El servicio de Estudios de BBVA acaba de recortar sus previsiones de crecimiento económico para España para 2008 situándolo alrededor del 2%. Para 2009, el BBVA prevé un crecimiento económico del 1,9%. Las previsiones del FMI, aunque pendientes de confirmación, son todavía más pesimistas ya que apuntan a un crecimiento para España en 2008 del 1,8%. Esto confirma que España ya ha entrado en una situación de fuerte desaceleración de la actividad económica. Se trata de una crisis que se manifiesta en que los objetivos generalmente aceptados de política económica se deterioran: el crecimiento económico se reduce rápidamente (del 3,8% al 2%); el paro, sin ser todavía elevado, aumenta; el déficit con el exterior sigue al alza y está en su cota más alta de la historia reciente (10%); y la inflación está también en su nivel más alto de los últimos años (4,4%).
Las causas de estos malos resultados se encuentran en la crisis económica y financiera de Estados Unidos, la propia crisis inmobiliaria española y la subida de los precios del petróleo (107 dólares por barril) y de los alimentos. Los precios de los alimentos suben por la fuerte demanda mundial (sobre todo de China e India), el cambio climático y la presión para desviar cosechas hacia la fabricación de biocombustibles.
Más paro
En el futuro cabría esperar que, con tasas de crecimiento todavía más bajas que las actuales, la tasa de paro aumente. O lo que es lo mismo, la generación de empleo en España seguirá siendo menor que los crecimientos de la población activa (gente que quiere trabajar). Este crecimiento presente y futuro del paro, se debe y se deberá al menor crecimiento de la economía española. La ley de Okun establece que hay una relación estable a largo plazo entre el ritmo de crecimiento económico y la tasa de paro. Más concretamente, sólo es posible reducir la tasa de paro si la economía crece por encima de un determinado nivel. En cambio, cuando una economía crece lentamente, como parece que ahora lo está haciendo la española, la tasa de paro aumenta. La ley de Okun es variable pero para el caso de España se puede afirmar que con un ritmo de crecimiento del PIB por encima del 3%, disminuye la tasa de paro. En cambio, con un crecimiento por debajo del 3% aumenta la tasa de paro. A finales de 2007 la tasa de paro era del 8,6% y para 2008 y 2009, con crecimientos del PIB cercanos al 2% debemos esperar un mayor nivel de paro: 9,5% en 2008 para repuntar hasta el 11% en 2009.
En definitiva, los altos costos de la energía y de los alimentos, el bajón del mercado de las viviendas y la debilidad del mercado de empleo están generando un enfriamiento en la economía española cuya señal más visible es el aumento del paro presente y también futuro. Por tanto, parece que es urgente encontrar un modelo económico que permita mayores niveles de crecimiento económico y conseguir así un aumento del empleo duradero a largo plazo.
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