Con bastante frecuencia hemos ido comentando, en este blog de economía, lo que está pasando en las economías del Norte de Europa: Noruega, Finlandia, Suecia y Dinamarca. Desde sus inicios, este blog de economía, ha tenido cierta debilidad y admiración por el llamado modelo nórdico. Sin embargo, nunca hemos hablado de Islandia, uno de los países más prósperos del mundo; aunque no siempre fue así.
Reformas económicas
Hasta finales de la década de los años 80, la sociedad islandesa era profundamente socialista, con muchas empresas propiedad del estado, altos impuestos y excesivas interferencias del estado en al economía. Pero las cosas cambiaron a comienzo de la década de los años 90 cuando ganó el actual partido de gobierno el Partido de la Independencia (conservador). Su Primer Ministro Geir Haarde, empezó (hace 16 años) a liberalizar la economía de este pequeño país y lo llevó a la prosperidad. Los impuestos sobre el beneficio de las empresas se redujeron del 45% al 18% y los impuestos sobre la renta del 33% al 24%. Durante el mismo periodo, muchas compañías estatales se privatizaron y se introdujo competencia en sectores antes monopolizados por el estado. El PIB de Islandia creció a una media de 4.3% anual entre 1995-2006. El desempleo es del 1.6%.
Elecciones en Islandia, entre la renovación y la continuidad.
Las elecciones generales celebradas el pasado 12 de mayo volvieron a situar al Partido de la Independencia (conservador), como la fuerza más votada. El segundo partido más votado fue el de los socialdemócratas. Como consecuencia de estos resultados Geir Haarde (Partido de la Independencia) ha optado por un gobierno de coalición con los socialdemócratas. Él seguirá al frente del gobierno, mientras que Ingibjorn Solrun Gisladottir líder de los socialdemócratas será la ministra de Asuntos Exteriores. El resto de las carteras se repartirán a partes iguales entre los dos partidos. Mientras que los conservadores estarán al frente de materias como economía, educación, justicia, sanidad, agricultura y pesca; los socialdemócratas estarán al frente del ministerio de industria, medio ambiente, empresas, transportes y asuntos sociales.
¿Habrá cambios en la política económica?
La gran cuestión es si los dos líderes serán capaces de llegar a un entendimiento en dos temas de vital importancia para el futuro económico del país: por un lado, si Islandia debe seguir atrayendo inversiones intensivas en energía (como propone el Partido de la Independencia), como es el caso del aluminio, o frenar su crecimiento hasta observar cuales son los efectos de la nueva planta de aluminio sobre el medio ambiente (como proponen los socialdemócratas). El otro tema es la entrada o no de Islandia en la UE. Mientras los socialdemócratas se muestran defensores de la adhesión, el Primer Ministro ha manifestado en reiteradas ocasiones su oposición. No hay que olvidar que Islandia con sus 300.000 habitantes ha conseguido en el plazo de 16 años convertirse en uno de los países más prósperos del mundo y con mayor nivel de bienestar social. A pesar de esta posiciones tan contrarias entre si, nuevamente se ha demostrado que en Europa es posible formar una gran coalición entre la derecha y la izquierda. Por ejemplo, Francia y Alemania ¿Sería posible una coalición de este tipo en España?
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