Después de cuatro años negándonos a aceptar lo evidente, a cambiar nuestra manera de entender las cosas, a reestructurar aquella parte de nuestra economía que supone un lastre para competir como país de la Unión Monetaria Europea y de cometer un error tras otro, la disciplina europea ha terminado por domarnos y nos hemos rendido por completo.
Rescate, tutela, intervención….., ¿qué más da como le llamemos? Para rescatar a España a la griega, nadie tiene fondos suficientes. Se ha optado pues por una actuación diferente, a la medida de países grandes como España o Italia. Te envío fondos para solucionar problemas concretos, como es el caso de Bankia y algunas otras excajas, no me comprometo a refinanciarte, ni a asegurarte, la deuda pública, pero haces excatamente lo que te digo y voy a vigilar cada movimiento mes a mes. En eso es en lo que estamos.
Foto: «Rendición de Breda». La ciudad holandesa de Breda se rinde a las tropas españolas. Ahora, en cambio, somos los españoles los que nos rendimos a las condiciones económicas que nos exigen los alemanes, holandeses, finlandeses y austriacos.
Seguramente los nacionalistas españoles extremos se estarán rasgando las vestiduras y los del otro lado estarán aún buscando responsables y negándose a aceptar la evidencia de que esta manera de vivir, por encima de lo que producimos, y reclamando al Estado todo aquello a lo que creemos, insesatamente, que tenemos derecho, se ha terminado. Pero una gran mayoría de los españoles terminará agradeciendo que nos disciplinen para que seamos un país serio, con unas prestaciones sociales dignas y que podamos pagar, en el que se estime la actividad empresarial y no la especulación y en el que los políticos no puedan endeudar al país a golpe de caprichos, haciendo cosas que no nos sirven para nada y, en muchos casos, disponiendo de lo público como si fuera propio.
La pena es que no hayamos sido capaces nosotros mismos de asumir nuestros errores en estos años y de cambiar el rumbo y el destino de España. La tristeza es que llegue tan tarde cuando todos estamos ya sumidos en la incertidumbre y muchos en la desolación. Cuando la tendencia a una nueva recesión es tan brusca que es posible que tengamos hacer nuevos ajustes. Cuando ya no hablamos de cambio de modelo de crecimiento, ni de competitividad, ni de nada estratégico para el país. Ahora necesitamos que nos refinancien lo que debemos, que crean que vamos a devolverlo y que nosotros mismos empecemos a creer en nosotros mismos.
Tardaremos tiempo y aún tendrán que disciplinarnos más, pero igual es el principio de una España europea de verdad.
Y decían que el trío Holland, Monti y Rajoy había vencido a la emperadora -que no emperatriz- luterana….. ¡¡¡Penitenciagite!!! Han sido demasiados pecados.
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