Esta semana el INE publicó la estadística del año 2009 sobre actividades en I+D donde ponía de manifiesto que desgraciadamente el gasto español en I+D, en términos absolutos, registró un descenso del 0,8%, con respecto a 2008. No es una caída fuerte, pero sí la primera que se produce desde 1994. Sobre esta información escribimos un post, el 16 de noviembre, titulado Gasto en España en actividades de I+D (2009).
Hoy me gustaría señalar un aspecto más positivo de nuestro nivel tecnológico: la balanza tecnológica española está mejorando. La balanza tecnológica contabiliza el flujo de cobros y pagos de royalties (regalías) por la utilización de patentes, en este caso, entre España y el resto del mundo. La balanza tecnológica es una subbalanza de la balanza de pagos que publica el Banco de España con muchísimo retraso. Los datos del primer semestre de la balanza tecnológica fueron publicados el 31 de octubre. Pues bien en el primer semestre de 2010 y como consecuencia de la crisis económica la balanza tecnológica arrojó un déficit de solo 644 millones de euros. La situación de 2010 parece que será mejor que la de 2009. En el año 2009 la balanza tecnológica arrojó un saldo negativo de 1.374 millones de euros que a suvez fue mejor que el del año 2008 (ver cuadro). ¿Por qué es mejor? Porque la cobertura que mide la parte de importaciones que son cubiertas por las exportaciones mejora sensiblemente (ver cuadro).
¿Por qué mejora la balanza tecnológica?
Porque la situación económica es mejor fuera de España que dentro. Como consecuencia el resto del mundo nos puede pagar más royalties (porque produce y vende más con patentes españolas) y, en cambio, en España como van peor las cosas y se produce y se vende menos (también con patentes extranjeras) se paga menos al exterior en concepto de royalties. “Nuestro gozo en un pozo”.
BALANZA DE ROYALTIES (Millones de euros)
Año | Ingresos (X) | Pagos (M) | Saldo | Cobertura X/M |
2000 | 460 | 1919 | -1459 | 24% |
2001 | 408 | 1875 | -1457 | 22% |
2002 | 392 | 1923 | -1531 | 20% |
2003 | 468 | 2229 | -1761 | 21% |
2004 | 402 | 2443 | -2041 | 16% |
2005 | 447 | 2121 | -1674 | 21% |
2006 | 749 | 2005 | -1256 | 37% |
2007 | 390 | 2626 | -2236 | 15% |
2008 | 539 | 2261 | -1722 | 24% |
2009 | 737 | 2467 | -1739 | 30% |
2010 (primer semestre) | 372 | 1016 | -644 | 37% |
Fuente: Banco de España,octubre, 2010.
Sin embargo, el déficit sigue siendo alto lo que muestra la elevada dependencia tecnológica española. El análisis de los datos relativos a la balanza tecnológica española y a otros indicadores de ciencia y tecnología muestran que España sigue importando mucha más tecnología de la que exporta. Esta dependencia tecnológica española queda reflejada en los bajos niveles de cobertura de su balanza de royalties (25% de media en el periodo 2000 -2009).
En el cuadro se observa cómo los saldos de la balanza tecnológica española en concepto de royalties han sido siempre muy volátiles y muy negativos y con coberturas que oscilan entre el 15% y el 37%. En el primer semestre de 2010 por cada 100 euros que España paga de royalties solo ingresaba 37. Las bajas tasas de cobertura que muestra el cuadro confirman la elevada dependencia tecnológica española con respecto a otros países.
Política tecnológica
Como venimos señalando, desde hace 4 años que comenzó a andar este blog, España necesita hacer un esfuerzo mayor en investigación, lo que se traduciría en un mayor nivel tecnológico. El fenómeno de la globalización y de la crisis económica impone el necesario incremento de la competitividad y el constante reto de la innovación tecnológica. Una de las políticas que se debe seguir es incrementar la vinculación de las empresas con la investigación que realiza el sector público. No se debe olvidar que una parte muy importante de la investigación que se realiza en España la realiza el Sector Público, con el dinero de todos los españoles.
De ahí que una de las misiones del sistema investigador público debe ser la de proporcionar al aparato productivo la tecnología que necesita, favoreciendo, especialmente, el suministro de innovación a la pequeña y mediana empresa española. En este sentido, se debe procurar que los organismos públicos de investigación se fijen como objetivo contribuir al desarrollo económico del país y ser centros de excelencia investigadora conectados a las necesidades del sector privado, capaces, por tanto, de preguntarse y de dar respuesta a las necesidades del mercado. No hay que olvidar que el objetivo de la política científica y tecnológica es el crecimiento económico y, por tanto, del empleo de alta productividad que es el duradero a largo plazo.
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