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Feb

Esta semana hemos conocido estadísticas muy relevantes que confirman que la economía española sufrió un duro varapalo en el 4º trimestre de 2012. Sin embargo, se han publicado también datos que muestran que mejora la competitividad y que el futuro de la economía española es esperanzador.

Foto: La economía española saliendo del fondo del mar

El INE informó que el Producto Interno Bruto (PIB) español aceleró su ritmo de caída en el cuarto trimestre de 2012. La contracción del PIB fue de un 0,7% trimestral, es la sexta consecutiva y más que duplica la del tercer trimestre, que fue del 0,3%. Es además la mayor caída desde el segundo trimestre de 2009. ¿Cuáles son las causas de este descenso?

1º) La necesaria contracción del gasto público para acercarse a los objetivos de déficit público acordados con Bruselas.

2º) La reducción de la inversión empresarial, por el endurecimiento del crédito bancario y la falta de expectativas de ventas futuras, incluida la construcción, que sigue con su prolongado ajuste en sus dos componentes: vivienda y obra pública.

3º) El consumo privado tuvo también una fuerte caída, que estimamos muy cerca del 2% trimestral, quizá fue la mayor caída de toda la serie histórica que arranca en 1970. Ello se debió a:

a) la subida del IVA en septiembre,

b) la supresión a los empleados públicos de la paga extra de Navidad,

c) las dificultades de conseguir crédito para la compra de bienes de consumo duradero,

d) el aumento del paro (que está en máximos históricos),

e) la necesaria moderación salarial y

f) la creciente desconfianza de las familias; manifestación de esta falta de confianza es que, según la EPA, en el cuarto trimestre de 2012 se destruyeron 65.800 hogares (máxima destrucción de la serie histórica).

Aunque habrá que esperar al 28 de febrero para confirmar el dato del consumo privado, el Índice del Comercio Minorista publicado también esta semana, apunta en esa dirección. Las ventas de bienes de consumo en grandes superficies, cadenas comerciales, tiendas y gasolineras, deflactadas y corregidas de efectos de calendario, se derrumbó en el 4º trimestre, cayendo al mayor ritmo en más de una década: un 9,3% interanual. La creciente competencia de Internet puede ser un motivo. Sin embargo, los enumerados en el párrafo anterior parecen mucho más relevantes.

7 síntomas de recuperación

Sin embargo, hay varios indicadores, publicados esta semana, que muestran signos positivos para la economía española. En este sentido parecería que la economía está yendo mejor de lo que señalan los datos anteriores. ¿Cuáles son los síntomas de esa posible recuperación?:

1) Tras seis meses consecutivos de ganancias, incluyendo enero, la bolsa española acumula una revalorización del 23,6%, lo que convierte al período agosto-enero en el más fructífero desde 2009. Las subidas de las acciones manifiestan optimismo sobre el futuro de las empresas y, por tanto, de la actividad económica.

2) El Indicador de Confianza Económica de España que elabora la Comisión Europea lleva 5 meses subiendo y ha pasado del 82,8 en agosto de 2012 al 88,2 en enero de 2013. Está por consiguiente, muy cerca del nivel de confianza del conjunto de la Eurozona que se encontraba en enero de este año en 89,2 puntos. Es preciso anotar, sin embargo, que ambos índices siguen estando por debajo de la base (100) que es la media del periodo 1990-2012.

3) La productividad de la economía española sigue aumentando. Según el INE en términos interanuales el descenso del PIB en 2012 fue del 1,8%. Si la destrucción de empleo en 2012 fue  del 4,8%, eso significa que la productividad aparente del trabajo aumentó un 3% con respecto a 2011.

4) La mejora de la competitividad, está facilitando también la salida de la crisis y la entrada de capitales extranjeros Según el Banco de España, la remuneración por asalariado en 2012 se redujo un 0,6%, lo que permitió que los costes laborales unitarios se redujeran al mayor ritmo en tres años (-2,8%).

5) Más productividad y mayor competitividad están favoreciendo que las exportaciones de bienes y servicios españolas sigan creciendo rápidamente. Efectivamente, el Banco de España informó el jueves que en los once primeros meses del año pasado las exportaciones de bienes y servicios aumentaron un 4,6% con respecto al mismo periodo del año 2011. Sin embargo, mientras las exportaciones de bienes crecían en ese periodo al 3,5%, el turismo lo hizo solamente en un 1% y las exportaciones de servicios no turísticos en un 11,6%. El aumento de las exportaciones de bienes y servicios junto con la intensa caída de las importaciones está evitando que las caídas del PIB sean mayores.

6) La reducción de la inflación mejora también la competitividad. En enero los precios de consumo registraron un descenso del –1,4% respecto al mes de diciembre lo que significa que la variación interanual del IPC en el mes pasado se sitúa en el 2,6% frente al 2,9% de diciembre.

7) Resulta también positivo cualquier éxito de la lucha contra el fraude. En 2012, y gracias al alza de impuestos, la Agencia Tributaria recaudó un 4,2% más que en el año 2011. Es bien conocido que las subidas de impuestos suponen aumentos de recaudación en el corto plazo pero no en el medio plazo. Las subidas de impuestos generan además, pérdidas irrecuperables de eficiencia, de ahí que la falta de ingresos fiscales que sigue sufriendo España no se soluciona con más subidas de impuestos, sino con medidas agresivas e innovadoras contra la evasión fiscal. Por consiguiente, resulta alentador que la Agencia Tributaria haya recaudado 11.500 millones de euros en 2012, en la lucha contra el fraude fiscal, un 10% más que en 2011.

Conclusión

En resumen, la economía española, según algunos indicadores de actividad, parece que está en el camino que la lleva a la recuperación. El repunte del Índice de Confianza durante cinco meses y de la bolsa anuncia que lo peor de la crisis ha podido quedar atrás y que se habría tocado fondo en el cuarto trimestre del año pasado. En cambio, otras estadísticas que se refieren al crecimiento económico, empleo, producción industrial y a las ventas del comercio minorista muestran una situación descorazonadora. Desgraciadamente, es muy probable que la economía siga contrayéndose en el primer semestre de este año y que a lo largo de 2013 se siga destruyendo empleo.

La mayoría de los economistas no esperan que haya recuperación económica (comienzo de la fase álgida del ciclo) hasta finales de este año y que se empiece a crear empleo hasta mediados de 2014. Por último los episodios de corrupción no favorecen la entrada de capital extranjero ni van a facilitar que la recuperación llegue antes de lo previsto. Sobre la corrupción y sus efectos sobre la economía escribiremos otro día.

Fuente: Rafael Pampillón. “Sigue la recesión pero hay perspectivas de recuperación”. Expansión. 2 de febrero de 2013. Páginas 39.

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