Mañana en España nos vamos a ir a desayunar con el dato del paro registrado en el mes de enero. Nuestras estimaciones cifran el aumento del paro 220.000 personas en enero, que sumados a los 3.208.000 de la Encuesta de Población Activa del 4º trimestre nos da la alarmante cifra de 3.428.000 parados a 31 de enero. La tasa de paro se sitúa en el 14,8% de la población activa. El paro seguirá aumentando a lo largo del año entre otros motivos por el aumento del salario mínimo.
¿Qué es el salario mínimo?
Retribución mensual por debajo de la cual está legalmente prohíbido que se celebren contratos de trabajo, aunque estuvieran de acuerdo las dos partes. Se trata de un ejemplo típico de legislación de precios mínimos relevantes.
Cuando el desempleo aumenta lo prioritario es estimular la creación de empleo. En sentido contrario, el salario mínimo es una de las causas del elevado y persistente desempleo en muchos países, como, por ejemplo, España, tal como intentaré explicar en este post. Sin embargo este año, 2009, en España, el gobierno subió el Salario Mínimo Interprofesional un 4%, desde 600 euros mensuales hasta los 624. El Gobierno de España se ha comprometido además a aumentar el Salario Mínimo hasta los 800 euros en 2012, año de elecciones generales.
¿Por qué el salario mínimo no favorece a los trabajadores ni a la economía de un país?
1) Muchos investigadores económicos, por ejemplo Martin Feldstein y Charles Brown, demuestran que el salario mínimo genera desempleo y que la subida del salario mínimo aumenta todavía más ese desempleo. También casi todos los libros de texto de Introdución a la Economía (Paul Krugman y Robin Wells, Ben Bernanke y Robert Frank, Jefrey Sachs y Felipe Larraín, Greg Mankiw, etc.) explican porqué el salario mínimo y su aumento reducen el número de ocupados y aumenta el número de desempleados. Sin embargo, la mayoría de la gente piensa que los trabajadores de baja cualificación y los que buscan su primer empleo, que son los que cobran salarios bajos, se van a beneficiar de un salario mínimo más alto. Cobrarán más. Esto es falso, tal como demuestran los autores antes citados, por la sencila razón de que el empresario puede decidir que no le merece la pena pagar ese salario y no contratar o despedir al trabajador, organizando la empresa de otro modo (por ejemplo, mecanizando la tarea). En este caso, la subida del salario mínimo, tal como está sucediendo, generará desempleo y el parado tendrá que conformarse con una prestación por desempleo, inferior a su antigua retribución si no tiene hijos a su cargo, y que disminuirá con el paso del tiempo.
2) Otro grupo aparentemente beneficiado por la subida del salario mínimo son aquellos trabajadores cuya retribución está vinculada a éste por convenio colectivo o por otros mecanismos (por ejemplo, por ganar un múltiplo del salario mínimo interprofesional). El salario mínimo no está pensado para ellos ya que cobran bastante más que el mínimo legal. Su beneficio deriva de haberlo utilizado como patrón para fijar su retribución. Ello más o menos es lo mismo que el punto 1), es decir, supone un aumento de costes para la empresa que lógicamente tenderán sustituir trabajo por capital (máquinas). Más desempleo.
3) El Gobierno cree que protege a los desempleados jóvenes o de baja cualificación prohibiéndoles aceptar empleos con remuneración insuficiente (es decir, inferior al nuevo salario mínimo). Ellos, no obstante, sí podrían querer tales empleos, si se los ofrecieran. La prohibición de estos empleos puede conseguir un efecto perverso, tal como está ocurriendo en estos momentos en España, ya que estos trabajadores se emplean en la economía sumergida, muchos de ellos para poder sobrevivir. Allí no rigen salarios mínimos, ni contratos escritos, ni protecciones sociales. Se trata de la lamentable explotación, tantas veces denostada.
4) La subida del salario mínimo tampoco beneficia a la competitividad internacional de la economía española. Tenemos un descomunal déficit comercial. Importamos mucho más que lo que exportamos. El alza de los costes laborales, desde luego, no es la mejor receta para ganar competitividad internacional. La subida del salario mínimo incrementa los costes laborales unitarios y perjudica a nuestra competitividad internacional.
Con el salario mínimo ocurre lo mismo que con otro tipo de medidas de política económica, aunque su adopción puede no ser beneficiosa para el conjunto de la economía, sin embargo, es popular y consigue votos. La subida del salario mínimo es un arma de destrución masiva de empleo. Una pena.
Fuente: Víctor Torre de Silva; “¿A QUIÉN BENEFICIA SUBIR EL SALARIO MÍNIMO?”. Expansión de 30 de octubre de 2007.
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