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Feb

La Comisión Europea (CE) ha revisado al alza el crecimiento estimado para la UEM, tanto en 2015 (1,3% frente a 1,1%), como en 2016 (1,9% frente a 1,7%). La CE justifica estas mejores perspectivas en base a: (i) el desplome acumulado por los precios del crudo en el último trimestre de 2014; (ii) la intensa depreciación del euro en la última parte del pasado año; (iii) la puesta en marcha de nuevos estímulos monetarios por parte del BCE; y (iv) el Plan de Inversión diseñado por la CE (su impacto será más evidente a partir de 2016).

perspectivas de crec

El crecimiento del PIB será positivo en todos los países por primera vez desde el inicio de la crisis. No obstante, la intensidad y solidez de este crecimiento será desigual por economías y vendrá condicionado, entre otros, por el diferente ritmo y alcance de las reformas aplicadas; por el grado de saneamiento de los balances bancarios; y por los avances en los procesos de desapalancamiento (tanto en el sector privado como en el público). También será determinante el grado de dependencia energético de cada país y su fiscalidad sobre la energía a la hora de beneficiarse del desplome de los precios del crudo.

El fuerte descenso acumulado por los precios del crudo (casi un 60% desde el inicio de la corrección en junio), también explica el notable recorte a la baja de las perspectivas de inflación: -0,1% en 2015 (0,8% previo) y 1,3% en 2016 (1,5% previo). Todos los países han visto recortada sustancialmente la inflación estimada para este año, destacando Alemania (0,1% vs 1,2% en otoño); España (-1,0% vs 0,5% previo) y, en menor medida, Francia (0,0% vs 0,7% previamente) e Italia (-0,3% vs 0,5% inicial).

En cuanto a la evolución de la deuda pública, no se han producido novedades relevantes respecto al informe de noviembre (la revisión a la baja de los ratios de deuda va en línea con la revisión al alza del crecimiento del PIB) y se confirma que en el conjunto de UEM el techo de deuda se alcanzará este año (94,4% del PIB).

La revisión al alza del superávit de la balanza por cuenta corriente en términos de PIB sí ha sido significativa: cerca de 0,5 p.p. en 2015 y 2016, hasta 3,2% y 3,0%, respectivamente. Este resultado se explica, por el mayor superávit estimado en términos de PIB en Alemania (8,0% en 2015 y 7,7% en 2016, frente a 7,1% y 6,7%, respectivamente) y en Italia (2,6% en 2015 y 2016, frente a 1,5% y 1,8%, respectivamente). En este sentido, ya se empiezan a escuchar voces en EEUU (congresistas y senadores) criticando la fuerte apreciación del dólar de los últimos meses. Y, ciertamente, los superávits de balanza por cuenta corriente germanos van a ser motivo de discusión en el futuro.

Pese a que la CE se muestra algo más optimista con la futura evolución de la economía de la región en los próximos años sigue incidiendo en que la intensidad de la recuperación será baja y el ritmo de crecimiento que se alcance será bastante modesto, debido al retraso en la puesta en marcha de reformas. Además, el escenario es cada vez más incierto y los riesgos para estas previsiones están concentrados a la baja (geopolítico, expectativas de inflación a la baja, etc).

Llama la atención, sin embargo, que no se señale de forma explícita la situación en Grecia como un riesgo relevante para el conjunto de la región. De hecho, las previsiones para Grecia sólo reflejan una la modesta revisión a la baja del crecimiento estimado: 2,5% en 2015 (2,9% previo) y 3,6% en 2016 (3,7% anterior). Y, por cierto, el superávit fiscal griego en 2015 (1,1%) será el mayor de toda la Unión Europea.

Por último, la Comisión Europea confirma la consolidación de la recuperación de la economía española y mejora sus previsiones de PIB para 2015 (seis décimas hasta 2,3%) y 2016 (tres décimas hasta 2,5%). El fortalecimiento de la actividad se apoyará en el empuje de la demanda interna, en un contexto de aumento de la confianza, gracias a la reactivación del mercado laboral, las favorables condiciones de financiación y el impacto positivo del abaratamiento de la energía sobre la renta de los agentes. En cuanto a las exportaciones, mantendrán su dinamismo, aprovechando las ganancias de competitividad y la recuperación de nuestros socios comerciales.

Por otro lado, Bruselas no confía en que el incremento de la recaudación fiscal, derivado de la mejora de la economía, contrarreste completamente la bajada de impuestos que entró en vigor el pasado 1 de enero, de modo que prevé un déficit público para este año del 4,5% del PIB, tres décimas por encima del objetivo fijado en el Programa de Estabilidad; en 2016 también se superará el límite (3,7% vs 2,8%). Teniendo en cuenta estos desequilibrios fiscales y el escaso avance del PIB nominal, la deuda de las AA.PP. seguirá creciendo y superará este año el 100% del PIB, llegando hasta el 102,5% en 2016.

Por tanto, aún con luces y sombras, las previsiones de la Comisión Europea empiezan a ser algo más optimistas, reflejando los efectos positivos de la evolución del precio del petróleo y del tipo de cambio. Esperemos que una mala solución a los problemas de Grecia no termine complicando este escenario.

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