La acumulación de malas noticias en lo económico (desaceleración económica, inflación disparada, pérdida generalizada de confianza de los consumidores, caídas en las bolsas, etc.) no nos hacían presagiar unos datos muy positivos en el ámbito del empleo, y el INE hoy nos ha dado la razón. Hemos conocido esta mañana los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre de 2007, que nos permiten ya realizar un balance completo del mercado de trabajo en España durante el pasado año y la primera impresión es que los datos son bastante malos.
De todos los resultados publicados, el más llamativo es, sin duda, el fortísimo crecimiento del paro en el último trimestre del año, ya que el incremento fue de 135.700 desempleados. Piensen que esta cifra supone que durante cada uno de los días del pasado trimestre más de 1.500 personas engrosaron las listas del desempleo. Los datos interanuales también han sido muy negativos, ya que el año 2007 se ha cerrado con 117.000 desempleados más que en 2006. De dicho incremento prácticamente la mitad corresponde a trabajadores extranjeros, lo que pone de manifiesto que los sectores de actividad en los que trabajan están sufriendo más rápidamente las consecuencias de la desaceleración económica. Una cifra que esta vez no está muy lejos de la del registro de paro del INEM que conocimos a principios de enero, según el cual el paro registrado durante 2007 había aumentado en 106.674 personas. En cuanto a las tasas de paro, también se han incrementado durante 2007: el 8,6%, frente al 8,3% de principios de dicho año.
Y como muchos lectores imaginarán, detrás de este fortísimo aumento del paro está el fenómeno de la desaceleración de la construcción. Más de 60.000 personas procedentes de dicho sector han quedado en paro en 2007, por lo que la evolución de este sector explica por sí misma más de la mitad del crecimiento del paro en España en el pasado año. La otra mitad procede del sector servicios, pero no debe olvidarse que dicho sector es seis veces mayor que el de la construcción.
Las cifras de paro son las más emotivas, pero si prestamos nuestra atención a los datos de empleo nos encontramos con una destrucción de empleo en el último trimestre de 2007 cifrada en 33.700 personas, una reducción que rompe la tendencia observada en los cuartos trimestres de los años previos, que se habían cerrado con aumentos del empleo levemente por encima de los 100.000 empleos. Más en positivo, hay que indicar que el conjunto del año se cerró con un aumento de 475.100 empleos, aunque, eso sí, el avance interanual se ha desacelerado bastante, puesto que en los trimestres anteriores rondaba los 650.000 empleos netos.
En resumen, unos datos de empleo en la tónica del declive de la economía española, que tanto a nivel macro como micro estamos todos percibiendo. Todos menos el Gobierno, claro, que nos dice que no debemos preocuparnos. Así que a los nuevos parados habrá que tranquilizarles y, eso sí, recomendarles una vez más que coman conejo, que hay que ahorrar.
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