Grecia, Portugal y España, llevan años perdiendo competitvidad pero no tienen la posibilidad de devaluar sus monedas por que no tienen monedas que devaluar. Su moneda es el euro. Al no poder devaluar no mejoran su competitividad y, por tanto sus economías están estancadas. Una consecuencia del estancamiento es su pérdida de ingresos fiscales y, por tanto, elevados déficit públicos. Es decir, al formar parte de la zona euro se enfrentan a un escenario en el que los gastos financieros de sus deudas públicas crecen rapidamente. Como consecuencia, los mercados financieros se muestran reacios a comprar su deuda pública a no ser que esos bonos paguen generosos tipos de interés. Tipos de interés altos aumentarán los gastos fianancieros de esos países con elevado déficit y con una deuda que crece rápidamente.
Los enormes pagos de intereses de deuda que deben realizar países como Grecia, el 15,1% de sus ingresos fiscales (ver gráfico), para cumplir con sus obligaciones con sus acreedores van a limitar el gasto público en otras partidas. Esa limitación frenará el crecimiento de sus economías.
Sin embargo, otros paíse eurozónicos como Italia y Bélgica tienen también un nivel de deuda superalto como porcentaje de su Producto Interno Bruto (PIB). Incluso Francia está en la mira ya que una gran parte de su deuda pública vence este año. Sin embargo, estos países han hecho reformas económicas que propiciarán un comportamiento de sus economías más halagueño, es decir, tasas de crecimiento más altas y, por tanto, podrán recaudar ingresos públicos que les permitirán devolver la deuda. Irlanda, por ejemplo, ha reducido un 10% el sueldo de los empleados públicos.
Cuando la deuda de un país alcanza el 113% de su PIB, como ocurre en Grecia, las probabilidades de incumplimiento de pagos aumentan. Los países con mayor riesgo de impago de la Eurozona son Grecia —que según prevé la Comisión Europea alcanzaría una proporción entre deuda y PIB de 120% este año—, Irlanda y Portugal.
España
Se prevé que España, que antes de la crisis tenía una proporción de deuda sobre el PIB de tan solo el 36%, alcance el 66% este año y 74% para fines de 2011. España dedica el 7% de sus ingresos fiscales a pagar los interese de la deuda (ver gráfico). Portugal está a mitad de camino entre España y Grecia (ver gráfico).
El problema de los PIIGS (Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España) es que no tienen un banco central propio. Su banco central, se llama Banco Central Europeo, está en Francfurt y es independiente, es decir, tiene una cláusula de no bail out. Que significa, que NO PUEDE IR EN RESCATE DE NINGUNO de los 16 ESTADOS que forman parte del euro. Cada país de la zona euro debe hacer frente a sus deudas con sus ingresos ordinarios (impuestos) o extraordinarios (privatizaciones de empresas públicas o venta de activos). Otra posibilidad sería que sus socios de la Eurozona o el FMI les prestaran apoyo financiero.
Algunas de las mayores economías del mundo, incluidas las de EEUU, el Reino Unido o Japón, también tienen mucha deuda, por encima incluso del 90% del PIB, pero los inversores parecen confiar más en estos países ya que disponen de sus propios bancos centrales que pueden, en un minuto, imprimir dinero y comprar deuda del gobierno, algo que el Banco Central Europeo no puede hacer.
Fuente: Brian Blackstone Debt Burdens Hobble Euro Zone The Wall Street Journal, 12 de febrero de 2010.
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