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Los derechos de autor

Escrito el 12 marzo 2010 por Miguel Aguirre Uzquiano en Economía Global

Llevamos una serie de años con polemicas sobre el pago de canones sobre soportes digitales (CDs o DVDs virgenes) o en actividades de uso restringido (escuchar música en bodas o en representar una obra clásica en el colegio).  El último hecho sorprendente sobre restricciones en el comercio musical es impedir que la radio por internet, Pandora emita fuera de EEUU, donde fue fundada en el año 2.000 por el músico e informático Tim Wetergren.

Para los no familiarizados con Pandora (www.Pandora.com) se trata de una radio que establece cerca de 321 “datos genéticos en cada canción”, como si el cantante es hombre o mujer o el ritmo del piano de acompañamiento.  Al crear un perfil en cada canción lo que ofrece Pandora es la posibilidad de, una vez conocidas dos o tres canciones del gusto del oyente, poder acceder a antigua o nueva música que en teoría se adapta a los gustos de cada uno, es decir radio musical a la carta.

¿Cuáles son las barreras que se han encontrado en Europa? Principalmente el pago de royalties.  En el comercio internacional, cuando una marca se convierte en global, puede conseguir lo que se denomina economás de escala: e.g.No es necesario realizar el mismo desembolso de I+D en cada mercado sino que un producto testado con éxito puede exportarse a diversas zonas geográficas.  El caso de la música es curioso: aunque el catálogo de un músico pertenezca a una multinacional con presencia mundial, el pago de los derechos de autor no se reduce por realizar un uso individual o en una campaña publicitaria continental o mundial.  El coste es el mismo si accede un usuario o cien usuarios.

Lo que defiende Pandora es que miles de usuarios paguen un dólar por escuchar de una canción en vez de hacer que una emisora tenga que pagar cientos de miles al propietario.  Es una forma clara de entender el comercio internacional actual y el uso que pueden dar los particulares: Amazon o Ebay se basan en un mercado internacional global, sin impuestos en productos de segunda mano  y en la que recibes sugerencias una vez hecha una transacción.  Es el famoso CMR de hace 10 años pero esta vez funciona y es efectivo.

El tratar de limitar las transacciones comerciales electronicas con bajo coste para el usuario sólo mantendrá la costumbre de adquirir esos productos ilegalmente   y la reducción de las ventas en los canales tradicionales.  Hoy en día no se puede frenar el comercio entre dos cuentas electrónicas  de dos países separados por miles de kilómetros.

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