La economía española ha vuelto a dar señales de muy bajo crecimiento con un avance del 0,2% en el segundo trimestre de este año, con respecto al primer trimestre, según informo hoy el el Instituto Nacional de Estadística (INE). En cambio en tasa interanual, el Producto Interior Bruto (PIB) sigue acusando la debilidad económica de España con una caída del 0,2%.
Este es (ver gráfico) el segundo trimestre consecutivo de aumento en tasa intertrimestral del PIB, después de seis trimestres de caídas. La economía creció un 0,1% en el primer trimestre del año.
Consumo privado
Esta mejora en el segundo trimestre se explica por el aumento del consumo privado del 0,7%. La causa puede encontrarse en la subida del IVA en el mes de julio que ha adelantado muchas decisiones de compra. Como consecuencia, de la subida del IVA, el consumo podría reducirse o atenuar su avance, en la segunda mitad de este año, en un contexto de menor renta disponible tanto del lado salarial como por la actuación de las administraciones, que empiezan a retirar algunas medidas de impulso. Precisamente, ante la subida del IVA, la Comisión Europea prevé en el tercer trimestre del año España vuelva a registrar una caída del PIB.
La inversión
Desgraciadamente la inversión, que representa el 25% de la economía, tampoco contribuirá al crecimiento económico e la segunda mitad de este año. La caída de la construcción inmobiliaria y de la obra pública junto con las serias dificultades que tienen las empresas, sobre todo las pequeñas, para acceder al crédito dañará fuertemente a la inversión. Al igual que las familias las empresas tienen que desendeudarse, es decir, devolver el elevado volumen de crédito que tienen concedido. La inversión va caer este año más de un 7% y el año que viene un 2%.
El problema del crédito
La caída del crédito se debe a que el sistema bancario, como consecuencia de la crisis, está sufriendo un aumento de la morosidad. Los bancos y las cajas ya no pueden dar crédito con la misma alegría que antes de la crisis. La fuerte expansión del crédito, entonces, estuvo acompañada por un relajamiento de los estándares de riesgos. Ahora, en cambio, la concesión de un crédito por parte de la banca y de las cajas exige mucha prudencia evaluando detalladamente las posibilidades de que sea devuelto. Por eso se concede menos crédito. A ello se une que las instituciones financieras pueden destinar una parte de sus recursos a comprar deuda pública en vez de dar crédito al sector privado. En este sentido se dice que el aumento de deuda pública está “expulsando” al sector privado de la economía.
Las exportaciones
En resumen, el aumento de los impuestos, el recorte del gasto en infraestructuras y la reducción del crédito bancario al sector privado vaticinan un prolongado estancamiento de la economía española. Ante una demanda interna tan débil solo nos queda poner el foco en el sector exterior. Hay que mejorar la competitividad internacional de nuestros productos. Es más la salida de la crisis pasa por animar la exportación. Afortunadamente, tanto un euro relativamente depreciado como un mayor crecimiento de la economía mundial están dando un mayor vigor a nuestras ventas en el exterior. Por tanto, la solución a nuestros problemas económicos pasa por aumentar el crédito y por seguir aumentando la cantidad y calidad de nuestra oferta exportadora.
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