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BCE: se retrasa la salida de la crisis

Escrito el 9 septiembre 2010 por Antonio Zamora en Política Monetaria, Unión Europea

El BCE respondió la pasada semana a las expectativas en su reunión mensual de septiembre, al mantener su tipo de referencia en el 1% e insistir en el mensaje de fondo habitual: el nivel de tipos es el adecuado para las actuales perspectivas de inflación y crecimiento moderadas a medio plazo en un contexto de incertidumbre elevada. También respondió a las expectativas al anunciar la continuidad de las subastas de refinanciación a tipo fijo y con adjudicación plena semanales y mensuales al menos hasta el 18 de enero de 2011, así como la prolongación de las subastas trimestrales con el mismo procedimiento al menos hasta diciembre. Además, anunció también que habrá subasta de ajuste el 30 de septiembre, el 11 de noviembre y el 23 de diciembre, con objeto de limitar el impacto de los vencimientos de las operaciones a seis y a doce meses aún en vigor.

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Quizás lo más llamativo de estos anuncios es que la prolongación de las inyecciones extraordinarias de liquidez se producen en un contexto en el que, como el mismo BCE reconoce, los indicadores económicos están sorprendiendo al alza en Europa (crecimiento intertrimestral del 1% en el segundo trimestre). La propia institución revisa al alza las bandas de previsiones de crecimiento para 2010 (ahora se sitúa entre +1,4% y +1,8%, antes entre +0,7% y +1,3%) y 2011 (entre +0,5% y +2,3%, antes entre +0,2% y +1,2%) y también las de inflación (entre +1,5% y +1,7% y entre +1,2% y +2,2% respectivamente). En parte como justificación, el BCE señala que los riesgos de la nueva previsión de crecimiento están ligeramente sesgados a la baja debido a los riesgos del crecimiento de otros países, si bien también entiende que los de la inflación, como consecuencia de la evolución de las materias primas, lo están al alza.

Crecimiento económico bajo y política fiscal menos expansiva en la Eurozona.

Hay dos claves básicas para entender la continuidad de las políticas extraordinarias de liquidez del BCE: la moderación en marcha de la actividad económica global y el proceso de ajuste fiscal en Europa, del que la autoridad monetaria es uno de los principales defensores. El primer factor es una evolución que resultaba ya previsible hace muchos meses: final del ajuste global de existencias y de los estímulos fiscales en las economías avanzadas y moderación en muchas de las economías emergentes que venían ya aplicando medidas para contener su crecimiento. En cuanto al rigor fiscal europeo, es en buena medida consecuencia de la crisis de la deuda soberana padecida desde finales del pasado año, que ha provocado un adelantamiento del ajuste fiscal respecto al ritmo que en general habría sido deseable.

La consecuencia más clara desde el punto de vista de la política monetaria europea es que el BCE tiene que compensar ambos factores con el objeto de evitar la recaída en la recesión. La política monetaria tiene que compensar por la precipitada salida de la política fiscal. La importancia de la capacidad ociosa existente en la Eurozona y los mencionados riesgos a la baja para el crecimiento mantienen alejados los riesgos inflacionistas. La conclusión es que, al menos hasta finales de 2011, el tipo de referencia del BCE se mantendrá previsiblemente en su actual 1% y que los distintos tipos Euribor no van a registrar presiones significativas al alza en los próximos meses.

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