WP_Post Object ( [ID] => 3940 [post_author] => 28819 [post_date] => 2006-09-27 11:46:44 [post_date_gmt] => 2006-09-27 10:46:44 [post_content] => (Valentín Bote Álvarez-Carrasco. valentin.bote@enter.ie.edu) Nadie discute hoy la importancia del capital tecnológico en el desarrollo económico de los distintos países. Contamos con las experiencias de países, como Corea del Sur, que resultan paradigmáticos en cuanto a la apuesta realizada por el gobierno en materia de profundización tecnológica. El fuerte desarrollo tecnológico se tradujo en un desarrollo económico espectacular. Como simple comparación, la renta per capita coreana en 1970 era la mitad de la de, por ejemplo, México, y en 2004 duplicaba la renta per capita de dicho país norteamericano. Y eso que en estas décadas la renta per capita mexicana también creció a un buen ritmo. En general el conjunto de países en desarrollo está haciendo uso del capital tecnológico para converger con los países más avanzados en cuanto a uso de la infraestructura de información. En el ámbito de la Sociedad de la Información, una fuente importante de progreso tecnológico, basta con recordar que en 1993 la proporción de usuarios de Internet en los países en vías de desarrollo era de 1 por cada mil habitantes y diez años después, en 2003, la cifra se había elevado ya a 75 por cada mil, de acuerdo con datos del Banco Mundial. Incluso en los países más pobres del planeta se han producido avances de gran importancia, ligados en muchos casos a tecnologías relativamente nuevas, como la telefonía móvil. Así, por ejemplo, en Burkina Faso, por ejemplo, un país con una de las rentas per capita más bajas del planeta, aproximadamente unos 360 dólares por año (aunque creciendo a un ritmo razonable, ya que en el año 2000 era tan solo de 250 dólares anuales), se disponían en 1990 de menos de 7.000 teléfonos fuera de la capital, que atendían las necesidades de una población de 8,3 millones de personas diseminadas en 259.000 kilómetros cuadrados. El impacto de las cifras puede ser mayor si se tiene en cuenta que estamos hablando de un teléfono por cada 1.200 habitantes y por cada 37 kilómetros cuadrados. A día de hoy la cobertura de telefonía móvil alcanza al 60 por 100 de la población y cuentan con unos 20 suscriptores de móvil por cada mil habitantes. Aunque en materia de telefonía fija también se ha avanzado, puesto que hoy ya hay 5 teléfonos fijos por cada 1000 habitantes, está claro que las nuevas tecnologías ligadas a la telefonía móvil han sido las ganadoras en esta carrera por el desarrollo del país. En cualquier caso se puede apreciar como las TIC están extendiéndose por el mundo en desarrollo y están sirviendo como motor del crecimiento económico en estos países. Sin embargo, el desarrollo económico ligado al capital tecnológico no está siendo homogéneo en los países en vías de desarrollo. En un reciente estudio publicado por el Banco Mundial se evalúa el efecto de la calidad de las instituciones nacionales en la evolución del capital tecnológico de los países en vías de desarrollo. Sobre este trabajo escribiré en unos días. [post_title] => Buenos gobiernos y progreso tecnológico [post_excerpt] => [post_status] => publish [comment_status] => open [ping_status] => closed [post_password] => [post_name] => buenos_gobierno_1 [to_ping] => [pinged] => [post_modified] => 2023-12-13 13:42:50 [post_modified_gmt] => 2023-12-13 12:42:50 [post_content_filtered] => [post_parent] => 0 [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/archives/2006/09/buenos_gobierno_1.php [menu_order] => 0 [post_type] => post [post_mime_type] => [comment_count] => 2 [filter] => raw )
(Valentín Bote Álvarez-Carrasco. valentin.bote@enter.ie.edu) Nadie discute hoy la importancia del capital tecnológico en el desarrollo económico de los distintos países. Contamos con las experiencias de países, como Corea del Sur, que resultan paradigmáticos en cuanto a la apuesta realizada por el gobierno en materia de profundización tecnológica. El fuerte desarrollo tecnológico se tradujo en un desarrollo económico espectacular. Como simple comparación, la renta per capita coreana en 1970 era la mitad de la de, por ejemplo, México, y en 2004 duplicaba la renta per capita de dicho país norteamericano. Y eso que en estas décadas la renta per capita mexicana también creció a un buen ritmo.
En general el conjunto de países en desarrollo está haciendo uso del capital tecnológico para converger con los países más avanzados en cuanto a uso de la infraestructura de información. En el ámbito de la Sociedad de la Información, una fuente importante de progreso tecnológico, basta con recordar que en 1993 la proporción de usuarios de Internet en los países en vías de desarrollo era de 1 por cada mil habitantes y diez años después, en 2003, la cifra se había elevado ya a 75 por cada mil, de acuerdo con datos del Banco Mundial.
Incluso en los países más pobres del planeta se han producido avances de gran importancia, ligados en muchos casos a tecnologías relativamente nuevas, como la telefonía móvil. Así, por ejemplo, en Burkina Faso, por ejemplo, un país con una de las rentas per capita más bajas del planeta, aproximadamente unos 360 dólares por año (aunque creciendo a un ritmo razonable, ya que en el año 2000 era tan solo de 250 dólares anuales), se disponían en 1990 de menos de 7.000 teléfonos fuera de la capital, que atendían las necesidades de una población de 8,3 millones de personas diseminadas en 259.000 kilómetros cuadrados. El impacto de las cifras puede ser mayor si se tiene en cuenta que estamos hablando de un teléfono por cada 1.200 habitantes y por cada 37 kilómetros cuadrados. A día de hoy la cobertura de telefonía móvil alcanza al 60 por 100 de la población y cuentan con unos 20 suscriptores de móvil por cada mil habitantes. Aunque en materia de telefonía fija también se ha avanzado, puesto que hoy ya hay 5 teléfonos fijos por cada 1000 habitantes, está claro que las nuevas tecnologías ligadas a la telefonía móvil han sido las ganadoras en esta carrera por el desarrollo del país. En cualquier caso se puede apreciar como las TIC están extendiéndose por el mundo en desarrollo y están sirviendo como motor del crecimiento económico en estos países.
Sin embargo, el desarrollo económico ligado al capital tecnológico no está siendo homogéneo en los países en vías de desarrollo. En un reciente estudio publicado por el Banco Mundial se evalúa el efecto de la calidad de las instituciones nacionales en la evolución del capital tecnológico de los países en vías de desarrollo. Sobre este trabajo escribiré en unos días.
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