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[post_date] => 2013-08-29 15:19:49
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[post_content] => Después de una caída del PIB acumulada del 7,5% desde principios de 2008, parece que la economía española estaría cerca de tocar fondo, a la vista de los datos de la Contabilidad Nacional del segundo trimestre, publicados esta mañana por el INE. En este sentido, el PIB se contrajo un 0,1% trimestral, tres décimas menos que en el 1T13 y el mejor dato en dos años, gracias al menor deterioro de la demanda interna, que detrajo 0,3 pp al crecimiento (-0,6 pp anterior). Por su parte, la aportación positiva al crecimiento trimestral de la demanda externa se mantuvo en 0,2 pp, ya que el fuerte repunte de las exportaciones (+6%) se vio contrarrestado por la intensa recuperación de las importaciones (+5,9%).
Lo más destacable es que todos los componentes de la demanda interna mejoraron sus registros respecto al trimestre anterior, salvo la inversión en construcción, cuyo proceso de ajuste parece no tener fin (-4,5%). En el caso del gasto de las familias que cayó sólo un 0,1% (-0,5% en el 1T13 y -2% en el 4T12), sin embargo, parece demasiado pronto para anticipar una estabilización del mismo, al menos mientras se siga destruyendo empleo y no mejoren las expectativas. Por contra, la positiva evolución de la inversión en bienes de equipo en el último trimestre (+3%) sí que tiene visos de ir consolidándose en los próximos meses. Por último, el gasto público sorprende con un avance del 0,9%.
Además, de los datos actualizados de la Contabilidad Nacional conocidos el pasado martes se extraen varias conclusiones: (i) tras la intensa recesión de 2008-2009 (-5%), la recuperación posterior de 2010-2011 fue insignificante (+0,7% vs +0,9% estimado en un primer momento), (ii) la actual recaída se inicia un trimestre antes de lo que se creía (en el 2T11) y está siendo algo más aguda de lo que se creía inicialmente (-3,2% vs -3,1%), y (iii) el proceso de consolidación fiscal en lo que va de año está siendo mucho menor de lo anunciado, por lo que deberá intensificarse en el segundo semestre si se quieren alcanzar los objetivos: frente a la caída del consumo de las AA.PP. estimada inicialmente para el 1T13 (-1,2% trimestral), el dato revisado muestra un estancamiento. Lo que unido al aumento antes comentado del 2T (+0,9% trimestral) deja para la última parte del año todo el ajuste fiscal.
El ritmo de destrucción de empleo (PTETC) se ralentiza, tanto en términos trimestrales (-0,5% vs -1%) como interanuales (-3,8% vs -4,5%): se trata de las menores tasas en seis y ocho trimestres, respectivamente. En cualquier caso, el volumen total de ocupados (15,86 millones) es el más bajo desde finales de 2000. El empleo destruido en el último año (casi 623.000 PTETC) se ha concentrado, sobre todo, en los servicios (-332.000 y -2,7%). Por su parte, desde los máximos pre-crisis se han perdido 3,71 millones puestos de trabajo (-19%), especialmente en la construcción, donde se ha destruido casi las dos terceras partes del empleo (1,64 millones de trabajadores menos hasta situarse en niveles de mediados de los años 80).
Por otro lado, la productividad aparente por PTETC se ralentizó por cuarto trimestre consecutivo, cuatro décimas hasta el 2,2% interanual, el menor avance en dos años. Por su parte, el crecimiento de la productividad en términos de horas efectivamente trabajadas se desaceleró con más fuerza, 2,1 puntos hasta el 0,7% interanual. Por lo que se refiere a la remuneración por asalariado, prácticamente se estancó respecto al mismo periodo de 2012 (-0,1%), de modo que el coste laboral unitario prolonga su senda descendente, aunque a un ritmo menor que en trimestres anteriores (-2,3%, seis décimas menos que en el 1T13).
En cuanto al PIB nominal, se contrajo en términos trimestrales tres décimas, mientras que, en tasa interanual, cayó, por octavo trimestre consecutivo, un 1%, tasa similar al del trimestre anterior. Por tanto, el deflactor implícito del PIB creció un 0,7%, dos décimas menos que en enero-marzo. Por el lado de las rentas, la remuneración de asalariados continúa moderando su ritmo de deterioro, en este caso nueve décimas hasta el 5% interanual. Esto, a su vez, reduce su aportación al deflactor (-1,7 puntos vs -2 anterior). El peso de las remuneraciones sobre el PIB se encuentra estabilizado en el entorno del 45,5% desde finales de 2012. En cuanto al excedente bruto de explotación, sigue creciendo, aunque ralentiza su ritmo, casi tres puntos hasta el 3%. Su aportación al deflactor es de 2 puntos (3,3 puntos en el 1T13). Por último, tras la intensa caída del trimestre anterior (-7,6%), los impuestos netos sobre la producción crecieron levemente en abril-junio (+1%) y aportaron dos décimas al deflactor.
En definitiva se va cumpliendo la hoja de ruta que la mayoría de analistas anticipaban para este año y la economía incluso podría crecer en el tercer trimestre. Especialmente positivo es que la excelente aportación al crecimiento de la demanda externa, poco a poco se vea apoyada por componentes de la demanda interna, como la inversión en equipo. Por tanto, si en un primer momento fue la demanda externa la que sostuvo el PIB, en la siguiente fase de la recuperación el protagonismo debería corresponde a la inversión de las empresas. Por el lado negativo, existe el riesgo de que la recuperación se vea debilitada si la reactivación de la demanda interna se ve acompañada por un aumento de las importaciones.
[post_title] => La dura recesión de la economía española parece cerca del final
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Lo más destacable es que todos los componentes de la demanda interna mejoraron sus registros respecto al trimestre anterior, salvo la inversión en construcción, cuyo proceso de ajuste parece no tener fin (-4,5%). En el caso del gasto de las familias que cayó sólo un 0,1% (-0,5% en el 1T13 y -2% en el 4T12), sin embargo, parece demasiado pronto para anticipar una estabilización del mismo, al menos mientras se siga destruyendo empleo y no mejoren las expectativas. Por contra, la positiva evolución de la inversión en bienes de equipo en el último trimestre (+3%) sí que tiene visos de ir consolidándose en los próximos meses. Por último, el gasto público sorprende con un avance del 0,9%.
Además, de los datos actualizados de la Contabilidad Nacional conocidos el pasado martes se extraen varias conclusiones: (i) tras la intensa recesión de 2008-2009 (-5%), la recuperación posterior de 2010-2011 fue insignificante (+0,7% vs +0,9% estimado en un primer momento), (ii) la actual recaída se inicia un trimestre antes de lo que se creía (en el 2T11) y está siendo algo más aguda de lo que se creía inicialmente (-3,2% vs -3,1%), y (iii) el proceso de consolidación fiscal en lo que va de año está siendo mucho menor de lo anunciado, por lo que deberá intensificarse en el segundo semestre si se quieren alcanzar los objetivos: frente a la caída del consumo de las AA.PP. estimada inicialmente para el 1T13 (-1,2% trimestral), el dato revisado muestra un estancamiento. Lo que unido al aumento antes comentado del 2T (+0,9% trimestral) deja para la última parte del año todo el ajuste fiscal.
El ritmo de destrucción de empleo (PTETC) se ralentiza, tanto en términos trimestrales (-0,5% vs -1%) como interanuales (-3,8% vs -4,5%): se trata de las menores tasas en seis y ocho trimestres, respectivamente. En cualquier caso, el volumen total de ocupados (15,86 millones) es el más bajo desde finales de 2000. El empleo destruido en el último año (casi 623.000 PTETC) se ha concentrado, sobre todo, en los servicios (-332.000 y -2,7%). Por su parte, desde los máximos pre-crisis se han perdido 3,71 millones puestos de trabajo (-19%), especialmente en la construcción, donde se ha destruido casi las dos terceras partes del empleo (1,64 millones de trabajadores menos hasta situarse en niveles de mediados de los años 80).
Por otro lado, la productividad aparente por PTETC se ralentizó por cuarto trimestre consecutivo, cuatro décimas hasta el 2,2% interanual, el menor avance en dos años. Por su parte, el crecimiento de la productividad en términos de horas efectivamente trabajadas se desaceleró con más fuerza, 2,1 puntos hasta el 0,7% interanual. Por lo que se refiere a la remuneración por asalariado, prácticamente se estancó respecto al mismo periodo de 2012 (-0,1%), de modo que el coste laboral unitario prolonga su senda descendente, aunque a un ritmo menor que en trimestres anteriores (-2,3%, seis décimas menos que en el 1T13).
En cuanto al PIB nominal, se contrajo en términos trimestrales tres décimas, mientras que, en tasa interanual, cayó, por octavo trimestre consecutivo, un 1%, tasa similar al del trimestre anterior. Por tanto, el deflactor implícito del PIB creció un 0,7%, dos décimas menos que en enero-marzo. Por el lado de las rentas, la remuneración de asalariados continúa moderando su ritmo de deterioro, en este caso nueve décimas hasta el 5% interanual. Esto, a su vez, reduce su aportación al deflactor (-1,7 puntos vs -2 anterior). El peso de las remuneraciones sobre el PIB se encuentra estabilizado en el entorno del 45,5% desde finales de 2012. En cuanto al excedente bruto de explotación, sigue creciendo, aunque ralentiza su ritmo, casi tres puntos hasta el 3%. Su aportación al deflactor es de 2 puntos (3,3 puntos en el 1T13). Por último, tras la intensa caída del trimestre anterior (-7,6%), los impuestos netos sobre la producción crecieron levemente en abril-junio (+1%) y aportaron dos décimas al deflactor.
En definitiva se va cumpliendo la hoja de ruta que la mayoría de analistas anticipaban para este año y la economía incluso podría crecer en el tercer trimestre. Especialmente positivo es que la excelente aportación al crecimiento de la demanda externa, poco a poco se vea apoyada por componentes de la demanda interna, como la inversión en equipo. Por tanto, si en un primer momento fue la demanda externa la que sostuvo el PIB, en la siguiente fase de la recuperación el protagonismo debería corresponde a la inversión de las empresas. Por el lado negativo, existe el riesgo de que la recuperación se vea debilitada si la reactivación de la demanda interna se ve acompañada por un aumento de las importaciones.
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