Según datos publicados el viernes de esta semana por el INE, en el segundo trimestre de 2008, las familias españolas ahorraron más. Así, la tasa de ahorro de los hogares se situó en el 14% de su renta disponible en el segundo trimestre del año 2008, lo que supone 2,7 puntos más que el mismo periodo de 2007. El crecimiento del ahorro fue del 30%, en términos reales, mientras que el gasto en consumo de los hogares también en términos reales se estancó, es decir, tuvo un crecimiento prácticamente nulo. En definitiva, las familias para hacer frente a la crisis ahorran más. Pero también porque al reducirse el porcentaje de consumo sobre su renta disponible les ha quedado más renta para ahorrar.
¿Por qué se reduce el consumo?
Es bien sabido que, en España, el precio de las casas está cayendo y todavía lo hará más y más rápidamente y esto es bueno porque así podremos digerir cuanto antes, quizá en 2 ó 3 años, los inmuebles que están a la venta. Pero los menores precios de la vivienda y las caídas de la bolsa están generando a la vez un efecto pobreza que tiene como principal consecuencia la congelación del consumo. ¿Por que cuando cae el precio de las casas disminuye el consumo? El economista Franco Modigliani, premio Nóbel de economía en 1985 demostró que el consumo no solo depende de la renta corriente, como aseveraba Keynes o de la renta permanente (como demostró Friedman), sino también de la riqueza. Es decir, que cuando la riqueza disminuye va a producir efectos negativos sobre el consumo. A eso se le llama efecto pobreza. Decía Modigliani que lo primero que hacen los consumidores cuando se produce un descenso de su riqueza es no cambiar de coche. Y, que cuando se produce un fuerte descenso del patrimonio (riqueza) de las familias cae fuertemente el consumo. Sólo hay que preguntarle a los concesionarios de coches cuantos han vendido este año. Esto es lo que está pasando ahora en España y en el mundo que está cayendo la riqueza y como consecuencia el ahorro aumenta y el consumo disminuye.
Pero el consumo también se debilita por la inflación (el próximo martes se publicará el dato de septiembre) que está erosionando la capacidad de compra de los españoles ya que reduce su poder adquisitivo. El «efecto pobreza» no solo se genera por la reducción de la riqueza inmobiliaria de los hogares sino también por la reducción de la riqueza mobiliaria (fondos de pensiones, fondos de inversión, cartera de valores, etc.). La fuerte caída de la bolsa, un 45% en Europa y un 40% en España en lo que va de año, también generará un descenso del consumo, es decir, un efecto pobreza que reduce la capacidad de gasto y, por tanto, la demanda de bienes de consumo. Otro elemento que también está incidiendo negativamente en el consumo es el elevado nivel del Euríbor y como consecuencia las elevadas cargas hipotecarias que sufren los hogares españoles. También por esta vía se produce un efecto pobreza que reduce el consumo.
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