Si a la debilidad de los datos macro se unen los negros augurios sobre los riesgos futuros para el crecimiento y todo ello acontece ante la lenta e ineficaz respuesta de las autoridades políticas y económicas, lo llamativo no son las caídas que se están produciendo en los mercados de activos de riesgo (principalmente las bolsas), sino que éstas no sean, incluso, más abultadas.
El G-20 intentó ayer contener esta crisis de confianza a través de un comunicado que consideramos poco explícito y que se limita a una mera declaración de intenciones: afirma que se tomarán todas las acciones necesarias para preservar la estabilidad de los bancos y de los mercados financieros, comprometiéndose a acciones efectivas y coordinadas para afrontar los nuevos desafíos que amenazan a la economía global.
Cuadro: Movimiento de los índices bursátiles
Desgraciadamente, el G-20 no va a adelantar planes de acción. Parece que estos planes podrían ser anunciados en su próxima reunión a principios de noviembre en Francia. La petición de esfuerzos adicionales a la UEM para contener la crisis soberana y fortalecer el sistema financiero, suscrita por los mayores países europeos, sugiere que podrían agilizarse los procedimientos para hacer operativo, cuanto antes, el nuevo mecanismo de rescate y hacerlo más efectivo. Pero la realidad es que la sensación es de una ausencia de coordinación en las políticas económicas de los grandes países. Y, por tanto, el riesgo de “guerra de divisas” está ahí, como ha vuelto a destacar esta semana el ministro de Economía de Brasil.
La de ayer fue una sesión muy negativa en todas las bolsas del mundo. El índice MSCI global en moneda local registró una caída del -3,5%, destacando negativamente el sector financiero y los cíclicos. De los pocos activos refugio que hay, volvieron a subir los bonos soberanos de EEUU y Alemania, cuyas rentabilidades marcaron nuevos mínimos históricos, en tanto que el oro retrocedió casi un -2,4% (+22% en 2011).
Gráfico: Tipo de interés del bono americano a 10 años
La sesión de hoy ha sido negativa en las bolsas asiáticas (-2%) y a media sesión también caen las bolsas europeas (-1% el IBEX). Es difícil que el mercado mejore en tanto no se llegue un acuerdo con Grecia y se refuerce la EFSF. La importancia de esto último es creciente, por el papel que puede desempeñar en el cada vez más necesario proceso de recapitalización de algunos bancos europeos.
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