20
Oct

Esta semana hemos conocido información relevante sobre la evolución reciente de la economía de Estados Unidos (EEUU), China, Alemania y España. Lo más positivo de esa información ha sido el acuerdo que se ha producido en EEUU entre demócratas y republicanos sobre el límite de endeudamiento público. Se ha eliminado así el riesgo de incurrir en un impago de la deuda, lo que podría haber desestabilizado, no solo la economía de EEUU, sino también la economía mundial.  Una crisis que ha paralizado a la administración federal durante los primeros 16 días de este mes de octubre y provocado un efecto negativo en el PIB americano de este cuarto trimestre estimado en alrededor de cuatro décimas. Aún así esperamos para EEUU un crecimiento del 1,5% para el conjunto de este año y del 2,6% para el año próximo.

Aunque la solución final del conflicto entre los dos grandes partidos se ha aplazado hasta el 7 de febrero de 2014, sin embargo, en esa fecha los republicanos tendrán que ceder, ya que las encuestas los señalan como principales responsables de la crisis y de la incertidumbre sobre un posible impago del Tesoro americano que dicha crisis ha generado. Si el Partido Republicano vuelve a las andadas corre un serio riesgo de perder en noviembre de 2014 su mayoría en la Cámara de Representantes. La reacción de los mercados no se ha manifestado todavía. Ayer  el Dow Jones bajaba, en cambio, el Nasdaq subía. En lo que va de año el Dow Jones ha subido 17,3% y el Nasdaq el 24%. La revalorización de las bolsas y la mejora de la confianza pueden hacer que el consumo siga aumentando. Y no se debe olvidar que el consumo de EEUU sigue siendo el primer motor de la economía mundial.

China y Alemania mejoran

Tenemos también buenas noticias de la economía china que de nuevo está dando señales de vitalidad. Las autoridades chinas anunciaron ayer que la economía experimentó un crecimiento de 7,8% en el tercer trimestre del año, mayor, por tanto, que el 7,5% del segundo trimestre. Este buen dato llega en medio de los esfuerzos del Gobierno para reformar su modelo económico y para convertir a China en una economía parecida a la del EEUU, es decir, capaz de promover el consumo (coches, ropa, electrodomésticos y aparatos electrónicos, etc.) y la innovación.

Se trata de un cambio de modelo: más consumo y más innovación frente al viejo modelo de muchas exportaciones y fuertes inversiones en la construcción de infraestructuras y de grandes ciudades. Un cambio, que con el tiempo, resultará fácil de alcanzar debido a las elevadas necesidades de consumo insatisfechas de su población y a que después de Estados Unidos China es el mayor inversor en I+D del mundo.

Las buenas expectativas de las dos principales economías del mundo están facilitando la mejora de la economía europea. Así, esta semana hemos conocido que la confianza en la economía de Alemania de los inversores y analistas aumentó de 49,6 puntos en septiembre hasta 52,8 en octubre; su mejor nivel desde abril de 2010. Se trata de un sondeo realizado cada mes por el Centro para la Investigación Económica Europea (ZEW) entre 350 expertos en finanzas. Según esta encuesta los inversores son cada vez más optimistas sobre el futuro económico de la cuarta economía del mundo y este mayor optimismo se ha trasladado a la zona del euro que también ha mejorado en confianza pasando del 58,1 en septiembre al 58,6 en octubre. Buena parte de este optimismo se ve respaldado por las ganancias que continúa acumulando la renta variable europea: el Dax (un 16% en el año), el Eurostoxx (15%) y el IBEX (22%).

La bolsa española sube

La subida de la bolsa española (un 24% en lo que va de año) refleja el aumento de la confianza de los inversores nacionales e internacionales en el futuro de las empresas y, por tanto, de la economía española. Los compradores de acciones están previendo que en el futuro habrá mayores rentabilidades y por eso ahora están comprando.

También, la situación de otras economías en el mercado internacional está beneficiando a la bolsa española. Los países emergentes, que han logrado tasas de crecimiento muy positivas en las últimas décadas, se enfrentan ahora a previsiones de crecimiento algo más bajas. Esto ha provocado que los inversores hayan decidido diversificar sus carteras participando en otros mercados menos arriesgados. Se ha generado una corriente de inversión internacional dirigida de nuevo a los países desarrollados; especialmente a aquellos que habiendo sufrido la crisis, y por tanto, con un mercado bursátil con precios bajos, tienen perspectivas de recuperación económica, como es el caso de España.

Los tipos de la deuda bajan

Esta vuelta a la confianza de los inversores puede también mejorar nuestras cuentas públicas. Es más, la mejor noticia que hemos recibido esta semana de la economía española ha sido la rebaja de los tipos de interés en las subastas del Tesoro. El Tesoro vendió el miércoles letras a 6 y 12 meses a tipos de interés más bajos que la emisión anterior realizada el 13 de septiembre. La rentabilidad a 12 meses se situó por debajo del 1%, circunstancia que no se producía desde abril de 2010. Y el jueves colocó también con éxito una subasta de bonos a tres y cinco años también a tipos de interés más bajos que los de la anterior subasta. El bono a 5 años al 3,06% frente al 3,16% realizada el 3 de octubre y el bono a 3 años al 2,08% frente al 2,24% de la anterior vez que se subastó este bono que fue el 19 de septiembre. En lo que va de año el Tesoro ha cubierto casi el 90% de sus necesidades de financiación.

La razón del éxito en las colocaciones del Tesoro hay que buscarla en a) la mayor confianza de los mercados en nuestras empresas y nuestra economía, b) las reformas prometidas por el gobierno y c) el esfuerzo de las Administraciones Públicas dirigido a reducir el déficit público. En este sentido hay que seguir insistiendo en la necesidad de mayores ajustes en el gasto de las Comunidades Autónomas y los Municipios para hacerlos más pequeños y más eficientes. A este redimensionamiento del sector público autonómico y municipal hay que unir la lucha contra el fraude, el aumento de las bases imponibles y la reforma de las figuras impositivas. En este sentido, la bajada de los tipos de interés está reduciendo los gastos financieros de las Administraciones Públicas y por ende el déficit público. Un círculo virtuoso en el que, más confianza, puede generar menos gasto público lo que a su vez reduce el déficit y dará todavía más confianza a los mercados.

En resumen, corren buenos vientos (económicos) por la economía mundial gracias a la ley consensuada en el Congreso de los EEUU sobre política fiscal y también por el mayor crecimiento de China y la zona del euro. En EEUU los dos partidos políticos han logrado tirar la pelota hacia adelante por lo que habrá que esperar al año que viene para poder conocer la solución final y sus efectos sobre la economía mundial. Así las cosas las subidas de las bolsas están mostrando una mayor confianza en los resultados futuros de las empresas europeas y americanas.

Mientras tanto, aquí en España la bolsa sube y los tipos bajan. Pero las cosas que van bien no deben ser motivo para echar las campanas al vuelo. Muy al contrario el gobierno no debe extasiarse o relajarse por lo que va bien o un poco mejor; también hay cosas que van mal. Por eso es preciso insistir en la necesidad de continuar con las reformas (también con las medidas de consolidación fiscal) y aumentar así la confianza que tienen los inversores en nuestra economía.

Fuente: Rafael Pampillón.  “Confianza en EEUU, China, Alemania y España”. Expansión. 19 de octubre de 2013. página 43.

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