WP_Post Object ( [ID] => 17574 [post_author] => 28819 [post_date] => 2013-01-20 16:56:12 [post_date_gmt] => 2013-01-20 15:56:12 [post_content] => El pasado mes de octubre el INE publicó sus resultados provisionales de de 2012 de la muy interesante “Encuesta de condiciones de vida”. Es una encuesta de la que, además de la atención que le presto por razones profesionales, siempre ofrece un indicador que me genera bastante inquietud metodológica, o, mejor dicho, terminológica, y me refiero a la medición de los umbrales de pobreza. En el pasado escribí algún post sobre esta cuestión, criticando –creo que con razón, puesto que nadie me ha dado un argumento convincente en contra- que lo que se está midiendo es el grado de desigualdad en la distribución de la renta de los residentes en España, lo que es muy diferente a medir la pobreza. Las razones son muchas, para empezar porque para hablar de pobreza o riqueza habrá que mirar el patrimonio de los individuos, y no sus rentas del período, ya que la correlación puede ser muy baja, especialmente en determinados grupos de población (por ejemplo, pensionistas). Pero, muy especialmente, por tratarse de una medida relativa y no absoluta: el umbral de pobreza no se determina como un nivel de renta por el cual alguien tiene dificultades para vivir, sino como un nivel de renta que está “lo suficientemente alejado” de la renta promedio del país. ¿Menos pobres en 2012 que en 2011? Y esto genera efectos paradójicos, como los publicados por el INE, ya que resulta que el año 2012, en el que según los registros de afiliación, se han perdido 787.000 empleos en España, la población por debajo del umbral de la pobreza no sólo no ha crecido sino que se ha reducido respecto a 2011, pasando del 21,8% de la población total en 2011 al 21,1% en 2012. ¿Cómo ha sucedido esto? Pues es bastante lógico, porque si la población que pierde su empleo ve disminuir su nivel de renta –algo altamente probable- la renta media por individuo o por hogar se reduce, y muchos de los que eran “pobres” en 2011 porque estaban muy lejos de esa renta promedio ven como la renta media se acerca a sus respectivas situaciones personales y escapan de ese umbral de la pobreza. Ellos no han mejorado, sino que muchos otros –que estaban mejor que ellos- han empeorado. Por último, una reflexión de otra índole. Siguiendo con la misma encuesta –por la que, todo sea dicho, felicito al INE por la valiosa información que pone a disposición de los investigadores-, se incluye un análisis muy interesante, que tomo entrecomillado “Cabe destacar la disminución de esta tasa entre las personas mayores de 65 años, que ha pasado del 21,7% en 2010 al 16,9% en 2012. En cambio, el porcentaje de población por debajo del umbral de pobreza aumenta en las personas entre 16 y 64 años, pasando del 19,4% en 2010 al 21,0% en 2012.” Estos datos tocan un tema realmente interesante, y sobre el que merecería escribir de manera específica: ¿cómo se está repartiendo intergeneracionalmente la carga de la crisis económica en España? Pero eso para otro día. [post_title] => ¿Se redujo la pobreza en 2012? [post_excerpt] => [post_status] => publish [comment_status] => open [ping_status] => open [post_password] => [post_name] => se-redujo-la-pobreza-en-2012 [to_ping] => [pinged] => [post_modified] => 2023-12-13 13:42:40 [post_modified_gmt] => 2023-12-13 12:42:40 [post_content_filtered] => [post_parent] => 0 [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=17574 [menu_order] => 0 [post_type] => post [post_mime_type] => [comment_count] => 0 [filter] => raw )
El pasado mes de octubre el INE publicó sus resultados provisionales de de 2012 de la muy interesante “Encuesta de condiciones de vida”. Es una encuesta de la que, además de la atención que le presto por razones profesionales, siempre ofrece un indicador que me genera bastante inquietud metodológica, o, mejor dicho, terminológica, y me refiero a la medición de los umbrales de pobreza.
En el pasado escribí algún post sobre esta cuestión, criticando –creo que con razón, puesto que nadie me ha dado un argumento convincente en contra- que lo que se está midiendo es el grado de desigualdad en la distribución de la renta de los residentes en España, lo que es muy diferente a medir la pobreza. Las razones son muchas, para empezar porque para hablar de pobreza o riqueza habrá que mirar el patrimonio de los individuos, y no sus rentas del período, ya que la correlación puede ser muy baja, especialmente en determinados grupos de población (por ejemplo, pensionistas). Pero, muy especialmente, por tratarse de una medida relativa y no absoluta: el umbral de pobreza no se determina como un nivel de renta por el cual alguien tiene dificultades para vivir, sino como un nivel de renta que está “lo suficientemente alejado” de la renta promedio del país.
¿Menos pobres en 2012 que en 2011?
Y esto genera efectos paradójicos, como los publicados por el INE, ya que resulta que el año 2012, en el que según los registros de afiliación, se han perdido 787.000 empleos en España, la población por debajo del umbral de la pobreza no sólo no ha crecido sino que se ha reducido respecto a 2011, pasando del 21,8% de la población total en 2011 al 21,1% en 2012. ¿Cómo ha sucedido esto? Pues es bastante lógico, porque si la población que pierde su empleo ve disminuir su nivel de renta –algo altamente probable- la renta media por individuo o por hogar se reduce, y muchos de los que eran “pobres” en 2011 porque estaban muy lejos de esa renta promedio ven como la renta media se acerca a sus respectivas situaciones personales y escapan de ese umbral de la pobreza. Ellos no han mejorado, sino que muchos otros –que estaban mejor que ellos- han empeorado.
Por último, una reflexión de otra índole. Siguiendo con la misma encuesta –por la que, todo sea dicho, felicito al INE por la valiosa información que pone a disposición de los investigadores-, se incluye un análisis muy interesante, que tomo entrecomillado “Cabe destacar la disminución de esta tasa entre las personas mayores de 65 años, que ha pasado del 21,7% en 2010 al 16,9% en 2012. En cambio, el porcentaje de población por debajo del umbral de pobreza aumenta en las personas entre 16 y 64 años, pasando del 19,4% en 2010 al 21,0% en 2012.” Estos datos tocan un tema realmente interesante, y sobre el que merecería escribir de manera específica: ¿cómo se está repartiendo intergeneracionalmente la carga de la crisis económica en España? Pero eso para otro día.
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