En un post reciente ¿El aumento de la población mundial puede mejorar el nivel tecnológico? hicisteis algunos comentarios sobre la política del hijo único en China. Esa política coincidó con la voluntad de muchos padres chinos de evitar a sus hijos las estrecheces que sufrieron ellos en la época de Mao. La consecuencia ha sido la aparición de una enorme masa de potenciales niños mimados. En China hace tiempo que les llaman «pequeños emperadores». Los pequeños emperadores o hijos de seis bolsillos nacen sin hermanos, sin tíos, ni primos y con seis fuentes de dinero para cubrir sus necesidades: los padres y los abuelos maternos y paternos.
Resultado de la política del hijo único: la aparición de una población joven con un nivel de consumismo alucinante, individualismo, egocentrismo, carácter caprichoso, piden mucho, quieren todo muy rápido, pérdida de valores y, por tanto, una de las principales preocupaciones de los chinos y tal vez la más compleja de resolver.
Estos jóvenes han crecido viendo el rápido ascenso de su país y no esperan menos para su futuro personal. ¿Podrán triunfar sin esfuerzo? Parece difícil. ¿Puede la mano de obra extranjera que entra en China competir contra los pequeños emperadores? No, a no ser que dominen el idioma, es decir, que hablen chino mandarín.
Escasez de trabajadores cualificados y aumento de la tasa de dependencia
Tal como señalábamos en ¿El aumento de la población mundial puede mejorar el nivel tecnológico?, como consecuencia del fuerte control de la natalidad (que ha generado estos «emperadores») está habiendo un número cada vez menor de trabajadores para cubrir las necesidades de un creciente número de viejos.
Lógicamente, este aumento del envejecimiento viene acompañado de un crecimiento en la tasa de dependencia, es decir, de un incremento del porcentaje de personas que no trabajan en relación a las que trabajan, o lo que es lo mismo, la proporción de gente que trabaja está disminuyendo. Así, según Naciones Unidas, en 2010, por cada 10 personas en edad de trabajar, hay en China 4 personas inactivas, es decir, las que son menores de 16 años o mayores de 64. Una tasa de dependencia del 40%. Pero en 2025 la tasa se acercará al 50%.
Es cierto que estos índices no son tan altos como los que se prevén en algunas economías occidentales, y permanecerán por debajo de la media del mundo durante algún tiempo. Japón está en el 56%, y alcanzará el 69% en 2025. En EEUU, la ratio se sitúa en la actualidad en el 50%, y aumentará al 58% en 2025.
Caída del crecimiento económico y del liderazgo de China.
Pero como ya hemos analizado en un post anterior junto a la caída de la población se va a producir una caída en el nivel tecnológico que es el factor más importante del crecimiento de las economías, por lo que el crecimiento económico anual chino puede caer desde el 10% actual hasta el 7,5% en 2015, y el 6,5% en 2020.
Esto implicaría que China perderá su condición de ser la economía con más rápida expansión de Asia. De ahí que muchos analistas esperan que el índice de crecimiento anual de India supere al chino entre 2013 y 2015. Un motivo de ello es que la tasa de dependencia india disminuye avanzando en la dirección opuesta a la de China, una tendencia que podría mantenerse al menos hasta 2040.
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