Hoy domingo hay elecciones en Argentina. Se va a renovar la mitad de los represntantes del pueblo en el Congreso y en el Senado. Se espera que el Frente para la Victoria, el partido de los Kirchner, sea derrotado. Si esto ocurre, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner tendrá que negociar su política, también la política económica, con los ganadores.
Algunas causas de la derrota
1) La recesión: Desde 2003 y hasta 2008, la Argentina ha estado creciendo rápidamente, 8% al año. Pero esto ha sido principalmente el resultado de la subida de los precios mundiales de las materias primas. Este año 2009 se enfrenta, al igual que muhos países del mundo, con una recesión: una caída del PIB superior al 3%.
2) Los impuestos, la inflación y el descontento en el campo. También y tal como comentábamos en este blog de economía, (Argentina: cambio en el modelo económico) la ambición recaudatoria del gobierno de la presidenta Kirchner había sumido a la economía argentina en una situación de crisis económica y social. El gobierno puso un impuesto muy elevado a la exportación de soja y los agricultores dijeron basta y comenzaron no solo a dejar de sembrar sino también a cortar las rutas del país impidiendo el paso de transportes internacionales con alimentos, provocando una reducción en la oferta y como consecuencia una inflación desmedida. Los agricultores bloquearon las carreteras en cerca de 300 lugares en todo el país, impidiendo que los bienes llegaran a los mercados.
3) Otras malas prácticas de política económica: los gobiernos de los Kirchners se han aferrado a una política de control de precios, restricciones aduaneras y arancelarias a los productos importados, impuestos a la exportación (antes citado), subsidios a los precios de la energía, prohibición a las exportaciones de carne, incumplimiento de los contratos con las empresas extranjeras, congelación de las tarifas de los servicios públicos que ha puesto en serio peligro la continuidad y la calidad de los servicios, política monetaria excesivamente laxa, gasto público desbordado y tipo de cambio muy intervenido para mantenerlo debilitado. Además la solución a los problemas económicos de Argentina no es, como quiere Cristina Kircner, una vuelta al peronismo, es decir, al populismo más rancio, por jemplo, en plena campaña electoral ha prometido subir los impuestos a la propiedad inmobiliaria.
4) La nacionalización del sistema de pensiones privadas. Hace unos meses el gobierno argentino obligó a convertir las pensiones privadas en pensiones públicas. Se trata de una confiscación y un ataque a los derechos de propiedad, lo que, sin duda, ha generado inseguridad jurídica y está ahuyentando la inversión extranjera.
Hoy se espera que los K pierdan, sin embargo hay que considerar que aunque Kirchner perdiera hoy su mayoría en el Congreso, el nuevo Congreso no tomaría posesión hasta dentro de ocho meses, lo que da a los Kirchner un amplio espacio de tiempo, demasiado amplio para mi gusto, para negociar con los ganadores una nueva política económica.
¿Qué política económica se debe aplicar?
La solución en la Argentina pasa por una política económica ortodoxa, es decir, hay que eliminar los controles de precios, las restricciones aduaneras a los productos importados, los impuestos a la exportación, los subsidios a los precios de la energía y la prohibición a las exportaciones de carne. También hay que descongelar las tarifas de los servicios público. Hay que aplicar una política monetaria adecuada y liberalizar el tipo de cambio (hasta ahora muy intervenido para mantenerlo debilitado). Habría también que hacer coincidir la inflación oficial con la real. Por último, se debe reprivatizar el sistema de pensiones.
La derrota de los K favorecerá que la Argentina se pueda separar de los gobiernos populistas de Venezuela, Ecuador, Cuba, Bolivia y Nicaragua. Es más si a los K las cosas se les ponen feas se tendrán que exiliar probablemente a Venezuela.
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