Los datos de paro del mes de septiembre se han dado hoy a conocer y lamentablemente son los peores de la serie histórica en dicho mes. En los septiembres de la última década el paro había crecido, en promedio, algo más de 24.000 personas, mientras que en el pasado mes el crecimiento fue de 95.817 personas, cuatro veces más.
Aunque nadie esperaba un buen dato –septiembre es un mes en el que no es extraño que crezca el desempleo, y además la crisis que atravesamos desde hace cuatro años no remite- probablemente ha sido una gran sorpresa una cifra tan negativa. La afiliación a la Seguridad Social de septiembre, que también se ha conocido hoy, ratifica este mal comportamiento en septiembre, con un descenso de 65.000 afiliados.
¿Cuáles son las causas de este descalabro? Todavía es precipitado para decirlo y se requiere más análisis de los datos para sacar conclusiones sólidas. Sin embargo, y dado el ambiente de “precampaña” electoral, algunos miembros del Gobierno ya se han aventurado a proponer explicaciones realmente singulares, como el Secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, que ha acusado a las comunidades autónomas del PP del mal dato, apuntando a los ajustes en educación como los causantes.
Sin embargo, realmente los tiros no van por ahí, dado que el mal comportamiento ha sido generalizado en España, no sólo en las –pocas- comunidades autónomas en las que se han hecho dichos ajustes en las plantillas de la educación pública. De hecho, y por desmontar el ejemplo que más utiliza el Gobierno de la Nación, en la Comunidad de Madrid el paro en septiembre en el sector de Educación se redujo en 2.610 personas –para que los lectores tengan una comparativa adecuada, en septiembre de 2010, en Madrid, el paro en el mismo sector se redujo también, pero menos que este año, concretamente en 1.718 personas. Además, se da la circunstancia curiosa de que en la Comunidad de Madrid la afiliación a la Seguridad Social ha crecido en casi 12.000 personas, lo que tampoco soporta el argumento del Secretario de Estado.
En definitiva, unos datos muy negativos en septiembre, probablemente coyunturales –en los meses anteriores las cifras eran normalmente mejores que en los mismos meses de años anteriores, sobre los que será necesario sacar conclusiones más reflexionadas.
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