Este jueves 25 de octubre se cumplen 30 años de la firma de los Pactos de la Moncloa. El segundo gobierno español de Adolfo Suárez (UCD), que ganó las elecciones generales el 15 de junio de 1977, se planteó, desde el primer momento, una política de consenso para sacar a España de una honda crisis económica. Efectivamente, en verano de 1977, la economía española era un desastre: el paro estaba creciendo, el crecimiento económico se reducía rapidamente, la tasa de inflación llegó en verano casi al 45% a la vez que el déficit con el exterior aumentaba a pasos agigantados.
A falta de una mayoría parlamentaria el Gobierno de UCD (Unión de Centro Democrático)confeccionó, bajo la dirección de Enrique Fuentes Quintana, un documento que contenía una serie de medidas de política económica que se discutieron en la sede del gobierno (Palacio de la Moncloa), por los distintos representantes de los partidos políticos. Las medidas adoptadas tuvieron como característica un acuerdo firmado por todos lo partidos políticos el 25 de octubre de 1977 y que han pasado a la historia como los Pactos de la Moncloa. De esta manera, la política económica dispuso por primera vez en la historia de España de un consenso de todas las fuerzas políticas para la aplicación de un programa económico.
La adopción de estas medidas consiguió mejoras espectaculares en los equilibrios de la economía. La política monetaria restrictiva provocó que la inflación se redujera a menos de la mitad un año después. Las mejoras fueron también sustanciales en el equilibrio exterior. La devaluación de la peseta consensuada en los Pactos de la Moncloa eliminó la crisis de la balanza de pagos y así el déficit previsto de 1977 se redujo a la mitad, pasando de los 5.000 millones de dólares/año a 2.164 millones y en los años siguientes 1978 y 1979 la balanza de pagos arrojaría importantes superávit (1.632 y 1.126 millones de dólares respectivamente), que permitieron reconstruir las re¬servas españolas de divisas, pasando de los 4.000 millones de dólares a mediados de 1977 a más de 10.000 millones de dólares a finales de 1978.
La ganancia de esos equilibrios permitió llegar sin las dificultades económicas temidas hasta la Constitución democrática de diciembre de 1978. Hecho que constituye el principal activo de los Pactos de la Moncloa. Como ha indicado Enrique Fuentes Quintana, la política económica pactada en la Moncloa había servido así para lograr, sin el trauma de una desestabilización caótica, que amenazaba España en ¬junio de 1977, una Constitución democrática aceptada por todas las fuerzas políticas. Los Pactos de la Moncloa permitieron además una modernización del sistema económico español más próximo a la economía social de mercado que caracterizaba a las democracias occidentales y cuya aceptación por las distintas fuerzas políticas representadas en los Pactos de la Moncloa constituyó una aportaci6n fundamental para legitimar ese sistema económico que posteriormente consagró la Constitución de 1978.
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