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Dic

Me pregunta Pedro Arriba, en un comentario a la entrada “El gobierno de España contrata a un ludita” si puedo hacer un resumen del libro de Jeremy Rifkin “El fin del trabajo (End of Work, 1995)”. Voy a dar unas pinceladas y a hacer unos comentarios. Este libro, publicado en EEUU, explica con todo lujo de detalles como las nuevas tecnologías de los ordenadores y de las comunicaciones destruyen más puestos de trabajo que los que crean.

Rifkin despliega en el libro un detallado cuadro de situación sobre los dramáticos efectos que el explosivo avance de las tecnologías de las comunicaciones y los ordenadores provocará en el ámbito laboral a nivel mundial. ¿Cuales son esos efectos? Según Rifkin una desocupación tecnológica creciente y la definitiva extinción de millones de puestos de trabajo ¿Cuál es y ha sido la realidad? Que aunque la tecnología, especialmente la informática, haya destruído millones de puestos de trabajo, sin embargo, el número de puestos trabajos ha crecido casi continuamente, a la vez que aumentaban los salarios reales. Como dijo John Kennedy en los años 60: “Si los hombres tenemos suficiente talento como para inventar nuevas máquinas que destruyen puestos de trabajo, también tenemos la capacidad de hacer que las personas que han perdido su empleo vuelvan a trabajar”.


En los últimos 200 años millones de trabajadores manuales han sido reemplazados por máquinas. Pero a la vez y precisamente gracias al progreso económico se han creado muchos más puestos de trabajo que los que se han destruido. La idea de que la tecnología es capaz de crear mas puestos de trabajos de los que destruye es algo bien conocido por los economistas. En el pasado y en el presente cuando las nuevas tecnologías reemplazaron a los trabajadores, siempre han aparecido nuevos sectores capaces de absorber a aquellos trabajadores que han perdido sus puestos de trabajos.Es cierto, tal como señala Jeremy Rifkin en el libro que comentamos, que en el siglo XXI las máquinas, especialmente los ordenadores y los robots, están siendo introducidos mucho más rápidamente de lo que lo fueron en las dos primeras revoluciones industriales. Por tanto, y siempre según Rifkin, esto significa que los países tienen menos tiempo para reemplazar con nuevos empleos a las personas que han perdido su trabajo. Es decir, hay menos tiempo para formar a la gente que tiene que realizar las nuevos tareas.

¿Cuál ha sido la realidad? La realidad ha mostrado que el paro no solo no ha aumentado sino que ha disminuido. Que los ordenadores son muy baratos y que permiten hacer el trabajo más eficiente y agradable. Que en algunos servicios, el trato directo con los consumidores es cada vez menos necesario. Que el teletrabjo permite a las empresas generar trabajo en otros países. Así, trabajadores con un sueldo relativamente bajo y ubicados en la India acaban haciendo programas de software para las multinacionales. En este sentido, las nuevas tecnologías no sólo no reducen la demanda de trabajo sino que la aumentan. Insisto las nuevas tecnologías crean más puestos de trabajo que los que se destruyen. No se si contesto a Pedro Arriba pero me pregunto ¿Dónde está el paro que, según Rifkin, ha generado el cambio tecnológico?

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