WP_Post Object ( [ID] => 19760 [post_author] => 28817 [post_date] => 2014-01-22 14:40:12 [post_date_gmt] => 2014-01-22 13:40:12 [post_content] => La directora gerente del FMI dijo la semana pasada que el “optimismo está en el aire”, algo que además de sonar a una vieja canción de los ochenta de Paul Young, reflejaba las mejoras en las previsiones realizadas por la mayoría de los analistas en los últimos meses y el buen comportamiento de los mercados financieros. De hecho, además Lagarde anticipó que podríamos estar ante “siete años de vacas gordas”, después de “siete años de vacas flacas”, esta vez parafraseando el Antiguo Testamento. Sin embargo, ayer por la tarde las previsiones del FMI no me parecieron tan optimistas, pues nos muestran a una economía mundial que todavía está purgando los excesos del último ciclo expansivo, de manera que la recuperación puede ser suave y, sobre todo, muy frágil. Además, aunque se mejoran las previsiones de crecimiento del PIB para la economía española (del 0,2% al 0,6% en 2014 y del 0,5% al 0,8% en 2015) estos crecimientos todavía serían insuficientes para crear empleo y están muy alejados del consenso de analistas privados recopilado por FUNCAS. En términos agregados, el FMI mantiene casi sin cambios el escenario de crecimiento mundial respecto al anterior informe de octubre (+0,1 p.p. hasta +3,7% para 2014; estable en +3,9% para 2015), si bien se observan diferencias significativas entre regiones. Cuadro: Proyecciones Económicas del FMI. Fuente del cuadro: El País, 22/1/2014 - En el caso de las economías desarrolladas, revisa al alza la previsión para este año (+0,2 p.p. hasta +3,7%), pero se muestra más negativo respecto al escenario de largo plazo (-0,2 p.p. hasta +3,9% en 2015), situándose por debajo del consenso. - Para EEUU, revisa al alza el crecimiento de 2014 (+0,2 p.p. hasta +2,8%), gracias al menor lastre fiscal y a un mayor dinamismo de la demanda interna; pero recorta en mayor medida su previsión para 2015 (-0,4 p.p. hasta +3,0%), al incluir ahora, a raíz del último acuerdo fiscal, el impacto de los recortes automáticos del gasto (bajo el denominado “sequester”). - En Japón, considera que el nuevo estímulo fiscal debería compensar el efecto negativo del aumento en el IVA, por lo que revisa el escenario de corto plazo al alza (+0,4 p.p. hasta +1,7%); pero se muestra más negativo en el largo plazo, a medida que esos estímulos desaparezcan. - En Europa, revisa levemente al alza sus expectativas de crecimiento para la UEM (+0,1 p.p. tanto en 2014 como en 2015), pero advierte de la debilidad de la demanda interna, especialmente en las economías periféricas, lastradas por el elevado endeudamiento y la fragmentación en los mercados financieros. Destaca muy positivamente Reino Unido, que registra la mayor revisión al alza dentro de las economías desarrolladas, gracias a la mejora en las condiciones crediticias y en la confianza empresarial: +0,6 p.p. hasta +2,4% en 2014 y +0,2 p.p. hasta +2,2% en 2015. - En el caso concreto de España, seguirá siendo una de las economías menos dinámicas de nuestro entorno, lastrada aún por (i) unas condiciones de financiación de familias y empresas desfavorables, derivadas de la fragmentación de los mercados financieros, y (ii) el proceso inacabado de desapalancamiento (público y privado). Estos factores frenarán la demanda interna, si bien la fortaleza que mantienen las exportaciones seguirá actuando de contrapeso. En la práctica, estas previsiones suponen un estancamiento de la actividad en los próximos dos años, con tasas del PIB inferiores al 0,2% trimestral. En cuanto a las economías emergentes, el FMI apenas revisa sus previsiones respecto al informe de octubre. - En China, considera que la economía se desacelerará hacia tasas en torno al +7,5% como resultado de las políticas para reducir el crecimiento del crédito y aumentar el coste del capital; pero no se enfriará tanto como preveía en octubre: revisa al alza su previsión para 2014 (+0,3 p.p.) y 2015 (+0,2 p.p.). - India también registra una mejora respecto al informe de octubre (+0,2 p.p. hasta +5,4% en 2014), lo que supone un espaldarazo a las nuevas reformas para atraer inversión extranjera y el cambio de filosofía del banco central, que ha recuperado cierta credibilidad bajo el mandato de Raghuram Rajan. - Para el resto, aunque observa cierta mejora de la demanda externa gracias al impulso procedente de las economías desarrolladas y la revisión positiva en China e India, considera que la demanda interna seguirá debilitada debido al endurecimiento de las condiciones financieras, a la incertidumbre política y a los problemas de oferta. A este respecto, destacan negativamente las revisiones a la baja en Rusia (-1,0 p.p. en 2014 y 2015) y en Brasil (-0,7 p.p. en 2015). Aunque las nuevas previsiones siguen anticipando una aceleración significativa en la economía mundial, sobre todo en los países desarrollados, el FMI sigue considerando que los riesgos sobre el escenario son a la baja. - Entre las economías desarrolladas, destaca el riesgo asociado a unos niveles de inflación demasiado bajos, especialmente en la UEM, donde no descarta un escenario de deflación en el caso de una recaída de la actividad. - En los países emergentes, al igual que alertaba en su informe de octubre, considera que la mayor preocupación es el efecto negativo de la mayor volatilidad en los mercados de capitales ante la reducción del programa de compra de activos por parte de la Fed (en la misma línea que el Banco Mundial advertía la pasada semana). Las recomendaciones del FMI en materia de política económica siguen estando encaminadas a fortalecer el ciclo expansivo actual y reducir las vulnerabilidades. - Para las economías desarrolladas, sigue siendo clave no retirar los estímulos monetarios de forma prematura (incluyendo a EEUU), teniendo en cuenta que los gap de crecimiento respecto al potencial son aún muy amplios, la inflación permanece en niveles demasiado bajos y continúan los procesos de consolidación fiscal. - Entre las economías emergentes, será necesario reducir los riesgos asociados a una potencial fuga de capitales, sobre todo, en aquellas economías con una demanda interna debilitada y graves desequilibrios externos. 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La directora gerente del FMI dijo la semana pasada que el “optimismo está en el aire”, algo que además de sonar a una vieja canción de los ochenta de Paul Young, reflejaba las mejoras en las previsiones realizadas por la mayoría de los analistas en los últimos meses y el buen comportamiento de los mercados financieros. De hecho, además Lagarde anticipó que podríamos estar ante “siete años de vacas gordas”, después de “siete años de vacas flacas”, esta vez parafraseando el Antiguo Testamento.
Sin embargo, ayer por la tarde las previsiones del FMI no me parecieron tan optimistas, pues nos muestran a una economía mundial que todavía está purgando los excesos del último ciclo expansivo, de manera que la recuperación puede ser suave y, sobre todo, muy frágil. Además, aunque se mejoran las previsiones de crecimiento del PIB para la economía española (del 0,2% al 0,6% en 2014 y del 0,5% al 0,8% en 2015) estos crecimientos todavía serían insuficientes para crear empleo y están muy alejados del consenso de analistas privados recopilado por FUNCAS.
En términos agregados, el FMI mantiene casi sin cambios el escenario de crecimiento mundial respecto al anterior informe de octubre (+0,1 p.p. hasta +3,7% para 2014; estable en +3,9% para 2015), si bien se observan diferencias significativas entre regiones.
Cuadro: Proyecciones Económicas del FMI. Fuente del cuadro: El País, 22/1/2014
– En el caso de las economías desarrolladas, revisa al alza la previsión para este año (+0,2 p.p. hasta +3,7%), pero se muestra más negativo respecto al escenario de largo plazo (-0,2 p.p. hasta +3,9% en 2015), situándose por debajo del consenso.
– Para EEUU, revisa al alza el crecimiento de 2014 (+0,2 p.p. hasta +2,8%), gracias al menor lastre fiscal y a un mayor dinamismo de la demanda interna; pero recorta en mayor medida su previsión para 2015 (-0,4 p.p. hasta +3,0%), al incluir ahora, a raíz del último acuerdo fiscal, el impacto de los recortes automáticos del gasto (bajo el denominado “sequester”).
– En Japón, considera que el nuevo estímulo fiscal debería compensar el efecto negativo del aumento en el IVA, por lo que revisa el escenario de corto plazo al alza (+0,4 p.p. hasta +1,7%); pero se muestra más negativo en el largo plazo, a medida que esos estímulos desaparezcan.
– En Europa, revisa levemente al alza sus expectativas de crecimiento para la UEM (+0,1 p.p. tanto en 2014 como en 2015), pero advierte de la debilidad de la demanda interna, especialmente en las economías periféricas, lastradas por el elevado endeudamiento y la fragmentación en los mercados financieros. Destaca muy positivamente Reino Unido, que registra la mayor revisión al alza dentro de las economías desarrolladas, gracias a la mejora en las condiciones crediticias y en la confianza empresarial: +0,6 p.p. hasta +2,4% en 2014 y +0,2 p.p. hasta +2,2% en 2015.
– En el caso concreto de España, seguirá siendo una de las economías menos dinámicas de nuestro entorno, lastrada aún por (i) unas condiciones de financiación de familias y empresas desfavorables, derivadas de la fragmentación de los mercados financieros, y (ii) el proceso inacabado de desapalancamiento (público y privado). Estos factores frenarán la demanda interna, si bien la fortaleza que mantienen las exportaciones seguirá actuando de contrapeso. En la práctica, estas previsiones suponen un estancamiento de la actividad en los próximos dos años, con tasas del PIB inferiores al 0,2% trimestral.
En cuanto a las economías emergentes, el FMI apenas revisa sus previsiones respecto al informe de octubre.
– En China, considera que la economía se desacelerará hacia tasas en torno al +7,5% como resultado de las políticas para reducir el crecimiento del crédito y aumentar el coste del capital; pero no se enfriará tanto como preveía en octubre: revisa al alza su previsión para 2014 (+0,3 p.p.) y 2015 (+0,2 p.p.).
– India también registra una mejora respecto al informe de octubre (+0,2 p.p. hasta +5,4% en 2014), lo que supone un espaldarazo a las nuevas reformas para atraer inversión extranjera y el cambio de filosofía del banco central, que ha recuperado cierta credibilidad bajo el mandato de Raghuram Rajan.
– Para el resto, aunque observa cierta mejora de la demanda externa gracias al impulso procedente de las economías desarrolladas y la revisión positiva en China e India, considera que la demanda interna seguirá debilitada debido al endurecimiento de las condiciones financieras, a la incertidumbre política y a los problemas de oferta. A este respecto, destacan negativamente las revisiones a la baja en Rusia (-1,0 p.p. en 2014 y 2015) y en Brasil (-0,7 p.p. en 2015).
Aunque las nuevas previsiones siguen anticipando una aceleración significativa en la economía mundial, sobre todo en los países desarrollados, el FMI sigue considerando que los riesgos sobre el escenario son a la baja.
– Entre las economías desarrolladas, destaca el riesgo asociado a unos niveles de inflación demasiado bajos, especialmente en la UEM, donde no descarta un escenario de deflación en el caso de una recaída de la actividad.
– En los países emergentes, al igual que alertaba en su informe de octubre, considera que la mayor preocupación es el efecto negativo de la mayor volatilidad en los mercados de capitales ante la reducción del programa de compra de activos por parte de la Fed (en la misma línea que el Banco Mundial advertía la pasada semana).
Las recomendaciones del FMI en materia de política económica siguen estando encaminadas a fortalecer el ciclo expansivo actual y reducir las vulnerabilidades.
– Para las economías desarrolladas, sigue siendo clave no retirar los estímulos monetarios de forma prematura (incluyendo a EEUU), teniendo en cuenta que los gap de crecimiento respecto al potencial son aún muy amplios, la inflación permanece en niveles demasiado bajos y continúan los procesos de consolidación fiscal.
– Entre las economías emergentes, será necesario reducir los riesgos asociados a una potencial fuga de capitales, sobre todo, en aquellas economías con una demanda interna debilitada y graves desequilibrios externos.
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