Mañana se cumplen 20 años del 19 de octubre de 1987 (lunes), en que las bolsas de todo el mundo, se desplomaron. Ese día el Dow Jones cayó más de un 22%, su peor caída en un día. A lo largo de la historia, octubre ha sido el mes de los derrumbes. En octubre de 1929, las bolsas descendieron un 23% en dos días. Y el 27 de octubre de 1997, el índice Dow Jones cayó un 7,2%, con lo que culminó una bajada del 13% en dos meses. De ahí que octubre es un mes en que muchos inversores están nerviosos por que lo asocian con colapsos y elevada volatilidad bursátil.
Sin embargo, esta preocupación por la volatilidad tiene su lado positivo. Como los inversores están esperando lo peor, si las cosas no salen tan mal muchos inversores podrían lanzarse a comprar acciones en un intento por recuperar el terreno perdido, impulsando aún más la subida de las bolsas. Es más la mayoría de los años, octubre ha sido un buen mes para la bolsa, marcando muchas veces el inicio de un auge en el cuarto trimestre. Esto es, precisamente, a lo que apuestan hoy los inversores. El Dow Jones acumula una subida del 11,5 % en lo que va del año. Desde el 9 de octubre el Doiw viene cayendo debido, como ya hemos relatado en este blog de economía, a que el entorno está cargado de incertidumbre. El precio del petróleo, como ya indicamos en este blog, sigue subiendo.
Como ha señalado recientemente E.S. Browning (WSJ de 15 de octubre de 2007, “Exorcising Ghosts of Octobers Past”) al igual que en 1987, el mercado alcista ya dura cinco años y está algo cansado. En 1987, tal como hoy, el dólar estaba depreciándose. Hacia finales de 1987, Estados Unidos y sus socios comerciales también discutían acerca de la debilidad del dólar. Antes, al igual que hoy, EEUU estaba nervioso por su gran déficit comercial y por las exportaciones asiáticas: entonces era Japón, hoy es China. En 1987, al igual que hoy, los inversores extranjeros invertían mucho en EEUU. En 1987, las empresas de adquisiciones deslumbraban a Wall Street comprando grandes compañías. Lo mismo ha sucedido este año. Y en 1987 y 2007 los mercados de préstamos atravesaron por turbulencias.
Sin embargo, a pesar de las similitudes, y tal como ha señalado Ben Bernanke, Presidente de la Reserva Federal (Fed) también hay muchas diferencias. Hoy, los tipos de interés son mucho más bajos que entonces. Y la inflación, que tanto preocupaba a la Fed en 1987, está ahora más contenida hoy, al menos por el momento. Una de las diferencias más importantes entre entonces y hoy es la postura de la Fed. Para combatir la inflación, en 1987 la Fed estaba elevando los tipos de interés y ajustando las condiciones de crédito. Alan Greenspan, entonces presidente del banco central estadounidense, no alivió las condiciones de crédito hasta después del desplome bursátil. En cambio, en esta ocasión, la Fed ha intervenido bajando los tipos de interés e inyectando dinero al sistema bancario. Hoy, la falta de liquidez de los mercados de crédito es para la Fed una preocupación mayor que la inflación.
Para saber que harán los mercados en el futuro habrá que saber, entre otras cosas, cual será la política monetaria, es decir, que harán la Reserva Federal y el Banco Central Europeo con respecto a los tipos de interés.
Comentarios