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    [post_content] => Somos testigos, desde hace muchos meses, de una fuerte subida del precio del petróleo y como consecuencia han saltando todas las alarmas sobre los efectos negativos que pueden producir a la economía mundial. No en vano todas las crisis económicas de los últimos treinta años, han estado siempre precedidas por las llamadas crisis del petróleo. La primera consecuencia derivada de la elevación del precio del petróleo, está siendo un aumento  en  las tasas de inflación de todos los países del mundo pero especialmente de los importadores de petróleo. Por ejemplo, la Eurozona, aunque puede sortear mejor los efectos del encarecimiento del crudo gracias a la mayor fortaleza de su moneda, está sintiendo los  efectos de la subida de los carburantes, con el consecuente incremento de los tipos de interés del BCE (este jueves un 0,25% más hasta situarse en el 4,25%), enfriándose así el crecimiento económico de la zona.


Pero ¿a quién beneficia esta subida (más de un 50% en lo que va de año)? Es evidente que a las empresas que tienen reservas de petróleo que ven subir sus beneficios de forma meteórica y también a las arcas del Estado que comprueban como aumentan sus ingresos fiscales por el impuesto de la gasolina. La subida del precio del crudo también va a beneficiar directamente a los países productores. Venezuela, Argentina, Brasil, Cuba, Ecuador o México ven multiplicarse sus ingresos, con la consiguiente posibilidad de mejorar sus balanzas comerciales y sus saldos fiscales.¿A quien más beneficia la subida del precio del petróleo? También nos beneficia a todos. ¿Por qué? Porqué un precio alto ahorra energía, mejora la eficiencia del combustible y tiende a sustituir el petróleo por otras energías. En este sentido que el precio del petróleo se mantenga alto no es tan malo.

Una razón importante para economizar petróleo es el cambio climático. La combustión de petróleo genera un crecimiento del dióxido de carbono y otros gases invernadero en la atmósfera que está relacionado con el incremento de la temperatura del planeta. Este incremento en la temperatura es el que provoca el cambio climático. Si el precio del crudo se mantiene elevado favorecerá la utilización de este tipo de energías alternativas. Existen, además, otras consideraciones ambientales no relacionadas con el efecto invernadero. Se trata sencillamente de otras emanaciones de sustancias tóxicas generadas por la combustión de petróleo.

De ahí que el gobierno español y especialmente Pedro Solbes se declare "radicalmente en contra" de reducir el IVA aplicado al combustible para compensar la escalada de los precios del petróleo. En este sentido son muchos los economistas que sugieren que no se debe rebajar la fiscalidad sobre las gasolinas ya que la elevada fiscalidad mejora el medio ambiente a la vez que supone un aumento de los ingresos fiscales. Además precios del petróleo altos también podrían reducir la dependencia de la energía importada fomentando la explotación de energías renovables dentro del territorio nacional.

En cambio el presidente francés Nicolas Sarkozy, que asumió el lunes la presidencia francesa de la Unión Europea (UE) lanzó la controvertida propuesta de suspender el IVA a partir de cierto nivel del precio de los productos petroleros, con el objetivo de aliviar a los contribuyentes. Alemania se opuso al proyecto y la Comisión Europea lo criticó abiertamente. Nosotros tampoco estamos de acuerdo con Sarkozy.

A corto plazo precios del petróleo elevados no presagian nada bueno. Pero a largo plazo la situación es muy diferente. Cuando los periodos de tiempo son largos, los consumidores responden ahorrando más, reduciendo la calefacción y el aire acondicionado, utilizando más el transporte público, sustituyendo los viejos automóviles ineficientes por otros más nuevos y eficientes, dirigiendo el avance tecnológico hacia energías alternativas y utilizando sistemas de transportes, calefacción, etc. que consuman otro tipo de energías que no estén vinculadas con el petróleo. Rebajar la fiscalidad solo beneficia a los países petroleros.

Queda permitido todo tipo de reproducción o distribución de este post con solo citar la fuente y al autor.




    [post_title] => Estoy en contra de reducir los impuestos sobre los  combustibles
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Pero ¿a quién beneficia esta subida (más de un 50% en lo que va de año)? Es evidente que a las empresas que tienen reservas de petróleo que ven subir sus beneficios de forma meteórica y también a las arcas del Estado que comprueban como aumentan sus ingresos fiscales por el impuesto de la gasolina. La subida del precio del crudo también va a beneficiar directamente a los países productores. Venezuela, Argentina, Brasil, Cuba, Ecuador o México ven multiplicarse sus ingresos, con la consiguiente posibilidad de mejorar sus balanzas comerciales y sus saldos fiscales.¿A quien más beneficia la subida del precio del petróleo? También nos beneficia a todos. ¿Por qué? Porqué un precio alto ahorra energía, mejora la eficiencia del combustible y tiende a sustituir el petróleo por otras energías. En este sentido que el precio del petróleo se mantenga alto no es tan malo.

Una razón importante para economizar petróleo es el cambio climático. La combustión de petróleo genera un crecimiento del dióxido de carbono y otros gases invernadero en la atmósfera que está relacionado con el incremento de la temperatura del planeta. Este incremento en la temperatura es el que provoca el cambio climático. Si el precio del crudo se mantiene elevado favorecerá la utilización de este tipo de energías alternativas. Existen, además, otras consideraciones ambientales no relacionadas con el efecto invernadero. Se trata sencillamente de otras emanaciones de sustancias tóxicas generadas por la combustión de petróleo.

De ahí que el gobierno español y especialmente Pedro Solbes se declare "radicalmente en contra" de reducir el IVA aplicado al combustible para compensar la escalada de los precios del petróleo. En este sentido son muchos los economistas que sugieren que no se debe rebajar la fiscalidad sobre las gasolinas ya que la elevada fiscalidad mejora el medio ambiente a la vez que supone un aumento de los ingresos fiscales. Además precios del petróleo altos también podrían reducir la dependencia de la energía importada fomentando la explotación de energías renovables dentro del territorio nacional.

En cambio el presidente francés Nicolas Sarkozy, que asumió el lunes la presidencia francesa de la Unión Europea (UE) lanzó la controvertida propuesta de suspender el IVA a partir de cierto nivel del precio de los productos petroleros, con el objetivo de aliviar a los contribuyentes. Alemania se opuso al proyecto y la Comisión Europea lo criticó abiertamente. Nosotros tampoco estamos de acuerdo con Sarkozy.

A corto plazo precios del petróleo elevados no presagian nada bueno. Pero a largo plazo la situación es muy diferente. Cuando los periodos de tiempo son largos, los consumidores responden ahorrando más, reduciendo la calefacción y el aire acondicionado, utilizando más el transporte público, sustituyendo los viejos automóviles ineficientes por otros más nuevos y eficientes, dirigiendo el avance tecnológico hacia energías alternativas y utilizando sistemas de transportes, calefacción, etc. que consuman otro tipo de energías que no estén vinculadas con el petróleo. Rebajar la fiscalidad solo beneficia a los países petroleros.

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Pero ¿a quién beneficia esta subida (más de un 50% en lo que va de año)? Es evidente que a las empresas que tienen reservas de petróleo que ven subir sus beneficios de forma meteórica y también a las arcas del Estado que comprueban como aumentan sus ingresos fiscales por el impuesto de la gasolina. La subida del precio del crudo también va a beneficiar directamente a los países productores. Venezuela, Argentina, Brasil, Cuba, Ecuador o México ven multiplicarse sus ingresos, con la consiguiente posibilidad de mejorar sus balanzas comerciales y sus saldos fiscales.¿A quien más beneficia la subida del precio del petróleo? También nos beneficia a todos. ¿Por qué? Porqué un precio alto ahorra energía, mejora la eficiencia del combustible y tiende a sustituir el petróleo por otras energías. En este sentido que el precio del petróleo se mantenga alto no es tan malo.

Una razón importante para economizar petróleo es el cambio climático. La combustión de petróleo genera un crecimiento del dióxido de carbono y otros gases invernadero en la atmósfera que está relacionado con el incremento de la temperatura del planeta. Este incremento en la temperatura es el que provoca el cambio climático. Si el precio del crudo se mantiene elevado favorecerá la utilización de este tipo de energías alternativas. Existen, además, otras consideraciones ambientales no relacionadas con el efecto invernadero. Se trata sencillamente de otras emanaciones de sustancias tóxicas generadas por la combustión de petróleo.

De ahí que el gobierno español y especialmente Pedro Solbes se declare «radicalmente en contra» de reducir el IVA aplicado al combustible para compensar la escalada de los precios del petróleo. En este sentido son muchos los economistas que sugieren que no se debe rebajar la fiscalidad sobre las gasolinas ya que la elevada fiscalidad mejora el medio ambiente a la vez que supone un aumento de los ingresos fiscales. Además precios del petróleo altos también podrían reducir la dependencia de la energía importada fomentando la explotación de energías renovables dentro del territorio nacional.

En cambio el presidente francés Nicolas Sarkozy, que asumió el lunes la presidencia francesa de la Unión Europea (UE) lanzó la controvertida propuesta de suspender el IVA a partir de cierto nivel del precio de los productos petroleros, con el objetivo de aliviar a los contribuyentes. Alemania se opuso al proyecto y la Comisión Europea lo criticó abiertamente. Nosotros tampoco estamos de acuerdo con Sarkozy.

A corto plazo precios del petróleo elevados no presagian nada bueno. Pero a largo plazo la situación es muy diferente. Cuando los periodos de tiempo son largos, los consumidores responden ahorrando más, reduciendo la calefacción y el aire acondicionado, utilizando más el transporte público, sustituyendo los viejos automóviles ineficientes por otros más nuevos y eficientes, dirigiendo el avance tecnológico hacia energías alternativas y utilizando sistemas de transportes, calefacción, etc. que consuman otro tipo de energías que no estén vinculadas con el petróleo. Rebajar la fiscalidad solo beneficia a los países petroleros.

Queda permitido todo tipo de reproducción o distribución de este post con solo citar la fuente y al autor.

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