Hace unas pocas semanas la Conference Board ha publicado su informe anual sobre la evolución de la productividad en el mundo (ver un resumen del informe aquí).
La mayoría de los economistas coinciden en afirmar que la evolución futura de la productividad es el indicador más fiable del ritmo de crecimiento económico de un país en el largo plazo. Diferentes estudios empíricos corroboran esta idea y cuantifican entre un 60% y un 80% la contribución de la productividad total de los factores al crecimiento de la renta per cápita en un país en el largo plazo. La productividad se puede medir de varias maneras pero las dos más frecuentes son las siguientes:
- Producto por trabajador u hora empleada: este ratio proporciona la llamada productividad laboral.
- Producto por unidad de input (capital y trabajo): este ratio proporciona la productividad total de los factores (PTF) y su crecimiento se entiende como la diferencia entre el aumento de la producción y el aumento de los inputs utilizados (capital y trabajo).
El crecimiento de la PTF es el indicador más fiable del recorrido a largo plazo de la renta per cápita de un país. Esto es cierto sobre todo en aquellos países que han alcanzado un nivel de industrialización relativamente alto ya que en este caso es muy difícil seguir aumentando la productividad de cada trabajador mediante el recurso a más inversión en capital. Los crecimientos en la PTF reflejan a menudo ganancias de eficiencia derivados de un mejor uso de los recursos. Las famosas reformas estructurales si son correctamente aplicadas deberían traducirse en ganancias de eficiencia y mejoras en la PTF. También, si un país se abre al comercio exterior y fruto de ello se especializa en lo que sabe hacer mejor, esto puede reflejarse en un amento de la PTF. Cuando millones de chinos se trasladan de las zonas rurales a las ciudades para trabajar en actividades de mayor valor añadido, esto se traduce en un aumento de la PTF. Un mejor nivel educativo de la población, y en general un aumento en la calidad tanto del factor trabajo como del factor capital, se traduce en un aumento de la PTF.
Pues bien, el informe del Conference Board alerta sobre una ralentización en el crecimiento de la productividad en los países emergentes. Esto es cierto tanto para la productividad laboral como para la PTF.
El gráfico 1, muestra los crecimientos anuales de la PTF para los países emergentes que forman el grupo de los BRIC (Brasil, Rusia, India y China) y el recientemente divulgado grupo de los MINT (México, Indonesia, Nigeria y Turquía). En el último caso no existe la serie completa de datos para Nigeria y no se incluye este país en los gráficos. A modo de comparativa, el gráfico incluye también la serie para España y Estados Unidos.
Gráfico 1. Crecimiento anual de la Productividad Total de los Factores (PTF): 2008-2013 (Fuente: The Conference Board, Total Economy Database).
Los datos de la evolución de la PTF padecen de un problema grave que enmascara la información realmente importante. La PTF tiende a ser cíclica debido a que en un período recesivo, al caer la demanda, el producto por unidad de input tiende a ser menor sin que ello nos informe acerca de la eficiencia productiva en el largo plazo. Sin embargo, y aún teniendo en cuenta este componente cíclico destaca el contraste entre 2010 y 2013, ambos años de cierto rebote en la actividad económica tanto en países emergentes como en países desarrollados que actúan como motor de la actividad económica mundial (EE.UU.). La Conference Board concluye en su informe que los años de alto crecimiento de la PTF en países emergentes se han acabado.
China, por ejemplo, navegó los primeros años de crisis mundial con cierta estabilidad en cuanto a crecimientos de la PTF. Sin embargo, a partir de 2010 ha mostrado un declive constante en este ratio. El Gráfico 2 muestra que este deterioro en el crecimiento de la PTF precede a la crisis económica global y se ha acentuado en los últimos años a pesar de la mejoría económica de su principal socio comercial, los EE.UU.
Esto puede ser debido a cierto agotamiento de su modelo económico, basado en masivas inversiones en capital e infraestructuras, a la ineficiencia de algunas de estas inversiones acometidas bajo el paraguas del gobierno o simplemente a un efecto convergencia (catch-up effect) según el cual, a media que un país se desarrolla económicamente le es cada vez más difícil introducir mejoras sustantivas que afecten de forma importante su economía. El producto por trabajador en China es todavía muy inferior al de EE.UU. (un 15% del norteamericano, aproximadamente) y por tanto, parece más un problema de agotamiento del modelo económico y de falta de reformas que no de efecto convergencia.
Gráfico 2. Evolución de la PTF en China: 2000-2013. Crecimiento anual promedio (%) para el período indicado. (Fuente: The Conference Board, Total Economy Database).
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