comment_count] => 22 [filter] => raw )

Uno de los desafíos que debe encarar el nuevo Gobierno de España son las necesarias reducciones en el gasto público. Casi todos los analistas están de acuerdo en que no se debe recortar el gasto productivo y que la reducción del gasto se debe hacer en los entes territoriales, sobre todo en las Comunidades Autónomas (CCAA).

En el año 2015, se volvió a incumplir el objetivo de déficit acordado con la CE y fijado en el Programa de Estabilidad. La desviación fue muy abultada y superó los 10.000 millones de euros. Un déficit de las Administraciones Públicas (AAPP) que representa el 5,16% del PIB, cuando el límite estaba situado en el 4,2%. Las Administraciones responsables de esta desviación fueron las CCAA con un desequilibrio (- 1,2% del PIB) que fue mas del doble que el objetivo que tenían pactado (-0,7%).

Ya hemos señalado en este blog que las televisiones autonómicas son parte del problema, otra parte está en el gasto suntuario, las plantillas sobredimensionadas, las duplicidades con el Estado Central, los sueldos astronómicos de los asesores autonómicos y municipales y la creación de todo tipo de entes públicos autonómicos.

Afortunadamente las Corporaciones Locales y las CCAA han ido reduciendo su parque empresarial. ¿Cuántas empresas públicas hay en España a mediados de 2016?. Según el cuadro adjunto 2.425 (233 menos de las que había en 2011; una reducción que como se ve en el gráfico procede de las Comunidades Autónomas).

El gráfico que aparece a continuación muestra: 1)  el número de empresas estatales y autonómicas que incluyen entidades públicas empresariales, entes públicos y sociedades mercantiles; lo que se podría denominar el sector público empresarial y 2) los datos de empresas municipales que incluyen las sociedades mercantiles y entidades públicas empresariales dependientes, únicamente, de los ayuntamientos. No se incluyen por tanto, las que dependen de consorcios locales, diputaciones, mancomunidades, etc.

Evolución del número de entes públicos (empresas públicas y sociedades mercantiles) por nivel de la Administración (no se incluyen Organismos Autónomos, Agencias, Consorcios y Fundaciones).

Sin título Como se puede constatar en el cuadro la tendencia hacia la reducción del sector público empresarial ha sido solo un fenómeno de las CCAA sino que ha sido seguido también por la Administración Local. A pesar de la reducción de empresas públicas, el gasto autonómico ha seguido creciendo. Únicamente tres regiones cumplieron el objetivo antes mencionado: País Vasco (déficit del 0,7% del PIB), Galicia (0,6%) y Canarias (0,5%). Galicia y Canarias, además, fueron las Comunidades que mayor ajuste efectuaron, al reducir su déficit cuatro décimas.

Entre las regiones que superaron el límite del 0,7%, algunas lograron reducir el déficit: La Rioja, Castilla La Mancha, Andalucía, Baleares, Cantabria y Murcia. El resto incrementaron sus desequilibrios, destacando Aragón y Navarra, con aumentos de tres y cuatro décimas. Cataluña volvió a ser la Comunidad con mayor déficit (2,7% de su PIB, idéntica cifra a la de 2014).

Fuentes de los datos del gráfico.

Hasta el año 2010 las tres series (Estado, CCAA y Admon. Local) se han obtenido del informe de IGAE (Intervención General de la Administración del Estado) en el que se incluyen datos comparables para los tres niveles de la administración hasta ese año.

Respecto a los datos de avance de 2015 para las CCAA, estos suelen diferir ligeramente de los definitivos que se publican al cierre del año, fundamentalmente porque los datos de avance no separan  aquellas empresas que están participadas por varias CCAA. Sin embargo, los datos del gráfico pueden servir para hacerse una idea de que hasta la fecha, a pesar de la reducción en el número de empresas pública el gasto público sigue descontrolado.

 

 

12
Nov

Presencia de PYMES en España

Escrito el 12 noviembre 2015 por Patricia Gabaldón en Uncategorized

WP_Post Object
(
    [ID] => 21529
    [post_author] => 28825
    [post_date] => 2015-11-12 09:29:47
    [post_date_gmt] => 2015-11-12 08:29:47
    [post_content] => Ayer, Jeffrey Franks, director de la oficina de Europa del FMI, propuso que era el momento para España de aumentar la productividad sin bajar los salarios, a través de cambios y políticas estructurales que hagan la economía "más flexible y más ágil".

Según el informe de la misma institución el FMI sobre España de Julio de 2015 (IMF Country Report No. 15/233) uno de los principales problemas de la productividad de la economía española procede de la gran cantidad de pequeñas empresas, que por tener acceso limitado a recursos presentan una baja productividad. Para estas empresas pequeñas es complicado innovar, exportar y disponer de economías de escala, por lo que muestran niveles de productividad menores.

¿Cuál es el panorama de las empresas españolas? Según el RETRATO DE LAS PYME 2015 elaborado por la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, el tamaño medio de las empresas españolas es menor que en otras empresas pequeñas en otros países desarrollados, y estas ocupan una mayor parte del empleo en el país.

Por un lado, la presencia de PYMES en España es muy similar a la del resto de Europa, alrededor del 99,9% de las empresas. Sin embargo, la principal diferencia de las empresas españolas es la importante presencia de micro-empresas (empresas con menos de 9 trabajadores) que componen el 95,8% del total de empresas españolas, cuando esta cifra es del 92,4% para la media de los países de la UE. Y un dato muy relevante, es que las empresas sin asalariados representan el 53’6% del total de las empresas españolas (1.670.329 empresas de un total de 3.114.361 compañías españolas). Por otro lado, solo el 0,1% de las compañías españolas eran consideradas grandes en el 2014 (3.839 empresas).

Este mismo informe muestra como las micro-empresas españolas mantuvieron en 2014 una importante contribución a la generación de empleo, ocupando al 66% del total de trabajadores, tasa muy similar a la media europea (66’6%). Las micro-empresas representan el 32,6% del empleo total (4.330.718 trabajadores) frente al 28’6% en la media de la UE. Esta cifra de creación de empleo la asimila a los trabajadores en las grandes empresas, ocupados en un 34% en empresas de más de 250 trabajadores (4.514.676 empleados).

Al menos hasta el año 2013, las empresas españolas han experimentado crecimiento en su productividad, situándola por encima de la media europea. Sin embargo, este crecimiento ha procedido de una reducción en el número de ocupados mayor que la disminución en la creación de valor añadido bruto. En 2013, el valor añadido bruto (VAB) por ocupado de la economía española es de 58.619 euros, por encima de la media de la UE-28 (47.485 euros).
    [post_title] => Presencia de PYMES en España
    [post_excerpt] => 
    [post_status] => publish
    [comment_status] => open
    [ping_status] => open
    [post_password] => 
    [post_name] => presencia-de-pymes-en-espana
    [to_ping] => 
    [pinged] => 
    [post_modified] => 2023-12-13 13:43:17
    [post_modified_gmt] => 2023-12-13 12:43:17
    [post_content_filtered] => 
    [post_parent] => 0
    [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=21529
    [menu_order] => 0
    [post_type] => post
    [post_mime_type] => 
    [comment_count] => 8
    [filter] => raw
)

Ayer, Jeffrey Franks, director de la oficina de Europa del FMI, propuso que era el momento para España de aumentar la productividad sin bajar los salarios, a través de cambios y políticas estructurales que hagan la economía «más flexible y más ágil».

Según el informe de la misma institución el FMI sobre España de Julio de 2015 (IMF Country Report No. 15/233) uno de los principales problemas de la productividad de la economía española procede de la gran cantidad de pequeñas empresas, que por tener acceso limitado a recursos presentan una baja productividad. Para estas empresas pequeñas es complicado innovar, exportar y disponer de economías de escala, por lo que muestran niveles de productividad menores.

¿Cuál es el panorama de las empresas españolas? Según el RETRATO DE LAS PYME 2015 elaborado por la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, el tamaño medio de las empresas españolas es menor que en otras empresas pequeñas en otros países desarrollados, y estas ocupan una mayor parte del empleo en el país.

Por un lado, la presencia de PYMES en España es muy similar a la del resto de Europa, alrededor del 99,9% de las empresas. Sin embargo, la principal diferencia de las empresas españolas es la importante presencia de micro-empresas (empresas con menos de 9 trabajadores) que componen el 95,8% del total de empresas españolas, cuando esta cifra es del 92,4% para la media de los países de la UE. Y un dato muy relevante, es que las empresas sin asalariados representan el 53’6% del total de las empresas españolas (1.670.329 empresas de un total de 3.114.361 compañías españolas). Por otro lado, solo el 0,1% de las compañías españolas eran consideradas grandes en el 2014 (3.839 empresas).

Este mismo informe muestra como las micro-empresas españolas mantuvieron en 2014 una importante contribución a la generación de empleo, ocupando al 66% del total de trabajadores, tasa muy similar a la media europea (66’6%). Las micro-empresas representan el 32,6% del empleo total (4.330.718 trabajadores) frente al 28’6% en la media de la UE. Esta cifra de creación de empleo la asimila a los trabajadores en las grandes empresas, ocupados en un 34% en empresas de más de 250 trabajadores (4.514.676 empleados).

Al menos hasta el año 2013, las empresas españolas han experimentado crecimiento en su productividad, situándola por encima de la media europea. Sin embargo, este crecimiento ha procedido de una reducción en el número de ocupados mayor que la disminución en la creación de valor añadido bruto. En 2013, el valor añadido bruto (VAB) por ocupado de la economía española es de 58.619 euros, por encima de la media de la UE-28 (47.485 euros).

26
Oct
WP_Post Object
(
    [ID] => 21496
    [post_author] => 115
    [post_date] => 2015-10-26 17:19:44
    [post_date_gmt] => 2015-10-26 16:19:44
    [post_content] => La actividad económica de España ha tenido en 2014 y sobre todo en 2015 su mejor comportamiento de los últimos siete años. Gracias a este crecimiento durante los dos últimos años se está creando empleo, aumentando la recaudación fiscal y reduciendo el endeudamiento de las empresas y de las familias. Y aunque las perspectivas económicas mundiales y también las de España se debilitan las empresas españolas siguen trabajando para reducir sus niveles de deuda.

El problema de la deuda 

A pesar de que los organismos internacionales aplaudan los esfuerzos realizados por España para salir de la recesión económica, también apuntan a que nuestro país deberá llevar a cabo más reformas, durante al menos dos años, para corregir los problemas estructurales de nuestra economía. Así, la Comisión Europea está demandando más recortes en el gasto público para cumplir con el objetivo de déficit fijado y evitar así que la deuda pública como porcentaje sobre el PIB siga aumentando. Precisamente en septiembre de 2015 el Ministerio de Economía informó que en el segundo trimestre de este año, el endeudamiento en términos de PIB se redujo ligeramente (tres décimas hasta el 97,7%), algo que no sucedía desde que estalló la crisis.

En esta misma línea se encuentran el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la OCDE, aunque centran más su atención en la deuda del sector privado. Ambos organismos hacen referencia a la débil situación de las empresas españolas que se caracterizan por su reducido tamaño y su alto nivel de endeudamiento. De ahí la necesidad que tienen las empresas de aumentar sus ventas de forma que les permitan obtener recursos para reducir su deuda de forma sostenible y duradera en el medio plazo.

Por ahora España está disfrutando de elevados niveles de crecimiento económico por lo que el sector privado (y el público) están en un momento excepcional para conseguir reducir su deuda.

Desgraciadamente, antes de la crisis económica, durante los años del boom, entre 2000 y 2007, las empresas españolas se endeudaron muy rápidamente con una tasa de crecimiento del 7% anual, la cual duplicaba la media europea. La deuda de las empresas no financieras alcanzó en 2007 un 125% del PIB. Uno de los motivos que pudo contribuir a este rápido crecimiento de la deuda fue la facilidad de acceso al crédito que le concedían las instituciones financieras. Sin embargo a partir de 2008 hemos asistido a un proceso de desapalancamiento financiero por parte del sector privado (empresas y hogares) llegando a reducirse el nivel de deuda de las empresas desde el 125% del PIB hasta un 87% del PIB.

En el cuadro se puede comprobar como la deuda de las empresas se reduce desde 1.261.105 millones de euros en 2008 a 932.600 millones en 2015.

A pesar de esta impresionante reducción, los niveles de endeudamiento del sector empresarial español son todavía altos y alejados de los que tienen nuestros socios europeos. Efectivamente, el sector privado español está convergiendo en niveles de deuda con el resto de las grandes potencias europeas, pero su tasa de endeudamiento todavía está por encima de otras como Alemania o Francia.
                         ENDEUDAMENTO (millones de euros)
(datos a diciembre excepto 2015)
ADMINISTRACIONES PÚBLICAS SOCIEDADES NO FINANCIERAS HOGARES TOTAL
2008 439,771 1.261.105 908.161 2.609.037
2009 568.700 1.246.502 900.376 2.715.578
2010 649.259 1.244.018 895.244 2.788.520
2011 743.531 1.194.031 867.932 2.805.493
2012 890.976 1.082.851 830.879 2.804.705
2013 966.169 993.308 782.982 2.742.459
2014 1.033.848 948.594 749.079 2.731.521
2015 (julio) 1.053.000 932.600 733.239 2.718.839
Fuente: Banco de España y Ministerio de Economía (2015) Las empresas españolas van por buen camino, ya que forman parte de los cuatro países europeos en los que en los últimos años el sector privado ha conseguido disminuir su endeudamiento. Lo que le ha permitido, junto con la bajada de los tipos de interés reducir sus costes medios de financiación tal como apunta el Banco de España en su Boletín Económico de Junio de 2015. (El tipo de interés medio de los nuevos préstamos a empresas se encuentra en 2015 en el 3,4% mientras que a finales de 2008 alcanzó su máximo llegando al 6,6%). Según el tamaño de las empresas, también existe una diferencia en cuanto al acceso a la financiación y al endeudamiento, las pymes han presentado durante los años de recesión menores niveles de deuda. En cambio las grandes empresas iniciaron un poco más tarde el proceso de desendeudamiento, este fenómeno se puede deber al hecho de que las pymes han tenido menos facilidad de acceso a nuevos créditos durante estos años. Aunque las cifras sean todavía elevadas en algunos casos, podemos afirmar, en líneas generales, que el sector privado está haciendo grandes esfuerzos tratando de reducir su deuda, pero no se puede decir lo mismo del sector público, este ha ido aumentado su deuda de forma impresionante con respecto a 2008 pasando de 40% a cerca del 100% en tan solo 7 años. En este contexto de elevado nivel de endeudamiento el crecimiento económico es fundamental. Es bien sabido que tanto los ingresos fiscales como las ventas empresariales están íntimamente ligados al crecimiento económico. Y es precisamente en un contexto de fase álgida del ciclo (como en el que se encuentra la economía española) cuando las ventas pueden aumentar y la deuda se puede reducir. Pero para conseguir vender más, junto a una coyuntura económica favorable, las empresas tienen que conseguir ser más competitivas en los mercados internacionales. Apuntar hacia sectores de alta calidad y mayor contenido tecnológico. Precisamente ha sido esa mejora de competitividad la que ha permitido que España saliese de la crisis a través de las exportaciones y que se haya situado en niveles elevados de crecimiento económico. Para que esta recuperación se consolide hay que seguir insistiendo en el protagonismo que deben tener nuestras empresas en el sector exterior, tanto las que producen bienes como también las que prestan servicios. Importancia del sector servicios En este sentido no se debe olvidar que la mayor parte de nuestras empresas se ubican en el sector servicios. En España y desde 1970, el sector servicios español ha ido adquiriendo una importancia creciente y ha pasado de representar el 46% del PIB en 1970 al 74% en 2014. Esta terciarización de la economía es habitual en el proceso de desarrollo económico de la mayoría de los países. Además, en el caso de España el proceso de terciarización ha venido de la mano de una profunda transformación tecnológica. Así, la mayor parte de la inversión española en el exterior no está en el sector manufacturero sino en los servicios no turísticos como son la banca, distribución, ingeniería, gestión de infraestructuras (aeropuertos, autopistas, etc.) de aguas y de basuras, distribución de la energía, tecnología de renovables, telecomunicaciones, etc. Y en estas actividades solo tienen futuro las empresas cuya producción esté dotada de un elevado componente tecnológico. La época de la competitividad basada en los precios bajos debería ser cosa del pasado y cambiar a la que se basa en la innovación. En las exportaciones también se puede apreciar cómo los servicios no turísticos toman cada vez más fuerza en la economía española. Tradicionalmente el saldo de estas actividades en la balanza de pagos ha sido negativo, es decir, se importaban más servicios no turísticos de los que se exportaban. Sin embargo, desde el comienzo de esta crisis económica se ha consolidado una tendencia positiva en la que las exportaciones de actividades no turísticas de mayor contenido tecnológico han aumentado mucho más rápido que las importaciones. Esto ha permitido que España sea desde hace más de 6 años un exportador neto de servicios no turísticos lo que ha contribuido muy positivamente al crecimiento económico que ahora disfrutamos. Y es un indicador más de que la recuperación no es posible sin mejoras en la competitividad y aumentos en la intensidad tecnológica de la actividad económica española. La necesaria reindustrialización La evolución desde la agricultura y la industria hacia los servicios es una evolución histórica natural y un factor de progreso ya que está relacionada con el aumento de sectores relacionados con el estado del bienestar (sanidad, educación, comunicaciones, ocio, restauración, turismo, etc.). Sin embargo muchos servicios dependen de la industria. Los servicios financieros y de seguros, los comerciales, los de transporte, los de consultoría, auditoría, ingeniería, diseño, investigación, etc. dependen de la industria y en menor medida, de la agricultura y la construcción. Muchos servicios no se desarrollarían en ningún país, si no existiese una base industrial fuerte. La experiencia histórica de las economías más avanzadas y también de las economías asiáticas muestra que para alcanzar un nivel alto de desarrollo es preciso establecer una base industrial interna amplia y robusta. Es más: no se conoce ningún país desarrollado, de tamaño grande, que no sea industrializado. El G-8, es el grupo de países más importantes y más industrializados del Mundo. Por eso la industria se percibe como una señal de desarrollo, empleo, productividad y fortaleza. Por tanto, aunque el sector servicios español es muy competitivo, y debe seguir siéndolo, pero no se debe olvidar la necesaria apuesta por la reindustrialización de España. Los datos publicados en septiembre de 2015 por el INE muestran que el sector industrial español está creciendo a ritmos anuales del 5,2% el mayor ritmo en 15 años. Este buen comportamiento de los sectores industriales se apoya sobre todo en la mayor producción de bienes de consumo duradero (+3,8%) pero sobre todo de bienes de equipo (+10,2%). Por tanto, el IPI señala que tanto las familias, a través del aumento del consumo, como las empresas están mejorando su situación económica. Que los bienes de consumo duradero crezcan, y lo hagan a buen ritmo, es relevante porque se trata de un sector que se suele mover en la misma dirección que el ciclo económico: cuanto mejor es la situación de la economía, mayor es la demanda de bienes de consumo duradero. Además, también indican la confianza de los consumidores en las buenas expectativas de la economía. Así, cuando las empresas y las familias prevén una situación económica más halagüeña deciden comprar electrodomésticos, productos informáticos, automóviles y muebles (todos ellos bienes de consumo duradero) para remplazar los antiguos por otros más modernos. Aumentan las expectativas empresariales El incremento espectacular de la producción de bienes de bienes de equipo muestra una mejora de las expectativas empresariales. Por tanto, si aumenta la producción y, tal como está sucediendo, la instalación de bienes de equipo, también estará aumentando el crecimiento económico. Efectivamente, la inversión en bienes de equipo es un factor clave del aumento de la capacidad productiva de una economía y una señal de que los empresarios tienen buenas perspectivas de que el crecimiento económico continuará. En este sentido los datos de Markit del Índice de Gestión de Compras (PMI por sus siglas en inglés) muestran que la producción industrial en el mes de agosto de 2015 alcanzó el nivel 53,2 un poco por debajo del 53,6 de julio. Sin embargo, al ser un valor por encima del 50 continúa el aumento del sector industrial español que está creciendo incluso más que el resto de nuestros socios europeos. El mismo indicador para la zona del euro se situaba en el 52,3. Esta buena marcha económica de España seguirá su rumbo si los cambios políticos que se están produciendo y seguirán produciéndose en el futuro aseguran un marco de estabilidad a las empresas, también a las de capital extranjero. Y al igual que ha sucedido en otros países (Alemania, Gran Bretaña, etc.), a medida que vaya pasando el tiempo, las políticas económicas ortodoxas acabarán dando buenos resultados en términos de bienestar. Una recuperación económica y del empleo que cada vez más está siendo percibida por un mayor número de ciudadanos nacionales y extranjeros. Precisamente el último Barómetro del Instituto Elcano muestra que la imagen que de España se tiene en el exterior mejora. En esta ocasión se preguntó a ciudadanos de Alemania, Reino Unido, Francia, Estados Unidos, México, Brasil, Corea del Sur, Indonesia, Marruecos y Argelia cuál es la imagen que tienen de nuestro país. España recibió una puntuación media de 7, continuando así la tendencia positiva que se sigue desde el año 2012. Los entrevistados alemanes y británicos consideran que España es ahora más fiable de lo que era hace dos años. Finalmente, para los encuestados las expectativas sobre nuestra evolución económica son muy positivas y la mitad de los encuestados cree que la economía española irá todavía mejor de lo que está yendo ahora. El aumento de las exportaciones La última información económica conocida antes de entregar este artículo al editor viene a confirmar que España sigue en esa buena dirección. Así, entre enero y junio de 2015 las exportaciones españolas de bienes y servicios han batido un nuevo récord alcanzando los 174.000 millones de euros, el valor más alto en un primer semestre del año desde que comenzó la serie histórica en 1971. La consecuencia ha sido un importante superávit de la balanza de bienes y servicios del 11%, hasta los 11.400 millones de euros en los seis primeros meses del año. La tendencia positiva de las exportaciones españolas se está produciendo incluso a pesar de que la economía mundial está frenando su ritmo de expansión. Efectivamente el reciente informe del Banco Mundial rebaja la previsión de crecimiento mundial para este año 2015 en dos décimas, hasta el 2,8% y señala que es posible que no vuelva a alcanzar el nivel de crecimiento económico que había antes de la crisis (es decir, que se produzca un estancamiento secular). El motivo de la revisión a la baja es el menor crecimiento de Estados Unidos y de los países emergentes que han estado impulsando la economía mundial durante los últimos años y que ahora parece que comienzan a atravesar dificultades. En este contexto de ralentización económica internacional los buenos resultados de las exportaciones españolas tienen mayor relevancia. ¿Por qué mejoran las exportaciones españolas? Varias pueden ser las razones, entre otras, porque: 1) Hay más empresas que exportan regularmente. En el año 2010 había 109.000 empresas españolas se dedicaban a la venta de bienes en el extranjero. Cuatro años más tarde, en el año 2014, eran un 35% más: 147.700 empresas; de las cuales 45.842 son exportadoras regulares, es decir, han exportado todos los años desde hace cuatro. La crisis y la caída de la demanda interna han provocado un crecimiento de la internacionalización. 2) Mejora la calidad de la oferta exportadora que nos permite vender cada vez más en un mundo global muy competitivo: mientras nuestras exportaciones de bienes y servicios crecen al 6% la Organización Mundial del Comercio espera que el comercio mundial crezca, en 2015, un 3,3%. Muchas empresas españolas saben que sus oportunidades de crecimiento, de facturar más, están hoy ahí fuera y que solo con un elevado nivel de calidad podrán vender y competir en el exterior. 3) Por el mayor dinamismo de nuestras ventas fuera de la Unión Europea (UE) y también en la UE. Entre enero y junio de este año, y respecto al mismo periodo del año pasado, las exportaciones a Colombia un 19%, a México un 14%, a América del Norte un 11,6%, a Perú un 9%, a China un 6% y a Argentina e India un 5%. Además, también se han producido mayores ventas a la zona del euro. Así, frente a crecimiento global de la exportación de bienes del 5%, las exportaciones a la UE han crecido un 6,8%. 4) Por la devaluación interna provocada entre otros motivos por la reforma laboral. Se ha conseguido, así, flexibilizar el mercado laboral y conseguir una mayor eficiencia de recursos lo que ha permitido a las empresas reducir costes, mejorar su productividad y aumentar la contratación. Perspectivas halagüeñas para la economía española Además, el refuerzo de la internacionalización de la economía española ha venido para quedarse. Así lo señala también el indicador de perspectivas exportadoras del Ministerio de Economía ha llegado a su valor más alto desde antes de la crisis económica. Conviene recordar, una vez más, que las exportaciones de las empresas españolas han sido el principal factor que ha permitido la salida de la crisis y la rápida recuperación de la economía española. No obstante, la asignatura pendiente sigue siendo el elevado nivel de desempleo que sigue siendo muy alto. En resumen, gracias al crecimiento económico las empresas españolas están reduciendo de forma sostenida su nivel de endeudamiento. Un crecimiento que viene impulsado también por las exportaciones. Desgraciadamente, parece que el mundo crece más lentamente y que, por tanto, nuestras empresas pueden tener más dificultades para poder vender en el exterior. Sin embargo, aunque este menor crecimiento mundial sea una amenaza para el crecimiento de las exportaciones es también una oportunidad para aumentar todavía más la competitividad de nuestros productos en los mercados internacionales, es decir, las empresas deben seguir invirtiendo en la formación de capital humano y en el desarrollo de nuevas tecnologías. El futuro de nuestras empresas y de nuestra economía está ahí: en seguir apostando por aumentar la cantidad y calidad de la oferta exportadora. Fuente: Rafael Pampillón Olmedo "La reducción de la deuda y la apertura de la economía española.". Economía Exterior. Otoño 2015, páginas 23 a 29. http://www.politicaexterior.com/economia-exterior/ [post_title] => La reducción de la deuda y la apertura de la economía española. [post_excerpt] => [post_status] => publish [comment_status] => open [ping_status] => open [post_password] => [post_name] => la-reduccion-de-la-deuda-y-la-apertura-de-la-economia-espanola [to_ping] => [pinged] => [post_modified] => 2015-10-26 17:26:36 [post_modified_gmt] => 2015-10-26 16:26:36 [post_content_filtered] => [post_parent] => 0 [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=21496 [menu_order] => 0 [post_type] => post [post_mime_type] => [comment_count] => 6 [filter] => raw )

La actividad económica de España ha tenido en 2014 y sobre todo en 2015 su mejor comportamiento de los últimos siete años. Gracias a este crecimiento durante los dos últimos años se está creando empleo, aumentando la recaudación fiscal y reduciendo el endeudamiento de las empresas y de las familias. Y aunque las perspectivas económicas mundiales y también las de España se debilitan las empresas españolas siguen trabajando para reducir sus niveles de deuda.

El problema de la deuda

A pesar de que los organismos internacionales aplaudan los esfuerzos realizados por España para salir de la recesión económica, también apuntan a que nuestro país deberá llevar a cabo más reformas, durante al menos dos años, para corregir los problemas estructurales de nuestra economía. Así, la Comisión Europea está demandando más recortes en el gasto público para cumplir con el objetivo de déficit fijado y evitar así que la deuda pública como porcentaje sobre el PIB siga aumentando. Precisamente en septiembre de 2015 el Ministerio de Economía informó que en el segundo trimestre de este año, el endeudamiento en términos de PIB se redujo ligeramente (tres décimas hasta el 97,7%), algo que no sucedía desde que estalló la crisis.

En esta misma línea se encuentran el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la OCDE, aunque centran más su atención en la deuda del sector privado. Ambos organismos hacen referencia a la débil situación de las empresas españolas que se caracterizan por su reducido tamaño y su alto nivel de endeudamiento. De ahí la necesidad que tienen las empresas de aumentar sus ventas de forma que les permitan obtener recursos para reducir su deuda de forma sostenible y duradera en el medio plazo.

Por ahora España está disfrutando de elevados niveles de crecimiento económico por lo que el sector privado (y el público) están en un momento excepcional para conseguir reducir su deuda.

Desgraciadamente, antes de la crisis económica, durante los años del boom, entre 2000 y 2007, las empresas españolas se endeudaron muy rápidamente con una tasa de crecimiento del 7% anual, la cual duplicaba la media europea. La deuda de las empresas no financieras alcanzó en 2007 un 125% del PIB. Uno de los motivos que pudo contribuir a este rápido crecimiento de la deuda fue la facilidad de acceso al crédito que le concedían las instituciones financieras. Sin embargo a partir de 2008 hemos asistido a un proceso de desapalancamiento financiero por parte del sector privado (empresas y hogares) llegando a reducirse el nivel de deuda de las empresas desde el 125% del PIB hasta un 87% del PIB.

En el cuadro se puede comprobar como la deuda de las empresas se reduce desde 1.261.105 millones de euros en 2008 a 932.600 millones en 2015.

A pesar de esta impresionante reducción, los niveles de endeudamiento del sector empresarial español son todavía altos y alejados de los que tienen nuestros socios europeos. Efectivamente, el sector privado español está convergiendo en niveles de deuda con el resto de las grandes potencias europeas, pero su tasa de endeudamiento todavía está por encima de otras como Alemania o Francia.

                         ENDEUDAMENTO

(millones de euros)

(datos a diciembre excepto 2015)
ADMINISTRACIONES PÚBLICAS SOCIEDADES NO FINANCIERAS HOGARES TOTAL
2008 439,771 1.261.105 908.161 2.609.037
2009 568.700 1.246.502 900.376 2.715.578
2010 649.259 1.244.018 895.244 2.788.520
2011 743.531 1.194.031 867.932 2.805.493
2012 890.976 1.082.851 830.879 2.804.705
2013 966.169 993.308 782.982 2.742.459
2014 1.033.848 948.594 749.079 2.731.521
2015 (julio) 1.053.000 932.600 733.239 2.718.839

Fuente: Banco de España y Ministerio de Economía (2015)

Las empresas españolas van por buen camino, ya que forman parte de los cuatro países europeos en los que en los últimos años el sector privado ha conseguido disminuir su endeudamiento. Lo que le ha permitido, junto con la bajada de los tipos de interés reducir sus costes medios de financiación tal como apunta el Banco de España en su Boletín Económico de Junio de 2015. (El tipo de interés medio de los nuevos préstamos a empresas se encuentra en 2015 en el 3,4% mientras que a finales de 2008 alcanzó su máximo llegando al 6,6%).

Según el tamaño de las empresas, también existe una diferencia en cuanto al acceso a la financiación y al endeudamiento, las pymes han presentado durante los años de recesión menores niveles de deuda. En cambio las grandes empresas iniciaron un poco más tarde el proceso de desendeudamiento, este fenómeno se puede deber al hecho de que las pymes han tenido menos facilidad de acceso a nuevos créditos durante estos años.

Aunque las cifras sean todavía elevadas en algunos casos, podemos afirmar, en líneas generales, que el sector privado está haciendo grandes esfuerzos tratando de reducir su deuda, pero no se puede decir lo mismo del sector público, este ha ido aumentado su deuda de forma impresionante con respecto a 2008 pasando de 40% a cerca del 100% en tan solo 7 años.

En este contexto de elevado nivel de endeudamiento el crecimiento económico es fundamental. Es bien sabido que tanto los ingresos fiscales como las ventas empresariales están íntimamente ligados al crecimiento económico. Y es precisamente en un contexto de fase álgida del ciclo (como en el que se encuentra la economía española) cuando las ventas pueden aumentar y la deuda se puede reducir. Pero para conseguir vender más, junto a una coyuntura económica favorable, las empresas tienen que conseguir ser más competitivas en los mercados internacionales. Apuntar hacia sectores de alta calidad y mayor contenido tecnológico. Precisamente ha sido esa mejora de competitividad la que ha permitido que España saliese de la crisis a través de las exportaciones y que se haya situado en niveles elevados de crecimiento económico. Para que esta recuperación se consolide hay que seguir insistiendo en el protagonismo que deben tener nuestras empresas en el sector exterior, tanto las que producen bienes como también las que prestan servicios.

Importancia del sector servicios

En este sentido no se debe olvidar que la mayor parte de nuestras empresas se ubican en el sector servicios. En España y desde 1970, el sector servicios español ha ido adquiriendo una importancia creciente y ha pasado de representar el 46% del PIB en 1970 al 74% en 2014. Esta terciarización de la economía es habitual en el proceso de desarrollo económico de la mayoría de los países.

Además, en el caso de España el proceso de terciarización ha venido de la mano de una profunda transformación tecnológica. Así, la mayor parte de la inversión española en el exterior no está en el sector manufacturero sino en los servicios no turísticos como son la banca, distribución, ingeniería, gestión de infraestructuras (aeropuertos, autopistas, etc.) de aguas y de basuras, distribución de la energía, tecnología de renovables, telecomunicaciones, etc. Y en estas actividades solo tienen futuro las empresas cuya producción esté dotada de un elevado componente tecnológico. La época de la competitividad basada en los precios bajos debería ser cosa del pasado y cambiar a la que se basa en la innovación.

En las exportaciones también se puede apreciar cómo los servicios no turísticos toman cada vez más fuerza en la economía española. Tradicionalmente el saldo de estas actividades en la balanza de pagos ha sido negativo, es decir, se importaban más servicios no turísticos de los que se exportaban. Sin embargo, desde el comienzo de esta crisis económica se ha consolidado una tendencia positiva en la que las exportaciones de actividades no turísticas de mayor contenido tecnológico han aumentado mucho más rápido que las importaciones. Esto ha permitido que España sea desde hace más de 6 años un exportador neto de servicios no turísticos lo que ha contribuido muy positivamente al crecimiento económico que ahora disfrutamos. Y es un indicador más de que la recuperación no es posible sin mejoras en la competitividad y aumentos en la intensidad tecnológica de la actividad económica española.

La necesaria reindustrialización

La evolución desde la agricultura y la industria hacia los servicios es una evolución histórica natural y un factor de progreso ya que está relacionada con el aumento de sectores relacionados con el estado del bienestar (sanidad, educación, comunicaciones, ocio, restauración, turismo, etc.). Sin embargo muchos servicios dependen de la industria. Los servicios financieros y de seguros, los comerciales, los de transporte, los de consultoría, auditoría, ingeniería, diseño, investigación, etc. dependen de la industria y en menor medida, de la agricultura y la construcción. Muchos servicios no se desarrollarían en ningún país, si no existiese una base industrial fuerte.

La experiencia histórica de las economías más avanzadas y también de las economías asiáticas muestra que para alcanzar un nivel alto de desarrollo es preciso establecer una base industrial interna amplia y robusta. Es más: no se conoce ningún país desarrollado, de tamaño grande, que no sea industrializado. El G-8, es el grupo de países más importantes y más industrializados del Mundo. Por eso la industria se percibe como una señal de desarrollo, empleo, productividad y fortaleza. Por tanto, aunque el sector servicios español es muy competitivo, y debe seguir siéndolo, pero no se debe olvidar la necesaria apuesta por la reindustrialización de España.

Los datos publicados en septiembre de 2015 por el INE muestran que el sector industrial español está creciendo a ritmos anuales del 5,2% el mayor ritmo en 15 años. Este buen comportamiento de los sectores industriales se apoya sobre todo en la mayor producción de bienes de consumo duradero (+3,8%) pero sobre todo de bienes de equipo (+10,2%). Por tanto, el IPI señala que tanto las familias, a través del aumento del consumo, como las empresas están mejorando su situación económica. Que los bienes de consumo duradero crezcan, y lo hagan a buen ritmo, es relevante porque se trata de un sector que se suele mover en la misma dirección que el ciclo económico: cuanto mejor es la situación de la economía, mayor es la demanda de bienes de consumo duradero. Además, también indican la confianza de los consumidores en las buenas expectativas de la economía. Así, cuando las empresas y las familias prevén una situación económica más halagüeña deciden comprar electrodomésticos, productos informáticos, automóviles y muebles (todos ellos bienes de consumo duradero) para remplazar los antiguos por otros más modernos.

Aumentan las expectativas empresariales

El incremento espectacular de la producción de bienes de bienes de equipo muestra una mejora de las expectativas empresariales. Por tanto, si aumenta la producción y, tal como está sucediendo, la instalación de bienes de equipo, también estará aumentando el crecimiento económico. Efectivamente, la inversión en bienes de equipo es un factor clave del aumento de la capacidad productiva de una economía y una señal de que los empresarios tienen buenas perspectivas de que el crecimiento económico continuará.

En este sentido los datos de Markit del Índice de Gestión de Compras (PMI por sus siglas en inglés) muestran que la producción industrial en el mes de agosto de 2015 alcanzó el nivel 53,2 un poco por debajo del 53,6 de julio. Sin embargo, al ser un valor por encima del 50 continúa el aumento del sector industrial español que está creciendo incluso más que el resto de nuestros socios europeos. El mismo indicador para la zona del euro se situaba en el 52,3.

Esta buena marcha económica de España seguirá su rumbo si los cambios políticos que se están produciendo y seguirán produciéndose en el futuro aseguran un marco de estabilidad a las empresas, también a las de capital extranjero. Y al igual que ha sucedido en otros países (Alemania, Gran Bretaña, etc.), a medida que vaya pasando el tiempo, las políticas económicas ortodoxas acabarán dando buenos resultados en términos de bienestar. Una recuperación económica y del empleo que cada vez más está siendo percibida por un mayor número de ciudadanos nacionales y extranjeros.

Precisamente el último Barómetro del Instituto Elcano muestra que la imagen que de España se tiene en el exterior mejora. En esta ocasión se preguntó a ciudadanos de Alemania, Reino Unido, Francia, Estados Unidos, México, Brasil, Corea del Sur, Indonesia, Marruecos y Argelia cuál es la imagen que tienen de nuestro país. España recibió una puntuación media de 7, continuando así la tendencia positiva que se sigue desde el año 2012. Los entrevistados alemanes y británicos consideran que España es ahora más fiable de lo que era hace dos años. Finalmente, para los encuestados las expectativas sobre nuestra evolución económica son muy positivas y la mitad de los encuestados cree que la economía española irá todavía mejor de lo que está yendo ahora.

El aumento de las exportaciones

La última información económica conocida antes de entregar este artículo al editor viene a confirmar que España sigue en esa buena dirección. Así, entre enero y junio de 2015 las exportaciones españolas de bienes y servicios han batido un nuevo récord alcanzando los 174.000 millones de euros, el valor más alto en un primer semestre del año desde que comenzó la serie histórica en 1971. La consecuencia ha sido un importante superávit de la balanza de bienes y servicios del 11%, hasta los 11.400 millones de euros en los seis primeros meses del año.

La tendencia positiva de las exportaciones españolas se está produciendo incluso a pesar de que la economía mundial está frenando su ritmo de expansión. Efectivamente el reciente informe del Banco Mundial rebaja la previsión de crecimiento mundial para este año 2015 en dos décimas, hasta el 2,8% y señala que es posible que no vuelva a alcanzar el nivel de crecimiento económico que había antes de la crisis (es decir, que se produzca un estancamiento secular). El motivo de la revisión a la baja es el menor crecimiento de Estados Unidos y de los países emergentes que han estado impulsando la economía mundial durante los últimos años y que ahora parece que comienzan a atravesar dificultades. En este contexto de ralentización económica internacional los buenos resultados de las exportaciones españolas tienen mayor relevancia.

¿Por qué mejoran las exportaciones españolas? Varias pueden ser las razones, entre otras, porque:

1) Hay más empresas que exportan regularmente. En el año 2010 había 109.000 empresas españolas se dedicaban a la venta de bienes en el extranjero. Cuatro años más tarde, en el año 2014, eran un 35% más: 147.700 empresas; de las cuales 45.842 son exportadoras regulares, es decir, han exportado todos los años desde hace cuatro. La crisis y la caída de la demanda interna han provocado un crecimiento de la internacionalización.

2) Mejora la calidad de la oferta exportadora que nos permite vender cada vez más en un mundo global muy competitivo: mientras nuestras exportaciones de bienes y servicios crecen al 6% la Organización Mundial del Comercio espera que el comercio mundial crezca, en 2015, un 3,3%. Muchas empresas españolas saben que sus oportunidades de crecimiento, de facturar más, están hoy ahí fuera y que solo con un elevado nivel de calidad podrán vender y competir en el exterior.

3) Por el mayor dinamismo de nuestras ventas fuera de la Unión Europea (UE) y también en la UE. Entre enero y junio de este año, y respecto al mismo periodo del año pasado, las exportaciones a Colombia un 19%, a México un 14%, a América del Norte un 11,6%, a Perú un 9%, a China un 6% y a Argentina e India un 5%. Además, también se han producido mayores ventas a la zona del euro. Así, frente a crecimiento global de la exportación de bienes del 5%, las exportaciones a la UE han crecido un 6,8%.

4) Por la devaluación interna provocada entre otros motivos por la reforma laboral. Se ha conseguido, así, flexibilizar el mercado laboral y conseguir una mayor eficiencia de recursos lo que ha permitido a las empresas reducir costes, mejorar su productividad y aumentar la contratación.

Perspectivas halagüeñas para la economía española

Además, el refuerzo de la internacionalización de la economía española ha venido para quedarse. Así lo señala también el indicador de perspectivas exportadoras del Ministerio de Economía ha llegado a su valor más alto desde antes de la crisis económica. Conviene recordar, una vez más, que las exportaciones de las empresas españolas han sido el principal factor que ha permitido la salida de la crisis y la rápida recuperación de la economía española. No obstante, la asignatura pendiente sigue siendo el elevado nivel de desempleo que sigue siendo muy alto.

En resumen, gracias al crecimiento económico las empresas españolas están reduciendo de forma sostenida su nivel de endeudamiento. Un crecimiento que viene impulsado también por las exportaciones. Desgraciadamente, parece que el mundo crece más lentamente y que, por tanto, nuestras empresas pueden tener más dificultades para poder vender en el exterior. Sin embargo, aunque este menor crecimiento mundial sea una amenaza para el crecimiento de las exportaciones es también una oportunidad para aumentar todavía más la competitividad de nuestros productos en los mercados internacionales, es decir, las empresas deben seguir invirtiendo en la formación de capital humano y en el desarrollo de nuevas tecnologías. El futuro de nuestras empresas y de nuestra economía está ahí: en seguir apostando por aumentar la cantidad y calidad de la oferta exportadora.

Fuente: Rafael Pampillón Olmedo «La reducción de la deuda y la apertura de la economía española.». Economía Exterior. Otoño 2015, páginas 23 a 29. http://www.politicaexterior.com/economia-exterior/

25
Oct

La situación económica de España

Escrito el 25 octubre 2015 por Miguel Aguirre Uzquiano en Economía española, Uncategorized

WP_Post Object
(
    [ID] => 21516
    [post_author] => 13322
    [post_date] => 2015-10-25 12:43:05
    [post_date_gmt] => 2015-10-25 11:43:05
    [post_content] => Últimamente se comenta en muchos foros la mejora  económicas experimentada  por España en los últimos años y lo que queda por hacerEconomia Española

Según diversas fuentes podemos ver que tras un sólido crecimiento esperado en el 2015 de un 3,2%, que dobla el de la zona euro del 1,5%, para el 2016 las previsiones son del 2,6% frente a 1,7% de los socios de la moneda única.  Es decir España seguirá creciendo más que sus países vecinos pero este será más moderado. Y eso ¿Por qué?

El Consumo sigue en España en datos negativos, un -0,4% previsto para el 2015 (el último dato de IPC de Sept 2015 es del -0,9%). Esto puede ser debido a un hecho objetivo como es la tasa de paro y de otro subjetivo como es  el aumento de la incertidumbre política ante el gobierno resultante de las elecciones generales de final de año

El déficit público está en un-4,4% del PIB, la deuda española ha visto incrementado su rating por las principales calificadoras internacionales, este mismo mes y el ejecutivo español asegura que cumplirá los objetivos marcados por Bruselas.

Cómo es lógico al mejorar la situación económica del país, se han reactivado las importaciones, volviendo la Balanza comercial a una situación de déficit, frente a unos meses anteriores en los que la situación fue superavitaria. El dato positivo es que la cuenta corriente es actualmente positiva, principalmente por el turismo y las remesas de emigrantes con lo que, el endeudamiento de España con el extranjero ha dejado de incrementarse

La crisis que afectó a todo el mundo en el 2009 fue financiera pero en el caso de España se llevó por delante un sector de arrastre como es el de la construcción: En España se pasó de 700.000 licencias en el 2007 a 70.000 en el 2011.  Es decir para que el país saliese de la crisis era y es fundamental la reactivación del sector de la vivienda

Se ha visto como los precios de la vivienda han disminuido en el país un 37% entre el primer trimestre del 2008 y el tercero del 2014 y a partir del último trimestre de este último los indicadores del precio de los inmuebles no han dejado de mejorar.

¿Por qué?

-Los bajos tipos de intereses han hecho que en el 2015 las hipotecas hayan incrementado un 15% respecto al año precedente

- El incremento de la demanda extranjera: Es de cerca de un 13% del total, principalmente de países latinoamericanos que han visto como el EUR se ha depreciado un 16% frente al USD desde Agosto 2014.

-Incremento del empleo: En el primer trimestre del 2015 114.300 empleos se crearon en España de los que 30.000 fueron en el sector de la construcción

Es decir con un previo de la vivienda estable y un stock en decrecimiento (pequeño pero a la baja) parece que la tendencia del sector en su conjunto es positivo

Parece ser que la situación de España es de un país que ha acometido reformas serias que le han permitido unas mejoras económicas palpables a nivel macro sobre lo que se seguirá hablando mucho en las próximas semana es sobre si esa mejora ha llegado a amplios sectores de la población
    [post_title] => La situación económica de España
    [post_excerpt] => 
    [post_status] => publish
    [comment_status] => open
    [ping_status] => open
    [post_password] => 
    [post_name] => la-situacion-economica-de-espana
    [to_ping] => 
    [pinged] => 
    [post_modified] => 2023-12-13 13:55:29
    [post_modified_gmt] => 2023-12-13 12:55:29
    [post_content_filtered] => 
    [post_parent] => 0
    [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=21516
    [menu_order] => 0
    [post_type] => post
    [post_mime_type] => 
    [comment_count] => 19
    [filter] => raw
)

Últimamente se comenta en muchos foros la mejora  económicas experimentada  por España en los últimos años y lo que queda por hacerEconomia Española

Según diversas fuentes podemos ver que tras un sólido crecimiento esperado en el 2015 de un 3,2%, que dobla el de la zona euro del 1,5%, para el 2016 las previsiones son del 2,6% frente a 1,7% de los socios de la moneda única.  Es decir España seguirá creciendo más que sus países vecinos pero este será más moderado. Y eso ¿Por qué?

El Consumo sigue en España en datos negativos, un -0,4% previsto para el 2015 (el último dato de IPC de Sept 2015 es del -0,9%). Esto puede ser debido a un hecho objetivo como es la tasa de paro y de otro subjetivo como es  el aumento de la incertidumbre política ante el gobierno resultante de las elecciones generales de final de año

El déficit público está en un-4,4% del PIB, la deuda española ha visto incrementado su rating por las principales calificadoras internacionales, este mismo mes y el ejecutivo español asegura que cumplirá los objetivos marcados por Bruselas.

Cómo es lógico al mejorar la situación económica del país, se han reactivado las importaciones, volviendo la Balanza comercial a una situación de déficit, frente a unos meses anteriores en los que la situación fue superavitaria. El dato positivo es que la cuenta corriente es actualmente positiva, principalmente por el turismo y las remesas de emigrantes con lo que, el endeudamiento de España con el extranjero ha dejado de incrementarse

La crisis que afectó a todo el mundo en el 2009 fue financiera pero en el caso de España se llevó por delante un sector de arrastre como es el de la construcción: En España se pasó de 700.000 licencias en el 2007 a 70.000 en el 2011.  Es decir para que el país saliese de la crisis era y es fundamental la reactivación del sector de la vivienda

Se ha visto como los precios de la vivienda han disminuido en el país un 37% entre el primer trimestre del 2008 y el tercero del 2014 y a partir del último trimestre de este último los indicadores del precio de los inmuebles no han dejado de mejorar.

¿Por qué?

-Los bajos tipos de intereses han hecho que en el 2015 las hipotecas hayan incrementado un 15% respecto al año precedente

– El incremento de la demanda extranjera: Es de cerca de un 13% del total, principalmente de países latinoamericanos que han visto como el EUR se ha depreciado un 16% frente al USD desde Agosto 2014.

-Incremento del empleo: En el primer trimestre del 2015 114.300 empleos se crearon en España de los que 30.000 fueron en el sector de la construcción

Es decir con un previo de la vivienda estable y un stock en decrecimiento (pequeño pero a la baja) parece que la tendencia del sector en su conjunto es positivo

Parece ser que la situación de España es de un país que ha acometido reformas serias que le han permitido unas mejoras económicas palpables a nivel macro sobre lo que se seguirá hablando mucho en las próximas semana es sobre si esa mejora ha llegado a amplios sectores de la población

23
Oct
WP_Post Object
(
    [ID] => 21513
    [post_author] => 28818
    [post_date] => 2015-10-23 09:00:29
    [post_date_gmt] => 2015-10-23 07:00:29
    [post_content] => Como es sobradamente conocido, el principal foco de inestabilidad económica que compromete la tímida recuperación mundial se sitúa en los países emergentes. El reciente Informe de Estabilidad Financiera del Fondo Monetario Internacional  anunciaba una tibia mejora en las economías avanzadas desde abril, pero cargaba los riesgos sobre las vulnerabilidades de los mercados emergentes: caída en los precios de las materias primas, el fin de la burbuja china y la presión cambiaria. Todo ello íntimamente relacionado con el inminente cambio en la política monetaria estadounidense y el consiguiente ajuste sin precedentes en el sistema financiero global.

En las últimas semanas un creciente coro de voces viene fraguando el término “tercera ola” (también “trilogía”) en torno a la hipótesis de que el fin de ciclo en las emergentes no es uno más en su accidentada historia, sino que se trata de la tercera reencarnación de la crisis financiera internacional que viene acechándonos desde el 2007. Esta idea se recoge en uno de los últimos discursos del Economista Jefe del Banco de Inglaterra, Andrew Haldane: “Recent events form the latest leg of what might be called a three-part crisis trilogy. Part One of that trilogy was the “Anglo-Saxon” crisis of 2008/09. Part Two was the “Euro-Area” crisis of 2011/12. And we may now be entering the early stages of Part Three of the trilogy, the “Emerging Market” crisis of 2015 onwards.” Del mismo modo se posicionó hace unos días Goldman Sachs: “The financial crisis can be viewed as a number of separate but related waves. Wave 1; the US Wave started with the housing market collapse, spread into a broader credit crunch and ended with the Lehman collapse and the start of TARP and QE. Wave 2; the European Wave began with the exposure of banks to leveraged losses in the US and spread into a sovereign crisis, given the lack of a debt sharing mechanism across the Euro area. It ended with the OMT, promises to ‘do whatever it takes’, and finally the introduction of QE. Wave 3; the EM Wave coincided with the collapse in commodity prices.” Podemos encontrar exposiciones similares en los medios en los últimos días: “The world economy is bearing the brunt of a third deflationary wave in less than a decade. The first was the US-led housing and financial crisis of 2008-9, the second wave was the eurozone crisis of 2011-12, and now a third, an emerging markets crisis.”

¿Nos encontramos irremediablemente abocados a esa tercera ola? ¿Estamos preparados para ella?
    [post_title] => ¿Preparados para la tercera ola?
    [post_excerpt] => 
    [post_status] => publish
    [comment_status] => open
    [ping_status] => open
    [post_password] => 
    [post_name] => preparados-para-la-tercera-ola
    [to_ping] => 
    [pinged] => 
    [post_modified] => 2023-12-13 13:42:31
    [post_modified_gmt] => 2023-12-13 12:42:31
    [post_content_filtered] => 
    [post_parent] => 0
    [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=21513
    [menu_order] => 0
    [post_type] => post
    [post_mime_type] => 
    [comment_count] => 2
    [filter] => raw
)

Como es sobradamente conocido, el principal foco de inestabilidad económica que compromete la tímida recuperación mundial se sitúa en los países emergentes. El reciente Informe de Estabilidad Financiera del Fondo Monetario Internacional  anunciaba una tibia mejora en las economías avanzadas desde abril, pero cargaba los riesgos sobre las vulnerabilidades de los mercados emergentes: caída en los precios de las materias primas, el fin de la burbuja china y la presión cambiaria. Todo ello íntimamente relacionado con el inminente cambio en la política monetaria estadounidense y el consiguiente ajuste sin precedentes en el sistema financiero global.

En las últimas semanas un creciente coro de voces viene fraguando el término “tercera ola” (también “trilogía”) en torno a la hipótesis de que el fin de ciclo en las emergentes no es uno más en su accidentada historia, sino que se trata de la tercera reencarnación de la crisis financiera internacional que viene acechándonos desde el 2007. Esta idea se recoge en uno de los últimos discursos del Economista Jefe del Banco de Inglaterra, Andrew Haldane: “Recent events form the latest leg of what might be called a three-part crisis trilogy. Part One of that trilogy was the “Anglo-Saxon” crisis of 2008/09. Part Two was the “Euro-Area” crisis of 2011/12. And we may now be entering the early stages of Part Three of the trilogy, the “Emerging Market” crisis of 2015 onwards.” Del mismo modo se posicionó hace unos días Goldman Sachs: “The financial crisis can be viewed as a number of separate but related waves. Wave 1; the US Wave started with the housing market collapse, spread into a broader credit crunch and ended with the Lehman collapse and the start of TARP and QE. Wave 2; the European Wave began with the exposure of banks to leveraged losses in the US and spread into a sovereign crisis, given the lack of a debt sharing mechanism across the Euro area. It ended with the OMT, promises to ‘do whatever it takes’, and finally the introduction of QE. Wave 3; the EM Wave coincided with the collapse in commodity prices.” Podemos encontrar exposiciones similares en los medios en los últimos días: “The world economy is bearing the brunt of a third deflationary wave in less than a decade. The first was the US-led housing and financial crisis of 2008-9, the second wave was the eurozone crisis of 2011-12, and now a third, an emerging markets crisis.”

¿Nos encontramos irremediablemente abocados a esa tercera ola? ¿Estamos preparados para ella?

16
Sep

Esperando a la FED

Escrito el 16 septiembre 2015 por José Ramón Diez Guijarro en Uncategorized

WP_Post Object
(
    [ID] => 21475
    [post_author] => 28817
    [post_date] => 2015-09-16 18:53:02
    [post_date_gmt] => 2015-09-16 16:53:02
    [post_content] => Semana muy importante para los mercados financieros y también para los países emergentes, ante la posibilidad de que la FED suba tipos por primera vez desde 2006. Y la principal pregunta es: ¿debe el principal banco central del mundo decidir el tono de la política monetaria al margen de la situación económico financiera fuera de sus fronteras? La respuesta tradicional a esta pregunta por parte de la FED ha sido afirmativa: los niveles de tipos de interés se fijaban teniendo en cuenta exclusivamente la situación de la economía americana, independientemente de los efectos que pudieran tener los cambios en las condiciones monetarias sobre economías dolarizadas o con vínculos cambiarios con el billete verde. Pero según la globalización económica y financiera ha ido avanzando, las cosas se han complicado, teniendo en cuenta que ahora los bancos centrales tienen un nuevo (y complejo) objetivo como es el de la estabilidad financiera; variable difícil de definir y cuantificar pero que, en todo caso, está muy afectada por las condiciones financieras externas. Además, la situación en el caso de EEUU se agrava teniendo en cuenta que su mayor acreedor (China) puede verse impactado negativamente por las decisiones del Consejo liderado por Yellen. Es decir, puede empezar a vender bono americano con muchas más intensidad. Por tanto, como hemos visto en las últimas semanas, si China estornuda, los mercados financieros mundiales reaccionarían muy negativamente.  

Así que, aunque desde el inicio de la última crisis todas las decisiones de los bancos centrales han tenido una importancia capital, probablemente ninguna ha sido tan determinante como la que llevará a cabo la próxima semana el Comité de Mercado Abierto (FOMC) de la FED. Esto es así, porque desde el año 2006 el banco central americano no ha subido los tipos de interés y, además esta vez, coincide con un momento de gran debilidad en los emergentes y con el nivel de partida de los tipos de interés en mínimos históricos. Es decir, los efectos potenciales de ese giro de la política monetaria americana serían muy inciertos. Para complicar más las cosas, hay argumentos tanto para subir, como para mantener los tipos de interés sin cambios. En un lado del debate se defiende que con la tasa de paro cerca del 5%, con la economía creciendo cerca de su potencial y, después de siete años de recuperación, es hora de ir plegando velas y recuperar grados de libertad por si el ciclo se da la vuelta (que lo hará antes o después). Lo curioso es que esta semana también apoyaron la subida de tipos algunos gobernadores de bancos centrales emergentes (Filipinas) aludiendo a la necesidad de terminar con la incertidumbre. Es decir, es mejor hacerlo cuanto antes y dejar claro que el nivel máximo de tipos esta vez se situará por debajo de la media histórica (¿2%?). 

En el otro lado del ring, además del Banco Mundial o del FMI, están todos aquellos que piensan que la inflación no está ni se la espera (realmente hay que retorcer mucho los índices para encontrar alguna señal de presiones en los precios) y que esas subidas de tipos en estos momentos serían el golpe de gracia para los emergentes y para la estabilidad financiera global. Es decir, no tendría mucho sentido provocar una recesión mundial para ganar margen ante una posible desaceleración futura. Al fin y al cabo, alguien comentaba esta mañana que si la FED no decidió subir los tipos en junio, por qué iba a hacerlo ahora con mucha más inestabilidad económica y financiera.

Nuestra opinión es que la ausencia de presiones inflacionistas a corto plazo permite esperar hasta finales de año para reevaluar la situación, dando tiempo a que los emergentes tomen decisiones de política económica que les permitan recobrar credibilidad. Pero, también es cierto 	que, antes o después, los tipos de interés deben subir en EEUU (y, por cierto, también en Europa), pues de los contario sí que tendríamos razones para preocuparnos, ya que estaríamos en los escenarios de estancamiento secular. Aunque como afirmaba un antiguo consejero de la FED esta semana (Charles Plosser), la realidad es que todo este debate deja traslucir que nadie sabe a ciencia cierta en estos momentos, cuál es la combinación adecuada de política monetaria, fiscal y regulatoria, ocho años después del inicio de la última crisis.

    [post_title] => Esperando a la FED
    [post_excerpt] => 
    [post_status] => publish
    [comment_status] => open
    [ping_status] => open
    [post_password] => 
    [post_name] => esperando-a-la-fed
    [to_ping] => 
    [pinged] => 
    [post_modified] => 2023-12-13 13:42:15
    [post_modified_gmt] => 2023-12-13 12:42:15
    [post_content_filtered] => 
    [post_parent] => 0
    [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=21475
    [menu_order] => 0
    [post_type] => post
    [post_mime_type] => 
    [comment_count] => 4
    [filter] => raw
)

Semana muy importante para los mercados financieros y también para los países emergentes, ante la posibilidad de que la FED suba tipos por primera vez desde 2006. Y la principal pregunta es: ¿debe el principal banco central del mundo decidir el tono de la política monetaria al margen de la situación económico financiera fuera de sus fronteras? La respuesta tradicional a esta pregunta por parte de la FED ha sido afirmativa: los niveles de tipos de interés se fijaban teniendo en cuenta exclusivamente la situación de la economía americana, independientemente de los efectos que pudieran tener los cambios en las condiciones monetarias sobre economías dolarizadas o con vínculos cambiarios con el billete verde. Pero según la globalización económica y financiera ha ido avanzando, las cosas se han complicado, teniendo en cuenta que ahora los bancos centrales tienen un nuevo (y complejo) objetivo como es el de la estabilidad financiera; variable difícil de definir y cuantificar pero que, en todo caso, está muy afectada por las condiciones financieras externas. Además, la situación en el caso de EEUU se agrava teniendo en cuenta que su mayor acreedor (China) puede verse impactado negativamente por las decisiones del Consejo liderado por Yellen. Es decir, puede empezar a vender bono americano con muchas más intensidad. Por tanto, como hemos visto en las últimas semanas, si China estornuda, los mercados financieros mundiales reaccionarían muy negativamente.

Así que, aunque desde el inicio de la última crisis todas las decisiones de los bancos centrales han tenido una importancia capital, probablemente ninguna ha sido tan determinante como la que llevará a cabo la próxima semana el Comité de Mercado Abierto (FOMC) de la FED. Esto es así, porque desde el año 2006 el banco central americano no ha subido los tipos de interés y, además esta vez, coincide con un momento de gran debilidad en los emergentes y con el nivel de partida de los tipos de interés en mínimos históricos. Es decir, los efectos potenciales de ese giro de la política monetaria americana serían muy inciertos. Para complicar más las cosas, hay argumentos tanto para subir, como para mantener los tipos de interés sin cambios. En un lado del debate se defiende que con la tasa de paro cerca del 5%, con la economía creciendo cerca de su potencial y, después de siete años de recuperación, es hora de ir plegando velas y recuperar grados de libertad por si el ciclo se da la vuelta (que lo hará antes o después). Lo curioso es que esta semana también apoyaron la subida de tipos algunos gobernadores de bancos centrales emergentes (Filipinas) aludiendo a la necesidad de terminar con la incertidumbre. Es decir, es mejor hacerlo cuanto antes y dejar claro que el nivel máximo de tipos esta vez se situará por debajo de la media histórica (¿2%?).

En el otro lado del ring, además del Banco Mundial o del FMI, están todos aquellos que piensan que la inflación no está ni se la espera (realmente hay que retorcer mucho los índices para encontrar alguna señal de presiones en los precios) y que esas subidas de tipos en estos momentos serían el golpe de gracia para los emergentes y para la estabilidad financiera global. Es decir, no tendría mucho sentido provocar una recesión mundial para ganar margen ante una posible desaceleración futura. Al fin y al cabo, alguien comentaba esta mañana que si la FED no decidió subir los tipos en junio, por qué iba a hacerlo ahora con mucha más inestabilidad económica y financiera.

Nuestra opinión es que la ausencia de presiones inflacionistas a corto plazo permite esperar hasta finales de año para reevaluar la situación, dando tiempo a que los emergentes tomen decisiones de política económica que les permitan recobrar credibilidad. Pero, también es cierto que, antes o después, los tipos de interés deben subir en EEUU (y, por cierto, también en Europa), pues de los contario sí que tendríamos razones para preocuparnos, ya que estaríamos en los escenarios de estancamiento secular. Aunque como afirmaba un antiguo consejero de la FED esta semana (Charles Plosser), la realidad es que todo este debate deja traslucir que nadie sabe a ciencia cierta en estos momentos, cuál es la combinación adecuada de política monetaria, fiscal y regulatoria, ocho años después del inicio de la última crisis.

13
Ago

El peligro amarillo: el segundo asalto de China.

Escrito el 13 agosto 2015 por Jose Maria O´kean Alonso en Uncategorized

WP_Post Object
(
    [ID] => 21468
    [post_author] => 13673
    [post_date] => 2015-08-13 20:13:50
    [post_date_gmt] => 2015-08-13 18:13:50
    [post_content] => Así se referían nuestros bisabuelos al auge de China a finales del siglo XIX y principios del XX. Después, la revolución comunista adormeció económicamente al país y ya en la segunda mitad del siglo XX inició una nueva etapa desde la planificación comunista hacia el actual capitalismo de Estado.
La estrategia era aprovechar su mano de obra abundante y barata para invadir al mundo occidental de productos chinos. Para ello tenían que superar una prueba: entrar en la Organización Mundial del Comercio (OMC, 2001) para que los demás países no respondieran a su avalancha con medidas proteccionistas. Esperaron más de diez años, tras los sucesos de Tiananmén (1989) y las lógicas reacciones posteriores, pero se aseguraron así el éxito de una estrategia basada en las exportaciones y en aprovechar los elevados niveles de rentas de los países occidentales. Una estrategia que dejó obsoleta la industria manufacturera occidental y mandó al desempleo a millones de personas.
El éxito de esta política es conocido. Unas elevadas tasas de crecimiento continuadas, mejoras en el nivel de vida de su población y haberse equiparado a USA como primera potencia económica mundial. Los requisitos para este impresionante crecimiento eran dos: unas exportaciones mundiales en crecimiento y una tasa de ahorro interna muy elevada que financiara una inversión anual de casi la mitad del PIB anual. Un país en el que la Demanda Agregada tiraba de la producción vía Inversión y Exportaciones. Todo un modelo a seguir.
La crisis de 2007 cambió todos los planes. La recesión mundial planteó serias dudas sobre un modelo basado en las exportaciones, ante una recesión global. Además, los costes de producción empezaban a subir en China y les hacía perder competitividad, así como las subidas internas de precios y la apreciación de su modeda. El modelo debía cambiar también por la propia presión social interna que demandaba mejoras generales del nivel de vida. Optaron, entonces, por fomentar el consumo interno, bajaron tipos de interés, aumentaron los préstamos esperando que el Consumo diera el tirón que antes daban las exportaciones. Pero un mayor consumo sólo se realiza a costa de un menor ahorro y, con menos ahorro, cuesta más financiar el elevado volumen de inversión que la economía china necesita para seguir creciendo a su tasa natural: el 7%. La tasa que les asegura mantener el desempleo ante una población activa creciente.
¿Cómo financiar esta impresionante inversión?
Y aquí viene el momento que estamos viviendo. Con un segundo asalto: la invasión financiera.
Analizar la depreciación del yuán con una visión cortoplacista no permite apreciar la trascendencia de lo que se está iniciando. La explicación a corto plazo es que han depreciado su moneda para fomentar las exportaciones y garantizar así la senda de crecimiento. Puede ser. Creo, sin embargo, que el análisis hay que mirarlo más a largo plazo, atendiendo a que China está pasando de tener una moneda con un tipo de cambio fijo a otro flexible como le viene demandando el FMI para que el yuán (RMB) entre el cesta de los Derechos Especiales de Giro (SDR). De esta forma China empezaría a pagar en yuánes sus importaciones y la compra de todo tipo de activos internacionales y permitiría una entrada de capitales que pudiera financiar unas inversiones que los ahorros chino ya no pueden financiar. Podría así, como hace USA, utillizar el señoriaje para financiar sus déficits públicos, emitiendo moneda nacional que los demás países acaparan como divisa estratégica y seguir manteniendo, en lo posible, un sueño del que tiene que despertarse ya: una gran economía no es capaz de crecer tanto tiempo al 7%.
Mientras, el desconcierto se apdera de nosotros en otro agosto para el recuerdo, las bolsas se hunden y miramos con desconfianza al futuro... No es para menos, la segunda oleada del peligro amarillo está ya en el horizonte. El gigante económico va a ser también un gran gigante financiero.
¿La tercera invasión?... esa será cultural,..., pero aún es pronto.
    [post_title] => El peligro amarillo: el segundo asalto de China.
    [post_excerpt] => 
    [post_status] => publish
    [comment_status] => open
    [ping_status] => open
    [post_password] => 
    [post_name] => el-peligro-amarillo-el-segundo-asalto-de-china
    [to_ping] => 
    [pinged] => 
    [post_modified] => 2023-12-13 13:55:20
    [post_modified_gmt] => 2023-12-13 12:55:20
    [post_content_filtered] => 
    [post_parent] => 0
    [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=21468
    [menu_order] => 0
    [post_type] => post
    [post_mime_type] => 
    [comment_count] => 32
    [filter] => raw
)

Así se referían nuestros bisabuelos al auge de China a finales del siglo XIX y principios del XX. Después, la revolución comunista adormeció económicamente al país y ya en la segunda mitad del siglo XX inició una nueva etapa desde la planificación comunista hacia el actual capitalismo de Estado.
La estrategia era aprovechar su mano de obra abundante y barata para invadir al mundo occidental de productos chinos. Para ello tenían que superar una prueba: entrar en la Organización Mundial del Comercio (OMC, 2001) para que los demás países no respondieran a su avalancha con medidas proteccionistas. Esperaron más de diez años, tras los sucesos de Tiananmén (1989) y las lógicas reacciones posteriores, pero se aseguraron así el éxito de una estrategia basada en las exportaciones y en aprovechar los elevados niveles de rentas de los países occidentales. Una estrategia que dejó obsoleta la industria manufacturera occidental y mandó al desempleo a millones de personas.
El éxito de esta política es conocido. Unas elevadas tasas de crecimiento continuadas, mejoras en el nivel de vida de su población y haberse equiparado a USA como primera potencia económica mundial. Los requisitos para este impresionante crecimiento eran dos: unas exportaciones mundiales en crecimiento y una tasa de ahorro interna muy elevada que financiara una inversión anual de casi la mitad del PIB anual. Un país en el que la Demanda Agregada tiraba de la producción vía Inversión y Exportaciones. Todo un modelo a seguir.
La crisis de 2007 cambió todos los planes. La recesión mundial planteó serias dudas sobre un modelo basado en las exportaciones, ante una recesión global. Además, los costes de producción empezaban a subir en China y les hacía perder competitividad, así como las subidas internas de precios y la apreciación de su modeda. El modelo debía cambiar también por la propia presión social interna que demandaba mejoras generales del nivel de vida. Optaron, entonces, por fomentar el consumo interno, bajaron tipos de interés, aumentaron los préstamos esperando que el Consumo diera el tirón que antes daban las exportaciones. Pero un mayor consumo sólo se realiza a costa de un menor ahorro y, con menos ahorro, cuesta más financiar el elevado volumen de inversión que la economía china necesita para seguir creciendo a su tasa natural: el 7%. La tasa que les asegura mantener el desempleo ante una población activa creciente.
¿Cómo financiar esta impresionante inversión?
Y aquí viene el momento que estamos viviendo. Con un segundo asalto: la invasión financiera.
Analizar la depreciación del yuán con una visión cortoplacista no permite apreciar la trascendencia de lo que se está iniciando. La explicación a corto plazo es que han depreciado su moneda para fomentar las exportaciones y garantizar así la senda de crecimiento. Puede ser. Creo, sin embargo, que el análisis hay que mirarlo más a largo plazo, atendiendo a que China está pasando de tener una moneda con un tipo de cambio fijo a otro flexible como le viene demandando el FMI para que el yuán (RMB) entre el cesta de los Derechos Especiales de Giro (SDR). De esta forma China empezaría a pagar en yuánes sus importaciones y la compra de todo tipo de activos internacionales y permitiría una entrada de capitales que pudiera financiar unas inversiones que los ahorros chino ya no pueden financiar. Podría así, como hace USA, utillizar el señoriaje para financiar sus déficits públicos, emitiendo moneda nacional que los demás países acaparan como divisa estratégica y seguir manteniendo, en lo posible, un sueño del que tiene que despertarse ya: una gran economía no es capaz de crecer tanto tiempo al 7%.
Mientras, el desconcierto se apdera de nosotros en otro agosto para el recuerdo, las bolsas se hunden y miramos con desconfianza al futuro… No es para menos, la segunda oleada del peligro amarillo está ya en el horizonte. El gigante económico va a ser también un gran gigante financiero.
¿La tercera invasión?… esa será cultural,…, pero aún es pronto.

8
Ago

El largo invierno de la Federación Rusa

Escrito el 8 agosto 2015 por Miguel Aguirre Uzquiano en Uncategorized

WP_Post Object
(
    [ID] => 21465
    [post_author] => 13322
    [post_date] => 2015-08-08 23:59:59
    [post_date_gmt] => 2015-08-08 21:59:59
    [post_content] => En el Sur de Europa estamos sufriendo un verano largo y caluroso.  En el norte, en Moscú,  las temperaturas también se acercan a los 30 grados, aunque el calor no se nota en el plano económico.

Tras un 2014 en el que el crecimiento económico no paso del 0,6%, el 2015 se presenta igual de complicado con una contracción del 1,9% interanual en el primer trimestre del 2015.  Según varias compañías de análisis económico se espera que la caída en todo el año sea cercana al 3%.

¿Se ha consolidado la desaceleración de otro de los BRICs?  Es importante señalar que la desaceleración rusa está motivada principalmente por la caída del consumo interno, debida al incremento de la deuda de las familias y al alza de la inflación, superior al 15%

La liquidez de las entidades financiera locales se ha visto perjudicada lógicamente por este deterioro es su cartera de clientes y por el aumento en los costes de financiación derivadas de las sanciones internacionales abiertas por el conflicto en Ucrania que les impiden acceder a los mercados internacionales.  Además el sistema financiero está endeudado mayoritariamente en USD con lo que la depreciación del rublo  (casi un 45% en el 2014) ha sido otro motivo de deterioro de los ratios bancarios.

Aunque en los datos micro nos encontremos con datos a observar con preocupación, los datos más positivos vienen del ámbito macro y principalmente de la cuenta corriente.  El país cuenta con una cuenta corriente positiva que se ha ido incrementando a lo largo del 2015 (+176 USD Billones a Mayo 2015). La caída del consumo nacional también ha afectado a los bienes de otros países con lo que el saldo de la Balanza comercial se ha beneficiado de una caída de las importaciones  y de un aumento de las exportaciones por la citada depreciación.82732__red-square-moscow-russia-winter_p

De todos los frentes a los que se enfrentan las autoridades rusas, tres  de los más relevantes serán

La fuga de capitales, más de 150 USD billones salieron del país en el 2014;

La presión sobre el rublo.  Con el actual contexto de bajos precios del crudo (2/3 de las exportaciones del país son productos energéticos) y la incertidumbre del conflicto con Ucrania seguirá la presión del rublo a la baja con lo que podemos esperar controles de tipo de cambio en los próximos meses y

La lucha contra la corrupción.  En la última lista publicada por el Banco Mundial sobre hacer negocios (Doing Business) la Federación Rusa está valorada en el puesto 176 respecto a las prácticas de buen gobierno

De los 4 BRICs Rusia era y es el país menos poblado pero donde había una expectativa más clara de crecimiento, al principio de la crisis.  Confiemos en que un país donde la proporción de mujeres supera en más de 10 puntos al de varones, se imponga el sentido común  y las relaciones con la unión Europea y EE.UU vuelvan a un cauce más fluido que permita al país volver a la senda del crecimiento

Feliz verano
    [post_title] => El largo invierno de la Federación Rusa
    [post_excerpt] => 
    [post_status] => publish
    [comment_status] => open
    [ping_status] => open
    [post_password] => 
    [post_name] => el-largo-invierno-de-la-federacion-rusa
    [to_ping] => 
    [pinged] => 
    [post_modified] => 2023-12-13 13:55:30
    [post_modified_gmt] => 2023-12-13 12:55:30
    [post_content_filtered] => 
    [post_parent] => 0
    [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=21465
    [menu_order] => 0
    [post_type] => post
    [post_mime_type] => 
    [comment_count] => 7
    [filter] => raw
)

En el Sur de Europa estamos sufriendo un verano largo y caluroso.  En el norte, en Moscú,  las temperaturas también se acercan a los 30 grados, aunque el calor no se nota en el plano económico.

Tras un 2014 en el que el crecimiento económico no paso del 0,6%, el 2015 se presenta igual de complicado con una contracción del 1,9% interanual en el primer trimestre del 2015.  Según varias compañías de análisis económico se espera que la caída en todo el año sea cercana al 3%.

¿Se ha consolidado la desaceleración de otro de los BRICs?  Es importante señalar que la desaceleración rusa está motivada principalmente por la caída del consumo interno, debida al incremento de la deuda de las familias y al alza de la inflación, superior al 15%

La liquidez de las entidades financiera locales se ha visto perjudicada lógicamente por este deterioro es su cartera de clientes y por el aumento en los costes de financiación derivadas de las sanciones internacionales abiertas por el conflicto en Ucrania que les impiden acceder a los mercados internacionales.  Además el sistema financiero está endeudado mayoritariamente en USD con lo que la depreciación del rublo  (casi un 45% en el 2014) ha sido otro motivo de deterioro de los ratios bancarios.

Aunque en los datos micro nos encontremos con datos a observar con preocupación, los datos más positivos vienen del ámbito macro y principalmente de la cuenta corriente.  El país cuenta con una cuenta corriente positiva que se ha ido incrementando a lo largo del 2015 (+176 USD Billones a Mayo 2015). La caída del consumo nacional también ha afectado a los bienes de otros países con lo que el saldo de la Balanza comercial se ha beneficiado de una caída de las importaciones  y de un aumento de las exportaciones por la citada depreciación.82732__red-square-moscow-russia-winter_p

De todos los frentes a los que se enfrentan las autoridades rusas, tres  de los más relevantes serán

La fuga de capitales, más de 150 USD billones salieron del país en el 2014;

La presión sobre el rublo.  Con el actual contexto de bajos precios del crudo (2/3 de las exportaciones del país son productos energéticos) y la incertidumbre del conflicto con Ucrania seguirá la presión del rublo a la baja con lo que podemos esperar controles de tipo de cambio en los próximos meses y

La lucha contra la corrupción.  En la última lista publicada por el Banco Mundial sobre hacer negocios (Doing Business) la Federación Rusa está valorada en el puesto 176 respecto a las prácticas de buen gobierno

De los 4 BRICs Rusia era y es el país menos poblado pero donde había una expectativa más clara de crecimiento, al principio de la crisis.  Confiemos en que un país donde la proporción de mujeres supera en más de 10 puntos al de varones, se imponga el sentido común  y las relaciones con la unión Europea y EE.UU vuelvan a un cauce más fluido que permita al país volver a la senda del crecimiento

Feliz verano

28
May
WP_Post Object
(
    [ID] => 21382
    [post_author] => 28818
    [post_date] => 2015-05-28 14:01:25
    [post_date_gmt] => 2015-05-28 12:01:25
    [post_content] => La prensa económica se hacía eco ayer de la “ambiciosa propuesta (española) a las instituciones europeas para rediseñar la política económica común, que ha fallado estrepitosamente en esta crisis.” El documento, titulado "Better economic governance in the euro area" y elaborado por la Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno de España, señala como principales deficiencias del Área Euro la falta de una adecuada flexibilidad de precios y rentas, la carencia de suficiente movilidad de la mano de obra (mientras que los movimientos de capitales no tienen restricciones), y la fragmentación de su mercado interior, con consecuencias especialmente graves en el sector financiero. Propone que en el medio y largo plazo, se necesitan cinco elementos para completar una unión monetaria sólida y madura:
  1. Eliminar las rigideces reales y nominales que impiden un ajuste rápido ante shocks económicos.
  2. Alcanzar niveles suficientes de movilidad laboral.
  3. Alcanzar una Unión Fiscal sólida para completar y reforzar la Unión Monetaria. Dicha Unión Fiscal debería incluir tres elementos: (1) transferencia de soberanía a la Unión en políticas de ingresos y gastos nacionales; (2) un presupuesto común en la Eurozona; 3) instrumentos de deuda comunes.
  4. Completar el mercado interior. En particular, la fragmentación del mercado financiero debe solventarse asegurando una integración adecuada del sector bancario minorista.
  5. Estos avances conllevarán transferencias de soberanía al nivel central de la UEM, y por tanto tendrán que acompañarse de mayor legitimidad democrática y rendición de cuentas.
Me permito extraer y resumir aquí algunos párrafos de un post que publiqué en este blog en marzo de 2007, a partir de un artículo previo de 2005, sobre las implicaciones fiscales que podrían derivarse de las limitaciones en la integración monetaria europea. En aquel artículo destacaba que, de acuerdo con la teoría de las áreas monetarias óptimas, construida sobre las ideas del premio Nobel de Economía Robert A. Mundell (“A Theory of Optimum Currency Areas”, American Economic Review 51, 1961), el correcto funcionamiento de una unión monetaria exige ciertas condiciones estructurales de las economías de sus Estados miembros: movilidad de factores, flexibilidad de precios y transferibilidad presupuestaria. Decíamos que el perjuicio de la pérdida de la soberanía nacional respecto al tipo de cambio y a los instrumentos presupuestarios será tanto mayor cuanto peor funcionaran los mecanismos antes referidos, pues sin estos dispositivos de ajuste sería difícil financiar los desequilibrios (choques asimétricos) que puedan afectar localmente a los Estados miembros. Concluíamos, de acuerdo con aquella teoría, que en la Eurozona sería deseable la centralización de una parte significativa de los recursos fiscales (política fiscal y tesoro comunes), permitiendo así a los países que sufran un choque negativo acceder a transferencias automáticas. Si lo anterior no fuera posible, la teoría dice que las políticas fiscales nacionales se deberían poder utilizar con flexibilidad, permitiéndose el incremento del déficit presupuestario de la nación afectada. La necesidad de autonomía en el diseño de las políticas fiscales nacionales podría entenderse por tanto como una resultante inmediata de la desaparición de la política monetaria como instrumento de la política macroeconómica nacional, por supuesto siempre dentro de un marco de sostenibilidad presupuestaria y de coordinación de políticas entre los Estados miembros. También planteábamos un análisis crítico de aquella teoría, principalmente de su segunda conclusión: las políticas fiscales no son el instrumento flexible que propugna la teoría de las zonas monetarias óptimas, dado que un gobierno no puede crear déficits presupuestarios para absorber los choques negativos sin que esto conlleve un problema de sostenibilidad de los mismos. El problema se puede formular como sigue: un déficit presupuestario provoca un aumento de la deuda del gobierno, que originará un flujo de pagos en el futuro. Si el tipo de interés de la deuda del gobierno supera la tasa de crecimiento de la economía, el proceso de acumulación de deuda conducirá a un aumento continuo de su porcentaje respecto al PIB, hasta hacerse la situación insostenible, precisando medidas de corrección. La nación se verá entonces obligada a generar amplios superávit presupuestarios primarios con el fin de evitar que dicho ratio aumente de forma automática, lo que implica reducir el gasto y/o aumentar los impuestos. Dicho de otro modo, una vez empleada este política, no será posible volver a utilizarla de nuevo hasta transcurridos varios años. De acuerdo con esta visión, se hace necesario establecer un mecanismo de control que restrinja el tamaño de los déficits presupuestarios de los estados miembros, ya que el que un país se encuentre en una senda insostenible de crecimiento de su deuda pública generará efectos externos negativos sobre el resto de la unión monetaria. Estas externalidades serán básicamente de dos tipos: 1) esta nación tendrá que elevar su recurso al mercado de capitales de la unión, aumentando igualmente el tipo de interés [riesgo] de la unión y, a su vez, la carga de la deuda sobre el resto de los países. Si los otros países deciden estabilizar sus ratios de deuda/PIB, se verán obligados a seguir políticas fiscales más restrictivas, y por lo tanto más deflacionistas; 2) esa elevación del tipo de interés de la unión podría llevar al Banco Central Europeo a relajar sus políticas monetarias [comprar deuda soberana de los países con problemas]. Decíamos, por último, que estos argumentos podrían ser criticados a su vez desde un punto de vista teórico: la existencia de efectos externos denunciada se basa en el supuesto de que los mercados de capitales privados no funcionan de manera eficiente. En el caso contrario, los mercados percibirán que el problema de la deuda pertenece a la nación con el problema de sostenibilidad, no trasladándose [contagiándose] el aumento del tipo de interés pagado por este país al resto de la unión. El problema de este argumento radica en que, bajo ciertas condiciones, a los prestamistas les puede resultar difícil asignar la prima de riesgo correcta a la deuda del país con desequilibrio presupuestario. Muy probablemente pensarán que el resto de países de la unión avalarán al gobierno con problemas para evitar que la crisis se extienda al resto del sistema financiero. Este problema únicamente puede resolverse si los estados miembros se comprometen de modo público a no respaldar la deuda emitida por los otros gobiernos, aunque esta declaración perdería sin duda su efecto por falta de credibilidad. Confío en que la lectura de los argumentos teóricos ofrecidos en aquel texto, ocho años después, pueda ser de utilidad para contextualizar la actual propuesta española para el reforzamiento de la unión económica y monetaria. [post_title] => Nada nuevo bajo el cielo [post_excerpt] => [post_status] => publish [comment_status] => open [ping_status] => open [post_password] => [post_name] => nada-nuevo-bajo-el-cielo [to_ping] => [pinged] => [post_modified] => 2023-12-13 13:42:32 [post_modified_gmt] => 2023-12-13 12:42:32 [post_content_filtered] => [post_parent] => 0 [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=21382 [menu_order] => 0 [post_type] => post [post_mime_type] => [comment_count] => 1 [filter] => raw )

La prensa económica se hacía eco ayer de la “ambiciosa propuesta (española) a las instituciones europeas para rediseñar la política económica común, que ha fallado estrepitosamente en esta crisis.” El documento, titulado «Better economic governance in the euro area» y elaborado por la Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno de España, señala como principales deficiencias del Área Euro la falta de una adecuada flexibilidad de precios y rentas, la carencia de suficiente movilidad de la mano de obra (mientras que los movimientos de capitales no tienen restricciones), y la fragmentación de su mercado interior, con consecuencias especialmente graves en el sector financiero. Propone que en el medio y largo plazo, se necesitan cinco elementos para completar una unión monetaria sólida y madura:

  1. Eliminar las rigideces reales y nominales que impiden un ajuste rápido ante shocks económicos.
  2. Alcanzar niveles suficientes de movilidad laboral.
  3. Alcanzar una Unión Fiscal sólida para completar y reforzar la Unión Monetaria. Dicha Unión Fiscal debería incluir tres elementos: (1) transferencia de soberanía a la Unión en políticas de ingresos y gastos nacionales; (2) un presupuesto común en la Eurozona; 3) instrumentos de deuda comunes.
  4. Completar el mercado interior. En particular, la fragmentación del mercado financiero debe solventarse asegurando una integración adecuada del sector bancario minorista.
  5. Estos avances conllevarán transferencias de soberanía al nivel central de la UEM, y por tanto tendrán que acompañarse de mayor legitimidad democrática y rendición de cuentas.

Me permito extraer y resumir aquí algunos párrafos de un post que publiqué en este blog en marzo de 2007, a partir de un artículo previo de 2005, sobre las implicaciones fiscales que podrían derivarse de las limitaciones en la integración monetaria europea.

En aquel artículo destacaba que, de acuerdo con la teoría de las áreas monetarias óptimas, construida sobre las ideas del premio Nobel de Economía Robert A. Mundell (“A Theory of Optimum Currency Areas”, American Economic Review 51, 1961), el correcto funcionamiento de una unión monetaria exige ciertas condiciones estructurales de las economías de sus Estados miembros: movilidad de factores, flexibilidad de precios y transferibilidad presupuestaria. Decíamos que el perjuicio de la pérdida de la soberanía nacional respecto al tipo de cambio y a los instrumentos presupuestarios será tanto mayor cuanto peor funcionaran los mecanismos antes referidos, pues sin estos dispositivos de ajuste sería difícil financiar los desequilibrios (choques asimétricos) que puedan afectar localmente a los Estados miembros. Concluíamos, de acuerdo con aquella teoría, que en la Eurozona sería deseable la centralización de una parte significativa de los recursos fiscales (política fiscal y tesoro comunes), permitiendo así a los países que sufran un choque negativo acceder a transferencias automáticas. Si lo anterior no fuera posible, la teoría dice que las políticas fiscales nacionales se deberían poder utilizar con flexibilidad, permitiéndose el incremento del déficit presupuestario de la nación afectada. La necesidad de autonomía en el diseño de las políticas fiscales nacionales podría entenderse por tanto como una resultante inmediata de la desaparición de la política monetaria como instrumento de la política macroeconómica nacional, por supuesto siempre dentro de un marco de sostenibilidad presupuestaria y de coordinación de políticas entre los Estados miembros.

También planteábamos un análisis crítico de aquella teoría, principalmente de su segunda conclusión: las políticas fiscales no son el instrumento flexible que propugna la teoría de las zonas monetarias óptimas, dado que un gobierno no puede crear déficits presupuestarios para absorber los choques negativos sin que esto conlleve un problema de sostenibilidad de los mismos. El problema se puede formular como sigue: un déficit presupuestario provoca un aumento de la deuda del gobierno, que originará un flujo de pagos en el futuro. Si el tipo de interés de la deuda del gobierno supera la tasa de crecimiento de la economía, el proceso de acumulación de deuda conducirá a un aumento continuo de su porcentaje respecto al PIB, hasta hacerse la situación insostenible, precisando medidas de corrección. La nación se verá entonces obligada a generar amplios superávit presupuestarios primarios con el fin de evitar que dicho ratio aumente de forma automática, lo que implica reducir el gasto y/o aumentar los impuestos. Dicho de otro modo, una vez empleada este política, no será posible volver a utilizarla de nuevo hasta transcurridos varios años. De acuerdo con esta visión, se hace necesario establecer un mecanismo de control que restrinja el tamaño de los déficits presupuestarios de los estados miembros, ya que el que un país se encuentre en una senda insostenible de crecimiento de su deuda pública generará efectos externos negativos sobre el resto de la unión monetaria. Estas externalidades serán básicamente de dos tipos: 1) esta nación tendrá que elevar su recurso al mercado de capitales de la unión, aumentando igualmente el tipo de interés [riesgo] de la unión y, a su vez, la carga de la deuda sobre el resto de los países. Si los otros países deciden estabilizar sus ratios de deuda/PIB, se verán obligados a seguir políticas fiscales más restrictivas, y por lo tanto más deflacionistas; 2) esa elevación del tipo de interés de la unión podría llevar al Banco Central Europeo a relajar sus políticas monetarias [comprar deuda soberana de los países con problemas].

Decíamos, por último, que estos argumentos podrían ser criticados a su vez desde un punto de vista teórico: la existencia de efectos externos denunciada se basa en el supuesto de que los mercados de capitales privados no funcionan de manera eficiente. En el caso contrario, los mercados percibirán que el problema de la deuda pertenece a la nación con el problema de sostenibilidad, no trasladándose [contagiándose] el aumento del tipo de interés pagado por este país al resto de la unión. El problema de este argumento radica en que, bajo ciertas condiciones, a los prestamistas les puede resultar difícil asignar la prima de riesgo correcta a la deuda del país con desequilibrio presupuestario. Muy probablemente pensarán que el resto de países de la unión avalarán al gobierno con problemas para evitar que la crisis se extienda al resto del sistema financiero. Este problema únicamente puede resolverse si los estados miembros se comprometen de modo público a no respaldar la deuda emitida por los otros gobiernos, aunque esta declaración perdería sin duda su efecto por falta de credibilidad.

Confío en que la lectura de los argumentos teóricos ofrecidos en aquel texto, ocho años después, pueda ser de utilidad para contextualizar la actual propuesta española para el reforzamiento de la unión económica y monetaria.

22
Mar

España, país de emigrantes

Escrito el 22 marzo 2015 por en Uncategorized

WP_Post Object
(
    [ID] => 21292
    [post_author] => 115
    [post_date] => 2015-03-22 16:57:01
    [post_date_gmt] => 2015-03-22 15:57:01
    [post_content] => Es bien conocido: siguen sobrando muchos trabajadores en España. El número de parados continúa siendo muy alto. Se trata de 5,5 millones de personas que están buscando activamente empleo y no lo encuentran. Esta mala situación del mercado laboral tiene algunas consecuencias. Los datos publicados esta semana por el INE permiten analizar la situación actual de dos de ellas: la emigración y la reducción de los costes laborales.

Foto: Personas haciendo cola en una Oficina de Empleo en Madrid.

Gente haciendo cola en una Oficina de Empleo

Aumenta la emigración

La Estadística del Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero publicada el miércoles confirma que se mantiene la tendencia de reducción del número de personas que viven en España. El 1 de enero de este año, más de dos millones de españoles (2.183.043) tenían fijada su residencia fuera de España. Un aumento del 6,1% respecto al año anterior (125.000 más). Se trata de personas que se registran como residentes en el Registro de Matrícula de la Oficina Consular del país correspondiente. A este número habría que sumar muchos otros españoles que también se van de España en busca de trabajo pero que no se inscriben en los consulados y que, por tanto, su cambio de residencia no ha sido comunicado al INE por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.

Esta emigración, que en su mayoría es población desempleada entre 25 y 45 años, puede tener efectos positivos sobre la economía española por varios motivos: 1º) está siendo una válvula de escape que permite disminuir las tensiones sociales y evita que la tasa de desempleo se sitúe en niveles astronómicos, 2º) ahorra gastos sociales como pueden ser los subsidios y las prestaciones por desempleo y, por tanto, ayuda a reducir el gasto público, 3º) evita que se deterioren más las condiciones laborales y salariales, 4º) es probable que la experiencia de estos emigrantes trabajando en el extranjero contribuya a mejorar su formación y que dentro de unos años vuelvan con una mayor dotación de capital humano y 5º) los trabajadores españoles en el extranjero están enviando a sus familias en España parte de lo que ganan por su trabajo en forma de remesas, cada vez de mayor cuantía.

A estos ciudadanos de nacionalidad española habría que sumar la continua salida de extranjeros que desde el año 2009 se han ido yendo de España a sus países de origen o a otros destinos más favorables para el empleo. Se trata de una reducción neta de 800.000 trabajadores extranjeros que, a lo largo de los cinco últimos años, han dejado de formar parte de la población activa del mercado laboral español.

En definitiva, España es un país de emigrantes y no parece que vaya a dejar de serlo en un futuro próximo.

La caída de los salarios

A pesar de toda esta emigración el número de parados sigue siendo muy alto; es una de las razones por las que se mantiene la moderación salarial. Efectivamente el INE también informó esta semana de que en el cuarto trimestre del año pasado el coste laboral por trabajador, corregido de efectos de calendario y desestacionalizado, se redujo un 0,2% en tasa trimestral, con lo que se encadenan cinco trimestres consecutivos de descensos. Una caída que es superior a la del tercer trimestre (-0,1%). Por fortuna, como también caen los precios de los bienes de consumo los asalariados no pierden poder adquisitivo. Ello se debe a que en el último año los salarios por hora se han reducido menos que los precios de consumo. También, el Índice de Precios del Sector Servicios, publicado esta semana por el INE, refleja esta caída de precios en España: en el cuarto trimestre del año pasado la variación fue de un -0,3% anual.

No se debe olvidar que esta reducción de los precios de los bienes y servicios también está disminuyendo los costes de producción lo que está permitiendo aumentar la competitividad de las exportaciones españolas. Nuestros productos son cada vez más baratos que los importados. Gracias a esos ajustes de costes y de precios la economía española se está recuperando: el PIB crece hoy a ritmos del 3% anual, se crea empleo (440.000 puestos de trabajo nuevos en 2014), el consumo aumenta con fuerza y la inversión en bienes de equipo está disparada.

Aumenta la inversión

Aunque pueda parecer paradójico, tanto la emigración como la moderación salarial están mejorando la situación del empleo y afianzando la confianza de los empresarios españoles y extranjeros en nuestra economía. Una prueba de ello es que, según el INE en el año 2014 la inversión en bienes de equipo aumentó un 12% con respecto al año 2013. Un dato muy relevante que señala las buenas perspectivas económicas que tienen los empresarios en un mayor crecimiento futuro de la economía española.

También es muy significativo el aumento de la inversión productiva extranjera en España. Ayer, el Ministerio de Economía informó que en 2014 la inversión productiva extranjera en España aumentó un 10% con respecto a 2013. Una señal más de que los ajustes realizados durante los últimos años están sirviendo para que aumente la confianza del capital extranjero en nuestra economía lo que también está ayudando a generar más crecimiento económico y empleo.

Junto a estos fuertes aumentos de la inversión se está produciendo también aumentos importantes en el consumo. O lo que es lo mismo la demanda interna de consumo e inversión comienza a crecer con fuerza, tanto que podría llegar a provocar el típico desequilibrio exterior de la economía española que se genera en las fases expansivas del ciclo. Afortunadamente, la caída del precio del petróleo está reduciendo la factura de las compras de crudo en el exterior; a la vez que la depreciación del euro encarece y reduce las importaciones procedentes de fuera del área del euro. A ello se une que durante la crisis nuestros empresarios han hecho un esfuerzo muy importante por exportar y sustituir las importaciones por producción nacional.

Los datos del Ministerio de Economía y Competitividad publicados ayer constatan que en el mes de enero y en tasa anual las importaciones de bienes disminuyeron (-3,6 %) y como consecuencia el déficit de la balanza de mercancías se redujo en un 8% también en tasa anual. Lo que está contribuyendo a que, por ahora, el saldo exterior no haya cambiado de signo: seguimos teniendo un superávit en la cuenta corriente.

La necesidad de seguir haciendo reformas

Así, las cosas, el crecimiento futuro debe seguir basándose en la demanda interna pero también en una exportación creciente. De ahí que el mayor crecimiento económico y del empleo junto con el equilibrio de nuestras cuentas con el exterior, lejos de llevarnos a la complacencia, debiera dirigirnos a mejorar nuestra estructura productiva y hacerla todavía más competitiva. Para lograrlo, es necesario seguir ajustando los costes, realizando más cambios en la legislación laboral, en el sistema de pensiones, en la competencia del sector servicios, en el tamaño de las Administraciones Públicas, en el sector de la energía, en el sistema tributario, en el sistema científico y  tecnológico y en la formación profesional.

Si seguimos en ese camino, que es el de las reformas, la situación económica de España seguirá mejorando y el nivel de empleo aumentando. Entonces sí que podríamos convertirnos en un ejemplo de cómo una economía que desgraciadamente tuvo que sufrir una crisis muy profunda, gracias a las reformas pudo salir del hoyo y consolidar una recuperación del crecimiento económico y del empleo duradero a largo plazo.

Fuente: Rafael Pampillón . "España, país de emigrantes". Expansión,21 de marzo de 2015. Pagina 43.
    [post_title] => España, país de emigrantes
    [post_excerpt] => 
    [post_status] => publish
    [comment_status] => open
    [ping_status] => open
    [post_password] => 
    [post_name] => espana-pais-de-emigrantes
    [to_ping] => 
    [pinged] => 
    [post_modified] => 2015-03-22 17:00:56
    [post_modified_gmt] => 2015-03-22 16:00:56
    [post_content_filtered] => 
    [post_parent] => 0
    [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=21292
    [menu_order] => 0
    [post_type] => post
    [post_mime_type] => 
    [comment_count] => 3
    [filter] => raw
)

Es bien conocido: siguen sobrando muchos trabajadores en España. El número de parados continúa siendo muy alto. Se trata de 5,5 millones de personas que están buscando activamente empleo y no lo encuentran. Esta mala situación del mercado laboral tiene algunas consecuencias. Los datos publicados esta semana por el INE permiten analizar la situación actual de dos de ellas: la emigración y la reducción de los costes laborales.

Foto: Personas haciendo cola en una Oficina de Empleo en Madrid.

Gente haciendo cola en una Oficina de Empleo

Aumenta la emigración

Seguir leyendo…

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle contenido relacionado con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información aquí. Aceptar