El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado al alza ( 2 décimas) su escenario de crecimiento económico mundial para el año 2011 situándolo en el 4,4% y mantiene constante sus previsiones para 2012 (4,5%). La revisión al alza para este año responde, por un lado, a un crecimiento mayor de lo esperado durante la segunda mitad de 2010; y, por el otro, al impacto positivo de las nuevas medidas de estímulo introducidas en la primera economía del mundo (EEUU registra la mayor revisión al alza en 2011 entre las economías consideradas por el organismo). En el cuadro se puede observar las previsiones del FMI realizadas en octubre de 2010 y las que acaba de publicar en enero de 2011.
Las economías desarrolladas se comportaron mejor de lo esperado en el segundo semestre del año pasado, si bien el FMI considera que su crecimiento sigue siendo anémico e insuficiente como para reducir el desempleo actual de forma progresiva. Además, las tensiones en el mercado de deuda europeo suponen un riesgo añadido a la baja en el escenario actual.
EEUU destaca positivamente en 2011, aumentando en 7 décimas la previsión de crecimiento y situándolo en el 3,0% en 2011, gracias a la aprobación a finales del año pasado de un plan fiscal adicional. Sin embargo, la retirada de los estímulos a partir de 2012 supondrá un grave lastre sobre la economía, lo que ha llevado al FMI a revisar a la baja (-3 décimas) el crecimiento para el próximo 2012 ( hasta 2,7%).
Respecto a la UEM, no hay cambios significativos respecto al informe de octubre: mantiene sin cambios su previsión para 2011 (1,5%) y rebaja ligeramente la del próximo año (-0,1 p.p. hasta 1,7%). En realidad, la revisión al alza del dato para Alemania (+0,2 p.p. en 2011 hasta 2,2%; mantiene las previsiones de 2012 en el 2,0%) ha compensado el recorte de las expectativas en las economías periféricas.
España destaca negativamente y sufre la mayor revisión a la baja, posiblemente, ante la necesidad de mayores medidas de ajuste fiscal en el medio plazo: -0,1% hasta 0,6% en 2011 y -0,3 p.p. hasta 1,5% en 2012.
En cuanto a las economías emergentes, el FMI subraya la continuidad del buen tono de 2010 y apenas modifica las previsiones respecto a su informe de octubre. Entre las principales regiones caben destacar de forma positiva Europa Emergente (+0,5 p.p. en 2011 y +0,2 p.p. en 2012) y Latinoamérica (+0,3 p.p. en 2011 y -0,1 p.p. en 2012). Entre países, las revisiones al alza más significativas se producen en Brasil (+0,4 p.p. en 2011; mantiene las de 2012) y México (+0,3 p.p. en 2011; aunque recorta en -0,2 p.p. para 2012).
A pesar de la revisión al alza del escenario global, los riesgos a la baja siguen siendo elevados, y el FMI alerta de:
▪ La posibilidad de que las tensiones en los mercados de deuda soberana en los países periféricos de la UEM se extiendan hacia las principales economías de la región.
▪ Los escasos avances a la hora de establecer un plan de consolidación fiscal de medio plazo en alguna de las principales economías desarrolladas –destacan los casos de EEUU y Japón–.
▪ La persistente debilidad del mercado inmobiliario en EEUU.
▪ La escalada alcista en los precios de las materias primas.
▪ El riesgo de sobrecalentamiento en algunas economías emergentes, así como las presiones alcistas en los precios y la posibilidad de que algunas experimenten un “aterrizaje brusco” tras estos años de crecimiento por encima de su potencial.
El FMI propone una serie de condiciones para reducir la vulnerabilidad actual y fortalecer la recuperación global actual durante los próximos años:
a) Entre las economías desarrolladas, resulta especialmente urgente una resolución rápida y contundente que permita superar la crisis de deuda en Europa; impulsar las reformas necesarias para el fortalecimiento del sistema financiero; y establecer los planes de consolidación fiscal de medio plazo necesarios en determinadas economías.
b) Entre los países emergentes, subraya la necesidad de establecer políticas que respondan de forma adecuada a la fuerte entrada de capitales que están experimentando en la actualidad; mantengan bajo control los riesgos de sobrecalentamiento en la economía; y facilitar la corrección de los desequilibrios externos.
Fuente: Caja Madrid
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