¿Qué es la competitividad?
La competitividad de un país se define como el grado en el que éste puede, bajo condiciones de libre mercado, producir bienes y servicios que superan la prueba de los mercados internacionales, al mismo tiempo que mantiene y expande la renta real de su población en el largo plazo.
De la propia definición de competitividad se puede intuir la gran variedad de factores que influyen en la misma, como puede ser la estabilidad macroeconómica, tipos de cambio adecuados, el fomento de la inversión productiva, la carga fiscal, las infraestructuras públicas, el grado de desarrollo tecnológico, los costes laborales o la formación del capital humano.
Las dificultades para analizar la competitividad se ponen de manifiesto a la hora de utilizar un índice realmente representativo de la misma. La variedad de factores que influyen en la misma, su interdependencia, la existencia de aspectos de carácter cualitativo y su carácter cambiante a lo largo del tiempo hace imposible recoger la competitividad en un solo índice. No obstante, se utilizan dos índices de competitividad que nos acercan a la posición de un país con respecto a sus competidores: la competitividad precio y la competitividad estructural.
¿Qué es la competitividad estructural?
La competitividad estructural es aquélla que intenta englobar todos los factores, y no sólo el precio, que afectan a la competitividad de un país, como por ejemplo, la calidad de la producción, la capacidad para introducir nuevos productos y nuevos procesos de fabricación, los aspectos relacionados con la organización de la empresa, aspectos institucionales, el conocimiento de los mercados, el control de los canales de producción, etc.
Para medir la competitividad estructural se recurre normalmente a las cuotas de mercado. La cuota de mercado de un país refleja la participación de las exportaciones del mismo en el total importado por el país o zona geográfica considerada. En la medida en que un país incremente sus cuotas de mercado en los mercados internacionales, al tiempo que su PIB per capita crezca más rápidamente que el del resto del resto del mundo, su posición competitiva habrá mejorado.
España pierde competitividad
Económicamente, las cuotas de mercado reflejan el dinamismo de las exportaciones nacionales en los mercados internacionales en comparación con la evolución de las exportaciones de sus principales competidores. Las variaciones que experimentan las cuotas de mercado de un país a lo largo del tiempo ponen de manifiesto, por lo tanto, el incremento o la disminución del grado de penetración de las exportaciones españolas en el país o zona geográfica que se considere.
Una forma de saber cual es el nivel de competitividad internacional de un país es conociendo su cuota de participación en las exportaciones mundiales de bienes. De acuerdo con la Organización Mundial del Comercio (OMC), durante la década de los noventa y comienzos del 2000, se produjo una mejora continuada de la participación española en las exportaciones mundiales de bienes; sin embargo, a partir de 2002, se aprecia un ligero retroceso (cuadro 1). Esta menor cuota en las exportaciones, tanto de España como de la mayoría de los países industrializados, es consecuencia del surgimiento de nuevas economías emergentes, como es el caso de China e India.
CUADRO 1: PARTICIPACIÓN (%) EN LAS EXPORTACIONES MUNDIALES DE MERCANCIAS
PAÍSES / AÑO | 1990 | 2002 | 2007 |
Estados Unidos | 11,6 | 10,8 | 8,3 |
Alemania | 11,9 | 9,5 | 9,5 |
Francia | 6,2 | 5,1 | 4,0 |
Gran Bretaña | 5,4 | 4,3 | 3,1 |
Italia | 4,9 | 3,9 | 3,5 |
España | 1,6 | 1,9 | 1,7 |
Fuente: OMC, Estadísticas del comercio internacional, 2008.
Otro indicador relevante de competitividad es el que publica todos los años The World Economic Forum (WEF). En el informe del año 2008 sobre Competitividad Mundial muestra que España ganó competitividad en el periodo 1995-2002, dicha ganancia fue consecuencia de una mayor estabilidad macroeconómica y reformas en el mercado de factores (trabajo, electricidad, suelo, telecomunicaciones, etc.). Sin embargo, en los años 2002-2007, España e Italia son países que de forma considerable pierden puestos en el ranking de competitividad del WEF (Ver cuadro 2).
CUADRO 2: RANKING DE COMPETITIVIDAD
PAÍSES / AÑO | 1995 | 2002 | 2007 |
Estados Unidos | 1 | 1 | 1 |
Alemania | 6 | 14 | 7 |
Francia | 17 | 30 | 16 |
Reino Unido | 18 | 11 | 12 |
España | 28 | 22 | 29 |
Italia | 30 | 39 | 49 |
Fuente: WEF The Global Competitiveness Report 2008-2009.
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