El jueves de esta semana este diario nos obsequiaba con un cuadernillo especial titulado “La ofensiva internacional de la empresa española”. Este suplemento se podría resumir diciendo que, en los últimos años, las empresas españolas han dado un paso de gigante en su internacionalización y que lo seguirán haciendo en el futuro. A día de hoy ya nadie duda de que las exportaciones de bienes y servicios son el factor fundamental que está permitiendo que España salga de la grave crisis económica que padece desde hace seis años. Efectivamente, desde el año 2009 las exportaciones han aumentado año tras año.
En 2014 las exportaciones volverán a crecer aunque a un ritmo más lento. El mayor crecimiento de la economía mundial y las medidas expansivas del Banco Central Europeo (que conducirán a una mayor depreciación del euro) favorecerán el incremento de nuestras exportaciones. Según datos publicados ayer por el Ministerio de Economía, de enero a abril las exportaciones aumentaron un 1,4 % con respecto al mismo periodo del año pasado hasta alcanzar los 78.038 millones, nuevo máximo en la serie histórica que se remonta a 1971.
Premios a la exportación
Detrás de estos datos hay miles de historias empresariales que merecen ser contadas. Hace unos días participé en la concesión de los II Premios Crédito y Caución a la Internacionalización, que impulsa la aseguradora de crédito con el apoyo del Alto Comisionado para la Marca España, el IE Business School y el diario Expansión. Como miembro del Jurado tuve el privilegio de poder analizar muy de cerca las historias de las 143 empresas que se presentaron. El perfil medio del candidato al premio era el de una empresa fundada hace más de 40 años que logra la mitad de su facturación a través de las exportaciones, cuenta con 450 empleados, de los cuales el 20% está expatriado, exporta a 32 países, tiene sucursales en cuatro y lleva más de 22 años exportando sin interrupción.
Las empresas premiadas presentan diversos tamaños, sectores de actividad o procedencias geográficas, pero todas se distinguen por aplicar las palancas de la innovación y la diversificación a sus productos, marcas, estrategias y mercados: 1) García-Carrión y su capacidad de vender vino, de las cinco denominaciones de origen más conocidas del país, en el mercado internacional a través de una sola marca;
2) Cosentino y su último material ultracompacto de gran formato de revestimiento de superficies (suelos, exteriores, cocinas, etc.) logrado tras 22.000 horas de investigación;
3) Arluy capaz de diferenciarse en un mercado maduro como es el de las galletas a través de licencias con Disney o Los Simpson;
4) Rotor Bike Components, que cuenta con las mejores patentes de alta tecnología relacionadas con la bicicleta;
5) Coren, el mejor ejemplo de cómo exportar con éxito desde el cooperativismo agroalimentario bien gestionado;
6) Textil Santanderina, que consigue a través de un permanente cambio tecnológico ser un referente en un sector marcado por la fuerte competencia global;
7) Gowex, que aspira a convertirse en el estándar WiFi gratuito a nivel mundial.
Las 143 empresas participantes son una muestra de las miles de empresas españolas que exportan bienes y servicios desde nuestro país. Gracias a las exportaciones la economía española lleva cuatro trimestres, incluyendo el segundo trimestre de este año, con crecimiento positivo y con creación de empleo. Estamos mejor que hace un año y mucho mejor que hace dos años.
Aumenta la producción industrial
Gracias a esta internacionalización de la economía la producción industrial española crece a un ritmo considerable. El jueves de esta semana Eurostat publicó los datos de producción industrial de la Unión Europea (UE) para abril, que muestran que la industria de la UE mantiene la tendencia creciente que comenzó en el tercer trimestre del año pasado. Así, la producción industrial en los países de la UE ha crecido en abril un 1,4%, en términos interanuales y corregidos los efectos estacionales y de calendario. Además, los datos de Eurostat sitúan el crecimiento de la producción industrial española muy por encima de la media europea. Entre el pasado abril y el mismo mes del año anterior la producción industrial creció en España un 4,7%, el mayor avance desde marzo de 2010 y una tasa muy superior a la del Reino Unido (3,9%), Alemania (1,7%), Italia (1,6%) o Francia (donde ha disminuido un 1,8%). El crecimiento de la producción industrial española ha superado incluso a la estadounidense (2,9%) y a la japonesa (3,8%).
Esta reactivación de la industria española se apoyó sobre todo en la producción del sector de bienes de equipo que creció, en tasa anual, un 9%. Este importante aumento de la producción de bienes de equipo está permitiendo satisfacer la demanda externa y la interna, consolidando así el cambio de modelo productivo que se está llevando a cabo en la economía española. Además, el espectacular crecimiento de la fabricación, la importación y la exportación de bienes de equipo muestran que España se ha integrado en la cadena de producción mundial de estos bienes, es decir, un mismo bien es importado, reelaborado y exportado de nuevo.
Estos buenos datos para la industria española continuaron durante el mes de mayo. Así el Índice de Gerentes de Compras de las empresas manufactureras (PMI por sus siglas en inglés) repuntó el mes pasado y se situó en 52,9 puntos, frente a los 52,7 de abril (por encima de 50 indica expansión de la actividad, mientras que por debajo implica contracción). Esto supone el sexto aumento mensual consecutivo y pone de manifiesto que el crecimiento económico se aceleró también en este segundo trimestre.
Se reducen los desequilibrios
Gracias a la mejor situación de la economía, también de la producción industrial, algunos desequilibrios se están reduciendo. Un mayor crecimiento está generando más recaudación fiscal y el déficit público, que llegó a representar el 11,2% del PIB, en 2011, se situará este año cerca del 6%. También más crecimiento significa mayor creación de empleo. En los últimos doce meses se ha producido un incremento anual en la afiliación a la Seguridad Social de 261.361 personas. Además, poco a poco, el desequilibrio entre la oferta y la demanda de viviendas se está ajustando. En los 12 meses que van de abril del año pasado a abril de este año se han vendido 298.985 viviendas nuevas y usadas: un 23% más que en los doce meses anteriores. Un ajuste que se produce gracias a la caída de los precios. Desde el arranque de la crisis, el descenso de precios en el sector inmobiliario ha sido del 40%.
A la reducción de los desequilibrios en las cuentas del sector público, el mercado de trabajo y en el de la vivienda se debe unir la estabilidad de precios. El INE informó ayer que en el mes de mayo, con respecto a abril, la subida Índice de Precios de Consumo (IPC) fue cero. Y la variación anual del IPC fue solo del 0,2%.España lleva 9 meses en que los precios de los bienes de consumo crecen menos que los del conjunto de la zona del euro. Gracias a esta estabilidad de precios, los ciudadanos no pierden poder adquisitivo y las empresas mantienen su política de moderación salarial para poder competir mejor en los mercados internacionales. Una prueba es el aumento de las exportaciones de bienes y servicios. Los datos del primer trimestre muestran que esa exportación supone ya el 34% del PIB, dos puntos más que hace un año.
En definitiva, España sigue aumentando su competitividad exterior y las siete empresas premiadas por Crédito y Caución a la internacionalización constituyen un buen exponente de nuestras capacidades, de lo que somos y de lo que podemos llegar a ser como país. Las 143 empresas que participaron en el concurso son una pequeña parte del conjunto de 140.000 empresas exportadoras españolas que están respondiendo con mucho esfuerzo a la necesidad de encontrar, en estos tiempos de crisis, clientes en nuevos mercados. ¡Un ejemplo que pueden y deben seguir muchas otras!
Fuente: Rafael Pampillón Olmedo. “Reconocimiento a los exportadores”. Expansión. Sábado, 14 de junio de 2014; página 42.
Comentarios