Una de las oportunidades que tiene la economía de África, y también la de América Latina, es la de transformar una parte de su economía sumergida en economía formal (legal). Egipto es un buen ejemplo que explica los efectos positivos de que salga a la superficie una parte de la economía sumergida. En el 2004, el ministro de Egipto Youssef Boutros-Ghali, decidió llevar a cabo una reducción de impuestos consistente en reducir el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas desde un 40% a un 20%. Con esta política consiguió aumentar la recaudación por dos vías: a) que la gente que pagaba impuestos declarase una mayor parte de su renta y b) que los que no pagaban nada se animasen a pagar. Un ejemplo de cómo a veces funciona la Curva de Laffer.
Con una mayor economía de superficie (formal) 1) los diferentes productos y servicios que se venden amplían su presencia en los mercados y 2) al desaparecer el mercado negro la recaudación aumentará lo que permitirá incrementar el gasto público, como por ejemplo, la inversión en educación e infraestructuras, tan necesaria en ambos continentes. Además, con una mayor economía formal, aumenta la seguridad jurídica y la transparencia lo que permite mayores niveles de confianza a los inversores nacionales y extranjeros en el país, con el consiguiente aumento del capital productivo.
Aumento de las infraestructuras
Además la ciencia económica demuestra que la inversión en infraestructuras en zonas donde hay poco desarrollo, como en muchos países africanos, consigue más rendimientos que en países con mayor nivel de desarrollo. En este sentido, el aumento de infraestructuras en un país de África tendrá un impacto económico mayor que si se realiza en un país desarrollado. Así, por ejemplo, el desarrollo actual de la telefonía móvil en África aunque está dando sus primeros pasos, permite un crecimiento impresionante del tejido empresarial y un mayor dinamismo económico. Ello se debe a que la telefonía móvil, está permitiendo agilizar los tratos comerciales entre agricultores y también en otros sectores de la economía, permitiendo que las fuerzas del mercado (oferta y demanda) se encuentren con una mayor transparencia y rapidez.
Más bancarización
Mayores niveles de economía legal (o de superficie) también facilitan el desarrollo del sistema bancario, lo que a su vez genera más facilidades y seguridad a los inversores extranjeros al aumentar considerablemente los movimientos monetarios bajo el control de bancos que suelen ser independientes de los Gobiernos y de las administraciones públicas, algunas de ellas corruptas. Además, en un continente, como África, donde el 5% de Renta Disponible depende de las transferencias que reciben de los africanos residentes en el extranjero, es conveniente tener una infraestructura bancaria y financiera que permita unas transacciones fáciles, rápidas y transparentes.
En definitiva, la lucha contra la economía informal, en África y también en algunos países de América Latina va a generar un aumento de la bancarización y de las infraestructuras viarias y de telecomunicaciones que van a permitir un mayor desarrollo económico.
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