El 3 de septiembre se publicó la edición anual del Global Competitiveness Report (Informe de Competitividad Mundial) que realiza desde 1979 el World Economic Forum (WEF). En este Informe se proporcionan evaluaciones del potencial productivo de los países estudiados, es decir, se analiza su competitividad. En el nuevo Informe de Competitividad Mundial (2013-2014) se han analizado más países que en ninguna de las otras ediciones, 148 frente a los 144 del año pasado. España ocupa el puesto 35, lo que supone una mejora respecto al año anterior, en el que ocupaba el puesto 36. No obstante, dista mucho de la mejor posición de nuestro país, la número 22 del año 2002.
Cuadro: Ranking de competitividad | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Fuente: WEF, The Global Competitiveness Report 2013-2014. |
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El WEF considera que la economía española mantiene su fortaleza en las buenas condiciones de las infraestructuras de transporte, ocupando el sexto lugar en la clasificación; el buen tamaño de su mercado (puesto 14) y la utilización de tecnología (puesto 23). El Informe resalta la alta tasa de matriculación en educación superior de España (puesto 8), lo que indica una mano de obra cualificada.
En los últimos años, España ha sufrido importantes recortes presupuestarios y ha llevado a cabo reformas estructurales de todo tipo. La liberalización de los servicios y la destacada reforma laboral, que ha ayudado a limitar la rigidez tradicional de nuestro mercado laboral, han favorecido la mejora de la competitividad. El WEF también destaca el impacto del proceso de reestructuración bancario, que ha permitido una mayor eficiencia en la asignación de recursos.
Sin embargo, pese a la situación favorable de muchos de los indicadores, el Informe indica la necesidad que tiene la economía española de aumentar el acceso al crédito. Precisamente, las escasas facilidades de financiación empresarial es uno de los principales lastres de la producción nacional. Estos aspectos son en los que España cuenta con la peor puntuación, ya sea la financiación mediante la concesión de créditos (puesto 138), el acceso a los mercados de capitales (puesto 101) o las inversiones de capital riesgo (puesto 105).
El Informe expone, como otra reforma necesaria de la economía española, la importancia de mejorar la situación del gasto en Investigación y Desarrollo (I+D). Los sucesivos recortes en investigación quedan reflejados en el descenso de nuestra posición de capacidad de innovación, que ha descendido del puesto 44 del año pasado al puesto 57 en este año 2013. El compromiso con la investigación está directamente relacionado con el desarrollo de innovaciones, que mejoran la capacidad productiva e incrementan la competitividad internacional. Así mismo, aumentos en dicha competitividad internacional influirían positivamente en la situación de la balanza comercial.
Sin embargo, en los últimos años el gasto en I+D en España se ha paralizado, y mientras la Unión Europea comienza a recuperar su actividad investigadora, la economía española continúa reduciendo la financiación de la innovación.
Esperemos que los nuevos Presupuestos Generales del Estado para el próximo año 2014, permitan una evolución favorable del gasto en I+D y que contemplen la situación de la investigación en España como un aspecto fundamental a tener en cuenta para el crecimiento económico duradero a largo plazo.
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